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Spanish version
Selena Eulogy by Victor Landa
"It's a sin to kill a mockingbird," novelist Harper Lee warned us through
her character Atticus Finch, because the only thing mockingbirds offer us is
song.
Even the tone deaf cannot argue his point. Music is universal, it is not
self-serving and its value lies in the intangible realm of the spirit.
Music, even the song of a bird, belongs at once to no one and to everyone.
Maybe that's why the silencing of any songbird can sadden us so profoundly.
And when the silencing is violent, the sense of loss is shocking.
If you are not a fan of Tejano music, you may be somewhat bewildered at the
grief following the murder of singer Selena Quintanilla Pérez.
The circumstances are not notorious. Selena was gunned down by one of her
closest and most ardent supporter over an employment dispute and
allegations of fraud.
The song was suddenly silenced and with it there was a profound sense of
loss.
Such was her popularity in the Hispanic community that she counted herself
among those who are identified only by a first name. She was to everyone
simply, Selena, and that was more than enough.
The sense of loss is very real - the images on countless news reports are
witness to the fact. The disbelief is disturbing. What is most often said
is, "Quién esperaba que fuera a suceder?" - who would have expected that to
happen? The sadness is deep - many young Hispanic girls saw in her a world
of possibility, so they mourn hope.
If anything can put the loss in perspective it is the hope that Selena
seemed to personify for many in the Hispanic world. Her popularity came not
only because of a prodigious voice, but also because she seemed to be so
much like everyone else.
Her home was like ours. She lived next door to her parents in Corpus
Christi, and she was planning the dream house that many of us also dream
of.
Her laughter and enthusiasm were infectious, just like the laughter and
enthusiasm of so many people we all know in our personal lives. And from a
very humble beginning she had risen to international stardom, singing our
music, being proud of it.
She stood for those who now mourn her, she was the face of a culture that is
just now attaining long overdue recognition. We were proud of her because we
are proud of ourselves.
And so our loss, our disbelief, and our sadness leave us with the certainty
that the senselessness and the violence have gone too far.
The daily individual count of victims of violence scares us and saddens us.
We feel for the families of those involved, we mourn the loss of such
promise, and we wonder at how the families can cope. Those crimes affect us
as witnesses to something that we have yet to put our finger on, but that we
know is certainly decaying the fabric of our society.
But the murder of Selena seems different. Her life was of no greater value
than that of the thousands (even millions) of victims before her. The
difference is that she touched more of us. Our community had invested in
her. We accepted what she gave us, and we gave her our admiration in
return.
And so we are all at a loss.
If killing a mockingbird is a sin because the bird offers us only song, then
what are we to expect from the killing of hope?
English version
Elogio a
Selena de Victor Landa
"Es un pecado matar a un
sinsonte," nos advirtió el novelista Harper Lee a través de su personaje
Atticas Finch, "porque la única cosa que nos afrecenlos sinsontes es una
canción."
Hasta los que no tienen oído musical no peuden discutir su punto. La música
es universal, no es egoísta y sus valores se encuentran en el reino
intangibles del espíritu. La música, hasta la canción de un pájaro,
pertenecen a nadie y a todos al mismo tiempo.
Tal vez eso es porque el silenciamento de cualquier pájaro cantante puede
atristarnos tan profundamente y cuando el silenciamento es violento, el
sentido de pérdida es espantoso. Si no eres un admirador de la música tejana,
puedes tal vez estar un poco perplejo por el dolor que siguió el asesinato
de la cantante Selena Quintanilla Pérez. Las circumstancias no son
notables.
Selena fue asesinada por una des sus amigas más cercanas, de sus defensores
más devotes sobre una pelea de empleo y acusaciones de fraude.
La canción fue de repante silenciada y con ella vino un sentido profundo de
pérdida.
Su popularidad en al comunidad hispano era tal que ella se contaba como los
que se identifican solamente por su primer nombre. Ella era sencillamente
Selena para todos y eso es más que suficiente.
El sentido de pérdido es muy auténtico, los imagenes de los numerosos
noticiarios son testimonios al hecho. La incredulidad es inquietante. Lo que
se dice más seguido es, "¿Quién esperaba que eso fuera a suceder?" La
tristeza es profunda. Varias miñas jóvenes hispanas vieron en ella un mundo
de oportunidades, entonces lamentan la esperanza.
Si algo pudiese poner la pérdidad en perspectiva, sería la esperanza que
Selena parecía personificar para muchos en el mundo hispano. Su popularidad
llegó no solamente a causa de su prodigiosa voz, pero aun porque parecía ser
igual que nosotros.
Su hogar era como el nuestro. Vivía al lado de sus padres en Corpus Christi
y estaban planeando la casa de sus sueños, algo que a muchos de nosotros nos
gustaría lograr también. Su risa y su entusiasmo eran infectuosos, igual que
la risa el entusiasmo de tanta gente que conocemos todos en nuetras vidas. Y
de un inicio muy humilde, había alcanzado un estrellato internacional,
cantando nuestra música, y siendo orgullosa de esto.
Representaba los que ahora lloran por ella, era el nostro de una cultura que
recién ahora está alcanzando el conocimiento muy atrasado. Estabamos
orgullosos de ella porque estabamos orgullosos de nosotros mismos.
Entonces nuestra pérdida, neustra incredulidad y nuestra tristeza nos dejan
con le certeza de que el insensatez y la violencia han ido demasiado lejos.
El número diario de las victimas de la violencio nos da miedo y nos da pena.
Los acompañamos en el sentimiento a las familias involucradas, lamentamos la
muerte de una tal promesa y nos preguntamos cuántas familias pueden dar
abasto. Estos crimenes nos afectan como pruebad de algo que hemos captado
hasta ahora, pero que sabemos que está pudriendo la estructura de nuestra
sociedad.
Pero la muerte de Selena parece ser diferente. Su vida no tenía mas valor
que la de miles (hasta millones) de victimas que la precedieron. La
diferencia es que ella afectó a un número más grande de nosotros. Nuestra
comunidad había invertido en ella. Aceptamos lo que nos dió, y le dimos
nuestra admiración en cambio.
Y entonces no sabémos que hacer.
Si matar a un sinsonte es un pecado porque el pájaro solo nos ofrece una
canción, entoncesiqué podemos esperar del asesinato de la esperanza?
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