El chico cantaba y yo no lo escuchaba ... Después del
llamado de Selena de 10 minutos atrás no me pude concentrar más ...
¿Tenía sentido seguir? ¿Era más importante mis obligaciones y deberes
del momento que estar junto a mi esposa en ese momento? ... Sí, ya le
expliqué a Selena ... Que tenía que estar en el estudio trabajando ...
Que debía preparar al chico para su banda que está en la productora de
mi suegro ... Sí, Selena lo escuchó y me entendió ... ¿Pero me entendió?
¿O esperó un gesto de mi parte? ¿O esperó que saliera corriendo a su
encuentro? No era algo menor lo que le estaba pasando ... Estaba
grabando “Dreaming of you” y me llamó para contármelo, para decirme que
le había gustado cómo quedó, que le hubiese gustado abrazarme en ese
momento o que yo fuera a estar con ella en las otras tomas que se harían
del tema ... Yo la entendía, pero también le expliqué que no podía
escapar de mis obligaciones, de mi trabajo ... Que ya habría tiempo para
escucharla en otra oportunidad, cuando grabara otros temas del disco en
inglés que estaba preparando ... Pero ahora entré en una gran confusión
... Sé que hay momentos irrepetibles que no se pueden reemplazar con
nada en el mundo, que la persona que espera algo de nosotros recordará
aquel momento en el que no estuvimos cuando más nos necesitaba ... Yo
pensé desde que le hablé a Selena que escucharía miles de veces ese tema
con ella y que lo disfrutaría con tanta o más intensidad que ahora ...
Pero no podía olvidarme del tono de Selena, de la necesidad de Selena,
del ruego de Selena. Ésa era la vez que más me necesitaba, ésa era la
versión del tema de “Dreaming of you” que necesitaba compartir conmigo,
aunque no fuera la versión definitiva, aunque no fuera la mejor versión
... Escuchaba al chico y cada tanto daba un gesto de aceptación o una
indicación de cómo colocar la voz para encajar con mi guitarra y con el
tema ... Me parecía que no era muy buen cantante ... Pensaba que no
podría llegar muy lejos ... Pero mi trabajo era sacar lo mejor de él
para que su banda fuera un éxito ... Pero no me podía engañar ... No sé
si vería alguna vez el éxito ... Pero mi trabajo era que él mejorara y
al menos hiciera algo digno de aceptar ... Tal vez no lo estaba
evaluando bien ... Estaba desconcentrado ... Como fuere, era mi trabajo
... No podía postergarlo ... Pero, ¿era lo más importante? ¿Valía más
estar toda la tarde con él que aunque más no sea estar un ratito con mi
esposa en ese momento tan importante para ella? Pensé que no ... Que no
tenía sentido ... Que aunque fuera el mejor cantante del mundo tampoco
tenía sentido ... Debería explicárselo ... Es un buen chico, a pesar de
todo ... Pero volvían a mi mente mis obligaciones y mi sentido de
responsabilidad, y me repetía: “No. Selena me va a entender. No puedo
dejar mi trabajo. Ya tendré oportunidades de estar con ella en las
mismas circunstancias. Ya habrá tiempo. Ya tendremos tiempo de disfrutar
a pleno lo que vivimos. Somos jóvenes. ¡¡Tenemos mucho para vivir!!”.
Focalicé mi mente y mi concentración en el chico, y me sentí mejor. Le
sonreí y le dije que iba bien. Pero al rato pensé: “¿Y quién me dice que
tendremos tiempo para disfrutar? ¿Por qué postergar las cosas que nos
hacen tan felices? ¿Por qué esperar a ser viejos para hacer lo que
quisimos disfrutar desde muy jóvenes? ¿Y si no llegamos a viejos? ¿Y si
en un minuto pasa algo de lo que tengamos que arrepentirnos para
siempre?”. De pronto escucho que el cantante me pregunta: “¿Me estás
oyendo? ¡¡Te pregunté si probamos con cantar en ‘fa’!!”. No supe qué
decirle. Estaba por ensayar una explicación poco convincente, pero él me
hizo ahorrar las palabras: “Amigo ... No sé qué es lo que te pasa, pero
supongo que tiene que ver con el llamado que recibiste hace un rato ...
Me parece que deberías atender ese asunto. Lo mío puede esperar. Sé que
no soy tan bueno. Y lo importante para ti en este momento está afuera.
¡¡Vete ya!! Llámame cuando puedas y nos encontramos luego...” ... Iba a
justificarme, pero él me lo impidió: “¡¡No te atormentes más!! Yo no me
voy a quejar. Lo haré si no vas a donde debes ir. Estoy seguro de que es
muy importante. Ahora me voy, pero lo haré cuando me asegure de que tú
te irás del estudio conmigo para ir a tu destino ... ¿Lo harás?”. Yo no
pude más que abrazarlo y agradecerle sin decirle palabra. Salí con él,
tomé mi auto y salí a toda velocidad, mientras él me saludaba sonriente
alzando su mano ... Él tenía razón ... Yo sé lo que siente Selena. ¿Cómo
no estar al lado de ella en este momento? Sé de sus sufrimientos. Sé de
todos los sacrificios que ha hecho desde que era muy pequeña. Sé lo
importante que es para ella disfrutar cada momento de su vida, cada
logro, cada triunfo ... Ella se acostumbró a no tener nada y a dar todo
de sí para algún día disfrutar de su trabajo, de su talento, de su
sacrificio ... Sé de todo lo que tuvo que luchar para empezar a cumplir
alguno de los tantos sueños que tenía desde niña ... Para ella todo lo
que vive desde hace unos dos años es como el juguete que nunca tuvo, la
fiesta que nunca pudo tener, la vida normal que siempre hubiese anhelado
... ¿Pero cómo pude olvidarme de ello? ¡¡Si hay que ver cómo disfruta
cada cosa que hace, cada emprendimiento que encara, casa momento lindo
que vive!! ... Yo sé lo que ha llorado cuando las cosas no salían,
cuando el éxito no llegaba y todo parecía muy, muy lejano … Ahora que lo
está viviendo quiere sentirlo, quiere disfrutarlo, quiere saborearlo ...
Recién da cuenta de que el sueño se le está cumpliendo y no quiere
perder más tiempo ... Ahora es el momento, no mañana ... Ahora es la
vida, no después ... Ya muchas cosas las tuvo que dejar para quién sabe
cuándo ... ¿Cómo no me di cuenta? ¡¡Si en cuanto inauguró sus locales de
“Selena Etc.” en Corpus Christi y en San Antonio empezó a planificar
para poner sucursales en Monterrey y en México DF, y si su éxito sigue
no parará hasta poner locales en todo el mundo!! Sí ... ¡¡Ahora que
puede lo quiere hacer todo y ya!! ... Podrá pensarse que es por
capricho, que su actitud es típica de una niña malcriada ... Pero no es
así ... El que no sabe su historia no puede entender muchas cosas de
Selena ... Pero el que las sabe y las vivió lo entiende perfectamente
... Ya en muchas oportunidades noté que Selena ha declarado en muchos
reportajes que no quiere perder tiempo, que ella necesita sacar a la luz
todo lo que tiene en su mente ... Y yo agregaría: “desde hace muchos
años” ... Cada minuto es precioso. Cada instante está para hacer algo,
para disfrutarlo, para no perderlo ... Eso es lo que acabo de entender
... Selena me necesita y me necesita ahora ... No después ... Y no me
requiere porque es una manipuladora que me quiere al lado como un animal
doméstico para echarme cuando la canso ... Nunca me llamaría si no es
por una buena razón ... Nunca me pediría algo si no lo necesita ...
Además, yo sé muy bien que éste no es un momento tan sencillo para ella
... Siempre soñó con hacer el disco en inglés, pero tiene miedo ... No
por lo que pueda venir ... A Selena le gustan los desafíos y no huye de
ninguno ... Por el contrario ... Ella ama los retos ... Siempre está
convencida de que va a ganar ... Y si no la gana, seguro que la empata
... Pero en este caso, le miedo es por otra cosa ... Sabe que lanzarse
al mercado anglosajón es un desafío difícil ... Es como empezar de nuevo
... Pero a ella le atormenta algo ... Yo lo sé muy bien, pues Selena
misma me lo dijo ... Y sé que nadie de su familia lo sabe ... Sólo yo
... Ella le da miedo lo que va a venir ... Nunca pensó que en definitiva
su carrera en inglés será más bien solista que con Los Dinos ... Y
empezó a darse cuenta ahora de que está grabando este disco tan soñado
... Está con grandes músicos, con grandes productores ... Están su padre
y su hermano ayudándola, pero la banda de siempre no la acompaña ... Y
seguramente no lo hará cuando empiecen sus conciertos en inglés ... Tal
vez la acompañemos con sus giras cantando sus éxitos en español aquí, en
México y en el resto de Latinoamérica, pero en su carrera internacional
... nosotros no estaremos como siempre ... Y eso a Selena la está
atormentando ... Hace poquito la vi llorando y le pregunté qué le pasaba
... Me dijo que era por su futuro con el disco en inglés, que a ella se
le haría muy difícil subir a un escenario y no ver que están sus
hermanos, sus amigos de la banda y a mí junto a ella ... Yo me quedé un
instante en silencio hasta que le pregunté: “¿Me estás diciendo que si
sabías que esto iba a pasar te hubieses negado a firmar el contrato para
hacer este disco?”. Selena respondió sin titubear: “Sí, Chris ... Sí
sabía de esto no lo hubiese firmado...”.
Llegué de una manera inapropiada al estudio de grabación.
Dejé el auto casi en el medio de la calle con la puerta abierta. No me
importaron ni los bocinazos ni los gritos de la gente. Corrí en busca de
Selena. Estaba presta a grabar otra de sus tomas del tema “Dreaming of
you”. Ni siquiera me detuve ante las advertencias de técnicos, de
propios y de extraños. Entré y abracé fuerte a Selena. “Te quiero, te
quiero mucho. Dejé todo sólo para decirte esto y para escucharte cantar
‘Dreaming of you’...”, tras lo cual le di un fuerte beso. Selena se
sorprendió pero se la notaba contenta y feliz ... “Pero Chris, me has
dicho que estabas con un cantante, que no podías dejar de trabajar, que
vendrías otro día, que era lo mismo si...”, alcanzó a decirme. Yo tapé
su boca con el dedo índice de mi mano derecha: “Es cierto, Selena.
Estaba haciendo eso, pero también me di cuenta de que hay cosas que no
se deben postergar. ¿Has escuchado alguna vez de los universos
paralelos? Yo no quiero preguntarme en el futuro: ‘¿Qué hubiera pasado
si hubiese hecho esto o aquello? La oportunidad que dejas pasar no se
vuelve a repetir jamás. Tú lo sabes mejor que nadie. Me atormentaba
saber que estarías mal por no estar contigo y que mis obligaciones
fueran más importantes que este momento irrepetible de tu vida. Las
obligaciones hay que cumplirlas, pero algunas pueden esperar. Y hay
momentos y sentimientos que no pueden posponerse. Por eso vine ... Y
créeme que el chico que estaba conmigo tuvo mucho que ver con esta
decisión ... Selena ... Te amo ... Quiero que sepas que cuentas conmigo
para siempre, que siempre estaré a tu lado y te apoyaré en todo ... Lo
que decidas hacer con tu vida artística y personal te la respetaré, y
cada vez que me requieras estaré contigo. Sabes que siempre seré sincero
y te diré la verdad ... Eso que siempre esperas de todos ... Ahora
quiero que sigas grabando tu tema ... Yo estaré del otro lado del vidrio
viéndote y escuchándote” ... Selena me abrazó, me dio un largo beso y se
quedó un largo rato en silencio apoyando su cabeza en mi hombro ... Me
pareció que estaba llorando pero no le dije nada ... Sabía que era mejor
que se expresara como quisiera sin interrupciones ... Ya sabría que si
quisiera que le diera mi opinión me lo preguntaría ... De pronto retiró
su cabeza de mi hombro, me miró sin decirme nada, luego se sonrió y sólo
atinó a decirme: “¿Sabes? Tal vez te sorprenda con lo que te diga, pero
se me ocurrió decidirlo ahora pues tiene que ver contigo ... Te voy a
hacer caso ... Ya no voy a insistir personalmente con esos papeles ...
Sé que es en vano que se los pida a ella ... Mejor que se encargue un
abogado de ese tema. Ya no tengo ganas de volverla a ver. Nos está
haciendo daño y sé que es mejor estar bien lejos de ella. ¿Tú conoces un
buen abogado? ¿Puedo contar contigo?”. Yo le dije: “No te preocupes. Yo
me encargo de todo. Tú solo dedícate a cantar...”. Selena completó: “Y a
diseñar. Creo que llamaré a Martín para pedirle disculpas y para que se
haga cargo de mis tiendas. ¿Te parece bien?”. Yo le aclaré: “Ya te lo
dije. Haz lo que te parezca mejor. Yo te apoyaré...”. En ese momento,
salió A.B. y dijo: “Me encanta verlos que se quieran tanto, pero,
¿podrían dejarnos seguir grabando? ¡¡Tenemos poco tiempo!! Créanme que
me encanta verlos felices, pero ¿me entienden, no?”. Selena se rió y yo
levanté el pulgar en señal de asentimiento. Me fui dándole miles de
besos en el aire a Selena y me puse del otro lado del vidrio para
escucharla cantar. Mi esposa no sólo me dedicó “Dreaming of you” en
forma magistral, sino que les dijo a todos: “Quiero que Chris escuche
una nueva toma de “I could fall in love”. ¿Me dejan hacerlo? ¡¡Por
favor!!”. A.B. abrió bien los ojos y miró al cielo con cara de
desesperación y yo me reí con ganas. Sabía lo que significaba cuando a
Selena se le pasaba algo por la cabeza ... Lo terminó cantando entero en
una sola toma de una forma tan particular y hermosa que me hizo llorar.
A.B. quedó asombrado y al final del tema dijo: “¡¡Eres increíble,
Selena!! Te puedo asegurar que ésta es la mejor versión que cantaste de
este tema. ¡¡Estoy seguro de que será la que saldrá en el disco!!”.
Selena se rió con ganas y salió del estudio para abrazarse con su
hermano. “Gracias, A.B., por estar siempre a mi lado. Pero prométeme una
cosa. ¿No me abandonarás si triunfo con este disco, no? ¡¡Sabes que te
necesito más que nunca!!”. A.B. se quedó desconcertado y yo rápidamente
me acerqué a ambos y le dije a Selena: “Claro que tu hermano estará
siempre contigo. ¿No es cierto. A.B.?”, al tiempo que miraba al hermano
de Selena con aire de ruego. A.B. asintió con su mirada y luego tomó a
su hermana con ambas manos sujetando sus brazos y le dijo: “Estuvimos
todo el tiempo juntos. Yo escribo sólo para ti. Tú eres mi inspiración.
¿Cómo crees que puedo seguir sin ti? Yo sin tu presencia no soy nada ...
¡¡No sabría qué hacer!!”. Selena rompió en llantos y se quedó abrazada a
su hermano por largo rato. Al tiempo se apartó de él y le dijo: “¡¡Nunca
me abandones!! Pues yo sin ustedes no soy nada. Nunca podré triunfar si
no los tengo a todos, ¿entiendes?”. A.B. asintió con la mirada. Selena
me integró a mí y nos abrazamos bien fuerte. Luego me dijo: ”Ahora vete,
Chris. Sabes que ninguno puede eludir las obligaciones. Así fuimos
criados y así seguiremos. ¡¡No dejes al chico sin sus clases!!”. Yo le
dije que tenía razón, le di un fuerte beso, tras lo cual recordé cómo
había llegado allí y le dije: “¡¡Uy!! ¡¡El auto!! ¡¡Lo dejé en el medio
de la calle!! ¡¡Seguro que se lo llevaron!!”. Salí corriendo y tras de
mí Selena a las carcajadas. Para mi asombro vi el auto perfectamente
estacionado en la puerta. Cuando traté de encontrar una explicación, se
me acercó el padre de Selena y me dijo: “Fui yo quien lo estacioné.
Imaginé que estabas apurado y como vi que se acercaba la policía me
apresuré a decir que estábamos ante una emergencia. Por suerte lo
entendieron...”. Quedé sorprendido con su actitud. Es como si él supiera
todo lo que estaba pasando. Allí recordé lo de los universos paralelos y
cómo una decisión cambia tanto las cosas ... El señor Quintanilla de
pronto me abrazó con sus grandes brazos y sólo me dijo: “Estoy orgulloso
de ti. Sé que Selena contigo siempre estará en buenas manos”. Me quedé
sin habla y le agradecí totalmente emocionado, pero me apresuré a irme,
pues ya estaba bien atrasado, pero antes de que pudiera a hacer nada,
Selena se me adelantó y me dijo. “No sabes lo que te estoy agradecida,
Chris. Creí que no vendrías y lo hubiese entendido ... Pero lo hiciste.
Este gesto no lo olvidaré jamás. Vale más que un millón de discos
vendidos. ¡¡Soy la mujer más feliz del mundo!! ... ¡¡Pero ahora vete,
que se hace tarde!!”, tras lo cual echó una de sus clásicas carcajadas.
Yo me fui sin parar de saludarla y de darle besos al aire. Incluso di
una vuelta extra en el auto para verla de nuevo y saludarla hasta que me
fui feliz. Comprobé como nunca cómo una decisión cambia la vida para
siempre, cómo una decisión cambia el destino de nuestras existencias,
cómo es mejor a veces dejarse llevar por el corazón y no por la cabeza.
Me fui contento sabiendo que sería feliz para siempre con Selena hasta
que Dios decida llevarnos para siempre y yo esperaba que sea cuando
fuéramos bien, bien viejitos...
Cuando llegué al estudio me encontré con el chico. No
entendía nada. Pensé que se había ido ... Cuando me acerqué a él
pensando que tal vez se había olvidado de algo, me sorprendió con su
pregunta: “¿Ya estás mejor? ¿Se solucionaron tus problemas?”. Yo le dije
que sí, pero le pregunté con aire de asombro: “¿Pero por qué te quedaste
aquí? Pensé que te habías ido”. “Sí, me había ido, pero volví. No sé por
qué, pero necesité quedarme a esperarte. No te lo puedo explicar. Sentí
una gran angustia. Sé que es tonto, pero imaginé que si tal vez te iba
mal muchos lo íbamos a sufrir. Por eso me quedé. Quería asegurarme de
cómo te había ido ... ¡¡Mejor me voy!! Creerás que estoy loco, que soy
un psicópata ... No quiero que...”, atinó a explicarme. Yo lo
interrumpí: “¡¡No hermano!! No estás loco. No eres tonto. Eres una
persona con un gran corazón. ¿Sabes que quiero que hagas? ¡¡Que entres
ahora mismo a cantar!! Hay mucho para hacer y mejorar, y sé que lo
harás. ¡¡Vamos!!”. “¿Pero no tienes que atender a otra gente? Sé que
tienes otros cantantes esperándote..”, alcanzó a decirme. “¡¡No, amigo!!
Hoy Selena me agradeció que estuviera a su lado en un momento
trascendental de su vida. Y yo te tengo que agradecer que me hayas
ayudado a tomar esa decisión. Y puedo asegurarte que tu angustia tiene
más que un fundamento. No es locura. ¿Has escuchado hablar de los
universos paralelos?”, le pregunté. Él se me quedó mirando ... “Ven,
pasa que te lo explico mientras ensayamos. ¿Qué te parece?”. Él se
sonrió y nos fuimos abrazados a seguir ensayando. Sentí como nunca que
nuestras vidas habían cambiado, que el mundo había cambiado. Era el
hombre más feliz de mi vida. Y ya nada ni nadie habría de cambiar
ello...
(Una decisión ... Un momento ... Dejarnos llevar por lo
que sentimos ... La decisión que cambia el destino ... Los universos
paralelos ... Si Chris hubiese ido aquel día ... no sé si hubiesen
cambiado las cosas ... Al menos desearía que existieran esos universos
paralelos y ver en uno de ellos a Selena feliz ... Tal vez deberíamos
mentalizarnos y vivir cada día como si fuera el último, que aquello que
no hacemos hoy nos haga arrepentir por siempre y para siempre ... Si
fuéramos conscientes de ello, muchas cosas cambiarían para mejor ...
Recién pude comprobar la dimensión de no ser consciente de ello ... Al
querer corroborar el nombre del diseñador de Selena puse en el buscador
las palabras Selena y Martín, y lo primero que me salió fue la noticia
de que Selena Gómez quiere filmar con Martin Scorsese ... No es nada
contra ellos, pero al ver la noticia pensé en Selena, en nuestra Selena,
y me puse a llorar ... Y rogué que el tema de los universos paralelos
fuera cierto...)
Selena: dime por favor que nada es cierto, y que cuando
despierte el mundo clame por tu nombre y hable de ti, sólo de ti...
Melisa estaba incómoda mirando la televisión junto a su tía Martha. Se
preguntaba desde sus 18 años por qué estaban viendo ese “informe
especial” en el que se veían a esa asesina y a ese impresentable doctor
hablando barbaridades y mentiras sobre Selena. Menos podía comprender el
motivo por el cual su querida tía veía ese programa y se enojaba tanto.
Pero cuando Melisa se mentalizaba y se ponía en el lugar de su tía
empezaba a comprenderlo. Ella había vivido aquella época, había podido
disfrutar de Selena y también vivir el peor momento de la desgracia.
Ella sabía que su tía Martha jamás había podido asimilar y superar la
perdida de Selena. Para ella Selena era todo y con el tiempo se
convirtió en la hija que no tuvo y en la que cuando se quiso dar cuenta
de su importancia ya no la tenía más. Sólo así Melisa podía comprender
que su tía aún se enojara tanto con lo que decían esos personajes de
terror. Ella nació cuando hacía muy poquito que Selena había partido y
en buena parte de su niñez la vivió a Selena como si aún estuviera, como
si nunca hubiera partido. Se vestía como ella, cantaba como ella,
bailaba como ella. Y era lógico que Melisa lo viviera así. Toda su
familia actuaba como si Selena estuviera viva. Toda una comunidad la
vivía como si aún estuviera con ellos. Nadie podía comprender lo que
había sucedido. Nadie podía asimilarlo. Había una negación de la
realidad. Una realidad que si se aceptaba era la confirmación de que el
sueño se había terminado, que ya no había más razones para ilusionarse,
al menos con un modo de ver las cosas, como una manera de llegar a las
metas anheladas. Melisa vivió su niñez con esa idea, en esa nube de
ensueños ... Pero luego creció y llegó a la adolescencia, y por más que
ella siempre tuvo a Selena en su corazón, comenzó a sentir, muy a su
pesar, que estaba pasando el tiempo y Selena comenzaba a estar lejos,
muy lejos de su vida ... Cierta vez estaba hablando de su experiencia
con Selena desde su niñez con sus amigas, pero ellas la pusieron en la
dura realidad de un puñetazo ... En todo momento sus amigas creyeron que
estaba hablando de Selena Gómez y si la interrumpieron fue porque les
parecía raro que Melisa la conociera de tanto tiempo atrás ... Allí
Melisa sintió que ya su generación no se sentía representada por Selena
aunque muchos la quisieran y respetaran ... Pero la empezaban a querer y
respetar como se respeta a un héroe del pasado, como se venera a una
estatua, como se habla de alguien que es querido pero que le es ajeno,
como se refiere a alguien que es glorificado por los más “viejos” ... Es
que Selena ya no formaba parte de sus vidas ... Ella representaba el
“mito”, la “leyenda” ... Era sólo “fotos y recuerdos” ... Ahora sus
compañeras de colegio y sus amigas tenían otros referentes, otras
artistas que eran sus ídolos y preferidos ... Había otra música en el
aire de sus vidas ... Melisa comenzó a sentirse incómoda porque de algún
modo algunas actitudes despiadadas de sus amigas le hacían sentir
anticuada o fuera de moda ... Y Melisa quería a Selena, aunque ya no
estuviera con ella ... Formaba parte de su vida, fue su figura en la
niñez. Estaba presente en su corazón, pero empezaba a ser parte de la
historia ... Historia linda, pero historia al fin ... Y la actitud
impiadosa de sus amigas le hicieron ver esa realidad ... Y que ella
también formaba parte de ese sentimiento, y que tenía la necesidad de
tener otros referentes presentes y vivos ... Muy a su pesar, Melisa tuvo
que convivir con ese sentimiento y con la necesidad de vivir sin tener a
Selena de su lado, como su hada madrina, como su ángel protector ...
Esos lindos tiempos de idilio se habían ido ... Se habían ido con la
partida de Selena...
Eso mismo tenía
ganas de decirle a su tía Martha, pero sabía que no tenía sentido.
Además, hubiese sido una actitud muy cruel. La veía allí insultando a
las imágenes de la asesina y del doctorzuelo, y se preguntaba qué ganaba
con todo eso, qué sentido tenía revolverse la herida en vez de
curársela. Pero pronto comprendió que su tía nunca pudo cicatrizar esa
herida, que vivió sin comprender y que era hasta más llevadero para ella
seguir sin entender que comenzar a comprenderlo. Melisa veía a la
asesina y le parecía una caricatura, una vieja impresentable que decía
cosas inverosímiles para un público ávido de escándalo o con mucho dolor
y deseo de revancha. Melisa pensó que era el momento de hablar, de
tratar de comprender lo que había sucedido. Porque al fin y al cabo ni
ella se había preguntado por qué sucedió aquello y por qué esa
impresentable persona cometió aquel inexplicable crimen. Pero también
sintió que era hora de que su tía aceptara la realidad y que ella era la
indicada para que lo superara. Melisa sentía que corría con una ventaja:
ella no conoció a Selena en persona, no vivió ni lo bueno ni lo atroz.
Todo lo supo por lo que le contaron o por lo que leyó. Era hora de poder
hablarlo. No podía ser que su tía quisiera hallar una explicación a
partir de lo que le decía ese estropajo. Era hora de razonar un poco y
de cerrar un capítulo en sus vidas para abrir otro...
Melisa tomó aire
y le preguntó a su tía: “Hay algo que no entiendo. Estos dos hablan
ahora como si fueran amigos de toda su vida y contra Selena. ¿Pero no
era que estaban enfrentados? Cuando leí el libro de María Celeste eso
parecía...”. Martha no tardó en responderle: “¿Pero acaso no lo
entiendes, Melisa? Tienen que seguir figurando. Seguramente necesitan
dinero. ¿Y qué mejor que seguir hablando de Selena, que seguir
mintiendo, que seguir difamando? Siempre van a encontrar un motivo, algo
de qué hablar, y un micrófono y una cámara que les dé todo el tiempo del
mundo para que se explayen a gusto...”. “Pero entonces este especial
demuestra que Cristina tenía razón
-le respondió Melisa-. En su libro dijo que Selena estaba muy afligida
en sus últimos meses de su vida porque había comenzado a advertir que la
asesina, el doctor y su ex empleado trataban de vivir de su fama, y que
cuando sucedió la desgracia salieron a dirimir en los medios sus
disputas por el poder sobre Selena ... Y tú ya sabes, tía. Hoy puedes
ser mi enemigo, pero mañana por interés puedes pasar a ser mi amigo. Y
éste parece ser el caso...”. “¡¡No me hables de esa blasfema!! -le
contestó enérgicamente su tía-. Ella habló de ‘mensajes del más allá’,
que Selena le hablaba en sueños ... ¡¡Pero por favor!! Cualquier buen
cristiano no cree en ello. ¡¡Ni me la nombres!!”. “Pero convengamos –le
contestó rápidamente Melisa- que la asesina apenas fue condenada habló
de médiums que le aseguraban que habían recibido mensajes de Selena en
los que le decía que ella la había perdonado. Fue en aquel reportaje que
le hiciera María Celeste y que luego publicara en su libro ... Y aún con
eso la sigues escuchando y has leído el libro de María Celeste sin
protestar. ¿No te parece extraño eso?”. Martha se quedó muda y
desconcertada. Pasó de su rostro de enojo a una expresión de sorpresa.
No sabía qué decir. “¡¡Vamos, tía!! ¡¡No te sientas mal!! Creo que si
queremos entender lo que pasó y lo que nos pasa deberíamos ser menos
prejuiciosos y más abiertos a lo que dicen todos. Creo que si escuchamos
todas las versiones podemos llegar a una conclusión, ¿no te parece?”, le
sugirió Melisa. Su tía bajó la vista en señal de asentimiento y escuchó
a su sobrina: “Yo sé que todos caemos en el prejuicio y que creemos que
María Celeste es más ‘razonable’ y culta ... Pero ¿no te has puesto a
pensar que Cristina tiene toda la razón cuando afirma que la asesina
planificó todo el crimen? Piensa un poco ... Toda la vida pensamos que
lo suyo fue un arrebato, fue un impulso, fue producto de una discusión y
del miedo al ver que Selena se iba y ya no volvería ... Tal vez haya
algo de razón en ello, pero ¿acaso no recuerdas lo que vio el testigo
principal que sentenció a la asesina? ¿Qué dijo él? Que había visto a
la asesina salir de la habitación tras Selena luego de dispararle
dispuesta a efectuarle el segundo disparo ... Y que insólitamente no lo
hizo ... Se dio media vuelta y volvió a su habitación mientras el
testigo casi se desmaya al ver la sangre derramada ... ¿Cómo es que se
volvió si estaba llevada por la ira y por la pasión? ... ¿Y si no fue
así? ¿Y si en realidad lo planificó todo y algo le falló? ¿Si en
realidad pensaba pegarle el disparo para que Selena cayera en la
habitación y la asesina pedir rápido ayuda ante el ‘accidente’? ¿Y al
fallar parcialmente en el primer intento jugada por jugada salió a
rematarla, pero al ver la sangre vio que lo había logrado, que era sólo
cuestión de tiempo para esperar el final y que lo aconsejable era mejor
irse lo más sigilosamente posible para seguir con el plan pensando que
por allí no la había visto nadie? Piensa, tía. ¿No te parecen extraños
sus movimientos ese día? Decirle a Selena que la fuera a ver porque la
habían atacado, hacer que la lleve al hospital como una amiga y lograr
que muchos testigos vieran eso, no querer que la revisaran, desatar la
ira de Selena, volver al hotel y luego efectuar el asesinato ... ¿Te
parece todo casual, producto del arrebato y de la pasión? Yo no lo creo,
tía. Esta mujer lo planificó todo. ¿Y sabes qué? No sólo lo planificó.
Ella en todo momento elaboró el plan con la idea no sólo de matar a
Selena y así vengarse de lo que le había hecho su padre de apartarla de
la organización. Ella había pensado en el crimen perfecto. No actuó para
nada con pasión y arrebato, tía. La asesina no lo hizo sin importarle
las consecuencias de una condena a cadena perpetua. No tía. Ella pensó
seriamente en asesinarla, decir que fue un accidente, que la gente se lo
creyera porque no había testigos, y así poder burlarse en la cara del
padre de Selena y de toda la Familia Quintanilla. Mírala, tía. Mira las
cosas que dice y dijo de Selena. ¿Acaso tú la viste alguna vez
arrepentida de lo que hizo? ¿Has visto las cosas terribles que dijo de
Selena desde que la condenaron? ¿No es que apostó a su inocencia a todo
o nada, y como no le salió vemos este espectáculo? ¿No te parece tía que
eso es lo que pasó?”. Martha estaba azorada con el argumento claro y
convincente de su sobrina. Tal vez si hubiese sido otra persona la
hubiese interrumpido para no seguir escuchando, pero era su sobrina y lo
que decía era muy difícil descalificarlo sin argumentos válidos. Por eso
siguió escuchando ... “Mira, tía. Estoy segura de que la asesina pensó
en el crimen perfecto. Se compró el arma. Se aseguró de comprar un tipo
de bala que una vez atravesado el cuerpo se diseminara en él para que no
hubiera fallas, y encima era de calibre 38. Ella pensó en matarla. Y una
vez consumado el hecho, llamar al 911, pedir a los gritos ayuda ... No
habría testigos ... Todos verían los hechos consumados y escucharían sus
argumentos ... Las últimas imágenes de ella con la víctima serían juntas
y sin visos ni de enojos ni de pelea ... Ella contaba con que su teoría
del accidente podía ser viable y apostó seriamente a ello. Pero falló y
no contó con que Selena tuviera la fortaleza de irse del lugar y no caer
allí ... Después pasó lo que te conté, y cuando volvió en el medio de la
sangre pensó en que podría volver al plan ... Ya no podría llamar al
911, ni a pedir ayuda ... Tampoco tendría sentido escapar ... Eso sería
la admisión de su culpa ... Fue allí cuando pensó que sería mejor ir al
garaje, parapetarse en su camioneta y amenazar con suicidarse ... ¿Te
acuerdas de que en el libro de María Celeste decía que al principio en
las grabaciones de la policía en el garaje del Days Inn a la asesina no
se le entendía nada hasta que se enteró por la radio de que había
logrado su cometido? ... A partir de allí comenzó a sonar convincente
... Empezó a decir que todo fue un accidente y que el culpable de todo
era el padre que tenía sojuzgada a Selena ... Una vez que supo que
Selena ya no podría hablar echó a rodar su nueva versión del plan y
cuando supo que era el momento y de que las condiciones estaban dadas,
estaba segura de que podría seguir con la farsa ... Luego se dio el
juicio y todo lo que sabemos...”, afirmó Melisa con una convicción y
certeza que ni ella había imaginado que podría tener. Su tía la miraba
perpleja. No sentía que estaba en condiciones de poder retrucarle nada.
Intentó decirle que igual no entendía qué tenía que ver lo que le decía
con lo que estaban viendo en ese momento ... Ahora estaban manchando el
honor de Selena con mentiras ... Y lo otro ... Lo otro había ocurrido
... “¿Pero no entiendes, querida tía? ¿Acaso no comprendes que todo
tiene que ver con todo? ¿Por qué crees que dice esas barbaridades de
Selena? ¿Cuándo comenzó a decirlas? ¿Apenas la asesinó? ¿Antes del
juicio? ¿Durante el juicio? ¡¡No!! Ahí estaba bien calladita. ¿Cuándo
comenzó a hablar? ¡¡Después!! ... ¿Y por qué? Porque la habían
sentenciado a cadena perpetua ... Y ya sin salida no tuvo ningún
problema ni ninguna piedad de decir cuando blasfemia se le ocurriera de
Selena ... Primero, que tenía un amante ... Luego, que estaba peleada
con su padre ... Después que se quería ir a México ... Después que se
quería ir a Brasil ... Ha dicho cosas increíbles, que yo supongo que en
su momento podían generar inquietud, pero que hoy sabemos que no tiene
sentido ... ¿Recuerdas lo que llegó a decir una vez? Que en aquel
nefasto día Selena le fue a decir que se escapaba de la familia y que
cuando vio que lo hacía le tuvo que disparar ... ¿Me puedes decir qué
tiene que ver el supuesto hecho de irse de la familia con el hecho de
que la asesina le disparara? ¿No recuerdas que cuando alguien se lo
preguntó ella muy suelta de cuerpo le dijo que lo tuvo que hacer para
que no huyera de los fans? A ver si entiendo ... Si según ella Selena
estaba escapando de la familia y le tuvo que disparar ... ¿acaso ella
defendía los intereses de los Quintanilla? ¿No era que ella estaba
peleada con ellos? ¿No ves que hay una contradicción tras otra en su
relato, tía? ¿Y mucho odio también?”.
Martha estaba
muda. Sentía que tenía que detenerse a pensar en ello y no quería ...
Pero no lo podía evitar ... Empezaba a pensar que era más cómodo lo que
estaba haciendo hasta ahora, que era insultar a la asesina, ver esos
“especiales” para reavivar sus heridas y no pensar, no pensar en por qué
sucedió ello, no querer pensar que Selena se había ido de las manos de
esa mujer impresentable y con trastornos psíquicos importantes ...
Martha ya no miraba el especial. Ni siquiera discutía ni levantaba la
voz ... Sólo escuchaba la voz de su sobrina ... Sentía la sensación de
que era el momento de escuchar lo que nunca quiso ni ver ni oír ... Era
el momento de aceptar la realidad ... “¿Nunca te llamó la atención lo
que hizo el abogado defensor de la asesina en el juicio? Primero, logró
desestimar hábilmente el principal argumento que tenía la Fiscalía
contra la asesina, porque dijo que no se hicieron todos los
‘procedimientos legales’ para aceptar la confesión de culpabilidad de la
asesina. Luego logró conmover a la audiencia mostrando los ‘gritos
desgarradores’ de la asesina durante su parapetamiento en el ‘Days Inn’
... ¿Te acuerdas que María Celeste en su libro decía que la gente por
primera vez veía con aire de humanidad a la asesina? ... El abogado
había sido muy hábil, había cambiado el eje de la discusión en el juicio
y había generado dudas, aun cuando había un testigo clave que la
incriminaba y que el informe de un perito decía claramente que por la
trayectoria del disparo nunca podría haber sido un accidente, pero sí un
asesinato ... Y habiendo dado vuelta la situación, en el momento en el
que más le convenía dilatar las cosas en favor de la asesina, ¿qué hace?
Pide que el Jurado se junte cuanto antes para que se expida sobre la
acusación más grave que se tenía sobre su clienta, que era el de
asesinato ... ¿Te acuerdas que en el libro de María Celeste se decía que
no se entendía por qué había hecho esa jugada tan temeraria? ... Si lo
piensas bien, es una jugada típica de un abogado inexperto y ansioso que
quiere acabar pronto con todo ... ¿Te parece que eso haría un abogado
con la trayectoria de Tinker? Es imposible ... Algo tiene que haber
pasado. Tinker sabía que su defendida no zafaría de la culpabilidad,
pero con habilidad se podría atenuar la condena y con eso lograr un gran
triunfo. Es lo máximo que podía hacer ... Pero piensa, tía ... ¿Eso que
veía el abogado como un triunfo lo compartía su defendida? ¿Qué crees
que la asesina le contestó cuando Tinker le dijo que seguramente la
condenarían pero por menos años de lo esperado? La asesina que había
planeado el crimen, que había mandado a su hermana a gestionar con María
Celeste para que ésta hiciera del vocero de sus ideas y a su padre para
amenazar al Jurado con que ofenderían a Dios si la declaraban culpable,
¿qué crees cómo reaccionaría con esta aseveración de su abogado? Apuesto
a que le dijo que no lo aceptaría de ninguna manera, que ella quería ir
al ‘todo o nada’, que sólo aceptaría como triunfo ser declarada inocente
para reírse en la cara de todos los Quintanilla ... Sólo así se explica
el cambio de actitud de Tinker ... No lo quedó otra ... Tuvo que aceptar
la voluntad y exigencia de su defendida, y dejó de ser el hábil abogado
para ser un obediente defensor de la asesina ... Y perdió ... ¡¡Vaya si
perdió!! ... Y la asesina se quedó con todo el veneno encima ... ¿Ahora
entiendes por qué dijo todo lo que dijo de Selena en todo este tiempo?
Como no logró todo lo que quería se siente furiosa, y por eso para
calmar su ira necesita dispararle a Selena todos los días ... Revive
cada día como si fuera el 31 de marzo de 1995 ... Ella tampoco se puede
sacar a Selena de su cabeza, pero por motivos bien distintos de los
tuyos y de los míos, y de todos los que aman a Selena ... Ella tiene
cada vez más odio a Selena porque no pudo lograr lo que ella quería...
Martha miró al
piso. Miró la televisión en la que mostraban imágenes de los buenos
tiempos de Selena con la voz en off del decadente doctor que hablaba de
romances inventados, la miró a su hija y comenzó a llorar en silencio.
Melisa fue rápido a su encuentro y la abrazó. Juntas se quedaron sin
hablar durante un largo rato. Con gran esfuerzo Martha alcanzó a decirle
a su sobrina: “Sí, Melisa ... Creo que tienes razón ... No sé qué
sentido tiene seguir viendo esto. Selena nunca volverá y eso es lo que
nunca podré aceptar ... No sé ... A veces pienso que, dentro de la
desgracia, hubiese sido ‘mejor’ que las cosas se parecieran a lo que
dicen estos espantosos personajes ... No porque querría ver a Selena con
una imagen tan distinta de la que tuvo ... ¡¡Para nada!! Pero al menos
con ese panorama yo hubiese entendido este crimen, este hecho atroz ...
Mira, hasta ya si era inevitable que sucediera esto, que lo fuese por un
atentado, por un accidente, por un imponderable que no se pudiera evitar
... Pero por esto, Melisa, por esto ... Me es imposible aceptarlo ...
Tal vez por eso prefiero escucharlos a pesar de todo ... Eso me hace
pensar que por allí algo tiene sentido”. Su sobrina la interrumpió:
“Claro que te entiendo, tía ... Lo que sucedió es tan inadmisible que
sólo lo hemos querido entender imaginándonos que todo sucedió por un
hecho escandaloso o producto de una historia oscura ... ¿Pero sabes,
tía? No fue así ... Este hecho es más ‘normal’ de lo que siempre ha
aparentado ... La asesina es una psicópata ... Ni más ni menos ... Y
creeme, tía ... Pues yo lo sé ... Un psicópata no es en apariencia un
ser monstruoso que va por las calles con los ojos desorbitados asustando
a la gente ... Tal vez hace 20 años muchos podían pensar que era así ...
Hoy no, tía ... Hoy no ... Te lo puedo asegurar por mi experiencia
diaria, por mis amigas, por mis compañeros de colegio, por mis novios
... Un psicópata puede aparentar ser buena persona, solidaria, con buena
onda, con excelente predisposición, pero su verdadera personalidad no te
la mostrará abiertamente, al menos no en lo inmediato. Lo hará cuando
sepa que te tiene en sus garras, cuando sienta que ya no puedes vivir
sin su presencia, sin sus palabras, sin su ayuda ... Primero, se
asegurará de saber todo de ti, luego te hará sentir importante, luego
hará que sientas que no puedes hacer nada sin ella ... Y cuando llegues
a esa instancia, entonces verás la verdadera cara del psicópata, pues
cuando ya se sienta seguro de que tu vida está en sus manos no tendrá
inconveniente de hacerte ver lo que realmente siente, lo que realmente
ve, cómo quieres que actúes, qué quiere de ti cada día y que tú lo hagas
sin chistar con el riesgo de que si desobedeces sus órdenes serás
castigada con la indiferencia y con la sanción pública ... Antes que
eso, el psicópata será una persona servicial, atenta, buena, que estará
siempre a tu lado para lo que necesites. No habrá ni un sí ni un no...
Siempre estará a tu servicio ... ¿Te acuerdas de aquella emisión de
‘Primer Impacto’ en el que un cronista que había entrevistado a Selena
allá por enero de 1995 decía que había visto a la asesina en todo
momento de la entrevista pendiente de lo que necesitaba Selena, y que se
mostraba bondadosa y atenta? ¿Te acuerdas de que el cronista manifestaba
que no podía entender que esa mujer tan aparentemente buena podría ser
la asesina, un ser tan monstruoso y calculador? Es que así son los
psicópatas, tía ... Se te acercan a ti con buenas ideas, con buenas
intenciones y jamás te dirán sus verdaderos motivos hasta que estén
seguros de que lo que se han propuesto lo han logrado ... Mientras se
muestran tan atentos y serviciales van sabiendo todo de ti: tus gustos,
tus preferencias, lo que amas, lo que detestas, todo ... Y tú nada del
él … Y el psicópata procesa toda la información, pues eso lo utilizará
para manipularte, para que hagas lo que él diga a la hora de que quieras
hacer algo contrario a sus deseos. Si te fijas bien, siempre antes de
lograr sus objetivos se alarma sobremanera si detecta algo que lo haga
poner en evidencia ... Tiene terror de que te des cuenta antes de tiempo
de sus intenciones ... Pero después ... Después, cuando piensa que no
tienes escapatoria, que ya estás en sus manos, ya no tendrá
inconveniente en hacerlo, pues sabe que lejos no podrás ir, que siempre
tendrá un arma para hacerte cambiar de opinión, para hacerte entrar en
‘razones’, para que cumplas su voluntad ... Y yo creo que eso pasó con
Selena y esa pérfida a la que aún escuchas decir esas barbaridades...”.
Martha se sentía
abrumada y abatida. Lo que le decía Melisa tenía sentido. Era doloroso
admitirlo, pero repasando la historia la teoría que le daba su sobrina
encajaba a la perfección con lo que había pasado. “Sí, es cierto. Ahora
que recuerdo, hace poquito Pete Astudiillo decía que aún no comprende
cómo esa mala persona había convencido tan rápidamente al señor
Quintanilla siendo lo duro y desconfiado que es él ... Sí ... Aún no
entiendo cómo hizo para llegar a él y convencerlo de hacer un club de
fans y que ella fuera la presidenta ... Y que en tan poco tiempo se
hiciera parte de la familia y la terminaran poniendo de gerenta de
‘Selena Etc.’. Yo sé que al señor Quintanilla le costó admitirlo, pero
al final tuvo que decir que con el tiempo ella fue parte de la familia.
Recuerdo haber visto el video en el que Selena grababa el tema ‘Ya no’ y
no podía entender que ella estuviera allí como parte del equipo, cómo
Chris le hablaba efusivamente de lo que estaba haciendo, cómo ella
estaba en el estudio de grabación como un miembro más de la banda y
nadie daba cuenta del monstruo que tenían a su lado. Es increíble, pero
es así. Tan simple como eso...”, alcanzó a decirle a su sobrina. Melisa
la tomó de la mano y le dijo: ”Sé que es difícil de entender y de
asimilar. Tú misma lo has dicho. Si tenía que suceder, que sucediera de
otro modo. Pero las cosas fueron más ‘simples’ de las que uno se
imaginaba. ‘Simples’ por decirlo de alguna manera ... Porque verás que
fueron muy complejas ... Difíciles de otra manera ... Mira ... Hace unos
años en Univisión mostraron un especial de recuerdo a Selena ... No
estos especiales impresentables que demuestran el horrible paso del
tiempo ... Eran lindos especiales de recuerdo a su figura ... Y allí un
periodista del que no recuerdo su nombre dijo que más allá de lo que
significaba Selena para tantos lo que más impactaba a todos era cómo
habían sucedido las cosas ... Ya bastante con que Selena era querida y
joven ... Pero que fueran los hechos con un asesinato, un tiro en la
espalda en un motel de la mano de la presidenta de su club de fans ...
era demasiado ... Él decía que si hubiese sido un accidente, algo
inevitable, se hubiese procesado mejor la desgracia, pero esto ... Esto
era imposible de entender ... Por eso te entiendo, tía ... En tu lugar
pensaría y sentiría lo mismo ... Pero para mal o para bien yo las cosas
las veo de otro modo ... Puedo llegar a entender la situación ... Con
dolor, pero la puedo entender ... Tía … Selena y su familia fueron
víctimas de la labor de una psicópata, de una psicópata que parecía
buena persona, buena amiga, buena empleada, una persona fiel y confiable
... Primero se ganó la confianza del padre dándole una buena idea y un
modo de hacerla efectiva. Luego, se ganó la confianza de su hermana, que
tenía la tarea de supervisarla y de vigilarla, pero luego de un tiempo
la nombró Dama de Honor de su casamiento, y luego de Selena,
convirtiéndose en una asistente leal, eficiente y amiga ... Con el
tiempo se ganó la confianza de todos y cuando logró ello ... Ya has
leído el libro de Chris ... Él decía que con el tiempo ella comenzó a
meterse en todo, en instalar ideas a Selena con el fin de buscar que
ella hiciera lo que quería aislándola de todos para que Selena misma se
convirtiera en la fiel ejecutora de sus deseos ... Y así fue ... Y
cuando empezaron los problemas, cuando el conflicto se manifestó fue
inevitable que la psicópata buscara por las buenas o por las malas que
se hiciera lo que ella quería ... Descubierta en su juego vendería cara
su derrota y cuando vio que nada se podía hacer, hizo lo que hizo ... Ya
sabes, tía ... Te lo dije antes. El psicópata ve todo con el lema “A
todo o nada”. Cuando vio que perdía todo, buscó recuperarlo aunque sea a
costa de su propia condena. Sus últimos intentos fueron el buscar que
Selena se mostrara que estaba de su lado, que se enfrentara incluso a su
familia para defenderla, pero cuando vio que no sería así pensó en el
crimen. Era la mejor forma de castigar al padre de Selena por haberla
echado de la organización y a Selena misma por no convertirse en la
marioneta de sus deseos. Porque eso es lo que hace un psicópata ...
Convierte a sus ‘elegidos’ en sus lugartenientes, en sus marionetas ...
Pero cuando esas marionetas intentan rebelarse, el psicópata hará lo
indecible para hacerles la vida imposible, para acosarlas, para
obligarlas a que revean su actitud ... Y cuando ve que no lo van a
lograr pueden suceder estas cosas ... Y si por alguna razón no hubiese
podido ejecutar el crimen, creeme que se la hubiese ingeniado para poner
a toda la gente en contra de Selena ... O al menos parte de ella ... Si
no, fíjate lo que hace desde 1995 ... Aun cuando ejecutó el crimen no
deja de atacar a Selena, de maltratarla, de dispararle una y otra vez
... Es que el psicópata no perdona a los ‘infieles’, a los que se
rebelan a sus deseos, a los que le dicen ‘no’ ... Y eso dura para toda
la vida ... ¿Ahora entiendes por qué destila tanto odio la asesina? ...
Porque aun cuando le quitara la vida, no le va a perdonar nunca que no
se haya puesto de su lado, no le perdonará nunca a Selena que no se haya
convertido en su marioneta ... Eso sí ... Aún hoy no puedo explicarme
por qué en un momento compró el arma, luego la devolvió y más trade la
volvió a comprar para ejecutar el crimen ... Puedo explicar los dos
primeros pasos pero no el último ... He escuchado y leído algunas
teorías pero no me convencen ... ¿A ti se te ocurre alguna explicación,
tía?”, le dijo Melisa.
Martha miró a su
sobrina con cara de abatimiento: “No sé, m’hija ... No sé ... Ya había
problemas entre esa despreciable y el padre de Selena, y supongo que
algo pasó para darse cuenta de que no tenía sentido seguir insistiendo,
de que nada cambiaría y de que las cosas no serían como antes ...
Precisamente por eso no me explico cómo no se dieron cuenta, cómo no
siguieron su camino sin prestarle atención a esa ingrata. Porque a esa
altura de las circunstancias las cartas estaban echadas. Estaba cerca la
consagración mundial de Selena ... el disco en inglés. Podía dudarse de
si lograría su éxito con los ‘gringos’, pero el furor entre los latinos
era irrefrenable. Y estaba el proyecto de ‘Selena Etc.’, su familia,
todo lo importante ... Aún no entiendo por qué Selena fue allí, por qué
no echaron a ese mamarracho y ya, por qué se confiaron tanto, por qué no
se actuó con lo que estaba pasando y con lo que se venía en vez de
atender a alguien tan penoso como ese estropajo...”. Martha no pudo
seguir hablando. Se notaba su desazón, su desconcierto, su resignación.
Melisa lo notó y pensó que era el momento para decirle lo que sentía y
pensaba al respecto: “Es triste, pero tal vez no estaban tan preparados
como parecía. Selena era talentosa, trabajadora, emprendedora y nunca se
daba por vencida. Y junto con su familia formaron, más que una banda, un
buen grupo de trabajo. En lo profesional demostraron estar más que
capacitados. Pero para lo otro ... Creo que no se imaginaron toparse con
esta clase de gente. Tal vez sólo podrían detectar a un psicópata si
tenían ese aspecto horrible del que te hablaba antes, pero no de la
manera en la que se presentó. Ellos eran muy directos, muy frontales,
encaraban los problemas sin dejar de ser tal cual eran en la vida,
pública y privada. Pero no estaban preparados para enfrentar a esta
clase de gente. Es como si uno tuviera un remedio infalible para cada
enfermedad, y cuando se presenta una nueva que requiere otro
tratamiento, creen que lo pueden solucionar con el remedio de siempre, y
aun cuando notan que no hay mejoría insisten con lo mismo hasta que el
enfermo empeora y muere ... Creo que eso es lo que pasó, tía ... Es
triste decir que tal vez en ese aspecto no estuvieron a la altura de las
circunstancias, pero algo de eso hubo en este caso. Pensaron que el
problema con la asesina era uno más que se resolvía del mismo modo de
siempre ... y no fue así. Y cuando se dieron cuenta fue tarde, muy tarde
... Creo que algunos ni dieron cuenta de ello en aquel momento ... Tal
vez Selena sólo se dio cuenta un instante antes ... Sí, tía ... Yo
también me pregunté lo mismo ... Yo también pensé por qué no siguieron
pensando en lo suyo en vez de atender a esa psicópata ... Selena tenía
tantos proyectos, tantas ideas, tantas ganas de vivir ... Pero cayeron
en las garras de esa psicópata, de una psicópata que siempre hace sentir
que primero está ella y luego los demás, de una psicópata de la cual
para desprenderse de ella hay que hacer cirugía mayor y no hacer parches
... Con un psicópata no hay que tener contemplaciones ... Hay que
desprenderse de él a tiempo aunque haya que pagar un alto precio ... Es
mejor pagar ese precio y no hacerlo con la vida ... Eso es lo que
debieron haber hecho Selena y su familia ... Pero por algo no lo
hicieron ... Por eso digo que no estaban preparados ... No estaban
preparados para enfrentar la maldad de este mundo ... Mira a esa mujer
... ¿Qué crees que Selena pensaría si viera lo que este mamarracho dice
de ella?”, terminó de preguntar y de sentenciar Melisa a su tía...
Martha apagó el
televisor y se quedó mirándolo sin decir nada por un largo tiempo. Luego
se incorporó, miró a Melisa y tendió su mano: “¿Me acompañas? Quiero ir
al Gravesite de Selena. Nunca he ido allí. No he tenido el valor de
hacerlo, pues nunca he podido aceptar su partida de este mundo ... Es
hora de hacerlo. Quiero decirle algunas cosas, muchas cosas que guardé
por mucho tiempo. Y también quiero llorar. Pero me gustaría que estés al
lado mío en ese momento ... ¿Lo harás?”, y miró Melisa con una sonrisa.
Ella se acercó a su tía y se abrazaron largamente mientras reían pero a
la vez caían lágrimas de sus ojos. Con la voz quebrantada, Martha le
dijo a Melisa: “Pero también quiero hacerle una promesa a Selena...”.
¿Cuál?”, le preguntó su sobrina. “Que a partir de ahora recordaré a
Selena con Amor, sin odios, sin rencores. No vale la pena seguir así. No
hay que actuar como la asesina. No hay que darle entidad a esa
psicópata, como tú le dices. Es hora de hacer algo por Selena, en vez de
lamentarse y de hacer homenajes de compromiso, que terminan siendo
aburridos y sinsentido. Creo que la mejor forma de recordar a Selena es
ser como ella, seguir su ejemplo. Eso le prometeré a Selena en el
gravesite. Sé que ella se alegrará, pues sabrá que así será recordada
por siempre ... Pues bien, ¿me acompañas entonces? ¡¡No hay tiempo que
perder!!”. Melisa se sonrió, tomó la mano de su tía y empezó a cantar:
“Bidi bidi bom bom...”. Martha le retrucó: “Bidi bidi bom bom...”. Y
juntas se fueron a las carcajadas, corriendo y cantando: “¡¡Bidi bidi
bom bom, Bidi bidi bom bom!!”. Era hora de encontrarse con Selena, era
hora de poner la mejor sonrisa como lo haría ella, era hora de poner
todo su Amor para recordarla como ella hubiese querido ... Y eso harían
Martha y Melisa ... por el recuerdo de Selena, de su Selena...
(Es triste la
realidad … Muchas veces no la aceptamos … Nadie que quiere a Selena
puede aceptar su partida, su final … Pero el paso del tiempo es
impadioso … y nos hace ver que si no lo asumimos Selena se irá por
siempre como tantos otros … Sólo siguiendo su ejemplo preservaremos su
figura por siempre y para siempre)
Selena: yo
tampoco acepto tu partida, pero sólo aceptándolo podré tenerte por
siempre en mi corazón…
Un lecho de rosas ... Sí, parecía un lecho de rosas tu
vida, Selena ... Después de tantos años de sacrificios, después de
tantos sinsabores ... Una vida de ensueños, un mundo de ensueños ... Más
allá de lo que dijeras públicamente, supongo que en tu interior
sentirías que era un sueño realizado, la culminación soñada después de
tantas incertidumbres ... Era el final feliz después de un camino largo
y sinuoso de dudas y de certezas para iniciar otro ciclo en el que sólo
había que cosechar lo que se había sembrado, y realizar nuevos proyectos
pero con otras perspectivas, con otras ambiciones, con más facilidades,
pero también con más exigencias. Tú, Selena, no ibas a dejar de
trabajar, no ibas a dejar de levantarte temprano para poder ver
plasmados todos tus sueños ... Ahora que, allá por marzo de 1995, la
vida te sonreía, la gente te amaba, los medios te reconocían, las
puertas del mundo se te abrían, todos los empresarios artísticos te
llamaban para sumarte a proyectos más importantes, nadie podía
detenerte, nadie podría impedirte hacer todo lo pensaste hacer toda tu
vida y por lo que luchaste por tantos años ... Y para ti, Selena, todos
tus sueños no se limitaban a hacer lo que tu padre quería para ti y para
tu familia ... Tus sueños iban mucho más allá que eso ... Eran tantas
tus ganas de hacer, de producir, de crear, que en cuanto pudiste echaste
a rodar tu idea de ser diseñadora ... Si uno pensaba que lo tuyo era
sólo seguir la carrera de cantante, concluiría en que ése no era el
mejor momento ... Pero el que te conocía bien sabía que ése no era tu
único objetivo en la vida ... Hasta me atrevería a decir que no era el
principal fin de tus sueños ... El ser cantante ... el ser el centro de
la atención en el escenario, el bailar, el divertir a la gente ... era
para ti un juego, el mismo juego con el que lo tomaste cuando eras muy
niña y te encontraste con que tu padre te puso un micrófono en la mano,
y te pidió a ti y a tus hermanos armar una banda, un poco por diversión,
un poco por obligación, pues allí había un motivo para la familia para
pensar que por allí el tan anhelado “sueño americano” se podía concretar
... Pero para ti ... para ti nunca dejó de ser un juego pues todo
comenzó por tu propia iniciativa, y por tus ganas de jugar y de ser el
centro de atención de tu familia cuando pensaste, con el corazón de
niña, que tu protagonismo en el hogar se perdía porque tu padre le
enseñaba a tocar el bajo a tu hermano A.B. ... Y más allá de que aquel
juego se transformó en una obligación y con el tiempo en el único medio
de vida, tú no dejaste de verlo como un juego ... exigente, eso sí, un
juego que se transformó en un trabajo, en una tarea y en un lugar en el
que seguramente ni imaginaste que podrías protagonizar ... Un lugar en
el que seguramente ni soñaste que lo ibas a tener que realizar ... Tal
vez en lo único que soñabas en aquella época era en ser una silenciosa y
talentosa diseñadora ... Tal vez sólo pensabas en destacarte “en las
sombras”, en el que el público te reconociera por tu nombre y no tanto
por tu cara ... Tal vez te imaginabas siendo famosa viendo a mucha gente
luciendo tus diseños y en un futuro, quién sabe, ser conocida cuando
entrevistaran y dieran notas a la famosa diseñadora “Selena” ... Tal vez
soñabas con eso, Selena, cuando tu padre te dijo que debías cantar, al
principio por divertimento, luego por obligación y más tarde por
necesidad ... Y aun cuando supiste que debías tomarlo con seriedad aun
siendo tan pequeña porque la necesidad te llevaba a ser lo más
profesional posible, tú nunca dejaste de tomarlo como un pasatiempo,
como un divertimento, como una forma más de expresarte siendo el centro
de atención ya no sólo de tu familia sino de los lugares en los que
debías presentarte ... Una función y una obligación que sólo tenías tú y
nadie del resto de tu familia y de la banda ... Tú tenías que estar
siempre dispuesta, siempre sonriente, siempre linda, siempre con la
obligación de que la gente la pasara bien con tu presencia ... Y sabías
que lo debías hacer más allá de lo que sentías porque tu propia
subsistencia estaba en juego ... Pero a esa necesidad tú le agregaste tu
propio incentivo ... Pensabas que si por allí llegabas a triunfar como
cantante podrías dedicarte al diseño aprovechando la fama de tu propio
nombre ... Era un camino distinto al soñado por ti, Selena, pero era
otra manera de llegar a destacarte como diseñadora. Antes pensabas que
podrías llegar a la fama a través de otras personas destacadas que
lucieran tus diseños. Pero después de que empezaste a cantar sabías que
tú debías ser famosa para llegar a ver plasmado tu sueño ... Tuviste que
reconvertir tu sueño, tu objetivo y tu medio para alcanzarlo. Pero eso
te dio otro incentivo para dar lo mejor de ti en cada presentación de la
banda, en cada evento, en cada acontecimiento que se presentara ... Y
así fuiste construyendo tu camino para que aquello “imposible” se
transformara en posible, para que tu sueño, tu real sueño, se hiciera
realidad, Selena...
Un lecho de rosas ... Un lecho de rosas soñado ... Un
camino de ensueño ... Un futuro feliz y sin problemas ... Supongo que
aquella emoción de tu galardón en Premios Lo Nuestro en 1993 a la mejor
cantante regional méxico-americana fue el inicio de ese lecho de rosas
... Comenzaste a sentir que no sólo eras aquella famosa artista texana
que empezaba a tener éxito en otros Estados de la Unión y en la
República Mexicana ... Ahora eras una artista reconocida por los medios,
por la industria, por el mundo latino ... Debe haber corrido un frío
sudor en tu espalda, debes haber sentido un nudo en el estómago previo a
que te nombraran ... Y cuando te galardonaron a ti entendiste que
aquello que sonaba tan lejano en otra época ahora se hacía realidad ...
Todo parecía más cercano ... Ya el horizonte se percibía y todo parecía
encarrilarse ... Desde allí todo se haría más sencillo ... También
sabías que no había que dormirse en los laureles ... Que había que
redoblar los esfuerzos y las exigencias para llegar a lo soñado ...
Ahora que la cima estaba tan al alcance de la mano ... Empezaba la época
de gozar de las “buenas épocas”, pero había que aprovechar el momento
para echar a rodar todo lo que se pensó si llegaba a concretar aquello
por lo que tanto se luchó ... Había que seguir, pero había que
proyectar. Debías seguir el sueño de tu padre, que era el de toda tu
familia, para poder a echar a andar el propio ... Sentías que tocabas el
cielo con las manos ... Tus conciertos eran cada vez más
multitudinarios. “Como la flor” se había convertido en un N° 1 y se
escuchaba en todo Estados Unidos, pero “La carcacha” se había hecho N° 1
en Monterrey y eso te catapultó en México. Y tal vez aquello se dio más
allá de lo que pensaba tu padre, que él sólo te quería proyectar como
cantante en tu país. Tuvo que aparecer Óscar Flores para convencer a tu
padre para ir a Monterrey por el suceso que habías hecho con “Baila esta
cumbia”. Tu impresionante aparición allí más el éxito de “La carcacha”
te hizo célebre en tierra mexicana. Y todo eso derivó en el
reconocimiento de público, críticos y empresarios. Llegó tu famoso
concierto en la ciudad que te vio crecer, “Corpus Christi”, y ello
derivó en un disco y una nominación al Grammy. Todo iba en ese camino de
ensueño, en ese lecho de rosas ... Atrás habían quedado años de
privación, de incertidumbre, de altas y bajas, de no saber si lo
lograrían, de ser exitosos en Texas cantando en español, pero con la
idea siempre puesta en que si lograban un éxito significativo lograrían
el gran sueño de cantar en inglés y llegar a convertirte en una artista
internacional ... En aquel 1993, gracias a la insistencia de tu padre y
a los buenos oficios de José Behar, lograron empezar a gestar ese sueño
cuando, gracias a tu éxito, pudieron firmar con la Casa Central de Emi
el contrato para hacer un disco en inglés. Así como Óscar Flores fue
fundamental para tu éxito en Monterrey, José Behar fue importantísimo
para romper ciertas barreras que te podrían impedir el éxito a gran
escala. El hecho de que te descubriera a fines de los ’80 en San Antonio
de pura casualidad, en una idea que tenía Emi de abrir su filial latina
e incorporar artistas de esa condición a la disquera, cambió tu
perspectiva, porque José Behar, en su condición de presidente de Emi
Latin, podía promocionarte a gran escala, y él lo hizo con más ahínco
porque en cuanto te descubrió se hizo admirador tuyo y sabía que podrías
llegar lejos. Sólo así se explica que haya hecho hasta lo imposible para
convencer a la gente de Emi Central de hacer ese contrato con la promesa
de hacer el disco en inglés. Ellos no estaban convencidos y algo de
razón tenían. Si tú tenías éxito en español y te estabas convirtiendo en
la principal artista latina, ¿para qué arriesgarte a cantar en inglés
ante un público que por allí no te conocía y con posibilidades inciertas
de éxito? Pero José Behar había escuchado grabaciones que le alcanzó tu
padre de tus canciones en inglés. Y sabía lo que eras en el escenario.
Sabía que tú llegarías lejos ... Pero también sabía lo que eras no sólo
como artista sino como persona ... Por eso no sólo te promovió sino que
buscó ubicarte como una de las más grandes artistas ... Sabía lo que eso
significaba para ti ... Y el que sabía lo que sentías sabía lo que debía
hacer para que estuvieras contenta ... El que te admiraba también te
quería ... Y todo aquel que podía ayudarte, proyectarte y protegerte lo
haría contra viento y marea ... Y eso se lograba gracias a tu Amor, a tu
voluntad, a tu constancia, a tu bondad, a tu trabajo ... Eso fue parte
de lo que tú cosechaste ... Todo lo que lograste fue por tu propio
mérito...
Era un lecho de rosas ... Aquel 1994 fue un año
inolvidable para ti ... Ese camino de ensueños había iniciado y parecía
que nunca iba a terminar ... Creo que nunca imaginaste que podrías tener
un Grammy a los 22 años, por lo que representaba para un latino en esas
épocas tener ese premio. Tal vez gracias a ti a los latinos de los
Estados Unidos se los empezó a reconocer, pero me da la impresión de que
con los Latin Grammys comenzaron a generalizar tantos los premios que
terminaron siendo banalizados ... Pero en tu época Selena ... Una sola
terna, un solo premio, pocas posibilidades de lograrlo ... Y sin embargo
lo lograste ... Creo que en aquella noche soñada en Nueva York estabas
más preocupada por ver a otros artistas y de no caerte por el vestido
que llevabas puesto que por el premio ... Pero eso seguramente no era
tan cierto ... En ese instante, en ese momento previo a escuchar tu
nombre, debes haber pensado que lo lograrías, que lo merecías, que al
fin y al cabo eras una artista talentosa y popular. Debes haber pensado
en ese largo recorrido hasta llegar allí, y que si estabas en esa fiesta
y nominada para un Grammy no era fruto de promociones, lobbys,
atenciones por escándalos o declaraciones explosivas ... No ... Tú
sabías que estabas allí por tu voz, por tu talento, por tu trabajo, por
tu honestidad, por tu gracia, por tu carisma tanto dentro como fuera del
escenario ... Sabías que tú habías llegado allí por tu propio mérito y
sacrificio ... Sabías que nadie te había regalado nada ... Que no
empezaste “de cero” ... Ni siquiera empezaste en esa condición ...
Empezaste en “menos uno” y ahora estabas allí ... a punto de lograrlo
... Y cuando escuchaste tu nombre pensaste que al fin y al cabo era
justicia, que te merecías ese premio y mucho más. Todo lo que habías
logrado hasta ese momento fue gracias a ti ... Y eso que habías logrado
no lo había obtenido nadie ... Sentiste, Selena, que tu nombre estaba
quedando grabado en la historia ... “Quedar en la historia, haciendo
historia”, como le dijiste a Jesús Soltero en el programa Órale Primo
luego de tu primer rodeo en el Houston Astrodome en 1993 ... Estabas
comenzando a escribir la historia, Selena, tu historia...
Un lecho de rosas ... Tal vez te quisiste quedar en ese
lecho de rosas, Selena ... Todo era tan maravilloso y tan lindo que ...
no tenía sentido pensar en otras cosas, en problemas, en complicaciones
... Lo peor había pasado ... Si nada malo les sucedió, o no pasó lo
peor, ¿por qué pasaría en 1995, en el mejor momento de tu carrera,
preparada para dar un salto de calidad, preparada para lo que se
vendría, para lo que se caía de maduro? Tú lo habías dicho en el
programa “Padrísimo” en febrero, que ese año era importantísimo para la
banda ... Siempre me pregunté cuál era el verdadero plan, para dónde
iban tus objetivos. En esos primeros meses de 1995 uno ve que ibas
administrando el éxito del año anterior en Estados Unidos ... Que México
vendría después. ¿Y mientras? ¿Hacer el disco en inglés y salir de gira
a mediados de año en Estados Unidos en el segundo semestre? ¿O
terminarlo a fin de año y mientras salir de gira por Sudamérica
aprovechando tu éxito en Norte y Centroamérica? ... Nunca se sabrá ... Y
tampoco sabré si ésa era tu preocupación ... Tal vez te angustiaba dar
el gran paso ... Sea ampliando el espectro del mundo latino o
adentrándote al mundo anglosajón ... Tal vez te angustiaba que la banda
no te acompañaría si seguías tu carrera cantando en inglés ... Tal vez
no querías abandonarlos ... Pero no creo que te detuviera el temor ...
Tú nunca rehuías a los desafíos ... El gran salto no es algo que debía
preocuparte ... Sabía que podrías hacerlo ... Tal vez no querías darlo,
pues en definitiva no era tu plan ... Ya habías echo a rodar tu empresa
de diseño y moda “Selena Etc.”, ya habías logrado abrir locales en
Corpus Christi y San Antonio en pocos meses, y ni esperaste a ver cómo
les podía ir para proyectar abrir sucursales en México DF y Monterrey. Y
eso empezó a generar un problema no esperado ... Ya estabas delegando
muchas cosas en aquella persona que tú y tu familia creían que era de
extrema confianza ... El salir a giras más largas o ingresar a un mundo
nuevo al que había que dedicarle buena parte de tu vida por aquel
entonces te habrá hecho pensar que no podrías seguir estando encima de
tu empresa y de seguir tu vida de encanto que estabas disfrutando ...
Tal vez, Selena, tú querías disfrutar ... Tanto tiempo fuera de casa ...
Tanto tiempo sin casa ... Tanto tiempo viviendo en un bus ... Tanto
tiempo de viajar sin rumbo fijo ... Ahora querías disfrutarlo, Selena
... Ahora querías acostarte a la hora que deseabas, levantarte a la hora
querida, pasear con tu esposo, andar en auto, estar en tu negocio, jugar
con tus perros ... Vivir ... Vivir la vida ... Disfrutar el momento ...
Porque ... ya habría tiempo para seguir con las obligaciones , con los
calendarios, con el camino de la gloria y de la fama ... Pero ahora
estabas en ese lecho de rosas ... Estabas en el paraíso ... Habrás
pensado que tenías sólo 23, casi 24 años, y que tenías tanto tiempo para
seguir con aquello ... Pero también debes haber pensado que en los
últimos 14 años habías vivido más intensamente que cualquiera, que
tuviste que saltear etapas, que no tuviste una vida normal, que casi no
tuviste ni una niñez, ni una pubertad, ni una adolescencia normales ...
Pero eras joven, Selena ... Debes haber pensado que al menos tu juventud
la podías vivir disfrutando, haciéndolo como cualquiera, aunque nunca
podría serlo del todo pues tú eras famosa y tenías un enorme futuro ...
Pero a ti eso era lo que menos te importaba ... Ya habría tiempo para
eso ... Tú querías vivir el presente, sentirlo, disfrutarlo ... ¿Te
acuerdas cuando Verónica Castro te preguntó cómo era tu vida, tus
amores, tus sentimientos, y cuando le hablaste que desde que te
levantabas hasta que dormías sólo tratabas de hacer lo que tenías en tu
mente y no parabas hasta lograrlo? ¿Te acuerdas que dijiste que pensabas
tener como 5 hijos pero que todavía no era tiempo para pensar en ello
pues debías terminar de hacer todo lo que vivía rondando por tu cabeza?
Es que tú, Selena, no querías pensar en el futuro ... Más allá de tu
nombre, más allá de tu fama, tú eras joven, querías vivir, disfrutar,
hacer, planificar cada día, cada noche, cada minuto, cada segundo ...
Vivir y sentir aquello que por años no lo pudiste disfrutar y que no
sabías si algún día lo podrías hacer ... Ahora estabas en ese lecho de
rosas ... Y tú, Selena, no querías salir nunca de allí...
Pero aquella mañana horrible del 31 de marzo de 1995
decidiste salir de ese lecho de rosas ... No es que querías abandonarlo
... Tampoco lo hacías porque pensabas que a lo mejor había llegado el
momento de salir por el camino a la gloria ... Te dejaste llevar por el
nefasto canto de la psicópata ... Es que los psicópatas son así ... Te
enredan, te confunden, te sacan de tu vida, de tus necesidades, de tu
lecho de rosas ... Y te llevan a sus necesidades, a su vida, a sus
obsesiones, a sus ambiciones, a sus locuras ... Y tienen esa extraña
habilidad para hacer que su presa sienta que esas necesidades son suyas,
se confunda, y pierda de vista sus propias necesidades y objetivos ...
Creo que eso te pasó, Selena ... Caíste en esa trampa como toda tu
familia ... Pensaste que era ir y hablarle, ir y convencerla, ir y
hacerla entrar en razones ... Nunca se te pasó por la cabeza que eso no
se puede lograr con un psicópata ... El psicópata hace que te escucha,
hace que te comprende, hace que te entiende, pero mientras le hablas
horas y horas por lo que pasa por tu corazón, él está pensando en cómo
seguir enredándote, en cómo seguir atándote a tu vida, en cómo no
soltarte jamás. Y cuando termines de hablar y de pensar de que lo has
hecho entrar en razones, él te sorprenderá con una actitud que te
llevará al mismo conflicto ... “Es un destino circular, que gira en el
mismo lugar...”, decía una canción, y seguramente algo así debe haber
pasado por tu mente, Selena ... Lo que seguramente te faltó pensar
Selena, es en la parte siguiente de la canción que decía: “No tengo
ganas de seguir, quiero salir en libertad...”. Y cuando se te pasó por
tu mente y decidiste hacerlo intempestivamente al mediodía de ese
nefasto día en esa horrible habitación las cartas estaban echadas, la
psicópata ya había dictaminado tu destino ... Y lo que recibiste,
Selena, fue ese duro golpe de la realidad ... Esa realidad tan lejos de
aquel lecho de rosas ... Muchas veces quise saber qué habrá pasado por
tu mente, Selena, en ese terrible momento ... Y lo único que se me
ocurre pensar poniéndome en tu lugar, Selena, es que debes haberte
lamentado más por los demás que por ti ... Ahora que insólitamente
debías pensar en un final y no en un lecho de rosas, más debes haberte
preocupado y lamentado por tu esposo, por tu familia, por tus fans ...
Los ibas a dejar solos ... Y sin ti muchos quedarían desamparados y sin
sueños ... Muchos se quedarían sin consuelo y sin metas por cumplir ...
Tal vez allí te diste cuenta de que muchos contigo vivían en un lecho de
rosas, en un mundo en el que todo era posible, en el que todo se podía
lograr ... Te fuiste con la angustia de no saber qué serían de ellos,
cómo seguirían sus vidas ahora que el sueño se había terminado, que la
dura realidad se había presentado, y que el odio, el resentimiento y el
rencor volverían a ocupar el centro de sus vidas con las terribles
consecuencias que ello provocaría ... Te fuiste llorando, Selena, más
por lo que les pasaría a los demás que por lo que te estaba pasando ...
Te fuiste sin pensar en que te ibas perdiendo más que esa vida en un
lecho de rosas ... Te fuiste queriendo y deseando fervorosamente de que
todo fuera un horrible sueño del que pronto despertarías ... Que éste
era aquel horrible sueño que te atacaba durante muchas noches desde que
eras muy pequeña ... Te fuiste huyendo de esa realidad esperando no
caer en sus garras ... Te fuiste sin saber por qué abandonaste ese
hermoso y soñado lecho de rosas...
El mundo sin ti dejó de vivir en ese lecho de rosas ...
Nada fue lo mismo después de aquel nefasto día ... La dura realidad fue
tan impiadosa tanto contigo como con todos los que te han amado ... Por
más que se te haya invocado siempre, por más que se te haya valorado por
lo que has sido como artista y como persona, dudo de que alguien haya
querido seguir tu ejemplo. Y no sólo se trata de pensar que muchos deben
haberse dicho: “Yo no quiero seguir ese camino para que termine
pasándome lo mismo” ... También deben haber pensado: “Era una muy buena
chica, pero si le pasó lo que le pasó fue porque pecó de ser confiada y
de ser tan dada con la gente” ... Y eso es lo curioso, Selena ...
Aquello que fue tu máxima virtud incluso para los que te invocaron
termina siendo lo que más se te ha reprochado ... Al final parece que es
mejor ser descortés, desconsiderado, desconfiado y ser banal para
triunfar en la vida ... No hay que ser bueno, no hay que ser atento con
la gente, hay que estar bien distanciados y aislados de todo ... No hay
que tener iniciativas, no hay que tener ideas propias, no hay que decir
lo que se piensa ... Parece que para triunfar basta con seguir a un buen
manager y a un hábil agente publicitario, mostrar mucho el cuerpo y cada
tanto estar en un escándalo en el que un buen amigo de los medios lo
difunda hasta el cansancio siempre dejando bien parado a esa pequeña
artista en ascenso o a la artista ya consagrada ... ¡¡Qué lejos ha
quedado aquel mundo de ensueños que se vivió contigo, Selena!! ... ¡¡Qué
lejos quedó aquel lecho de rosas!! ... Tu vida, Selena, fue un instante,
un chispazo, una fugaz muestra de felicidad y de que se puede lograr
todo siendo como se es, siendo talentoso, trabajador, constante,
respetuoso, verídico, virtuoso ... Tu partida, Selena, parece ser la
derrota de ese sueño, de esa vida ideal, de un mundo feliz, de una
humanidad con Amor y sin odio ... Tú abandonaste ese lecho de rosas y
toda una comunidad quedó sin vivir y sentir que ese sueño americano era
posible con tus valores .. Tal vez por eso tanta gente te ha llorado,
Selena. Tal vez por eso, Selena, aún mucha gente no lo puede creer ...
Tal vez por eso la gente comenzó a resignarse pues conforme fue pasando
el tiempo tuvo que aceptar que tú no volverías, que nadie tomaría tus
valores y que esa vida de ensueño jamás volvería...
Yo ya sé que jamás volverás a ese lecho de rosas, Selena
... Pero tal vez nosotros deberíamos hacer algo para que tú vuelvas a
él. Deberíamos empezar por ser como tú, seguir tu camino de humildad, de
trabajo y de constancia, y mostrárselo a los más pequeños, aquellos que
no saben quién eras o que te confunden con otros artistas ... Aunque sea
doloroso y aún inaceptable, deberíamos ir con los niños a visitarte en
el Gravesite para enseñarles que hubo en el mundo alguien como tú,
Selena, alguien tan hermoso que le dio Amor y felicidad a esta
humanidad, y que la maldad, la envidia, el rencor, la frustración
también tan presentes en esta humanidad acabaron con esa vida tan linda,
con aquel lecho de rosas ... Pero habrá que enseñarles que aún con el
dolor instalado para siempre en nuestras Almas habrá que sacar fuerzas
de donde sea para que ese mundo sea posible y prometértelo allí mismo
donde estás, Selena, que haremos lo indecible para torcer el destino,
para hacer de éste un mundo mejor, para ser como tú, para poner en
práctica tus valores para enderezar el camino y para llegar a ser
felices con nuestras vidas ... Aunque tengamos piedras en el camino,
aunque muchos nos digan que ese camino es inviable, que pensemos en lo
que te pasó a ti, Selena, para que “nos demos cuenta” de que no tiene
sentido cambiar las cosas, bastará con que uno cambie para que luego
sean dos, más tarde cuatro y con el tiempo miles y millones, y todo lo
soñado se hará realidad ... A veces hay que tener paciencia ... A veces
hay que tener fe ... A veces hay que tener tu Amor, Selena ... Yo sé
que siguiendo tu camino lograremos cambiar el mundo. Yo sé que con que
tengamos el valor de prometértelo te sentirás feliz y acompañada en vez
de sentirte tan triste, tan sola y tan desilusionada como aquel día en
el que te fuiste ... Yo sé que algún día lo lograremos ... Es sólo
cuestión de proponérselo ... Y este mundo será feliz ... Y tú, Selena,
volverás a ese lecho de rosas ... Esa vida de ensueños que nunca debiste
haber abandonado...
(Ese lecho de rosas no tiene que ser un sueño
inalcanzable, no tiene que ser sólo una linda canción ... También tiene
que ser una realidad ... Una realidad que supiste hacerla posible,
Selena, pero que la maldad de este mundo te impidió disfrutarla en
plenitud ... Y yo no me detendré hasta que ese sueño sea de nuevo una
realidad ... hasta que alguien me demuestre que has vuelto a ser feliz
en ese hermoso lecho de rosas construido con tu Amor...)
Sólo tengo palabras de Amor para ti, Selena, pues gracias
a tu linda obra aprendí a valorar cada instante de mi vida...
Aquel día en el que la vida nos cambió para siempre,
Selena...
Fue una reacción instantánea, impulsiva ... No hay explicación racional
para ello ... Ni siquiera hoy, en el que ha pasado tanto tiempo ... Vi
correr a alguien desesperada ... No gritaba ... Sólo gemía ... de dolor
... de tristeza ... Yo pasaba por allí ... Era parte del personal del
Motel Days Inn y me dirigía a buscar unas herramientas para solucionar
un problema de electricidad ... Cuando la vi, no sabía quién era ...
Estaba por mirar para otro lado pues aquello que observaba me daba
convulsiones ... Pero algo me hizo dar fuerzas, como si supiera de quién
se trataba, como si supiera que no podía dejar a esa mujer malherida
sola deambulando hacia la nada misma aunque me costara seguir ... No
puedo explicar cómo lo hice y qué fue todo lo que pasó desde allí hasta
que me encontré en el hospital frente a la Sala de Terapia Intensiva ...
Sólo recuerdo que la tomé de un brazo y la sujeté. Ella se detuvo. No
opuso resistencia. Fue como si en esa recorrida sólo esperaba que
alguien hiciera lo que yo estaba haciendo. Allí mismo se me desvaneció
... No quería ver lo que pasaba por su cuerpo, por su cara, por su ser
... Pero lo tuve que hacer ... Allí di cuenta de que se trataba de
Selena ... y de la gravedad de su herida ... Casi desmayo yo también ...
Fue todo rápido, muy rápido ... Luego me lo contaron pues supe después
que por puro instinto nomás hice un torniquete en el lugar en el que se
estaba dando la gran hemorragia ... Pero eso sólo serviría para unos
segundos ... Apenas recuerdo que grité desesperadamente, y que de mi
boca salía un hilo de voz agudo y chillón que nunca lo oí no sólo de mí
sino de nadie ... Mientras la gente se acercaba y yo les gritaba que
fueran por ayuda urgente, yo le hacía respiración boca a boca porque
sentía que Selena apenas respiraba y se me estaba yendo ... No tenía
tiempo para saber y recordar lo que ella representaba para mí y para
tantos latinos como yo en Estados Unidos ... Sólo tenía que actuar en
consecuencia y demostrárselo allí mismo salvándole la vida. Como la
ambulancia aún no venía pedí que viniera un auto, una camilla, lo que
sea ... Quería trasladarla en ese momento al hospital, aunque fuera
corriendo ... No sé cómo, porque ni recuerdo haberlo pedido ni que nadie
lo hiciera, apareció un taxi y yo la fui poniendo a Selena en el asiento
de atrás ... En el medio de eso les gritaba a todos los que se acercaban
que no se vinieran encima de mí, que llamaran al hospital, que hicieran
algo para ganar tiempo, que Selena se nos iba y que mirando, curioseando
o llorando no lograríamos nada ... Acomodé a Selena como pude en el
asiento de atrás y yo me quedé agachado en el huequito que había entre
ella y el asiento del taxista para sostener la herida semicerrada y la
respiración boca a boca ... Desde mi posición era casi imposible hacer
lo que fuera pero lo hice y sólo rogaba que el taxista llegara cuanto
antes ... Creo que él era un gringo que no sabía de quién se trataba o
tal vez nunca supo que llevaba a Selena en mis brazos ... Tampoco sé
cómo ingresamos al hospital, pero cuando llegamos había un ejército de
médicos que esperaban en la explanada la llegada del taxi y de Selena
... Era como si ya supieran lo que había pasado y lo que tenían que
hacer ... Apenas el taxi se detuvo yo salí de él y traté cuidadosamente
de sacar a Selena, pero sin dejar de retener su herida y de hacerle
respiración boca a boca ... Cuando ya no podía más ni con mi cuerpo ni
con mi Alma para sostener ese hilo de vida que tenía Selena unido a mis
manos, los médicos la tomaron y se le llevaron como ráfaga a la Sala de
Emergencias ... Yo corrí atrás de ellos y llegué a ver lo que hacían
para reanimarla ... Esta vez no me di vuelta para no mirar ... Sentía
que tenía que verla pues la única manera de sostenerla con vida es no
dejar de observarla ... Sentía que aún estaba sujetando la herida y que
no la podía soltar ... Pero al rato una enfermera me tomó del brazo y me
pidió que la acompañara, que juntos íbamos a buscar una medicina para
Selena ... Me empezó a preguntar quién era, de qué trabajaba ...
vaguedades sin sentido a las que yo contestaba en el mismo tono ...
Estaba anestesiado ... No sabía qué hacer y tampoco entendía por qué
seguía a esa mujer ... Después comprendí que lo hacía para sacarme de la
escena por si el desenlace era el que se esperaba ... Para cuando
volvimos, un doctor le hizo una seña a la doctora y ésta se apartó ...
El médico se acercó a mí y me dijo: “La trajiste a tiempo, pero no sé si
podrá salir. La llevamos a la Sala de Terapia Intensiva. ¿Te puedes
quedar al menos hasta que la Familia Quintanilla llegue por si tenemos
que comunicarte algo? Después es probable que te cite la policía para
que les expliques lo que has visto...”. Yo asentí con la cabeza y el
médico pasó su mano por mi cabeza: “Reza, muchacho, reza. Selena lo va a
necesitar. Nosotros haremos lo posible...”. En ese momento pasó Selena
en camilla rumbo a la Sala de Terapia Intensiva ... Tenía un dispositivo
de emergencia en su boca para mantener su respiración, y una expresión
seria y adusta aun con los ojos cerrados ... Casi se me parte el corazón
al verla así pero no quise llorar ... Tenía que juntar fuerzas, fuerzas
para rezar, fuerzas para pedir a Selena que por favor que no se vaya,
que mantenga su respiración, sus fuerzas, sus ganas ... Me dirigí a la
Sala de Terapia Intensiva y me puse frente a su puerta ... Tenía terror
de que saliera un médico, pues eso significaba que ... En todo momento
hacía fuerza por Selena ... Le daba fuerzas mentalmente ... Miraba a esa
puerta pidiéndole que no se vaya, que no nos deje ... En el medio de
todo ello empezó a ingresar la Familia Quintanilla en pleno. Desde luego
que se debieron quedar allí pues los horarios para visitar en Terapia
Intensiva son estrictos y muy acotados ... Yo no me animé a decirles
nada ... Tampoco quería molestarlos y ganarme notoriedad en esos
momentos ... Yo sólo quería que Selena se salvara y no quería dejar de
concentrarme ... En un momento apareció un oficial de policía, se acercó
a mí y me dijo: “¿Usted fue el que trajo a Selena aquí?”. Yo asentí en
silencio. “Pues debería venir conmigo para declarar todo lo que vio
desde que se encontró con Selena y la trajo aquí...”. Yo me levanté y
fui con él. No quería llamar la atención de la Familia Quintanilla que
estaba en el otro extremo de la sala con una angustia que acongojaba a
cualquiera .... Pero en cuanto comenzamos a bajar las escaleras, lo
miraba al oficial buscando la manera de decirle si al menos me podrían
dejar allí hasta saber qué sería de Selena ... Mi andar era cansino ...
No podía concebir estar lejos de Selena en ese momento ... El oficial
advirtió mi andar y mi cara de profunda preocupación ... Se detuvo y me
dijo: “¿Preferirías estar aquí, no?”. Yo le dije que sí, que al menos me
dejaran estar un ratito rezando por Selena hasta saber qué pasaría con
ella ... El oficial me miró y me dijo: “Yo también admiro a Selena. Ni
tú ni yo ni nadie entiende cómo pudo haber pasado esto. Allá afuera la
gente está en silencio, con mucha angustia ... Te entiendo ... Quédate
aquí ... Ya lo explicaré todo en el Departamento de Policía ... En todo
caso vuelvo o alguien vendrá por ti ... ¿De acuerdo?”. Yo asentí con
lágrimas en los ojos y luego nos abrazamos largamente, tras lo cual él
me dijo: “Reza por Selena aquí que yo lo haré camino al destacamento y
en él ... Y gracias por lo que has hecho ... cualquiera sea la voluntad
de Dios con Selena...”. Yo corrí al lugar en el que estaba y me quedé
petrificado hasta obtener alguna información y que ese informe del
médico que fuera se diera lo más tarde posible. Si era así, Selena
tendría alguna posibilidad de salvarse ... Eso fue lo que hice durante
largas horas ... En el ínterin, cuando llegó el horario de visitas, la
Familia Quintanilla se acercó a visitar a Selena ... Todos salieron de
allí con honda preocupación. La madre salió llorando. Chris y los
hermanos de Selena también. El señor Quintanilla mantenía la compostura
pero no podía impedir que se le vieran las lágrimas que se le descubrían
por debajo de sus anteojos ... Antes de retirarse llegué a ver que se
volvía sobre sus pasos cuando vio que el resto de la familia ya estaba
lejos de él y le preguntó qué posibilidades había de salvación de su
hija ... El jefe de médicos fue claro: “Mire, señor Quintanilla. Su hija
fue gravemente herida. Si aún permanece con posibilidades de vida es
porque alguien la rescató a tiempo y la trajo hasta aquí. Aun así es muy
difícil. Haremos todo lo posible...”. Cuando escuché eso sentí que me
derrumbaba, pero mantuve mi postura y seguí mirando la puerta de entrada
a la Sala de Terapia Intensiva como si nada pasara. El señor Quintanilla
se iba conmovido del lugar hasta que algo lo detuvo ... Volvió sobre sus
pasos, me vio y se acercó. Cuando estuvo frente a mí me dijo: “¿Tú eres
la persona que trajo a mi hija aquí?”. Le dije que sí asintiendo con la
cabeza. “No sé cómo agradecerte lo que has hecho por Selena ... Pero no
es necesario que te quedes ... Espera en tu casa si quieres retirarte.
No hay ninguna obligación. A menos que necesites...”, alcanzó a decirme
el Señor Quintanilla, a lo que yo lo interrumpí diciendo: “Yo sólo
necesito estar aquí hasta que Selena se reponga. Yo sé que lo hará. Ella
quiere vivir y yo rezo por su vida. Pero para eso necesito estar aquí.
Espero que no le incomode. Ya me iré para declarar lo que vi a la
policía...”. El padre de Selena abrió sus brazos invitándome a abrazarlo
y así lo hice. Nos quedamos un largo rato en silencio hasta que él me
dijo que me quedara, que él se quedaría por allí “rezando a su
manera...”. Él se fue retirando lentamente y yo me quedé allí solo
frente a la puerta. Por suerte habían restringido la entrada de
cualquier persona ajena al hospital y a Selena, por lo que toda la
locura estaba concentrada fuera de él. Se estaba haciendo de noche y
llovía torrencialmente. Traté de no dejarme llevar por el mal presagio
que significaba ese hecho y seguí concentrándome en darle fuerzas a
Selena ... En el medio de ello escuché que en un pasillo alguien decía
que la que le había disparado era la presidente de su club de fans y que
se había parapetado en el garaje del Days Inn amenazando con que se iba
a suicidar. Me puse a pensar que esa misma persona a quien yo vi cómo
salía de la habitación 158 con el arma en la mano dispuesta a rematar a
Selena, y que desistió por verlo innecesario y para que nadie la viera
sin notar que yo estaba allí observándola, ahora usaba el arma para
querer “suicidarse”. Sabía que era una estrategia para ganar tiempo
hasta que se confirmara la peor noticia ... Dejé de pensar en ello y
seguí mirando fijo la puerta, justamente para no darle el gusto a esa
pérfida, para que la mala noticia nunca se confirmara...
Pasaron las horas y nada pasaba. En un momento se habían
retirado todos y yo permanecía solo allí. No quise salir nunca del piso
en el que me encontraba ni fui a comer ni tomar nada. Lo más que me
permití fue caminar por el piso cuando noté que el personal de limpieza
necesitaba higienizar la zona en la que me encontraba. Miraba y más de
una vez quise pensar en Selena, en lo que representaba para mí, en lo
que recordaba de ella, en todos los lindos momentos que viví estando
ella siempre presente. Pero cada vez que surgía en mi mente aquello
enseguida pasaba a pensar en que no debía desconcentrarme, en que si no
quería que esos recuerdos se transformaran en añoranzas debía estar allí
con Selena y darle todas las fuerzas para que no se fuera. Mientras
deambulaba sin rumbo por el piso en el más absoluto silencio notaba
desde lejos el bullicio de la gente cuando pasaba por una ventana, por
algún hueco que me acercaba a la “realidad de la calle”. Me preguntaba
qué pensarían ellos, si acaso estaban rezando, si sabían la verdad, si
sabían bien de quién se trataba la psicópata que le disparó. Cuando
estaba volviendo al lugar, vi que alguien con cámara en la mano trataba
de ingresar a la Sala de Terapia Intensiva. No podía creer lo que estaba
viendo pero sabiendo en el mundo cavernícola en el que vivimos esto era
más que probable que sucediera. Corrí como un desaforado y lo intercepté
justo cuando estaba por ingresar al lugar con la complicidad de alguien
que trabajaba allí. “¿Pero qué clase de persona eres? ¿Cómo te atreves a
sacarle una foto a Selena en estas condiciones?”, le dije al borde del
insulto y de querer golpearlo. El reportero sólo atinó a decirme: “¿Pero
qué quieres que haga? Yo sólo cumplo las órdenes de mis jefes. Lo tengo
que hacer para vivir ... Sólo déjame sacarle una foto y todos contentos
... No me pongas difícil la situación ... Yo tengo una familia...”. Yo
lo miré fijo a los ojos mientras me ponía cara a cara con él y le dije:
“¿Y qué le dirás a tus hijos cuando te pregunten de qué trabajas?
¿Podrás dormir cuando le digas que violentas la vida privada de la gente
sacándole fotos que no desean ser publicadas, imágenes de las cuales la
víctima no tiene conciencia de que existen? ¿Crees que porque ‘tienes el
deber de informar’ te habilita para invadir el momento de cualquiera?
Como verás, no te hablo de Selena. Te lo digo por cualquiera ... ¿Tú
permitirías que alguien saque fotos de algún hijo tuyo o de tu esposa en
esas condiciones? ¿Crees que tienes derecho de meterte en la vida
privada de los demás? Si tienes algo de conciencia, y si quieres un
poquito a Selena, márchate por el mismo lugar del cual ingresaste y
piensa si no deberías dedicarte a otra cosa ... Aún estás a tiempo”. La
persona que la había acompañado huyó despavorida en el medio de la
discusión y el reportero bajó la vista y se retiró del lugar con una
mueca de la admisión de su derrota ... Cuando se estaba por ir alcanzó a
decirme: “Sé que tienes razón, pero si quieres ser justo con Selena
deberás estar bien atento, pues miles de reporteros intentarán lo mismo
que yo al precio que sea...”. Yo sólo esperé que se fuera tras lo cual
volví a sentarme frente a la puerta de la Sala de Terapia Intensiva. De
allí no me iba a mover más. Tenía que darle fuerzas a Selena y a
defenderla de los depredadores...
Ya casi de madrugada una doctora salió de la Sala, me vio
y me llamó. Yo me levanté rápidamente y me dirigí a su requisitoria.
“Mira. Como la Familia Quintanilla no está y sé que tú la salvaste en el
motel, te quiero decir que Selena ha reaccionado favorablemente. Todavía
está muy delicada, tiene que seguir con el respirador artificial, pero
al menos hay una esperanza. Lo más temido no va a suceder. Veremos ahora
su evolución y con qué nos encontramos. ¡¡Te felicito!! Tu esfuerzo no
fue en vano ... ¡¡Gracias a ti Selena tiene esperanza!!...”. La doctora
me dio un beso y me dijo que podía retirarme si quería, pero yo le dije
que no lo haría hasta ver que alguien de la Familia Quintanilla estaba
allí para acompañar a Selena. “Como tú quieras. Ya le avisamos a ellos y
en breve estarán por aquí”, me dijo y se volvió a la Sala de Terapia
Intensiva. Yo volví a mi lugar de siempre, y sólo me decía y se lo
afirmaba a Selena: “¡¡Vamos, Selena!! ¡¡Por favor, ahora más que nunca
pon lo mejor de ti para salir de esta situación!! ... Yo confío en ti
... Yo sé que pronto estarás con nosotros...”. Al rato entró la Familia
Quintanilla en pleno y el padre pidió hablar con algún médico. Cuando lo
atendió la misma médica que habló conmigo, ella le explicó lo que estaba
pasando tras lo cual el señor Quintanilla se lo transmitió al resto de
la familia y me señaló a mí. No sabía qué hacer cuando vi que todos
ellos venían hacia mí. “Tú la salvaste y has estado aquí toda la noche
para darle ánimo a Selena. No sé cómo agradecerte lo que has hecho por
nosotros...”, me dijo el padre de Selena. “No la dejen sola y cuídenla.
Lo va a necesitar”, alcancé a decirle. Todos los miembros de la familia
me saludaron y a la vez me pedían que me retirara, que fuera a
descansar, pero yo le contestaba que eso recién lo haría cuando supiera
que Selena saldría de esa sala. Al rato llegó la hora de las visitas y
la madre fue la primera en entrar. El padre me pidió que lo hiciera yo
también cuando fueran a visitarla ellos, pero yo les dije que se
turnaran los miembros de la familia, que ya habría tiempo para que lo
hiciera yo, un “ilustre desconocido” ... Al instante salió la madre con
una luminosidad particular en el rostro. “¡¡Es increíble!! ¡¡Selena
está muchísimo mejor!! Los médicos están azorados. Ella está pidiendo
que le den Doritos y los médicos tratan de hacerle ver que aún no puede
hacerlo. Me confirmaron que en breve irá a Sala Intermedia”, dijo, casi
al borde del llanto. Luego se dirigió a mí y me dijo: “Entra tú. Selena
pidió por ti. Te está esperando...”. Yo la miré sorprendido, pero la
madre de Selena me hizo un gesto de que obedeciera sin chistar. “Aunque
te cueste creerlo, ella sabe que estuviste allí y sabía que estarías
afuera esperándola”, me alcanzó a decir antes de ingresar al lugar en el
que estaba Selena, por suerte más viva que nunca...
Me tuvieron que empujar para ingresar a la Sala de
Terapia Intensiva. Tenía temor de enfrentarme a esa situación. Sentía
que no era mi lugar. Yo estaba emocionado con la noticia, y con eso me
bastaba y sobraba. Pero ingresé igual. Los médicos entre sonrientes y
sorprendidos me indicaban donde debía ir. “¡¡Esto es un milagro!! ...
Aún no sabemos cómo evolucionó tan rápido ... De todos modos, habrá que
seguir observándola. Su recuperación llevará un tiempo largo, pero con
el ímpetu y las ganas que tiene Selena no dudo de que volverá a la
actividad más temprano que tarde”, me decía el jefe de los médicos. Unos
metros más adelante me encontré con Selena que estaba a los gritos y a
las carcajadas pidiendo que la dejen comer porque tenía hambre. Cuando
me vio, me dijo. “¡¡A ver si tú los convences!! ¡¡Estos malvados me
quieren matar de hambre!!” y echó a reír con ganas. Yo me reía y lloraba
a la vez. No podía creer que esa mujer a la que pocas horas antes la
tomé en estado moribundo ahora se la viera tan vivaz. Pero sabiendo cómo
era ella, no podía sorprenderme. Sólo necesitaba una pequeña ayudita
para que todo siguiera como siempre ... “¡¡No te quedes parado sin hacer
nada!! ¡¡Ven al menos a abrazarme y no dejarme sola frente a estos
desconsiderados!!”, me dijo Selena con una sonrisa pero con una
expresión que contenía el llanto. Fui corriendo a su encuentro, pero
antes de hacerlo uno de los médicos me atajó y me previno que no la
abrazara muy fuerte por el tema de las heridas. Aunque fui muy
precavido, el abrazo fue fuerte igual pues ella me tomó y no me soltó
por un largo tiempo. Fue un largo silencio en el que Selena me tomaba no
sólo por agradecimiento sino para que yo no la viera llorar. Sentí en su
abrazo su aferramiento a la vida, su sensación de que poco faltó para
que nos abandonara para siempre. Luego me soltó, me tomó de las manos y
me dijo: “Nunca podría olvidarme de tu rostro. Aunque te cueste creerlo,
lo recuerdo todo ... O casi todo ... Recuerdo que estaba corriendo y me
faltaba el aire ... Y justo apareciste tú. No sabía quién eras, pero en
cuanto me sujetaste sabía que estaba a salvo”. Yo me puse a llorar, y
ella me tomó tímida y suavemente de los hombros: “¡¡Vamos!!
¡¡Desahógate!! Sé que estuviste allí afuera todo el tiempo ... En todo
caso, disculpa por lo que te hice sufrir. A veces uno no se da cuenta de
las cosas hasta que las vive en el límite ... Yo sabía que no debía ir a
ese lugar ... Yo me sentía a disgusto e incómoda ... El tiempo estaba
feo ... Yo me sentía sola y había dejado a mi esposo solo ... Recién me
sentí cobijada cuando tú apareciste ... Más que lo horrible que padecí
ayer, lo que nunca me voy a olvidar es que tú estuviste allí cuando más
lo necesitaba...”. Yo asentí en silencio y ella lloraba mientras me
sonreía. “¡¡Despreocúpate!! Ya no tienes que sentirte mal. Ya aprendí la
lección. Saldré pronto y me cuidaré. Aprendí a darle prioridad a mis
cosas y a los que más me quieren. ¡¡Dile a todos que no los abandonaré
nunca, que tengo mucho para darles aún!!”, me dijo Selena y estuvimos
largamente abrazados. Al poco tiempo vino uno de los médicos para
advertirnos de que ya era hora de dejarla. También me avisó que el jefe
de policía me esperaba para declarar y para decirle a Selena que estaba
feliz por su recuperación. Selena lo interrumpió y le dijo que antes de
dejarla sola que su última voluntad fuera que ingresara el policía. El
médico hizo un gesto y al rato cayó el oficial. “No sabes lo feliz que
estoy Selena, Todos hemos rezado por ti. Siento mucho interrumpir pero
es que esta gran persona que te salvó tiene que venir a declarar por lo
que ocurrió. Lo dejé aquí porque estaba muy angustiado y porque quería
estar cerca de ti, pero ahora que estás mejor y de que la mujer se
entregó a las autoridades, él debe venir para aclarar las cosas ...
Espero que lo entiendas, Selena...”. Ella asintió con un gesto adusto,
el mismo que tenía cuando me topé con ella en ese momento fatídico y me
hizo señas para que me fuera con él ... Yo me estaba yendo en silencio
hasta que Selena me dijo: “Eso sí ... ¡¡Vuelvan pronto para traerme
muchas bolsas de Doritos que estos malvados no me quieren dar!!” y se
echó a reír a carcajadas. No pude evitar volver a abrazarla y darle un
gran beso, y lo mismo hizo el oficial en cuanto Selena lo invitó a que
se acercara ... Me fui dándole miles de besos en el aire y saludé hasta
que salí de la sala. Antes de hacerlo, hablé con el jefe de médicos y le
pregunté si me podía ir tranquilo ... “No te preocupes ... Ella estará
bien. Milagrosamente lo peor pasó y lo más serio que pueda pasar es que
esté un tiempo largo sin poder a la actividad grande, pero como es
Selena por allí vuelve en un mes a cantar. Ya ves cómo quiere comer...”,
me dijo palmeándome la espalda. “Nuestros rezos dieron efecto. A Selena
no le podía pasar esto. Dios nos escuchó y por suerte lo comprendió”, le
dije y me fui tranquilo a los abrazos con el policía que me llevaba a
declarar...
Todo lo que pasó después fue tan rápido como feliz. Luego
de que se entregara, la asesina confesó todo ... Sabía que estaba
perdida y sólo buscó clemencia con su confesión. Pero yo no fui piadoso
con ella. Le dije a la policía y a los jueces lo que vi y eso bastó para
una condena dura ... Selena volvió rápido al ruedo. Nos pidió a todos
que no le hablaran del tema de esa insensata, y nosotros se lo
transmitimos a los periodistas. Ya bastante tuvo con tener que contar a
las autoridades lo que vio y padeció. Por suerte éstos lo hicieron en
forma privada y no pública para que Selena no quedara expuesta ante el
escándalo, el morbo y los comentarios insensatos de gente que se mete en
lo que no se debe ... Selena aprendió la lección y le dio prioridad a lo
que más quería. Terminó de grabar su disco en inglés, expandió su tienda
“Selena Etc.” a Monterrey y México DF, salió de gira en Estados Unidos
con su nuevo disco y a México por sus éxitos en español. Selena estaba
en su mejor momento, pero para 1996 quiso parar porque sintió que era el
momento de agrandar su familia y pronto tuvo una hermosa niña. Luego
volvió a grabar discos en inglés y en español y se dedicó a salir de
gira por todo el mundo con un éxito increíble, pero jamás dejó que se la
llevara la locura de este mundo. Cada tanto paraba para hacer algo que
le gustaba, algo que debía hacer, o simplemente para gozar de la vida,
de la familia y de su gente. Sabía que eso era lo más importante y cada
tanto me lo decía, y si supe de todo esto con tanto detalle fue porque
un día me dijo: ¿Por qué no dejas todo y te ocupas de mi club de fans?
¡¡Yo sé que lo harás muy bien!!” ... Y aquí estoy, por el bien de
Selena, por el mío, por el de su familia y por el de tanta gente ...
Supe desde aquel 31 de marzo de 1995 cuando me topé con Selena que
siempre estaría con ella para estar cada vez que me necesite, para estar
siempre a su lado y para no dejarla nunca sola...
(Creo que todos hubiésemos hecho lo mismo ... Creo que
todos hubiésemos querido estar en ese lugar ... Tener el destino de
Selena en nuestras manos para salvarla, para no dejarla sola, para que
sea para el mundo entero el modelo a seguir ... Pero por sobre todo para
que Selena viva, viva a pleno su vida y no sólo en nuestros corazones,
que siempre pertenecieron a ella...)
Selena: yo sé que Dios existe, porque sólo Él pudo crear
a alguien tan lindo y tan bueno como tú...
Lo que habrás pensado aquel fatídico
día, Selena...
Miro a mi hija y no lo puedo creer ... Es una sensación tan extraña y
tan hermosa ... Creo que nunca me imaginé sinceramente ser madre ...
Pero aquí estoy, cantándole y dándole todo mi Amor para que se pueda
dormir ... Es curioso ahora que lo pienso ... Estoy haciendo lo mismo
que he hecho toda mi vida, sea como cantante, sea como artista ... Dar
todo de mí para que el mundo se entretenga ... Pero ahora las cosas son
distintas, bien distintas ... Vaya uno a saber cuándo volveré a cantar,
si es que lo hago ... Es que todo fue tan rápido ... Hoy estoy con mi
hija recién nacida gozando de uno de los momentos más hermosos de mi
vida, y si no fuera por un hecho casual (¿casual?; ¿hay casualidades en
la vida?; creo que no, ahora que lo pienso bien...) hoy no estaría con
ella ... y probablemente no estaría en este mundo ... Creo que hasta
aquel 31 de marzo de 1995 yo creía tener todo bien seguro, bien
controlado, que en todo caso las inseguridades vendrían con los
proyectos que estábamos armando ... Mi padre pensando en el disco en
inglés ... Yo en mis tiendas de “Selena Etc.” ... Hasta allí todo iba
bien. Estábamos seguros de que lo peor había pasado, de que nada malo
nos podía suceder. Habíamos encontrado el camino del éxito y de la
dicha, y nada podía detenernos. Ni siquiera los problemas que empezamos
a tener con mi ex amiga de confianza nos hizo pensar en que teníamos
serias dificultades ... A un año de aquello aprendí a ver que aunque no
lo creamos vivimos alienados y confundidos con muchas cosas, que nos
cargamos de problemas sin sentido que nos tapan la visión real de las
cosas ... Es cierto que a veces por ver el árbol no vemos el bosque. A
veces vivimos la vida con la visión que nos da cuando estamos en el
medio de una densa y pesada niebla ... Los últimos años los vivimos así
... Creo que el éxito, aunque lo deseábamos, nos vino de golpe y nunca
lo pudimos procesar en su real dimensión ... Creo que en el fondo
pensábamos que nunca lo íbamos a lograr ... Que todo era difícil, muy
difícil ... Y no era para menos ... Pasamos por todas las penurias
posibles. Llegamos a estar sin casa, viviendo de prestado en la casa de
mis tíos, padeciendo las mayores de las privaciones, no sabiendo qué
sería de nosotros ... Recuerdo una vez venir del colegio y escuchar a mi
padre llorando en el baño mientras se duchaba y notar al salir de él que
actuaba como si nada, incentivándonos a que debíamos luchar muy duro
para lograr los objetivos ... Pobre mi padre ... Muchos seguramente
pensarán que es una persona dura e inflexible ... Pero es todo lo
contrario ... Su supuesta dureza es una máscara que él utiliza para
enfrentar determinadas circunstancias, para poder animarse a decir y a
hacer ante la adversidad ... Pobre mi padre ... Estoy segura de que
durante mucho tiempo él se debe haber sentido muy culpable de lo que nos
estaba pasando ... Pero él era orgulloso y tenaz ... como yo ... Y se
había juramentado salir de nuestra peor situación ... Que volveríamos a
ser felices con nuestra casa estando todos juntos ... Pero sabía que
sería difícil y que posiblemente nos llevaría años lograrlo ... Porque
cuando comenzamos en el negocio de la música no teníamos nada ...
Nosotros sí comenzamos de cero, sin ayuda y sin contactos importantes
que difundieran lo que estábamos haciendo ... Y encima mi padre sólo
concebía salir de nuestra situación con los mayores valores del trabajo,
de la honestidad, de la rectitud, de la verdad ... Algo que no todos
tienen, pero que en este loco mundo de hoy se valora muy poco ... Admiro
a mi madre que nos haya inculcado tan buenos valores aunque por ese
camino todo nos costó el doble ... Hubo muchos momentos en los cuales
pensábamos que no lo podríamos lograr, y si mantuvimos las fuerzas para
seguir adelante fue porque todos estábamos seguros de que si fallábamos
nos quedaríamos sin nada y en la calle ... Y eso sería la muerte, en
forma literal, de todos ... Además, mi padre era tan orgulloso que
preferiría hacer cualquier cosa antes que ir a pedir ayuda asistencial
... Por eso fue tan duro con nosotros, porque hubo momentos en los
cuales literalmente nos jugábamos la vida, que todo nuestro esfuerzo iba
en pos de asegurarnos la comida de cada día ... Nada más y nada menos
... Creo que con que nos fuera bien para mantenernos ya nos
contentábamos, pero eso se nos hizo tan carne en nosotros que me parece
que no supimos bien qué hacer cuando el éxito fue mucho más allá de
nuestras expectativas, mucho más allá de nuestra asimilación y
preparación ... Eso explica que hubo un momento en el que estuve al
borde de la muerte y nadie, absolutamente nadie, lo estaba notando ...
ni siquiera yo...
Mi hija se está quedando dormida y yo le doy un pequeño
besito en la frente ... Mi hija es la certificación de que es posible
vivir con esperanza ... Pero también es la certificación de que estoy
viva y de que al menos dejaré algo importante, verdaderamente
importante, en este mundo ... Parece una obviedad lo que digo, pero sólo
esto lo puede pensar aquellos que no saben de mi vida, no saben de mi
historia ... A veces cuando se me da por pensar en los titulares de los
diarios si se hubiese dado lo que podría haberme ocurrido ... me corre
un frío sudor en mi espalda y me agarra un terrible sensación similar al
vértigo, como estar en la cornisa a punto de caer ... Estuve muy cerca
de que aquello me hubiese ocurrido ... Si no fuera por ese mareo en
aquel día tan gris y tan feo, que presagiaba un gran tormenta ... y una
gran desgracia ... Me pregunto qué nos pasó, cómo no nos dimos cuenta de
que aquello podría haber ocurrido sin que nosotros lo adivináramos ...
Aún me da escozor pensar que estuve con ella reunida en mi auto luego de
que me implorara reunirse conmigo, llorar largamente mientras me pedía
que le creyera y me rogara que no la abandonara, para luego cambiar de
cara cuando le contesté que siempre estaría de su lado, que no haría
caso a lo que dijera mi padre y que seguiría en el club de fans y en mis
tiendas, y mostrarme el arma que tenía “por las dudas, por
protección...”. Aún me cuesta creer que yo no viera peligro alguno en
ello y que tampoco lo notara Chris cuando se lo conté ... No es que nos
pareciera normal lo que hacía, pero ni se nos pasó por la cabeza que eso
era un mensaje ... un mensaje para mí, una amenaza para mí ... Debimos
haber pensado en ello, máxime cuando mi padre ya no la atendía y le
impedía el paso a sus propiedades ... Pero ni así sospechábamos algo ...
¿Qué nos pasó? ¿Por qué no fuimos más previsores? Tal vez porque ella, a
pesar de todo, era una persona que se había ganado nuestra confianza y
amistad, y que por ello jamás nos lastimaría aún en los peores momentos
de nuestra relación ... Pero igual debimos pensar que nunca aceptaría
que la dejáramos aparte, que no se iría así porque sí de nosotros ...
Además, ella estaba cubriendo tareas que nosotros ya no hacíamos por
falta de tiempo ... No hay duda de que aun cuando habíamos soñado tanto
con llegar a ser famosos, no estuvimos a la altura de las circunstancias
... Que cuando comenzaron los éxitos y nuestra carrera subió en forma
meteórica, nosotros seguimos como si nada, como si esto sólo nos
permitía salir de la situación apremiante y vivir cómodamente ... El
hecho de seguir viajando en el Big Bertha era una certificación de que
no veíamos lo grandioso que se gestaba a nuestro alrededor ... Creo que
por aquellos tiempos no medimos la real dimensión de nuestro éxito y que
ya estábamos para jugar las ligas importantes, y no detenernos por
pequeñeces y por problemas sin sentido ... A veces cuando pienso en que
ese 31 de marzo me dirigía a ver a esa mujer sin pensar ni remotamente
que me esperaba la muerte, no reparé en que insólitamente estaba
desviando mi camino a la consagración mundial para atender los gritos
histéricos de mi ex amiga... Que no atendía mis necesidades para darle
prioridad a las de esa psicópata ... Creo que en los dos o tres últimos
años transitamos el camino sin saber por dónde íbamos ni a dónde
estábamos yendo ... Sólo lo corríamos y lo gozábamos, pero sin reparar
en lo que pasaba en la gente y menos a nuestro alrededor ... El éxito
nos hizo delegar funciones en esa mujer sin saber que le estábamos dando
un arma a un demonio creyendo que era un ángel. El éxito no nos hizo ver
que estábamos mucho más lejos de lo que imaginábamos ... El éxito lo
vivimos como un hecho más, pero para 1994 eso era más que un hecho ...
Era un suceso del que nunca hasta ese momento le dimos real dimensión
.... Nosotros creímos que aún no habíamos logrado nada, que todo seguía
igual y que lo bueno aún estaba por venir ... Un error que casi lo
pagamos con una desgracia, con mi propia vida...
Mi hija se ha quedado dormida, pero yo le sigo cantando.
Necesito tenerla conmigo ... No la quiero soltar ... Aún me queda ese
tonto miedo de que si la dejo sola en su cunita le va a pasar algo, que
va a notar la soledad y llorará sin consuelo ... Sé que son fantasías
mías ... Que son los lógicos miedos de una madre ... Pero es más que eso
... El miedo a la soledad me lleva a ese frío y lluvioso 31 de marzo ...
Cuando subí al auto y enfilé para el Days Inn me sentí muy sola y
desamparada ... Antes de que ocurriera lo que me sucedió estaba
angustiada ... Sabía que algo no estaba bien ... Que estaba lejos de mis
afectos y de todos aquellos que me habían hecho tan feliz en todos estos
años ... Que no sentía el Amor de los míos ni el cariño de mi público,
que me estaba dando tantas muestras de afecto ... Que me alejaba de
todos ellos para atender los deseos de una persona, de una mujer enferma
y desquiciada ... Y yo ciega atendiendo sus locuras sin reparar en lo
que yo quería, y en lo que pensaban y sentían las personas que más me
querían ... Somos locos los seres humanos ... A veces vamos por la vida
siguiendo algo que no es tan importante ni lo que más deseamos, pero
igual corremos por él como alienados sin saber bien por qué, pero sin
poder detener nuestra marcha ... Así me sentí ese día ... Iba a atender
a una mujer a quien ya no le creía y para eso abandonaba a mi esposo, a
mi familia, a los que más quería ... con la seguridad de que ya pronto
terminaría todo y las cosas serían más sencillas ... ¡¡Qué ciega
estaba!! ¿Cómo no me daba cuenta de que podría haber caído en manos de
esa malvada? De pronto sentí un gran mareo ... Traté de seguir a pesar
de todo ... Así de alienada estaba ... Pero cuando ante una mala
maniobra casi termino de chocar contra un árbol, me detuve. Traté de
reponerme, pero noté que no podía. Estuve a punto de cometer la locura
de llamar a esa mujer para avisarle lo que me pasaba y para que me
ayudara a volver a mi casa ... Así de alienada estaba ... Pero hubo algo
que pasó por mi mente que me sobresaltó ... ¿Y si acaso estaba...?
Llamé por mi celular a mi casa. En cuanto Chris me atendió le dije que
no se preocupara, pero que me tenía que rescatar pues me había agarrado
un fuerte mareo y por allí eso indicaba que estaba tal vez ...
embarazada ... Chris estuvo en cinco minutos en donde estaba y me llevó
al hospital ... En el camino le confesé que estaba por ir a ver a esa
mujer, que en cuanto pudiera la llamara para avisarle lo que me pasó,
así no se preocupaba ... Así de alienada estaba ... Llegué al hospital y
pronto desmayé ... Supe después de muchas cosas terribles que habían
pasado. Los médicos preocupados me mandaron a Emergencias para atenderme
de inmediato ... En el medio de ello Chris llamó a toda mi familia y
también a mi ex amiga ... Ella pensó que era una treta mía y enfureció
de tal modo que se salió de su frialdad y serenidad en cada una de sus
decisiones para acabar con “todo este asunto de una buena vez”. Pensaba
matarme ese día. No lo quería postergar más. Había planeado
paradógicamente ese día ir al hospital conmigo con la excusa de que la
habían intentado atacar en su vuelta de Monterrey. Con ello se
aseguraría de que muchos testigos la vieran conmigo en buena forma para
luego asegurar que el disparo que me daría fue “por accidente”. Lo había
planificado todo. Eso lo confesó después que la detuvieron cuando,
enfurecida, intentó entrar al hospital para matarme allí mismo ...
Tiempo después, cuando pude entender que se trataba de una psicópata,
comprendí que la situación la había sacado de las casillas, que pensó
que yo me había dado cuenta de todo y que buscaba cualquier excusa para
evitarla ... Ahora era ella la que estaba enceguecida ... Ni se detuvo a
pensar en que por allí ya estaría toda mi familia en el hospital. Cuando
quiso entrar, personal policial la detuvo de casualidad y allí descubrió
todo. Esos policías sólo habían notado un movimiento extraño en ella y
ya estaban advertidos de que había que evitar que los fans míos y los
periodistas, al saber que estaba hospitalizada, quisieran entrar de
todos modos para saber qué me pasaba. Sólo eso fue el motivo por el que
la detuvieron ... Cuando me desperté, vi a Chris que me tomaba de la
mano ... Cuando traté de preguntarle lo que me había pasado me dijo que
era una falsa alama, que no estaba embarazada, que tenía un pico de
estrés producto de algo que me estaba preocupando mucho ... Al decirme
eso pensé en esa mujer y fue allí cuando Chris me dijo, con su estilo
parsimonioso de siempre, lo que sucedió con ella. No me lo dijo
directamente. Sólo me lo sugirió y yo me puse a llorar. Creí que era el
fin para mí. Pensé que iba a ser difícil seguir viviendo mi vida luego
de sentir tan fuerte desilusión ... Sentí que la situación se nos había
ido de las manos ... Más de una vez le dije a Chris que quería abandonar
todo, que ya no tenía a nadie en qué creer ni motivos para seguir
viviendo con alegría por algo, hasta que Chris me dijo: “Selena. Recién
ahora di cuenta de que pude haberte perdido. Dios me dio una nueva
oportunidad y aquí estás. ¿No crees que ése es un buen motivo para
seguir? Nos tenemos a nosotros ... ¿Qué cosa más importante puede haber
para que te sientas feliz?”. Me quedé petrificada. Creo que recién allí
me di cuenta de lo que pudo haber pasado, de lo que pude haber perdido
... El llanto que le pude haber propinado a tanta gente por mi ceguera
... Lo abracé a Chris llorando y le dije que lo quería mucho, que él era
la razón de mi vida y lo más importante que me haya pasado jamás ...
Pero le pedí que en cuanto saliera de allí nos tomáramos unos cuantos
días de descanso en ese lugar paradisíaco en Jamaica en el que la
habíamos pasamos tan bien y en el que fui tan feliz sintiendo el valor
de la vida como no la había sentido nunca ... Y así lo hicimos ...
Cuando volví sólo me comprometí con mi padre a terminar de grabar mi
disco en inglés. Y cuando terminé de hacerlo, como si fuera un llamado
del destino y un regalo de Dios ante mis pedidos y ruegos, volví a
sentir esos mareos ... Me llevaron de nuevo. Esta vez no me desmayé ...
Sólo me dormité ... Al rato Chris me despertó con un beso y me miró
dulcemente sin decirme nada ... Yo lo miré extrañada, pero al rato lo
comprendí todo y lo abracé con mucha fuerza ... “¡¡Ey!! No me abraces
tan fuerte si quieres que nuestro hijo nazca sanito”, alcanzó a decirme
Chris sin poder expresar toda la emoción que sentía ... “No te
preocupes, Chris, que yo sabré cuidarme. De eso tienes que estar tan
seguro como que será una niña la que tendremos. Lo puedo ya sentir...”.
Estuvimos un largo tiempo abrazados. Sabía que algo nuevo se estaba
gestando y no sólo era nuestra hija. Nos habían pasado muchas cosas que
nos hacían meditar qué era para cada uno lo más importante. Y yo
empezaba a tenerlo claro. Suspendí todos mis compromisos, incluso los de
“Selena Etc.”. Delegué todo en las personas de mi mayor confianza ... Mi
hija y mi familia tenían toda la prioridad. Lo demás ... Ya se vería ...
Quería ver nacer a mi hija para saber qué hacer. Y así lo hice...
Ahora estoy frente a mi hija. De alguna manera tuvo que
pasar todo lo que ocurrió para darme cuenta de quién soy y qué quiero
ser. No sé cuándo volveré a cantar. Mi disco en inglés ha sido un éxito
y todo el mundo espera que vuelva al escenario. Es probable que algún
día regrese ... Pero siento una sensación extraña ... Muchas veces pensé
qué hubiese pasado si llegaba esa psicópata a lograr su cometido. Pensé
en los homenajes, en los recuerdos, en lo bueno y hasta en lo malo que
podrían haber dicho de mí ... Pensé en el llanto de mis fans y en los
recuerdos sinceros hacia mí como también los hechos por conveniencia ...
Pero ese recuerdo hubiese sido incompleto. Pues todos hablarían de la
cantante, de la artista, del mito, de la leyenda, pero poco de la
persona. Tal vez pocos recordarían lo que yo realmente soñaba, lo que yo
realmente quería, lo que yo más anhelaba ... Ahora que estoy viva y lo
puedo expresar, quiero que todo el mundo vea lo que me hace tan bien y
tan feliz, que no es sólo el canto, no son sólo los diseños, no es sólo
la fama, no es sólo el éxito ... También me hace feliz estar en mi nueva
casa soñada con mi esposo, con mi hija, con mi jardín, con mis animales
... Eso es tan o lo más importante de mi vida ... Lo demás también lo
es, pero complementa lo que hoy me pone tan contenta ... Y eso es lo
quiero que todos vean, los que me admiran y los que no, los que me
conocen y los que no. Y cuando sienta la necesidad, cuando sienta que
extraño aquello que también amo, que es a mi público, a mis diseños, a
cantar y a actuar, lo haré ... En poco tiempo me di cuenta del valor de
cada minuto de mi vida, de hacer las cosas que uno quiere sin dejarse
llevar por la locura de los demás ni por la ceguera propia ... Cometimos
un error que lo podríamos haber pagado caro ... con mi propia vida ...
No estuvimos a la altura de las circunstancias ... Es hora de actuar
como tal haciendo lo que uno más desea y más le gusta ... Yo tengo que
estar bien ... Sé que si lo logro me lo agradecerán los demás ... Y
sabrán apreciarme y esperarme ... Pronto me encontraré con ellos para
sentir con mi gente el valor de algo tan hermoso como lo es la vida...
(A veces por hacer tantas cosas nos olvidamos de quiénes
somos, qué queremos, que anhelamos, qué soñamos ... Sería bueno que al
despertar de cada día, lo encáraramos como sería fuera único e
irrepetible, como todo lo que no se haga en él no se hará jamás, y que
eso mismo nos haga tomar conciencia de que es más lindo y provechoso
para cada uno dar Amor, ser bondadoso, cariñoso, dar la mejor de las
sonrisas ante tanta maldad, ante tanto odio, ante tantos sinsabores,
ante tanta negatividad por no saber salir de la frustración ... Por eso
para mí es tan valioso recordar a Selena no sólo por lo gran artista que
fue, sino por lo linda persona que era. Si rescatáramos y la
recordáramos con el lindo ejemplo que nos dio con sus valores y lo
pusiéramos en práctica en nuestro actuar cotidiano, sé que estaríamos en
presencia de una mejor humanidad y ante un hermoso planeta ... Y yo no
pierdo las esperanzas ... Yo sé que algún día todos seremos como
Selena...)
Selena: siempre estaré aquí para ser un fiel instrumento
de tu recuerdo...
El milagro de estar con mi hija ... El milagro de volver
a vivir...
Miro a mi hija y no lo puedo creer ... Es una sensación tan extraña y
tan hermosa ... Creo que nunca me imaginé sinceramente ser madre ...
Pero aquí estoy, cantándole y dándole todo mi Amor para que se pueda
dormir ... Es curioso ahora que lo pienso ... Estoy haciendo lo mismo
que he hecho toda mi vida, sea como cantante, sea como artista ... Dar
todo de mí para que el mundo se entretenga ... Pero ahora las cosas son
distintas, bien distintas ... Vaya uno a saber cuándo volveré a cantar,
si es que lo hago ... Es que todo fue tan rápido ... Hoy estoy con mi
hija recién nacida gozando de uno de los momentos más hermosos de mi
vida, y si no fuera por un hecho casual (¿casual?; ¿hay casualidades en
la vida?; creo que no, ahora que lo pienso bien...) hoy no estaría con
ella ... y probablemente no estaría en este mundo ... Creo que hasta
aquel 31 de marzo de 1995 yo creía tener todo bien seguro, bien
controlado, que en todo caso las inseguridades vendrían con los
proyectos que estábamos armando ... Mi padre pensando en el disco en
inglés ... Yo en mis tiendas de “Selena Etc.” ... Hasta allí todo iba
bien. Estábamos seguros de que lo peor había pasado, de que nada malo
nos podía suceder. Habíamos encontrado el camino del éxito y de la
dicha, y nada podía detenernos. Ni siquiera los problemas que empezamos
a tener con mi ex amiga de confianza nos hizo pensar en que teníamos
serias dificultades ... A un año de aquello aprendí a ver que aunque no
lo creamos vivimos alienados y confundidos con muchas cosas, que nos
cargamos de problemas sin sentido que nos tapan la visión real de las
cosas ... Es cierto que a veces por ver el árbol no vemos el bosque. A
veces vivimos la vida con la visión que nos da cuando estamos en el
medio de una densa y pesada niebla ... Los últimos años los vivimos así
... Creo que el éxito, aunque lo deseábamos, nos vino de golpe y nunca
lo pudimos procesar en su real dimensión ... Creo que en el fondo
pensábamos que nunca lo íbamos a lograr ... Que todo era difícil, muy
difícil ... Y no era para menos ... Pasamos por todas las penurias
posibles. Llegamos a estar sin casa, viviendo de prestado en la casa de
mis tíos, padeciendo las mayores de las privaciones, no sabiendo qué
sería de nosotros ... Recuerdo una vez venir del colegio y escuchar a mi
padre llorando en el baño mientras se duchaba y notar al salir de él que
actuaba como si nada, incentivándonos a que debíamos luchar muy duro
para lograr los objetivos ... Pobre mi padre ... Muchos seguramente
pensarán que es una persona dura e inflexible ... Pero es todo lo
contrario ... Su supuesta dureza es una máscara que él utiliza para
enfrentar determinadas circunstancias, para poder animarse a decir y a
hacer ante la adversidad ... Pobre mi padre ... Estoy segura de que
durante mucho tiempo él se debe haber sentido muy culpable de lo que nos
estaba pasando ... Pero él era orgulloso y tenaz ... como yo ... Y se
había juramentado salir de nuestra peor situación ... Que volveríamos a
ser felices con nuestra casa estando todos juntos ... Pero sabía que
sería difícil y que posiblemente nos llevaría años lograrlo ... Porque
cuando comenzamos en el negocio de la música no teníamos nada ...
Nosotros sí comenzamos de cero, sin ayuda y sin contactos importantes
que difundieran lo que estábamos haciendo ... Y encima mi padre sólo
concebía salir de nuestra situación con los mayores valores del trabajo,
de la honestidad, de la rectitud, de la verdad ... Algo que no todos
tienen, pero que en este loco mundo de hoy se valora muy poco ... Admiro
a mi madre que nos haya inculcado tan buenos valores aunque por ese
camino todo nos costó el doble ... Hubo muchos momentos en los cuales
pensábamos que no lo podríamos lograr, y si mantuvimos las fuerzas para
seguir adelante fue porque todos estábamos seguros de que si fallábamos
nos quedaríamos sin nada y en la calle ... Y eso sería la muerte, en
forma literal, de todos ... Además, mi padre era tan orgulloso que
preferiría hacer cualquier cosa antes que ir a pedir ayuda asistencial
... Por eso fue tan duro con nosotros, porque hubo momentos en los
cuales literalmente nos jugábamos la vida, que todo nuestro esfuerzo iba
en pos de asegurarnos la comida de cada día ... Nada más y nada menos
... Creo que con que nos fuera bien para mantenernos ya nos
contentábamos, pero eso se nos hizo tan carne en nosotros que me parece
que no supimos bien qué hacer cuando el éxito fue mucho más allá de
nuestras expectativas, mucho más allá de nuestra asimilación y
preparación ... Eso explica que hubo un momento en el que estuve al
borde de la muerte y nadie, absolutamente nadie, lo estaba notando ...
ni siquiera yo...
Mi hija se está quedando dormida y yo le doy un pequeño
besito en la frente ... Mi hija es la certificación de que es posible
vivir con esperanza ... Pero también es la certificación de que estoy
viva y de que al menos dejaré algo importante, verdaderamente
importante, en este mundo ... Parece una obviedad lo que digo, pero sólo
esto lo puede pensar aquellos que no saben de mi vida, no saben de mi
historia ... A veces cuando se me da por pensar en los titulares de los
diarios si se hubiese dado lo que podría haberme ocurrido ... me corre
un frío sudor en mi espalda y me agarra un terrible sensación similar al
vértigo, como estar en la cornisa a punto de caer ... Estuve muy cerca
de que aquello me hubiese ocurrido ... Si no fuera por ese mareo en
aquel día tan gris y tan feo, que presagiaba un gran tormenta ... y una
gran desgracia ... Me pregunto qué nos pasó, cómo no nos dimos cuenta de
que aquello podría haber ocurrido sin que nosotros lo adivináramos ...
Aún me da escozor pensar que estuve con ella reunida en mi auto luego de
que me implorara reunirse conmigo, llorar largamente mientras me pedía
que le creyera y me rogara que no la abandonara, para luego cambiar de
cara cuando le contesté que siempre estaría de su lado, que no haría
caso a lo que dijera mi padre y que seguiría en el club de fans y en mis
tiendas, y mostrarme el arma que tenía “por las dudas, por
protección...”. Aún me cuesta creer que yo no viera peligro alguno en
ello y que tampoco lo notara Chris cuando se lo conté ... No es que nos
pareciera normal lo que hacía, pero ni se nos pasó por la cabeza que eso
era un mensaje ... un mensaje para mí, una amenaza para mí ... Debimos
haber pensado en ello, máxime cuando mi padre ya no la atendía y le
impedía el paso a sus propiedades ... Pero ni así sospechábamos algo ...
¿Qué nos pasó? ¿Por qué no fuimos más previsores? Tal vez porque ella, a
pesar de todo, era una persona que se había ganado nuestra confianza y
amistad, y que por ello jamás nos lastimaría aún en los peores momentos
de nuestra relación ... Pero igual debimos pensar que nunca aceptaría
que la dejáramos aparte, que no se iría así porque sí de nosotros ...
Además, ella estaba cubriendo tareas que nosotros ya no hacíamos por
falta de tiempo ... No hay duda de que aun cuando habíamos soñado tanto
con llegar a ser famosos, no estuvimos a la altura de las circunstancias
... Que cuando comenzaron los éxitos y nuestra carrera subió en forma
meteórica, nosotros seguimos como si nada, como si esto sólo nos
permitía salir de la situación apremiante y vivir cómodamente ... El
hecho de seguir viajando en el Big Bertha era una certificación de que
no veíamos lo grandioso que se gestaba a nuestro alrededor ... Creo que
por aquellos tiempos no medimos la real dimensión de nuestro éxito y que
ya estábamos para jugar las ligas importantes, y no detenernos por
pequeñeces y por problemas sin sentido ... A veces cuando pienso en que
ese 31 de marzo me dirigía a ver a esa mujer sin pensar ni remotamente
que me esperaba la muerte, no reparé en que insólitamente estaba
desviando mi camino a la consagración mundial para atender los gritos
histéricos de mi ex amiga... Que no atendía mis necesidades para darle
prioridad a las de esa psicópata ... Creo que en los dos o tres últimos
años transitamos el camino sin saber por dónde íbamos ni a dónde
estábamos yendo ... Sólo lo corríamos y lo gozábamos, pero sin reparar
en lo que pasaba en la gente y menos a nuestro alrededor ... El éxito
nos hizo delegar funciones en esa mujer sin saber que le estábamos dando
un arma a un demonio creyendo que era un ángel. El éxito no nos hizo ver
que estábamos mucho más lejos de lo que imaginábamos ... El éxito lo
vivimos como un hecho más, pero para 1994 eso era más que un hecho ...
Era un suceso del que nunca hasta ese momento le dimos real dimensión
.... Nosotros creímos que aún no habíamos logrado nada, que todo seguía
igual y que lo bueno aún estaba por venir ... Un error que casi lo
pagamos con una desgracia, con mi propia vida...
Mi hija se ha quedado dormida, pero yo le sigo cantando.
Necesito tenerla conmigo ... No la quiero soltar ... Aún me queda ese
tonto miedo de que si la dejo sola en su cunita le va a pasar algo, que
va a notar la soledad y llorará sin consuelo ... Sé que son fantasías
mías ... Que son los lógicos miedos de una madre ... Pero es más que eso
... El miedo a la soledad me lleva a ese frío y lluvioso 31 de marzo ...
Cuando subí al auto y enfilé para el Days Inn me sentí muy sola y
desamparada ... Antes de que ocurriera lo que me sucedió estaba
angustiada ... Sabía que algo no estaba bien ... Que estaba lejos de mis
afectos y de todos aquellos que me habían hecho tan feliz en todos estos
años ... Que no sentía el Amor de los míos ni el cariño de mi público,
que me estaba dando tantas muestras de afecto ... Que me alejaba de
todos ellos para atender los deseos de una persona, de una mujer enferma
y desquiciada ... Y yo ciega atendiendo sus locuras sin reparar en lo
que yo quería, y en lo que pensaban y sentían las personas que más me
querían ... Somos locos los seres humanos ... A veces vamos por la vida
siguiendo algo que no es tan importante ni lo que más deseamos, pero
igual corremos por él como alienados sin saber bien por qué, pero sin
poder detener nuestra marcha ... Así me sentí ese día ... Iba a atender
a una mujer a quien ya no le creía y para eso abandonaba a mi esposo, a
mi familia, a los que más quería ... con la seguridad de que ya pronto
terminaría todo y las cosas serían más sencillas ... ¡¡Qué ciega
estaba!! ¿Cómo no me daba cuenta de que podría haber caído en manos de
esa malvada? De pronto sentí un gran mareo ... Traté de seguir a pesar
de todo ... Así de alienada estaba ... Pero cuando ante una mala
maniobra casi termino de chocar contra un árbol, me detuve. Traté de
reponerme, pero noté que no podía. Estuve a punto de cometer la locura
de llamar a esa mujer para avisarle lo que me pasaba y para que me
ayudara a volver a mi casa ... Así de alienada estaba ... Pero hubo algo
que pasó por mi mente que me sobresaltó ... ¿Y si acaso estaba...?
Llamé por mi celular a mi casa. En cuanto Chris me atendió le dije que
no se preocupara, pero que me tenía que rescatar pues me había agarrado
un fuerte mareo y por allí eso indicaba que estaba tal vez ...
embarazada ... Chris estuvo en cinco minutos en donde estaba y me llevó
al hospital ... En el camino le confesé que estaba por ir a ver a esa
mujer, que en cuanto pudiera la llamara para avisarle lo que me pasó,
así no se preocupaba ... Así de alienada estaba ... Llegué al hospital y
pronto desmayé ... Supe después de muchas cosas terribles que habían
pasado. Los médicos preocupados me mandaron a Emergencias para atenderme
de inmediato ... En el medio de ello Chris llamó a toda mi familia y
también a mi ex amiga ... Ella pensó que era una treta mía y enfureció
de tal modo que se salió de su frialdad y serenidad en cada una de sus
decisiones para acabar con “todo este asunto de una buena vez”. Pensaba
matarme ese día. No lo quería postergar más. Había planeado
paradógicamente ese día ir al hospital conmigo con la excusa de que la
habían intentado atacar en su vuelta de Monterrey. Con ello se
aseguraría de que muchos testigos la vieran conmigo en buena forma para
luego asegurar que el disparo que me daría fue “por accidente”. Lo había
planificado todo. Eso lo confesó después que la detuvieron cuando,
enfurecida, intentó entrar al hospital para matarme allí mismo ...
Tiempo después, cuando pude entender que se trataba de una psicópata,
comprendí que la situación la había sacado de las casillas, que pensó
que yo me había dado cuenta de todo y que buscaba cualquier excusa para
evitarla ... Ahora era ella la que estaba enceguecida ... Ni se detuvo a
pensar en que por allí ya estaría toda mi familia en el hospital. Cuando
quiso entrar, personal policial la detuvo de casualidad y allí descubrió
todo. Esos policías sólo habían notado un movimiento extraño en ella y
ya estaban advertidos de que había que evitar que los fans míos y los
periodistas, al saber que estaba hospitalizada, quisieran entrar de
todos modos para saber qué me pasaba. Sólo eso fue el motivo por el que
la detuvieron ... Cuando me desperté, vi a Chris que me tomaba de la
mano ... Cuando traté de preguntarle lo que me había pasado me dijo que
era una falsa alama, que no estaba embarazada, que tenía un pico de
estrés producto de algo que me estaba preocupando mucho ... Al decirme
eso pensé en esa mujer y fue allí cuando Chris me dijo, con su estilo
parsimonioso de siempre, lo que sucedió con ella. No me lo dijo
directamente. Sólo me lo sugirió y yo me puse a llorar. Creí que era el
fin para mí. Pensé que iba a ser difícil seguir viviendo mi vida luego
de sentir tan fuerte desilusión ... Sentí que la situación se nos había
ido de las manos ... Más de una vez le dije a Chris que quería abandonar
todo, que ya no tenía a nadie en qué creer ni motivos para seguir
viviendo con alegría por algo, hasta que Chris me dijo: “Selena. Recién
ahora di cuenta de que pude haberte perdido. Dios me dio una nueva
oportunidad y aquí estás. ¿No crees que ése es un buen motivo para
seguir? Nos tenemos a nosotros ... ¿Qué cosa más importante puede haber
para que te sientas feliz?”. Me quedé petrificada. Creo que recién allí
me di cuenta de lo que pudo haber pasado, de lo que pude haber perdido
... El llanto que le pude haber propinado a tanta gente por mi ceguera
... Lo abracé a Chris llorando y le dije que lo quería mucho, que él era
la razón de mi vida y lo más importante que me haya pasado jamás ...
Pero le pedí que en cuanto saliera de allí nos tomáramos unos cuantos
días de descanso en ese lugar paradisíaco en Jamaica en el que la
habíamos pasamos tan bien y en el que fui tan feliz sintiendo el valor
de la vida como no la había sentido nunca ... Y así lo hicimos ...
Cuando volví sólo me comprometí con mi padre a terminar de grabar mi
disco en inglés. Y cuando terminé de hacerlo, como si fuera un llamado
del destino y un regalo de Dios ante mis pedidos y ruegos, volví a
sentir esos mareos ... Me llevaron de nuevo. Esta vez no me desmayé ...
Sólo me dormité ... Al rato Chris me despertó con un beso y me miró
dulcemente sin decirme nada ... Yo lo miré extrañada, pero al rato lo
comprendí todo y lo abracé con mucha fuerza ... “¡¡Ey!! No me abraces
tan fuerte si quieres que nuestro hijo nazca sanito”, alcanzó a decirme
Chris sin poder expresar toda la emoción que sentía ... “No te
preocupes, Chris, que yo sabré cuidarme. De eso tienes que estar tan
seguro como que será una niña la que tendremos. Lo puedo ya sentir...”.
Estuvimos un largo tiempo abrazados. Sabía que algo nuevo se estaba
gestando y no sólo era nuestra hija. Nos habían pasado muchas cosas que
nos hacían meditar qué era para cada uno lo más importante. Y yo
empezaba a tenerlo claro. Suspendí todos mis compromisos, incluso los de
“Selena Etc.”. Delegué todo en las personas de mi mayor confianza ... Mi
hija y mi familia tenían toda la prioridad. Lo demás ... Ya se vería ...
Quería ver nacer a mi hija para saber qué hacer. Y así lo hice...
Ahora estoy frente a mi hija. De alguna manera tuvo que
pasar todo lo que ocurrió para darme cuenta de quién soy y qué quiero
ser. No sé cuándo volveré a cantar. Mi disco en inglés ha sido un éxito
y todo el mundo espera que vuelva al escenario. Es probable que algún
día regrese ... Pero siento una sensación extraña ... Muchas veces pensé
qué hubiese pasado si llegaba esa psicópata a lograr su cometido. Pensé
en los homenajes, en los recuerdos, en lo bueno y hasta en lo malo que
podrían haber dicho de mí ... Pensé en el llanto de mis fans y en los
recuerdos sinceros hacia mí como también los hechos por conveniencia ...
Pero ese recuerdo hubiese sido incompleto. Pues todos hablarían de la
cantante, de la artista, del mito, de la leyenda, pero poco de la
persona. Tal vez pocos recordarían lo que yo realmente soñaba, lo que yo
realmente quería, lo que yo más anhelaba ... Ahora que estoy viva y lo
puedo expresar, quiero que todo el mundo vea lo que me hace tan bien y
tan feliz, que no es sólo el canto, no son sólo los diseños, no es sólo
la fama, no es sólo el éxito ... También me hace feliz estar en mi nueva
casa soñada con mi esposo, con mi hija, con mi jardín, con mis animales
... Eso es tan o lo más importante de mi vida ... Lo demás también lo
es, pero complementa lo que hoy me pone tan contenta ... Y eso es lo
quiero que todos vean, los que me admiran y los que no, los que me
conocen y los que no. Y cuando sienta la necesidad, cuando sienta que
extraño aquello que también amo, que es a mi público, a mis diseños, a
cantar y a actuar, lo haré ... En poco tiempo me di cuenta del valor de
cada minuto de mi vida, de hacer las cosas que uno quiere sin dejarse
llevar por la locura de los demás ni por la ceguera propia ... Cometimos
un error que lo podríamos haber pagado caro ... con mi propia vida ...
No estuvimos a la altura de las circunstancias ... Es hora de actuar
como tal haciendo lo que uno más desea y más le gusta ... Yo tengo que
estar bien ... Sé que si lo logro me lo agradecerán los demás ... Y
sabrán apreciarme y esperarme ... Pronto me encontraré con ellos para
sentir con mi gente el valor de algo tan hermoso como lo es la vida...
(A veces por hacer tantas cosas nos olvidamos de quiénes
somos, qué queremos, que anhelamos, qué soñamos ... Sería bueno que al
despertar de cada día, lo encáraramos como sería fuera único e
irrepetible, como todo lo que no se haga en él no se hará jamás, y que
eso mismo nos haga tomar conciencia de que es más lindo y provechoso
para cada uno dar Amor, ser bondadoso, cariñoso, dar la mejor de las
sonrisas ante tanta maldad, ante tanto odio, ante tantos sinsabores,
ante tanta negatividad por no saber salir de la frustración ... Por eso
para mí es tan valioso recordar a Selena no sólo por lo gran artista que
fue, sino por lo linda persona que era. Si rescatáramos y la
recordáramos con el lindo ejemplo que nos dio con sus valores y lo
pusiéramos en práctica en nuestro actuar cotidiano, sé que estaríamos en
presencia de una mejor humanidad y ante un hermoso planeta ... Y yo no
pierdo las esperanzas ... Yo sé que algún día todos seremos como
Selena...)
Selena: siempre estaré aquí para ser un fiel instrumento
de tu recuerdo...
Vivir un mundo sin ti para cambiarlo con tu Amor,
Selena...
A veces pienso que lo que para uno es la mayor virtud
para otro puede ser el peor de los pecados ... Me pregunto si estamos
realmente preparados para aceptar a los demás tal cual son. Me pregunto
también si estamos preparados para mostrarnos en la vida como querríamos
vernos ... Hagamos un pequeño ejercicio ... Contestémonos las siguientes
preguntas: ¿cómo querríamos ser?; ¿cómo querríamos que la gente nos
vea?; ¿qué es lo que más anhelamos?; ¿qué nos hace más felices? Y una
vez que, indagando en lo más profundo de nuestro ser, encontremos la
respuesta a esas preguntas mirarnos en un espejo, ver nuestras propias
Almas, y cerciorarnos de si algo de lo que mostramos y somos cada día
tiene que ver con las respuestas que hemos dado. Siempre el peligro de
sentirnos frustrados por no lograr hacer lo que queremos es convertirnos
en resentidos ... Y, peor aún, es probable que si estamos así, al ver
que alguien es feliz por lo que es y siente, seguramente lo atacaríamos
para hacerlo sentir tan frustrado como nosotros mismos ... Así como el
ser humano tiene más facilidad para hacer el mal que para hacer el bien,
también le es más fácil eliminar aquello que nos demuestra que somos
infelices que tomar su ejemplo y exaltarlo para buscar nuestra felicidad
... A veces me pregunto, viendo lo que ha sido siempre la humanidad por
siglos enteros, si este mundo estaba preparado para aceptar a Selena.
Por algo su vida terminó como terminó ... En este mundo los buenos
mueren, la gente con buenas intenciones termina dañada, las personas que
se muestran como son corren serio peligro en su andar por la vida, ya
que se exponen a la oscuridad de los demás ... Selena nos demostró que
se podía llegar muy lejos en la vida siendo bueno, siendo sincero,
siendo auténtico, no hablando jamás mal de nadie para adquirir
notoriedad, hacer del trabajo una virtud para lograr cualquier objetivo,
no ser conformista, siempre buscando perfeccionarse, no pensar en que
nada se podía hacer aun estando en el mayor de los desamparos ... Selena
demostró que sólo necesitó de su talento, de su trabajo, de su
honestidad y de su constancia para llegar a ser alguien en la vida ...
¿Cuántos en este mundo, fundamentalmente en el mundo del espectáculo,
son capaces de seguir ese camino? ¿Cuántos en este mundo se muestran en
la vida tal cual son sin esconder nada, sin mostrar una imagen equívoca
o falsa de su vida? Selena fue la persona ideal, la artista ideal, la
mujer ideal, el ejemplo ideal, la vida ideal ... ¿Y por qué le pasó
esto? ¿En qué falló? ¿Cuántos de nosotros nos hemos preguntado esto y
cuántos nos hemos dicho que tal vez se confió demasiado, que tal vez le
faltó algo de “maldad” para manejarse con alguna gente, que no debió
exponerse tanto, que debió cuidarse más para no mostrarse tal cual era?
... Y si hubiésemos tenido la oportunidad de decirle esto mismo a
Selena, y de que ella nos escuchara y actuara de acuerdo a nuestro
consejo, ¿Selena hubiese sido la misma?, ¿sería tan querida y admirada
como lo fue?, ¿nos hubiese impactado como nos impactó?, ¿hubiese tenido
más éxito? A veces pienso que todos le hubiésemos aconsejado a Selena
que no sea como es para salvarse ... Y ése, precisamente ése, es un
signo inequívoco de que este mundo siempre estuvo mal, que no estaba
preparado para contener a Selena, que no tenía ni la bondad ni la
constancia ni las ganas de hacer y de vivir que tenía Selena en todos
los ámbitos de nuestras vidas...
Me podría contentar con decir que Selena fue víctima de
una psicópata. Me podría contentar con afirmar que ni ella ni su familia
alcanzaron a ver la dimensión del peligro que los acechaba. Podría
contentarme con decir que confiaron mucho en las personas que tenían a
su alrededor. Podría decir que al fin y al cabo ellos pensaban que
tenían todo controlado y no era así. Podría decir que el padre pecó por
confiar sólo en sus propias fuerzas, en pensar que a la asesina era
cuestión de pegarle cuatro gritos y alejarla para tenerla controlada a
distancia ... Pero yo no me puedo contentar con eso. Hacerlo es
convalidar que el mal siempre triunfará sobre el bien, que la falsedad
será más provechosa que la autenticidad, que la hipocresía logra mejores
resultados que la espontaneidad. ¿Qué hemos hecho nosotros en estos años
para revelarnos frente a esta realidad y hacer de este mundo algo mejor?
Selena no sólo fue una gran artista sino una gran persona que nos indicó
con palabras y hechos que otro mundo era posible, que había otra
posibilidad para llegar al éxito sin trampas, sin concesiones de la peor
calaña, con buenas intenciones, siendo trabajadora, siendo constante,
siendo una buena persona que se mostraba tal cual era dentro y fuera del
escenario. ¿Cuántos siguieron su ejemplo? ¿Quién tomó la posta y
enarboló su bandera para seguir su camino y con su ejemplo llegar al
éxito? ... Creo que la respuesta es más que obvia. Frente a lo doloroso
del final de Selena y de nuestra realidad como sociedad, preferimos
pensar que tal vez Selena se equivocó, que pecó por exceso de confianza,
que fue “demasiado buena” con todo el mundo ... Y para apoyarse en ello
se ha dicho que se exponía demasiado con sus fans, que no ponía límites,
que se daba con todo el mundo, que podía ser fácilmente atacada por
alguien ... Quien dice esto con cierta seriedad seguramente ignora la
historia de Selena hasta en lo más elemental. Porque a cualquiera que
dice eso se le puede fácilmente responder que Selena no fue atacada ni
por ningún fan alocado, ni por un grupo comando, ni por una banda
terrorista, ni por un desconocido que lo hizo accidentalmente ... Selena
fue atacada por una persona de su entorno de confianza más íntimo,
alguien del cual ni ella ni su familia podían imaginar que haría algo
semejante ... Todavía causa pavor y consternación leer a Chris en su
libro cuando dice que dos semanas antes del nefasto día la asesina le
mostró el arma a Selena y que ni aún así nadie vio peligro alguno ... Y
cuando se consumaron los hechos, todos pensaron en el costado más
sórdido de la historia. Todos pensaron en que había “algo oscuro” que
explicaba los hechos. Y así pensaron que la asesina, y los difusores de
ella y del escándalo disfrazado de “investigación periodística”, les
darían la respuesta. Todos imaginaron que era más explicable la
situación convalidando “el lado sórdido de la historia” que lo que
verdaderamente pasó. Y el paso del tiempo dejó bien en claro las cosas,
dejó a trasluz la verdad de los hechos y la oscuridad de los
malintencionados ... No hubo atentados, no hubo ingenuidad, no hubo
doble vida, no hubo infidelidad, no hubo conflictos familiares serios,
no hubo crisis ... Cuando el vendaval pasó y el mar volvió a su cauce
quedó expuesta la verdad ... Selena sólo fue víctima de una psicópata
que buscó castigar a su padre por haberla marginado de la vida de éxito
de Selena luego de una gran disputa ... Y lo hizo matando a su bien más
preciado ... Sólo fue eso ... La simple realidad de las relaciones
humanas frente a tantas mentiras que se han dicho en pos de “buscar la
verdad” ... Otra cosa tan distintiva, lamentablemente, de la condición
humana...
Selena le hizo ver al mundo que se podía ser feliz con lo
que se tenía y en el lugar en el que se estaba ... Selena podía haber
sido no necesariamente una cantante ... Podía haber sido una gran
diseñadora ... Podía haber trabajado en una oficina, en un local de
ventas, en cualquier lado ... Y ella hubiese mostrado su sonrisa de
siempre y hubiese dado lo mejor por superarse ... Hasta el último día
Selena mostró que ella no era sólo feliz por ser una cantante famosa ...
Mostró que era feliz con sus diseños, con su nueva casa, con sus
proyectos para ampliar su familia, con su esposo, con el contacto con su
gente, con sus deseos de vivir y de dejar vivir, con sus ganas de hacer
... Selena se mostraba como una chica más que buscaba su camino, su
lugar ... Y le mostró a todo el mundo que eso era posible, que no
importaba si se era famoso o no, si se tenía una profesión más rentable
o no, si se estaba en los medios o no ... Selena mostró que se podía ser
feliz con lo que se tenía por poco que fuera, y que nadie podía perder
el deseo y los sueños de superarse ... Su vida misma fue un ejemplo para
todos. A Selena nadie le había regalado nada ... Selena era de una
familia humilde que quería progresar, pero que en muchos momentos la
pasaron muy mal ... Pasaron penurias, hambre, incertidumbre ... Podrían
haberse dedicado a mendigar, podrían haber vivido de la asistencia
estatal, podrían haberse dedicado a la mala vida ... Nada de eso pasó.
Desde lo más bajo Selena llegó a la fama con honestidad, trabajo y
dedicación. No fue un camino fácil. Selena pasó por todas las etapas.
Tuvo que renunciar a muchas cosas para llegar no sólo a ser alguien sino
simplemente para vivir dignamente cada día ... Cuando Selena llegó a la
fama no hubo nadie que la envidiara, no hubo nadie que se sintiera mal
por su éxito, nadie le deseó lo peor ... Todos se sintieron
reconfortados pues para todos Selena era “de los nuestros”. Selena era
la hermanita a la que todos querían. Selena era la encarnación de sus
propios sueños ... Todos pensaban: “si Selena llegó, ¿cómo no voy poder
llegar yo también? Si Selena es feliz, ¿cómo no lo voy a poder ser yo
también?”. Selena hizo a un mundo, a una comunidad feliz no sólo con su
canto sino con su persona. No había mejor mensaje a la humanidad que
mostrarse exitoso siendo honesto, responsable, trabajador, que se podía
ser feliz con lo que se tenía sin renunciar a las mayores aspiraciones.
Selena mostraba que un mundo mejor se podía gestar. Que sólo había que
transitarlo, que sólo había que seguirlo. Y cuanto más fueran los que
siguieran ese camino mejor, pues nadie podría detener esa bocanada de
bondad y de constancia que se estaba gestando...
... Pero pasó lo que pasó. Creo que es muy difícil
explicar lo que le pasa a cada uno cuando suceden estas cosas. Siempre
destacaré la sorpresa y el desconcierto de muchos periodistas y
cronistas que fueron a cubrir la triste noticia en Corpus Christi ...
Casi todos no sólo conocían a Selena, sino que la habían entrevistado,
sabían de su popularidad y de lo que ella significaba para tanta gente.
También sabían cómo era y cómo sus fans se desvivían por protegerla y
darle sus mejores muestras de cariño, que en definitiva era una
respuesta a lo que Selena misma hacía por ellos que no era sólo
dedicarles sus mejores canciones sino tratarlos bien, estar a su
servicio, haciéndolos partícipes de su felicidad, dándoles entidad
llamándolos por su nombre. Y aun así los periodistas se sentían
sorprendidos por la cantidad enorme de gente que iba a despedirse de
Selena en el mayor de los desconsuelos. Pero esa gente no sólo estaba
dolorida, no sólo estaba triste, no sólo se sentía vacía ... Esa gente
se sentía desamparada. Aquellos sueños por lo que tanto lucharon y por
los que Selena tanto bregó se desvanecían como pompas de jabón ... Aquel
camino honesto de llegar al éxito parecía imposible de ser transitado.
Aunque muchas veces no deseemos verlo, o que algunos no quieran que lo
pensemos pues no sería “políticamente correcto”, la gente siente lo que
significa una muerte y sobre todo la forma de esa muerte. Si a Selena le
pasaba eso a muchos seguramente les pasó por sus mentes la idea de que
“no se puede ser bueno en la vida, no se puede ser honesto, a nada se
llega con sólo ser trabajador y solidario. Muy por el contrario, en la
vida hay que ser mezquino, falso, mentiroso, tramposo, transar hasta lo
más bajo para llegar a obtener lo más básico”. El dolor de la gente y el
saber qué significaba semejante pérdida se expresaron en la movilización
de todos ellos. Esa gente no sólo fue a despedirse de Selena, fue a ver
la muerte de un futuro, de un futuro digno idílico, la aseveración de
que por ese camino nunca se podrá. Que es hermoso, eso sí, pero que no
se podrá ... ¿Cuántas veces se nos ha dicho que somos soñadores e
ingenuos si pensamos en un mundo mejor siendo buenas personas y con
mejores intenciones? ¿Acaso no lo dijo John Lennon en “Imagine”? La
gente en el más profundo de sus sentimientos y de su corazón supo lo que
significaba semejante pérdida. Ya nada podría ser lo mismo. Ni ellos, ni
el mundo ni la humanidad ... Siempre cito esa parte de un tango muy
conocido en mi país y que cantara Carlos Gardel, “Sus ojos se cerraron y
el mundo sigue andando” ... A la gente le pasó eso y no lo pudo superar
ni siquiera con las palabras de consuelo de los demás por aquello de
“todo es mentira, mentira ese lamento. Hoy está solo mi corazón”. Para
la gente no sólo se fue Selena ... Se fueron sus esperanzas de un mundo
mejor, de lograr ser alguien en la vida sin dejar de ser auténtico, sin
dejar de ser un simple niño soñador que al final logra lo que tanto
anheló con nobles armas. El final de Selena era un golpe durísimo de la
realidad. Esa realidad que nos dice que es imposible soñar con un mundo
ideal, con una humanidad con valores nobles ... No ... El final de
Selena era la confirmación de que había que ser pragmático y conformarse
con lo que hay ... “El mundo fue y será una porquería ya lo sé ... en el
506 y en el 2000 también”, decía otro profético tango. Y la gente que
tanto se entusiasmó con Selena sintió eso ... Ya no había margen para
soñar, ya no había posibilidad de un mundo idílico ... Sólo había que
aceptar las reglas y si se quería progresar ya se sabía lo que se tenía
que hacer ... No ser como se es, mostrarse de un modo distinto de lo que
se piensa, destruir al que se tiene al lado o ignorarlo, tener
relaciones “convenientes” para llegar y ser falso, hipócrita y nada
espontáneo. ¿Que no se puede ser de otro modo? ¡¡Claro que se puede!!
... Pero ya se sabe qué le pasa a los que eligen ese camino ... Lo vemos
todos los días ... Lo advertimos al ver el destino de Selena...
¿Y qué tenemos ahora? ¿Cómo es el mundo sin Selena? Un
mundo artificial, en el que la imagen vale todo y el interior de cada
persona no importa ... Gente que piensa que lo único que interesa es
ganar, aunque sea a costa de pisotear a su prójimo, artistas que creen,
y lo certifican con los hechos, que para triunfar hay que generar
escándalos, inventarse romances con famosos, hablar mal de sus colegas,
desnudar su vida privada en las redes sociales, gente que en sus lugares
de trabajo viven compitiendo a sangre y fuego por un puesto de
jerarquía, jóvenes que no ven nada bueno para el futuro y que se
comportan como si fueran unos viejos resentidos por no haber hecho lo
que debían en su tiempo ... La humanidad está enferma y va camino a su
extinción porque no ve futuro, no tiene esperanza, no ve una luz en el
camino ... Ante este panorama, ¿Selena tendría cabida en este mundo de
hoy? ¿Podríamos decir que éste es el resultado de vivir un mundo sin
Selena? Con estas preguntas me vuelven las imágenes de abril de 1995 con
la gente en las calles y en el funeral despidiéndose de Selena ... La
humanidad huele su derrota, huele su propia extinción ... Aquella gente
que salió a ver y a despedirse de Selena sentía que ya no había futuro,
que ya no había retorno, que ya no había esperanza ... Muchas veces me
pregunté por qué muchos de ellos casi obligaron al padre de Selena a que
abriera el féretro para verla, un poco porque les costaba creer que
Selena ya no estaba entre nosotros ... Otro poco fue porque querían
verla, sentirla, ver su propia suerte, ver su propia derrota. Si muchas
veces se dijeron que la suerte y el bienestar de Selena eran el suyo
propio, ahora que veían la densa realidad podían ver cuál era su
presente y cuál su porvenir ... La gente sabía que al volver a su ritmo
normal de vida ya nada sería lo mismo. La bendita esperanza de vivir un
mundo mejor del modo más honesto se moría con Selena ... Ya nada se
podía esperar. La esperanza de progresar resurgiría pero ya con otra
cara, con otros valores o tal vez con los mismos parámetros de siempre,
sólo que incorporando a una comunidad que hasta Selena no se tuvo nunca
en cuenta. Fue tal la conmoción por la partida de Selena que los
anglosajones, hasta allí ajenos a Selena y al mundo latino, no pudieron
dejar de querer saber lo que tanto había apenado allá en la lejana Texas
y en todo el mundo hispano. La revista People, al ver semejante
conmoción, vio la posibilidad de capitalizarlo sacando una edición
especial dedicada a Selena e incluyendo fotos inéditas. La repercusión y
sobre todo las ventas de su número no estaban en los cálculos ni en los
editores de la publicación, que sólo atinaron por acto reflejo a sacar
una nueva edición de la revista. Y cuando notaron que la edición volvió
a agotarse, allí dieron cuenta de que existía la comunidad latina en
Estados Unidos y decidieron dar a luz la revista “People en Español”.
Pero aun cuando ellos mismos admitieron que el nacimiento de la revista
se debió a este “descubrimiento” del mundo latino, lo cierto es que no
sólo ellos consumieron la revista sino buena parte de los “gringos” que
querían saber sobre la suerte de esa muchacha que era el ícono para
tanta gente. Y luego vino la venta del disco inconcluso en inglés que
estaba preparando Selena, “Dreaming of you”, causando una sensación y
una locura de ventas el día del lanzamiento del disco que rompieron
todos los récords y todas las expectativas ... Pero nada de lo que
estaba ocurriendo llegó a ver Selena. Allí todos dieron cuenta de lo que
estaba generando Selena y de lo que hubiese provocado si ella llegaba a
estar presente ... Pero ella no estaba y lo que se estaba generando ya
no tenía el color, los parámetros y las virtudes que Selena supo
desparramar en todo el mundo … Ya nada tenía sentido ... Estados Unidos
“descubría” el mundo latino y empezaría a darle cabida pero ya no con el
ejemplo de Selena. Ella inició el camino y los tiempos se aceleraron por
su trágico destino. Cuando se decidió hacer la película sobre Selena, y
luego de hacer un casting público para elegir a la actriz que
protagonizaría a Selena en el filme, la industria convenció al padre de
Selena de que debía elegir a alguien que fuera al menos alguien
conocido, alguien que podría convocar por sí sola a ver la película. Así
se eligió a Jennifer López, que era incluso en los Estados Unidos menos
conocida que Selena, y el éxito de la película la catapultó a la fama.
Esa fama que seguramente la hubiese coronado a Selena si no hubiese
habido una psicópata que le quitó todos sus sueños y todas sus
esperanzas ... Jennifer López siguió el camino que hubiese recorrido
Selena y se convirtió en una artista famosísima ... pero fue con otros
parámetros, con los principios de un mundo que no contuvo a Selena y que
aceptó a esa comunidad sólo estando bajo su control ... La gente supo
que ya no vivirían ni sentirían como propio el éxito de su artista. La
gente dejó de sentirse partícipe del éxito para convertirse sólo en
espectadora, en pasiva participante de la fama y de la felicidad de los
otros artistas ... El mundo los había incluido pero la gente no se
sintió dueña del éxito de los “suyos”. El éxito era ajeno. Su esperanza
se fue con Selena y su ilusión se convirtió en mera promesa ... Alguna
vez Jennifer López dijo que Selena era sin duda la mejor y que ella
tenía una fuerza, un talento y unas ganas que la hacían imparable ...
Pero lo cierto es que a Selena la pararon ... La detuvo un mundo que le
quitó su condición de Reina y le cedió esa condición a Jennifer López
para que el mundo “siguiera andando...”.
Tal vez por eso cuando conocemos a Selena, cuando la
descubrimos y comenzamos a quererla, nos sentimos tan contentos por
haber conocido a alguien tan maravilloso como tan tristes por no tenerla
entre nosotros. Sentimos que hemos perdido más que una artista. Sentimos
que perdimos la posibilidad de ser felices con ella. Yo no tengo dudas
de que con Selena éste sería otro mundo. Un mundo feliz con su trabajo,
feliz con su vida, feliz con sus sueños ... Un mundo que sólo seguiría
los parámetros de la verdad y de la justicia ... Un mundo sin guerras y
sin sangre inocente derramada ... Un mundo con presente y futuro ... Un
mundo con el talento, la sonrisa, la gracia, la personalidad, el carisma
y el Amor de Selena ... Un mundo distinto sin duda ... Un mundo que
tiene la posibilidad de redimirse siguiendo su ejemplo como la mejor
forma de tributarla, como el mejor modo de recordarla, como la mejor
manera de no olvidarla. Con hacer las cosas con un poquito del Amor que
Selena esparció por todo el mundo empezaremos a desandar el camino, y
hacer de éste un mundo feliz y una humanidad de sentirse orgullosa de su
condición. Sólo espero que eso suceda por nosotros mismos y sobre todo
por Selena para hacerle ver, donde quiera que esté, que lo suyo no fue
en vano, que tuvo un propósito y una finalidad, y que ya ha sembrado sus
frutos, que es el acto de cada uno de nosotros en nuestras vidas. Espero
que algún día lo podamos hacer para devolverle a Selena algo de lo tanto
que ella nos dio en tan sólo 23, casi 24 años...
Las cosas suceden por algo en nuestras vidas. Muchas
veces ante la densa realidad nos sumergimos ante la evidencia y pensamos
que todo es obra del destino y que nada se puede hacer contra él. Tal
vez sea el momento de revelarse contra ese destino, contra esa realidad.
Tal vez debamos forjar nuestro destino y que el mundo se adapte a
nosotros y no del modo inverso ... Ése es el camino que había elegido
Selena ... Y no hay nada más lindo que parecerse a ella en todo ... Si
todos lo hiciéramos sabríamos lo que es la felicidad, la libertad, el
don de gente. Si todos nos tomáramos la molestia de ser un poquito como
Selena cada día, empezaríamos una nueva era, tomaríamos un nuevo camino.
Y ya nada volvería a ser como antes, vivir en un mundo cruel y hostil.
Un nuevo mundo se estaría gestando con el Amor de Selena expresado con
el latido de cada uno de nuestros corazones...
Agustinita era una niña muy tímida ... Y muy sufrida.
Había vivido siempre la discriminación, la burla, el desprecio. En su
familia nunca la habían tomado en serio. Para ella tenían un lugar que
ella nunca hubiese deseado. Ella quería crear, quería hablar, quería ser
alegre, quería ser feliz siendo ella misma. Pero la realidad le fue
indicando que Agustinita no podría hacer eso sin pagar un precio muy
alto. Por eso optó por aceptar el mandato familiar y convertirse en una
niña sumisa, introvertida e inaccesible. Sólo por momentos, por contados
momentos, se permitía mandarse una humorada en forma de ironía para
expresar lo que realmente sentía sobre lo que vivía en su ámbito
natural. Tenía temor de convertirse en una mujer infeliz que casi no
pudiera tener un novio pues su padre con diversas excusas se lo
espantaría. Tenía miedo de dedicarse a una profesión que no sentía ni le
gustaba para luego abandonarla si lograba tener al “buen muchacho”
aceptado por todos para convertirse en su esposo. Agustinita desde chica
supo lo que era el verdadero significado de la palabra “machismo” y de
lo duro que era ser mujer en este bendito mundo. Pero eso jamás la
condicionó ni la hizo renegar de su género. Muy por el contrario, ella
se sentía orgullosa de ser mujer y lo expresaba en su forma de vestirse,
de peinarse, de mostrarse, más que nada cuando estaba sola y no quedaba
supeditada a los comentarios insidiosos de su familia o fuera de ella.
Una vez su padre quiso cortarle el pelo. Agustinita lo lucía en sus
cortos 8 años bien largo hasta la cintura y se sentía hermosa así. Su
padre, con argumentos bastante poco fiables, la quería convencer de que
era necesario ello. La niña podía escuchar argumentos “razonables” como
el tema de los piojos, el peligro de ser una niña que luciera tan bonita
en un mundo “tan peligroso”, pero ella entendía que su padre quería
“afearla” para que no se fijaran en ella, para que no fuera deseada,
para que no empezara a sentirse mujer y que sintiera con el tiempo que
debería hacer su vida como cualquiera. En un punto, Agustinita sintió
pena por el futuro de su padre, pero más temía por el propio. Y eso lo
sintió cuando un día su padre le dijo que fuera a la peluquería para
“emprolijarse” su pelo, pero que no temiera ... Que la peluquería haría
lo que ella deseara. Agustinita fue confiada de la mano de su madre y
cuando le tocó a ella ir a ser atendida, se encargó de señalarle que
sólo quería que le cortaran el pelo para que estuviera más prolijo, que
no lo quería cortito, que sólo le cortaran un poco las puntas ...
Agustinita fue viendo cómo la peluquera hacía su trabajo, que era
cortarle el pelo bien cortito ... Cuando notó que sus palabras eran en
vano, miró a su madre y vio que ella estaba llorando ... Agustinita
entendió todo y dejó que le cortaran el pelo sin chistar ... Cuando
salió de la peluquería su madre no dejaba de llorar y de pedirle
disculpas ... Agustinita sentía una mezcla de pena y de odio por su
madre ... Podía tolerar la actitud despótica, arbitraria y autoritaria
de su padre. Pero no podía tolerar la complicidad de las actitudes de
los demás, so pretexto de que no podían hacer nada o porque, en este
caso, su madre era la esposa que amaba a la persona que le hacía “eso”
... La niña entendió lo triste que era ser cómplice del machismo y de lo
que significaba toda esa cadena de relaciones nefastas ... Cuando llegó
a su casa, su padre la recibió sonriente con un hermoso regalo. Era una
de sus muñecas preferidas ... De las que tanto había deseado tener ...
Luego le dio un beso no sin antes decirle: “Era por tu bien, niña....”
... Agustinita entendió que esa Barbie la había pagado ella con su pelo
y con su aceptación de no sentirse una niña linda, como ella quería ...
Tener un regalo no siendo ella misma ... Agustinita tomó la muñeca y se
encerró en su cuarto a llorar por varias horas ... Nadie se le acercó
... Su padre había dado la orden de que no la molestaran, que “ya se le
iba a pasar...”. Cuando Agustinita volvió no dijo nada y tardó mucho en
volver a la “normalidad”. Silenciosamente se dejó crecer nuevamente el
pelo y muchas veces disimulaba su longitud en su casa teniéndolo atado
mientras lo lucía con todo su esplendor en el colegio o en alguna
fiestita. Pero un día su padre “se acordó” y le dijo la “conveniencia”
de que fuera a la peluquería ... Agustinita no dijo nada y esperó el
momento en el que su madre la llevara para ese lugar de tortura. En el
medio del camino se detuvo y le dijo: “Te lo digo en serio, madre. Si me
cortas el pelo pego un grito y huyo a la casa de una amiga. Quiero
volver a casa y que le digas a papi que no me lo quise cortar. O
miéntele y dile que la peluquera no me lo recomendó o que tú misma no
quisiste hacerlo. Pero yo no voy a tener el pelo corto nunca más, ¿me
entiendes? ¡¡Yo no voy a sentirme una infeliz con la burla de todos
nunca más!!”. Cuando terminó de decirle eso la niña estalló en llantos y
su madre sólo la abrazó. Sabía que aquello era un límite que no había
que sortear ... En silencio se llevó a Agustinita a su casa y le pidió
que se quedara en su habitación hasta nuevo aviso ... Pasó un largo
rato. En algún momento la niña se acercó a la puerta y apoyó su oreja
para ver si podía oír algo. Sólo escuchaba protestas de su padre e
imploraciones de su madre ... Volvió a su cama mirando fijo la puerta
pensando en lo que haría si no resultara que su deseo fuera respetado.
Al rato apareció su madre con una sonrisa y le dijo que era hora de
cenar ... Nada más ... Cuando la niña llegó a la mesa su padre no la
miró ni le dijo nada, pero cuando se sentó sólo alcanzó a decirle.
“¡¡Está bien!! ¡¡Tú ganas!! …pero espero que nunca tengas problemas con
los estudios. Si no, ya sabes lo que te espera...”. La niña asintió en
silencio pero por dentro se sentía feliz. Dada la situación había ganado
una batalla. Ya habría tiempo para ganar la guerra, si es que habría
alguna en algún momento...
Cierta vez, alguien le había dicho a Agustinita que ella
siempre llamaba la atención, que ella era lo suficientemente bonita y lo
suficientemente inteligente como para que todos la tuvieran en el centro
de la escena. Y ese alguien le sentenció: “Y sería bueno que tú lo
asumas como tal...”. Agustinita siempre creyó que lo mejor era
permanecer en la vida a un costado, pero con el tiempo comprobó que esa
aseveración era cierta pero por todo lo contrario. En el colegio comenzó
a entender lo perverso y malvado que podía ser el ser humano y desde muy
pequeña edad ... Agustinita era la única latina de su clase y ése era
suficiente motivo como para que todos sus compañeros la discriminaran.
Pero, peor aun, ni siquiera la propia discriminación fue el motivo más
importante por el que el grupo que “lideraba” la clase la marginaba y le
hiciera “la vida imposible”. No sabía por qué. No lo podía entender ...
Las chicas la tenían de “punto”. Le indilgaban cosas, le echaban la
culpa de todo, la menospreciaban, la calumniaban. Y como ella no era de
reaccionar ni de contestar en esos términos tan bajos, le facilitaba las
cosas a sus malas compañeras para que siguieran con sus malos hábitos
... Llegaron al colmo de empezar a difundir que ella era una “buchona”
de su maestra, que le contaba todo a ella sobre lo que hacían sus
compañeras. Y cada vez que la maestra estaba enojada con algo o se le
agarraba con alguien, le atribuían a Agustinita toda la responsabilidad.
Por supuesto que nadie se lo decía en la cara. Sólo una persona que la
odiaba le había mostrado abiertamente su enemistad, y todo surgió porque
Agustinita no quiso hacer algo malo a una compañera de colegio a pedido
suyo. “Ya sabes lo que pienso. En la vida todo es blanco o negro. Si tú
no me apoyas, serás mi enemiga, ¡¡y pagarás por todo ello!!, le dijo
María Florencia a Agustinita, y como ella se negó pagó por todo. Pronto
muchas de sus antiguas amigas comenzaron a darle la espalda; muchas con
quienes antes compartían juegos, sentimientos, secretos inconfesables,
comenzaron a retirarle el saludo. Su ahora enemiga se las había
ingeniado para ganarse una por una a sus compañeras, y con ello sumaba
un enemigo más para Agustinita. María Florencia las había “convencido”
de que ella no era confiable. “Ya saben chicas ... Es una latina ... Una
‘morochita’ mexicana de quien sabe qué familia. ¡¡No le hablen!! ¡¡No la
miren!! ¡¡Castiguémosla!! Ella seguro que irá a la maestrita a quejarse.
¡¡Y nosotros le haremos la vida imposible!! ¡¡Esto es una guerra y
tenemos que ganar!!”, les decía el pequeño monstruo. Las demás asentían,
un poco por convencimiento, un poco por conveniencia, un poco por miedo.
Hubo compañeras que fueron más lejos y hacían méritos para ganarse el
favor de María Florencia, entre ellos despreciar y hasta “chusmear”
bajezas de su ex amiga. Otras que no se mostraban tan distantes de
Agustinita, la desconcertaban con actitudes tan bajas como las otras,
pues mientras un día se mostraban muy compañeras dando charla y hasta
haciendo ilusionar a Agustinita con que el calvario iba a terminar, en
otro se mostraban distantes y fieles al “enemigo declarado de
Agustinita”. Un día entró al colegio a las corridas porque llegaba tarde
y se topó con María Florencia que venía en sentido contrario. Desvió
rápidamente su camino aun cuando estaba a cierta distancia, pero lo que
le llamó la atención era que su “enemigo declarado” hizo un movimiento
extraño, como si tuviera que frenar “bruscamente” ante su paso, una
actitud francamente exagerada, si se tiene en cuenta que ni cerca
estaba. Pero se le pasó por su mente un día en el que en un recreo María
Florencia se le acercó a Agustinita en un bebedero para decirle que no
se le ocurriera empujarla más. Ella no entendía nada, y fue tal su
consternación y su furia por la acusación que llegó a decirle que si
insistía con esas actitudes llamaría a la policía. Su “enemigo” le
preguntó qué quiso decir con eso, pero Agustinita no le contestó. Ella
quiso asustarla con ese tema, pero no sólo no lo consiguió sino que le
generó un fuerte dolor de cabeza. María Florencia había entendido que
Agustinita la iba a acusar con las autoridades del colegio y decidió
anticiparse. A la vuelta del segundo recreo vio que su “enemigo” hablaba
a solas con su maestra. A Agustinita no le llamó la atención y hasta se
preguntó qué problemas tendría la maestra con su compañera de colegio
para que la citara a hablar. En el medio pensó si era posible que
estuvieran juntas acaso porque María Florencia la acusara de algo malo
... Como a la hora la maestra la llamó a Agustinita y le explicó que su
“compañerita” la había acusado de maltrato, de amenazas y de violencia
verbal. Como nunca Agustinita se sintió impotente. La había calumniado
justo la persona que siempre decía que era ella quien lo hacía, y aunque
demostrara que su “enemigo” había mentido, nunca podría levantar el mote
que le habían puesto ... María Florencia fue citada por las autoridades
máximas del colegio para ratificar con pruebas su acusación. Ella
intentó defenderse afirmando que sus testigos eran “silenciosos”, porque
tenían temor de hablar. Cuando Agustinita se enteró más tarde de este
hecho, se preguntó de qué podrían tener miedo sus compañeras, si todas
estaban del lado de María Florencia. Lo cierto es que su “enemigo”
rompió en llantos, admitió su mentira, pidió perdón, mas nunca lo hizo
frente a Agustinita. Sólo a las autoridades del colegio y frente a sus
otras compañeras de colegio. Y si lo hizo fue para asegurarse de que el
colegio no les diría a los padres de María Florencia sobre lo sucedido.
Una vez asegurado eso le dijo a sus compañeras de colegio que eran
ciertas sus acusaciones, pero como no tenía pruebas tuvo que dar “un
paso atrás” ... Un paso atrás en las apariencias, pues en las sombras y
en la vida cotidiana le seguiría haciendo la vida imposible sumando más
gente del colegio en contra de Agustinita. Ella pensó que en otras
circunstancias nunca hubiese podido superar semejante situación. Para
Agustinita la falsedad, la mentira y la hipocresía eran pecados
difíciles de aceptar y de perdonar ... Su difícil situación familiar, el
calvario en el que se había convertido su situación en el colegio y su
soledad parecían escollos imposibles de sortear. Pero ya para ese
entonces hubo algo que cambió la vida de Agustinita para siempre, un
cambio para bien, un cambio con Amor, ese Amor que tanto necesitaba dar
y recibir. Agustinita había conocido a Selena y eso cambió su vida para
siempre. Nada de lo que había sucedido hasta entonces podía hacerle
sombra. Nada que le estuviera pasando, por más malo que fuere, podía
perturbarla. Estaba allí su ejemplo, su modelo a seguir, su sueño de que
todo se podía lograr con Amor, con esfuerzo, con trabajo. Esos ideales
que Agustinita seguía y confiaba a ciegas. Con Selena, pensaba
Agustinita, nada malo podía pasarle. Con Selena allí, sólo le quedaba un
largo camino de felicidad...
Agustinita conoció a Selena de la mano de una de sus
compañeras de colegio, pero de otra clase, de las que María Florencia
aún no tenía influencia. Ésta le acercó el disco “Entre a mi mundo”, que
incluía los hits “Como la Flor” y “La carcacha”, y Agustinita quedó
fascinada. Pronto quiso ser como ella y de poquito fue vistiéndose como
ella, actuando como ella, mostrándose como ella, hablando como ella. Ya
para ese entonces Agustinita tenía 12 años y ya no había padres que le
impidieran ser y parecer como ella deseaba, pero con límites. Ya su
padre no estaba en condiciones de exigirle cortes de pelo u otras
arbitrariedades, pero aún se sentía con autoridad como para ser firme en
que fuera de casa tenía que seguir mostrándose como una “chica normal”.
Pero en muy poco tiempo esas exigencias se acabaron. Selena había pegado
tan fuerte en la gente que no sólo atrapó a Agustinita, sino también a
sus padres. Ellos comenzaron a admirarla por su talento, por su
generosidad, por su carisma, por su sencillez. Agustinita vivió sus tres
mejores años de su vida. Vio por primera vez que tenía futuro, que su
presente era hermoso, que nada de lo malo que hubiera a su alrededor
podría afectarle. Alguna vez escuchó que alguien decía: “Ya verás: si tú
cambias, los demás cambiarán contigo...”. Y eso lo empezó a comprobar
Agustinita. Ella estaba feliz luciendo su pelo “a lo Selena”,
vistiéndose como ella, cantando sus canciones, participando de sus
éxitos. Frente a tanta maldad, frente a tanto futuro incierto, frente a
tanta injusticia, frente a tantos sinsabores, Selena aparecía como su
esperanza, como el horizonte que se había perdido, como la felicidad
plena. Si Selena había llegado siendo “una de ellas”, ¿cómo no podrían
llegar al éxito los demás? Todo. Todo había cambiado con Selena. Sus
padres parecían más buenos, más entendedores de sus problemas y de sus
deseos. Más de una vez la fueron a ver juntos y para Agustinita eran
imborrables esas imágenes de felicidad cuando se iban a comer luego de
los conciertos, y hablaban horas y horas de ella. Agustinita sentía que
había llegado al paraíso luego de vivir el infierno. Fue como si alguien
hubiese venido una noche y por arte de magia cambiara el humor, las
perspectivas, la vida cotidiana y el presente de la gente. Y esa magia
era Selena. Sin duda era ella. Y las ironías de la vida hizo que hasta
las cosas en el colegio cambiaran, aunque fueran a la fuerza o por
apariencias, según fuera el caso ... Hacia fines de 1994 las autoridades
del colegio habían anunciado que en breve vendría a visitarlas la
mismísima Selena. Agustinita no lo podía creer. Apenas si escuchó que
venía. De los demás que dijeron ni dio cuenta: que Selena era la cabeza
visible del programa sobre la vuelta de los niños al colegio, que venía
para hablar con ellos sobre la conveniencia de no dejar los estudios y
de seguir una vida sana ... Agustinita corrió a su casa y lo anunció a
los gritos a su madre. Estuvieron mucho tiempo juntas entre risas y
sollozos. Agustinita podía sentir como nunca que estaba tan cerca de sus
padres como no lo había estado nunca ... Nada podía detenerla en su
felicidad, como nadie podía detenerla a Selena. Estuvo semanas
preparándose para ese gran momento y notó con una mueca de suma ironía
cómo sus compañeritas querían mostrar un interés y un apego a Selena que
no habían tenido antes. Y vio cómo algunas quisieron acercarse a ella,
ahora que la suerte “había cambiado”. Agustinita se sonreía pero les
decía poco. Gozaba del momento pero más gozaba por Selena. Nada para
Agustinita estaba por encima de ella. Su mente estaba en función de lo
que ella vivía, su vida era su vida, su futuro era el de ella. Su
felicidad le pertenecía. ¿Qué más podía pedir? Sólo verla, verla en
persona, algo que nunca pudo hacer a pesar de haberla visto en concierto
muchas veces. Algo que tampoco buscó, pues Agustinita era de aquellas
personas que pensaba que había que admirar a la distancia, que no había
que tirársele encima a sus ídolos con el pretexto del cariño, que nadie
tenía derecho a hostigar a alguien por más admiración que se tuviera.
Temía por lo que fuera a hacer cuando apareciera Selena, pero ya había
pensado en una estrategia. Estaría en un costadito y la escucharía sin
que tuviera oportunidad de que Selena la fuera a ver. Luego trataría de
pedirle un autógrafo en el tumulto, cuando ella sólo fuera una más de
los fans y que Selena no pudiera distinguir ... Así era Agustinita. Su
propia vida le impedía sentirse protagonista y su gran admiración por
Selena le hacía entender que ella era lo importante y no los demás. Con
esa idea llegó al gran día, el día que vería a Selena por primera vez
... El día que vería a Selena por última vez...
Cuando Selena apareció en el aula magna del colegio,
Agustinita creyó desmayar. Se la veía tan radiante con su peinado
voluptuoso para atrás y con una gran melena enrulada en sus espaldas que
se la veía inalcanzable. Agustinita lucía como la otra versión de
Selena, con su pelo largo y negro con flequillo que casi le tapaba los
ojos. Y pronto esa figura que parecía de estatua y distante desapareció
por la misma actitud de Selena. Ella había empezado dando una especie de
discurso, pero pronto dejó de lado esa forma protocolar de expresarse
para dirigirse al público del modo que ella sabía hacer mejor. Empezó a
hacer chistes, les cantó sus mejores temas y les dijo que nunca había
que abandonar sus sueños, que todo se podía lograr. Agustinita estaba
muy emocionada y cada tanto saludaba a sus padres que estaban del otro
lado de la sala y que estaban presentes por invitación de su hija para
ver a Selena. Agustinita miraba a su alrededor y todo era felicidad.
Hasta sus compañeritas que tanto la habían fustigado parecían quedar
encantadas con Selena. Sabía que, como con todo en sus vidas, se habían
acercado más por conveniencia y por “cholulismo” que por otra cosa, pero
también sabía que Selena podía sacar lo mejor de ellas aunque fuera poco
lo rescatable ... En un momento Selena se detuvo y dijo: “¡¡Hey!! ¡¡Los
noto un tanto calladitos!! ¡¡Me gustaría que ustedes hablaran
también!!...” y miró como buscando a alguien. Agustinita fue
escondiéndose cada vez más, pero pronto sus nunca bien ponderables
“compañeras del colegio” se abrieron paso y señalaron a Agustinita a los
gritos como para que Selena no tuviera forma de no advertirlo. Selena
fijó su vista y en un segundo dio cuenta de todo. No dijo nada y fue
hacia donde estaba Agustinita en total silencio. Cuando la tuvo de
frente sólo dijo: “¿Pero cómo no te vi antes? ¡¡Tú eres Selena!! ¡¡Ven
conmigo!!”, y se la llevó al estrado a las carcajadas. Cuando llegó a él
con Agustinita de la mano, le dijo casi al oído: “Sé lo que sientes. Por
eso te traje. Deja todo en mis manos. Confía en mí. ¿Lo harás?”.
Agustinita sentía que se desvanecía pero aun así le alcanzó a decir que
sí con un leve gesto de asentimiento. Selena pidió un aplauso a la mujer
más bonita de la sala ... “porque se parece a mí”, tras lo cual echó sus
clásicas carcajadas a las que todos siguieron, incluida Agustinita.
Selena la hizo protagonista preguntándole sobre lo que quería, sobre lo
que pensaba, sobre lo que esperaba para ella y para los demás en un
futuro. Al principio, Agustinita sólo balbuceaba algunas palabras. Temía
que lo que dijese provocaría la burla de todos, pero en cuanto posó sus
ojos en Selena supo que no había nada que temer, que ella le daría el
respaldo y la confianza que siempre había querido tener ... “Yo sólo
quiero que todos sean felices por lo que son y por lo que desean ser. Me
gustaría que el mundo se rigiera por la verdad, por la justicia, por la
igualdad. Que no haya tanta maldad, tanta mentira, tanta envidia. Me
gustaría que nos pudiésemos mirar a la cara y saber quiénes somos
realmente ... ¡¡Y quisiera que siempre te vaya bien, Selena!! Si te va a
ti bien, nos irá bien a todos. ¡¡Tu felicidad es la nuestra también!!”,
dijo Agustinita y rompió a llorar. Selena la abrazó fuerte y
tiernamente. “¿Has visto que podías decir lo que pensabas y emocionarnos
a todos? Nunca lo olvides, Agustinita. No permitas que nadie se lleve lo
que tienes en tu corazón ... Eso es lo más valioso. Y aunque te quieran
quebrar, aunque haya cosas que te duelan y te hagan sentir mal, no te
dejes llevar nunca por el rencor y por el resentimiento. No seas como
esas personas que no saben vivir sin herir a los demás. Tú no eres como
ellos. Si te dedicas a dar Amor, a la corta o a la larga recibirás lo
mismo ... ¿Lo harás? ¿Lo harás por mí?”, le dijo Selena mirándola a los
ojos. Agustinita con una sonrisa y lágrimas en los ojos le dijo que por
supuesto lo haría. Selena le dio un gran beso y le dijo: “Ahora ve con
los tuyos que tengo que seguir hablando. ¡¡Nos vemos luego!! ¡¡Te
espero!!”. Agustinita se fue y mucha gente se le acercó. Le preguntaban
cosas, le decían cosas. Pero ella no los escuchó. Sólo se quedó pensando
en lo que le había dicho Selena. Sentía una rara sensación. Parecía como
si Selena se estuviera despidiendo, como si se fuera a un largo viaje
que haría casi imposible un nuevo encuentro. Agustinita pensó que tal
vez se lo decía porque la fama de Selena haría casi imposible que la
fuera ver ... Pero pronto dejó de pensar en ello cuando en el medio del
gentío que pedía de ella un autógrafo Selena la llamó. Cuando estuvo
cerca de ella sólo le dijo: “Si alguna vez puedes venir por Corpus
Christi con gusto te recibiré. Si no es así, tal vez en abril pase de
gira por aquí, ¡¡y tú serás la primera invitada y la que tendrá la mejor
ubicación!!”. Agustinita la abrazó y le dijo que la quería mucho. Cuando
se estaba por despedir, Selena le preguntó. “¿Acaso no me vas a pedir un
autógrafo?”. Agustinita de la emoción había olvidado por completo eso.
La tuvo tan cerca a Selena que ni reparó en ello … Cuando iba a buscar
papel y lápiz, Selena le dijo: “No busques nada … Ya te escribí uno para
ti ... Agustinita empezó a
leerlo: “Never stop being who you really are. That's the most important.
No matter what anyone says ... If you give love, receive only love.
Never forget that! With love
Selena. November 21, 1994”. Agustinita sólo atinó a decirle: “Jamás
olvidaré este momento y jamás olvidaré lo que me dijiste y escribiste
... ¡¡Lo tendré siempre presente en mi corazón!!” Y se dio el último
abrazo y le dio el último besote a Selena antes de que el personal de
seguridad se la llevara ... Agustinita la saludaba interminablemente con
su manito y Selena se daba vuelta para devolverle el saludo mientras se
iba irremediablemente ... Hasta que no la vio más ... Hasta que no la
volvió a ver nunca más...
Cuando llegó la terrible noticia, Agustinita estaba
preparándose para el concierto que Selena daría en su ciudad en el mes
de abril. Hasta allí se había mandado cartas con Selena. Ella le había
anunciado la apertura de sus boutiques en Corpus Christi y San Antonio,
le escribió sobre sus conciertos del Far West Rodeo, del Astrodome y de
tantos otros. Selena no tenía mucho tiempo pero se las ingeniaba para
escribirle que ya había comenzado a grabar el disco en inglés, que había
participado en conciertos multitudinarios como el de Noches de Carnaval
y el de Calle 8. Que estaba muy atareada, porque tenía que ir a
Sudamérica, pero que con todo lo que tenía por hacer como cantante y
como diseñadora no sabía cuándo lo podría hacer ... “Tal vez lo tenga
que dejar para el año entrante. Tengo que terminar mi disco en inglés y
salir de gira con él. Eso más los compromisos asumidos y la apertura de
mis boutiques en Monterrey y México DF” cubren todo 1995. Tal vez espere
un año más ... Aún tengo tiempo. Soy joven ... Y esto que te voy a decir
es una confidencia. ¡¡No se lo digas a nadie!! Estoy pensando en tener
un niño, pero eso será más adelante. ¿No es acaso esto hermoso? ¿Tener
tantos planes, tantas ganas de hacer cosas y poder ir concretándolas?
Necesitaría que el día tuviera 36 horas, pues a veces, debo confesarte
Agustina, estoy muy cansada. No todo es tan sencillo...”, le escribió
Selena dos semanas antes. Agustinita no quiso ni llorar ni escuchar
nada. Su propio impulso de desesperación y de supervivencia la llevaron
a aquellas cartas. Se aferró a ellas y no quería soltarlas. Como si el
tenerlas la harían mantener con vida, como si eso fuera el aire y la
sangre que Selena necesitaba para seguir viviendo. Pero sabía que algo
malo había pasado y buscaba entrelíneas en aquellas cartas alguna pista,
algo que le indicara qué era lo que estaba realmente pasando, qué era lo
tan malo que había en el medio de la vida de idilio de Selena ... “Pues
a veces, debo confesarte, Agustina, estoy muy cansada. No todo es tan
sencillo...”, retumbaba en la cabeza de Agustinita una y otra vez … De
pronto vio que su madre se acercó, la miró y la tomó de las manos,
haciendo que sus cartas cayeran al suelo ... Agustinita entendió todo y
lloró como nunca lo había hecho ... Sintió que ya nada tenía sentido. Si
a Selena le pasaba eso, ¿qué sería de su vida, qué sería de su destino?
Su madre intentaba consolarla, pero era todo en vano. Ella también
estaba destrozada. Más tarde vino su padre. La abrazó y sólo le dijo dos
palabras: “Perdón, mi’hijita” y se fue a llorar sin que lo vieran. Por
horas, por días, por semanas Agustinita vivió en el limbo. No podía
reaccionar, no podía entender, no podía concebir ni su vida ni este
mundo sin Selena ... Tampoco lo quería vivir ni imaginar ... Por
momentos quería romper todo, dejarse llevar por la ira, por el rencor,
por la furia, por la resignación. Hubo un día en el que estaba por
destruir todo lo que tenía de Selena en su habitación. No lo iba a hacer
realmente, pero necesitaba sentir que podía desprenderse de tanto dolor,
quería creer que con enojo y con furia podía olvidarse de todo. Y, como
todos, quería ir donde estaba la asesina para hacer justicia por sus
propias manos. Había levantado una caja para arrojarla contra la pared
hasta que mágicamente vio caer un pequeño papel ... Un solo papel ...
Era el autógrafo de Selena. Y volvió a leer esas palabras: “...Si das
Amor, sólo recibirás Amor. ¡¡No lo olvides!!...”. Agustinita volvió a
llorar, pero de una manera tétrica, mezcla de dolor, de furia, de
estupor. Era un quejido de lamento, era una angustia interminable.
“¡¡No, Selena!! ¡¡Ya no puedo dar Amor!! ¡¡Sin ti es imposible que pueda
darle cariño a alguien!!”, dijo Agustinita y volvió a llorar. Al rato,
cuando quedó rendida en un rincón de su habitación mirando la nada
misma, vio una luz que venía de afuera que se iba agrandando. Alguien
estaba entrando a su habitación. Lo hacía lentamente. Agustinita quería
preguntar quién era, pero no pudo. Estaba exhausta y sin ganas de nada.
Vio que la persona que ingresó invocaba su nombre pero ella no la podía
reconocer. Estaba tan destrozada que se dio vuelta para un costado para
no mirar más que la pared que permanecía oscura. Iba a cerrar los ojos
cuando escuchó que ese alguien le decía casi susurrando: “Vine para
ayudarte. Sé que no me quieres pero te entiendo. Sólo vine a decirte que
cuentas conmigo. ¡¡No quiero que estés así y sola!!” Agustinita abrió
los ojos repentinamente y se dio vuelta, como si diera cuenta de quién
era y sin poder creer lo que estaba viviendo. Y lo que presentía se
cumplió. Era María Florencia, que estaba llorando mientras trataba de
mantener su sincera sonrisa de piedad. “Sé que fui muy mala contigo. Y
lamento haberme dado cuenta de ello después de lo que le sucedió a
Selena ... Si quieres, me voy. Lo voy a entender. Pero quiero que sepas
que puedes contar conmigo. Sólo tienes que llamarme que allí estaré...”.
Agustinita bajó su mirada y no dijo nada. María Florencia se levantó y
le dijo: “Sólo te ofrecí odio y rencor. Es lógico que reciba esto. Y es
justo. Espero que algún día ambas nos encontremos en la esquina dando
Amor y recibiendo Amor”, tras lo cual apuró el paso para irse
disimulando su llanto. Agustinita la dejó ir. Pensó: “¡¡Qué me importa
lo que diga ahora!! ¡¡Qué pague lo que me hizo siempre!! ¡¡Se lo
merece!! ¡¡Jamás la perdonaré!!”. De pronto Agustinita se sacudió por el
estruendo de los truenos que amenazaban una gran lluvia. Como aquella
del nefasto 31 de marzo ... Y recordó lo que pasó ese día, lo sola que
estaba Selena, y lo que le pidió aquel día en el que se vieron y que
Agustinita le prometió. Como el mismo rayo que le apareció de pronto
Agustinita salió corriendo hacia la calle. Había comenzado a llover y
vio cómo a unos metros María Florencia se iba lentamente llorando sin
consuelo. Agustinita le gritó y corrió hacia ella. Su ex enemigo se dio
vuelta y fue a su encuentro extendiendo sus brazos. Al rato se abrazaron
fuertemente. Estuvieron largo tiempo así en el medio de la lluvia. María
Florencia volvió a disculparse, pero esta vez Agustinita la interrumpió:
“No, amiga. No es tiempo de pedir perdón. Si hubo una pelea, las dos
tendremos nuestras responsabilidades. ¿Sabes lo que hace poquito me
escribió Selena? Lo mismo que me has dicho tú hoy. ‘Da Amor y recibirás
Amor’. Y si tú me has dicho esto y tuviste el noble gesto de visitarme y
disculparte, entonces no eres tan mala. Tú también tienes algo muy noble
en tu corazón ... Te propongo una cosa ... ¿Por qué no empezamos a dar
Amor recordando a Selena, tal cual ella lo hubiese querido? ¿Qué te
parece? ¿Trato hecho?” y la miró con una gran sonrisa a María Florencia.
Ésta le respondió con otra sonrisa y con un “¡¡Trato hecho!!”, y se
volvieron a abrazar en el medio de la lluvia. Tuvo que venir su madre a
rescatarlas de un seguro resfrío. Pero a Agustinita no le importaba.
Estaba feliz. Y volvía a estarlo de la mano del Amor de Selena, del Amor
de una persona que nunca imaginó que se lo iba a dar, pero que le
demostró que, como todos, lo puede ofrecer con sólo proponérselo, como
Selena siempre lo dijo, como Selena lo demostró en cada uno de sus
actos...
(La vida tiene esos desafíos, algunos muy difíciles de
explicar. De todo se aprende algo. Sólo si lo deseamos podemos hacer de
éste un mundo mejor. Si pudiéramos ser como Selena, si pudiéramos seguir
su ejemplo, estaríamos ante la presencia de una humanidad mejor. Tal vez
nunca lo logremos, pero si la tenemos presente algo bueno estaremos
haciendo, algo buenos por nosotros, algo bueno por este mundo, algo
bueno por Selena).
Selena: siempre te llevaré en el corazón … Y espero que,
con el recuerdo a ti como artista y como persona de cada uno de los que
realmente te quiere, todos saquemos lo más lindo que guardamos en
nuestras Almas…
No sé si tengo mucho para decir, Selena ... Es que creo que ya no tengo
más palabras. No es fácil explicar tu ausencia. Menos el nefasto 31 de
marzo de 1995 ... No es fácil entender qué malo puede ser este mundo
para dejarnos sin ti, sin alegría, sin esperanza, sin porvenir. Este
mundo necesitaba de ti, Selena ... Otro sería el mundo con tu presencia.
Yo aún no puedo entender lo que ha pasado ... Creo que nadie lo podrá
entender jamás ... No es que sólo te has ido tú ... Se han ido tu Amor,
tu ejemplo, tus ganas de vivir, tus ganas de hacer, tus ganas de dar,
tus deseos de Amar y de ser amada ... No es fácil explicar tu ausencia
... Menos el modo ... Me gustaría preguntarle a Dios si tú te merecías
esto, si tú tenías que recibir tanto dolor en un segundo luego de años y
años de trabajo, de dedicación y de esfuerzo ... Creo que la gente debe
haber entendido lo mismo y por ello se refugió en un dolor que aún
perdura ... No es fácil explicar tu ausencia, Selena ... No es fácil
aceptarlo ... Me gustaría que hoy estuvieras aquí no sólo como la mejor
cantante y artista de la historia sino como una mujer feliz con su casa,
con su esposo, con sus hijos ... Me gustaría verte gozar del fruto de
todo el Amor que supiste dar ... Pero el destino te puso una trampa que
jamás pensaste que podía suceder ... Ni nadie lo sospechó ... Y cuando
supimos lo que había pasado, comenzamos a dar cuenta de que desde allí
en más debíamos ser lo contrario de lo que nos dejaste como Legado ...
Debíamos ser cautelosos, menos francos, menos sinceros, más cerrados,
más falsos, mirar bien antes de brindarnos, ser menos amorosos y más
especulativos ... Eso nos dejó el destino ... Tu ausencia y la presencia
de esa psicópata que te sigue disparando con cada declaración ... Es
como si alguna mano perversa nos quitara el juguete más preciado de
niños y encima nos castigara mandándonos a la cama sin cenar ... El
mundo nos quitó a ti, Selena, y dejó a la asesina con nosotros ... Nos
quitó tu Amor y nos dejó el odio, el rencor, la posesividad, la
intolerancia ... El mundo nos quitó la alegría y el valor del trabajo,
de la perseverancia, de la honestidad, de la justicia y de la verdad. Y
nos dejó como ejemplo la cursilería, la falsedad, la maldad, el egoísmo,
el chusmerío, las acusaciones vulgares como sus más grandes legados ...
¿Te das cuenta ahora Selena por qué no entendemos tu partida? ¿Te das
cuenta por qué la gente aún te llora, aún te extraña, aún te espera?
Contigo se fue una esperanza, un modo de llegar a triunfar en la vida
con los valores más nobles. Esa gente nunca se recuperará de tu
ausencia. Ellos también recibieron el disparo traicionero por la
espalda. Ellos también murieron un poco ... Contigo perdimos toda
posibilidad de ser felices en plenitud. Sólo podríamos ser enteramente
felices si tú estuvieras entre nosotros. El que ha sabido conocerte y
apreciarte no puede dejar pasar un día sin pensar en ti, en soñar con
que algún día volverás o que alguien le concederá ese preciado premio de
volver el tiempo atrás para salvarte de tu cruel destino ... El que te
quiere, el que te aprecia, el que te ama de verdad no dudaría en cambiar
su vida para que vivas la tuya. Tú, Selena, eras la que más se merecía
vivir. Tú te habías ganado la felicidad por derecho propio. Tuviste que
sacrificar muchas cosas, tuviste que renunciar a una infancia, a una
adolescencia, a una juventud “normal”. Tú no habías soñado con ser una
cantante, pero jamás renunciaste al desafío de tener que hacerlo, máxime
si con ello hacías feliz a tu padre. Para ti no había desafío al que no
pudieras enfrentar. Tampoco te negarías a hacer algo si con ello hacías
feliz a tus semejantes. Tuviste un espíritu altruista que casi nadie
tiene. Siempre soñaste con ser diseñadora, pero aprendiste a ser
paciente. Sabías que si lograbas triunfar con el sueño de tu padre
alcanzarías a lograr el tuyo. Sabías que si conquistabas el corazón de
cada uno de los que te iban a ver, serías amada y considerada. Diste sin
esperar, te brindaste para que los demás fueran felices. Y en el
interior de tu más profundo ser sabías que cosecharías todo lo que
habías sembrado con el tiempo y luego de tantos sacrificios. Era
cuestión de esperar. Tarde o temprano la vida te sonreiría y el mundo se
arrodillaría a tus pies...
Pero ya sabes, Selena. La vida es cruel y absurda. La
vida puede darnos signos y muecas de las más absurdas ironías. La vida
puede sernos muy despiadada. Puede darnos el peor de los castigos aunque
nosotros nos merezcamos lo contrario. Y el mundo que estaba poniéndose a
los pies de ti chocó contra un destino que fue muy duro contigo, Selena.
Aunque igualmente doloroso, las cosas hubiesen sido bien distintas si
aún estabas lejos de avizorar un triunfo ... También si hubieses logrado
todo y tenido tiempo de disfrutarlo ... Pero el destino fue más lejos
contigo, Selena. Como si éste fuera tan psicópata como la asesina, te
hizo espiar el éxito, ver no sólo en lo que te estabas convirtiendo sino
en todo lo que te estaba por suceder. El destino te hizo ver que aquello
que parecía tan lejano estaba más cerca que nunca. El destino te dio la
oportunidad de que comenzaras a forjar tu pasión por el diseño y
abrieras tus primeras sucursales de “Selena Etc.”. El destino te dio la
oportunidad de soñar con el disco en inglés y con triunfar mundialmente,
y para eso te dio tiempo para que grabaras tus primeras canciones. El
destino te hizo pensar en que era tiempo de comprar una gran casa para
ir pensando en agrandar la familia. El destino te permitió espiar como
lo hace un niño cuando se alza puntas de pie para mirar por la ventana y
ver lo hermoso que hay del otro lado ... Eso te dejó hacer el destino
... Luego que te permitió gozar de tus primeros éxitos, de tus primeros
frutos de tanto talento, tanto trabajo y tanto esfuerzo, y de soñar y
planificar tu porvenir, te quitó todo sin explicación, te traicionó como
la asesina, te dio un final tan impropio de tu Amor, de tu ternura, de
tu bondad, de tu dedicación ... Aún no entiendo por qué el destino te
jugó tan mala pasada, Selena. Supongo que ni tuviste tiempo de
preguntártelo, mas estoy seguro que te habrás ido preguntándote cómo te
pudo pasar eso, por qué a ti, qué sería de de ti, de tu esposo, de tu
familia, de tus fans que te querían tanto. Quiero creer que cerraste los
ojos pensando que pronto despertarías de tus recurrentes pesadillas y
que pronto, muy pronto el mundo sería tuyo, que el mundo estaría pleno
de tu Amor...
Me gustaría pensar que algún día vas a despertar de ese
horrible sueño y pronto, muy pronto volveremos a ser felices, y que
estos 18 años fueron una pesadilla, un mal sueño del que pronto
tendremos un dulce despertar...
Te quiero, Selena. Te quiero mucho. Espero que vuelvas
para poder decírtelo personalmente y estar contento al verte tan
feliz...
Parece que de nada ha servido lo que has hecho, Selena
... De nada ... Sí, lo sé ... Todos te tributan ... Todos te recuerdan
... Todos te homenajean ... ¿Pero quién sigue tu ejemplo? ¿Quién está
dispuesto a seguir tu camino? “Sí, ella era una chica muy buena, pero
tal vez algo ingenua. Por eso le pasó lo que le pasó”, dicen muchos,
algunos de ellos admiradores de ti. ¿Qué se nos quiere decir entonces?
Algo lamentablemente muy cierto ... El mundo no es para los buenos, para
los justos, para los trabajadores, para los sinceros, para los que
brindan su corazón en cada acto de sus vidas ... No ... El mundo es para
los “vivos”, para los que triunfan a cualquier precio, para los que
hacen lo que les parezca dañando al prójimo, para los falsos, para los
que sostienen doble discurso, para los que traicionan. “El fin justifica
los medios” se suele decir. Y tras esa “revelación”, cualquier cosa es
válida. Hoy da lo mismo hacer un homenaje a Selena como entrevistar a la
asesina, pues en ambos casos da “rating”. ¿Y la moral? ¿Y los parámetros
de rectitud que siguen nuestras vidas? ¿Y las actitudes de los que dicen
creer en Dios pero que no siguen sus mandamientos? ... No, Selena.
Parece que de nada ha servido lo que has hecho. “Haz lo que digo pero no
lo que hago”, es otro de los dichos famosos en los que se justifican
muchos para sostener las más lastimosas de sus actitudes. Y así nos va,
y así sigue este mundo sin Amor, sin tu Amor, Selena.
Sé lo difícil que es seguir tu ejemplo, Selena. Tú sabes
lo que es ir por la vida con la verdad, siendo honesto y transparente.
Te revelas ante un mundo que es totalmente contrario a ti exponiendo tus
virtudes y también tus defectos. Y no es que todo el mundo es malo,
falso, injusto. Pero la mayoría que es como tú vive sojuzgada por el
mandato de “los otros”. Porque el mundo es para el que gana a cualquier
precio y ése es el que pone los parámetros a seguir, las condiciones, el
modo en el que debemos llegar para “triunfar en la vida”. ¿Y qué es lo
que se nos dice cotidianamente?: “Destruye a tu prójimo, sé
individualista, piensa sólo en ti, sé obsecuente con el que esté encima
de ti, gánate a tus semejantes hablándoles con su mismo idioma pero
traiciónalos diciéndoles a los poderosos lo que piensan”. Es así, Selena
... Lo vemos cotidianamente. Los que calumnian, los que difaman, los que
esconden su verdadera personalidad, los que muestran una figura diáfana
ante los demás diciéndoles los que “quieren escuchar” para después hacer
lo contrario, los que proponen alianzas y pactos oscuros para lograr
hasta lo más insignificante en nuestra labor cotidiana son los que mejor
la pasan. Y en cuanto notan que hay un diferente, alguien que no sigue
sus parámetros, alguien que se maneja con la verdad y con la justicia, a
ése lo señalan y mandan a sus “aliados y súbditos” a atacar. Tú lo
sabes, Selena ... Lo sabes bien ... Tal vez la fama que supiste
conseguir te permitió mantener tu imagen de siempre, pero sabes que te
duró poco, muy poco, y que el destino y este mundo cruel te asestaron el
peor de los castigos ... Tú sabes lo difícil que es ir con la verdad en
la vida, Selena ... Y peor aún, lo difícil que es ir en la vida con una
actitud independiente, personal, propia, y sostenerla contra viento y
marea. Sabes Selena que a la corta o a la larga te dejan solo peleando
contra todo, y si te tienen alguna conmiseración dirán que fuiste un
soñador, un idealista, un ingenuo. Sabes, Selena, que a ti también te
dejaron sola en el medio de la fama cuando tú quisiste emprender tu
carrera de diseñadora. Tú sabes que te dejaron sola aquel nefasto 31 de
marzo. Selena: tú sabes lo que es estar sola, no por la soledad misma,
sino la soledad por el aislamiento de todo un mundo que no quiere que
expongas con tu ejemplo su propia inoperancia...
Selena. A veces pienso que cuando te recuerdo quiero
rescatar aquel ideal que tú dejaste y que lo intentaste plasmar en los
hechos. Sé que cuando uno escribe sobre alguien desde un punto de vista
muy personal también está hablando de sí mismo. Y me siento tan
identificado a ti que no puedo evitar poner tu figura como un ejemplo a
seguir y no sólo como una artista a quien se admira mucho. Porque
admirar, admiramos todos. Porque escuchar, escuchamos todos. Porque
hablar bien de la artista, hablamos todos. La diferencia se marca cuando
hablamos de la persona, con sus virtudes y con sus defectos, con sus
fortalezas y con sus debilidades, y la exaltamos y tomamos como ejemplo
a seguir. Y allí quedamos pocas, muy pocas personas para transitar ese
difícil camino ... Si supieras, Selena, qué difícil es, cuán difícil es
sostener ese principio cuando tienes a la mayoría en contra, cuando
sabes que con tu actitud los pones en evidencia. Y más aun cuando
sostienes tu postura a pesar de todo eso, a pesar de los tremendos
obstáculos que te ponen en el camino. Vives poniendo tu sonrisa, tu
mejor onda y predisposición en el medio de un mundo que te sostiene la
sonrisa y luego habla pestes por detrás. Varias veces me pregunté si
valía la pena seguir ese camino, si era mejor patear el tablero y ya.
Pues tú sabes, Selena, cómo te provocan, cómo te buscan, cómo quieren
que rompas ese equilibrio que tanto les molesta ... Más de una vez lo
pensé, pero me resisto a ceder ... Por ti, Selena ... Por ti ...
Abandonar es claudicar. Abandonar es darle la razón a esos execrables
que tanto daño hacen diariamente, esas mismas personas nefastas que te
hicieron tanto mal ... Pero más de una vez me dije: “Tengo que aceptar
que esa gente existe y que persistirá en su camino. Tengo que aceptar
que me molesta, que me enoja, que me perturba. Porque si lo acepto sabré
que podré seguir mi camino sin estar pendiente de lo que hacen y de lo
que harán. Si eso logro, entonces serán ellos quienes tendrán que
aceptar mi presencia tarde o temprano. Y que a su odio contestaré con
Amor, que a sus chismes contestaré con silencio, que a sus comentarios
maliciosos sobre los demás contestaré con una sonrisa, que a sus
calumnias contestaré con la verdad, que a sus caras de enojo contestaré
con mi mejor predisposición. Es así la vida, Selena ... Tal vez eso es
lo único que te pueda reprochar ... Tal vez pensaste que con Amor,
verdad y rectitud alcanzaba para superar los peores obstáculos en la
vida ... Y lamentablemente no es así ... Ojalá fuera así, pero no lo es
... Hay que enfrentar a lo malo y, sobre todo, reconocerlo, aceptar su
existencia, y no pensar que se lo puede cambiar. Porque el cambio está
en uno para cambiar a los demás. Y saber que esa gente puede ser capaz
de hacer cualquier cosa ... Eso fue lo que te faltó. Selena. Si lo
hubieses advertido, te hubieses salvado sin perder por ello tu esencia
... Y hoy el mundo sería otro ... De eso yo no tengo ninguna duda...
Sabes muy bien, Selena, que la gente no sólo te admiraba
como artista. Todos te admiraban como persona. Pero tú no eras cualquier
persona. Tú eras distinta, diferente. Tú eras espontánea, real, sincera.
Tú eras la misma tanto en el escenario como fuera de él. Porque ante las
cámaras podemos hacernos los buenos y carismáticos, pero fuera de ellas
ser unos miserables que sólo queremos la fama y el dinero. Y el público
no es tonto. El pueblo no es tonto. Puede seguir el juego, pero sabe
cuándo se lo engaña y cuándo no, sabe cuándo se le habla con sinceridad
y cuándo no, sabe cuándo un artista les habla con el corazón y cuándo no
... Esa gente se vio identificada contigo porque deseaba ser reconocida,
considerada, tenida en cuenta ... Y sobre todo esa gente necesitaba
sentirse amada ... Como tú, Selena, como tú ... Tú les mostraste que
eras como ellos, que sentías como ellos, que no les mentías, que les
hablabas y les cantabas con el corazón ... Y la gente lo entendió y
sintió así ... Por eso te querían tanto ... En ti vieron una luz de
esperanza. Que un mundo era posible. Que con Amor, dedicación,
honestidad y trabajo todo se podía... Quizá vieron en ti que lograrían
el éxito desde sus humildes lugares, con cada cosa que hicieran por más
que fuera pequeña. Si tú les mostrabas que tal cual eras podías
lograrlo, ¿por qué no ellos? Tú les diste ese impulso que les faltaba,
esas ganas, ese porvenir, esa luz de esperanza ... Hasta que sucedió lo
que sucedió ... Muchos en aquel nefasto 31 de marzo, y en los meses y
años que transcurrieron después, se preguntaron por qué había tanta
gente desconsolada en las calles llorándote y buscando una explicación
... Y se lo preguntaban periodistas que sabían de tu existencia, que te
habían entrevistado y que te admiraban ... Pero ni ellos podían explicar
no sólo la magnitud del dolor sino el porqué de tanta tristeza ...
Tampoco se podían explicar cómo de pronto había una comunidad que te
lloraba como si fuera el asesinato de Kennedy y cómo otra que no sabía
de tu existencia pero que al enterarse de lo ocurrido y de su
repercusión quiso saber quién eras y qué habías hecho para generar tanta
admiración pero también tanta tristeza ... A veces hay cosas que no se
explican ... Se sienten ... Se perciben ... Se huelen ... y lo que la
gente sintió es que se había perdido algo más que tú ... Se perdió tu
canto ... Se perdió tu andar por el escenario ... Se perdió tu alegría
... Se perdió tu esperanza ... Se perdieron tus ganas ... Se perdió un
ejemplo honesto de llegar a ser alguien en la vida ... Se perdió tal vez
el único camino que tenían ellos para cumplir genuina y honestamente su
sueño, el famoso “sueño americano”. Si a ti, que eras una estrella
reconocida te pasaba semejante afrenta, ¿qué les esperaba a ellos, que
cifraban sus esperanzas en ti? ¿Quién iba a convencerlos ahora de que
todo era posible, de que todo se podía realizar, de que no había que
renunciar nunca a los sueños, de que sólo dependía de uno para lograrlo?
La gente no es tonta, la humanidad no es tonta ... Todos percibimos
cuando todo está perdido. Todos sabemos el momento en el que nos llega
la hora de partir ... Y la gente te lloró como a nadie pues sabía que
nada volvería a ser lo mismo, que sin ti tu ejemplo todo era una
quimera, que la desesperanza se demostraba con tu absurdo final ... Y
cada uno se refugió en sus casas y se aferró a tus cosas como se aferra
a una estampita ... La esperanza pasó a ser algo lejano que estaba
ligada a tu ausencia. Aferrarse a tus discos, a tus fotos, a tus cosas
era aferrarse a una esperanza que ya no estaba corporizada, que no tenía
guía ni orientación. Más de uno besó tus fotos como si fuera algo
sagrado abrigando un deseo de que algún día las cosas volverían a ser
como cuando estabas tú ... abrigando el deseo de que tú volverías algún
día para decirnos que todo fue una gran mentira, un mal chiste del
destino, una burla de la vida ... Pero todos sabían de que ya nada
volvería a ser como entonces. Y que los artistas que siguieran tras de
ti te invocarían pero que no seguirían tu ejemplo, acaso porque dieron
cuenta de que si tú que habías hecho este camino tuviste este final,
ello no se arriesgarían a transitar el mismo rumbo, aunque le hicieran
los ajustes necesarios para no caer en el mismo error ... No, Selena ...
Tu partida y sobre todo la forma en la que te fuiste a muchos les dio la
certeza de que era mejor adaptarse a las circunstancias, de que era
mejor aparentar ser buena, aparentar ser honesta, aparentar ser
desprendida, aparentar ser atenta con el público, aparentar ser
carismática ... Aparentar ... No ser ... Ser una cosa ante las cámaras y
la verdadera personalidad dejarla bien guardada en casa ... Tal vez
muchos artistas pensaron que no había que mostrarse tal cual eran, que
ése terminó siendo un grave error de tu parte ... Abrirse tanto ante el
público y ante todos los que te rodeaban, que todo el mundo supiera
exactamente cómo eras, cómo pensabas, cómo vivías la vida terminaba
siendo contraproducente ... ¿Y si a ellos también se le aparecía en la
vida una persona como la asesina? ¿Se darían cuenta si siguieran tu
ejemplo? ¿Tendrían tanto Amor como tú para superarlo? No, Selena ... Tu
partida trajo más malas consecuencias de las que te hubieras imaginado
... Ya de por sí nadie era como tú, pero si alguien se asemejaba a ti no
iba a tratar de seguir tu camino, porque las consecuencias podían ser
nefastas. Muchos artistas dieron cuenta lamentable y erróneamente de que
para llegar a ser alguien en la vida y trascender no había que ser como
tú. Que muy lindo lo tuyo, que muy idealista, que muy bueno para un
mundo de ensueños ... Pero para este mundo, para este mundo cruel, real
y pragmático, seguir tu camino era posible pero no siguiendo tu ejemplo.
Invocarlo sí, pero no seguirlo. Que hacerlo sería un acto de ingenuidad
fatal ... Y así se dieron las cosas. Muchas artistas te invocaron como
la mejor pero a la hora de triunfar fueron “a lo seguro, a lo que no
podía fallar, a lo previsible”. Tú iniciaste y marcaste el inicio del
camino pero fueron otras artistas que terminaron tu camino yendo por
otros rumbos y capitalizaron el éxito, un éxito que hubiese sido muy
distinto si lo hubiese comandado tú ... Un éxito que hubiese significado
que estábamos ante otro mundo y ante otra humanidad ... Porque no creo
que estando tú en lo más alto estarían alabándote sólo porque tenías un
buen cuerpo, siendo noticia porque tenías un nuevo Amor, o estando en
las primeras planas por escándalos o chismes inventados. Ése no era tu
estilo, Selena, y si se daban estas cosas tú nunca lo hubieses aprobado
ni permitido. No, Selena, viendo quiénes son los que tienen éxito ahora
y el modo en el que lo logran, veo que éste no es un mundo que estaba
preparado para ti. Éste es un mundo que no está a la altura de lo que
eras tú como artista y como persona ... Una mujer que es buena, honesta,
responsable, que sólo tiene un Amor y que no busca ni quiere escándalos
para progresar en la vida parece no ser muy apetecible para un mundi que
sólo quiere nutrirse de los ideales más bajos y perversos ... No, Selena
... Tú eras demasiado buena para este mundo que no parece tener rumbo...
Hoy es Viernes Santo, Selena ... Y más allá de nuestras
creencias, siempre que llegamos a estos días solemos reflexionar sobre
muchas cosas ... Y encima este Viernes Santo cae muy cerca de aquel
nefasto 31 de marzo ... De hecho ese día coincide con el Domingo de
Resurrección ... Tal vez sería bueno que todos nosotros aprovechemos
estos días para pensar qué camino seguir, qué queremos hacer de nuestras
vidas, qué queremos reafirmar y corregir, qué deseamos en el futuro, en
qué queremos confiar, cuál es nuestra vida, cuál nuestro camino. Hace
muchos años Martin Scorsese había sacado a la luz un film bastante
polémico, “La última tentación de Cristo”. En él ponía a Cristo
engañando por el Diablo para que dejara esa Cruz que lo tenía atado a
una segura muerte, y que siguiera su vida sin pensar en que él debía
sacrificarse para salvar a los demás. Cristo acepta pues no entiende por
qué tenía que ser Él quien debía dar su vida al servicio de los demás. A
partir de esa decisión Cristo transita su vida como cualquier otro, se
casa, tiene hijos, pero luego se da cuenta de que ha cometido una
insensatez, que le ha fallado a Dios, que se siente un miserable, un mal
hijo ... Por eso le pide a Dios perdón, y que vuelva el tiempo atrás y
lo ponga en esa cruz. Que ése era su lugar, que Él era el elegido, que
estando Él allí la humanidad tendría un camino, una esperanza y se
salvaría ... Finalmente, Dios le concede el deseo y lo regresa a la Cruz
y al sufrimiento que lo llevaría a la muerte. Cuando Cristo da cuenta de
ello, sonríe y espera con alegría sin dejar de sufrir el desenlace de
todo. Ahora sí se sentía tranquilo y feliz ... Ahora estaba con la
conciencia tranquila ... Y el mundo estaría salvado con un camino y un
ejemplo a seguir ... Me gustaría que en esta Semana Santa y a punto de
cumplirse 18 años sin ti, Selena, todos reafirmáramos nuestro Amor,
nuestro recuerdo y nuestro tributo siguiendo tu ejemplo de vida a pesar
de las consecuencias, a pesar de nuestra suerte. Me gustaría que todos
te recordáramos no sólo por lo gran artista que eras sino por lo linda
persona que demostraste ser ... Yo no quiero que cada vez que llegue el
31 de marzo o el 16 de abril sólo pensemos en recordarte por tus
canciones. Eso sin rescatarte por lo que has hecho es un recuerdo vacío
y sin sentido. No alcanza con decir que te llevamos en el corazón,
Selena ... No, eso no alcanza. A esas frases le tenemos que dar
contenido, sentido, significado ... Si queremos llevarte en el corazón
todos los días, Selena, tenemos que ser como tú, seguir tu camino,
seguir tus ideales, seguir tu convicción, aunque eso nos traiga más de
un disgusto, broncas, injusticias y sufrimientos. Lo peor que nos ha
pasado en los últimos años, Selena, es que se ha instalado la idea de
que el mundo es sólo para los ganadores, para los “vivos”, para los que
logran todo a cualquier precio, de cualquier modo. Y claro, con ese
concepto, tú quedas como que has perdido, que no lo has logrado, que
eras buena pero no llegaste ... Y como no lo lograste, no eres un buen
ejemplo a seguir. Tanto se instaló esa idea que incluso muchos cuando te
recuerdan y tributan se esfuerzan en querer demostrar que lo has logrado
todo, que nada ha pasado, que todas tus metas se han cumplido. Entiendo
ese afán de querer ver las cosas de ese modo, pero con eso no alcanza
para apreciar la dimensión de lo que has logrado, Selena, y también de
lo que se ha perdido con tu absurdo e increíble final. Para recordarte,
Selena, hay que admitir lo que te ha pasado. Para recordarte hay que
saber que tenías 23, casi 24 años, y que tenías un largo recorrido para
seguir. Para recordarte hay que preguntarse qué camino hubieras
transitado en estos últimos 18 años, y qué serías tú hoy y cómo
marcharía este mundo contigo. Y, sobre todo, para recordarte como se
debe hay que ser como tú, aun cuando uno recuerde cada día que hubo un
31 de marzo que ha hecho trizas todo lo que construiste con tanto Amor,
trabajo, esfuerzo y dedicación en todos estos años. Ser como tú es la
mejor forma de tributarte aunque muchos te recuerden lo que ha pasado
contigo, aunque muchos te pasen factura por ser una persona que va la
frente en la vida con la verdad y con honestidad. Sé que es difícil
seguir ese camino, Selena, sobre todo si no estás tú. Pero como en la
película de Scorsese hay que sacrificarse por un ideal, por un camino, a
pesar de que se nos tiente para hacer lo contrario o para desistir de
nuestras metas por resignación. Siempre será más fácil seguir el camino
de la comodidad y del éxito fácil sin ser uno mismo. Pero uno si está
convencido de lo que quiere y de lo que lo representa, no puede dudar.
Yo también quiero seguir ese camino que eligió Cristo en la película,
que no fue distinto de lo que hizo en la vida real. Y si lo quiero hacer
es por ti, Selena, por ti. Porque tú no tuviste la oportunidad de elegir
tu propia vida, tu propio camino, tu propio final. Hubo alguien que te
lo impidió, una persona de las tantas que se nos cruzan por el camino
para quitarnos nuestros más genuinos sueños y proyectos. Por eso mismo y
porque para mí tú, Selena, eres el ser más maravilloso que ha dado este
mundo, es que seguiré tu camino como el mejor modo de tributarte. Sólo
así podré ir por la vida con una sonrisa. Sólo así podré superar todos
los obstáculos que me depara la vida. Y aunque no los supere, como te ha
pasado a ti, Selena, no importa. Siempre podré llegar a mi cama cada
noche con la conciencia tranquila de haber hecho lo mejor por y para ti.
La mejor forma de decirle al mundo lo tanto que se te quiere y extraña,
Selena, es seguir tu camino como la mejor manera de enfrentarse a un
mundo que se empeña en que uno no haga de tu Amor la mejor manera de
sobrellevar una vida que muchas veces es muy cruel para los honestos,
para los trabajadores, para los justos, para los sinceros, para esas
buenas personas como lo eras tú, Selena. Y si no estás tú para vivirlo,
al menos estaré yo para decirte que tu camino no fue en vano, que tu
Amor no fue en vano, que tu sentir no fue en vano, que tus ideales, tus
ganas de vivir, de hacer y de ver las cosas no fueron en vano. Siempre
mi corazón estará junto al tuyo, Selena, para vivir, sentir, padecer y
alegrarse por lo mismo. Para hacerle ver a este mundo cruel que
realmente sigues viva en los corazones que te quieren de verdad, y que
darían lo que sea por verte feliz con tu vida...
Selena: tú cambiaste mi vida sin saberlo, y yo estoy aquí
para agradecértelo siempre todos los días....
Cuando esa mujer me mostró el arma con su cara sonriente,
como si me mostrara un juguete, como si fuera normal que lo hiciera,
casi me desmayo. En un minuto, en tan sólo un segundo todo puede cambiar
en nuestras vidas, algo se nos revela, algo nos dice sin ninguna duda lo
que nos va a pasar. Tuve que hacer un gran esfuerzo para disimular lo
que sentía. Un dolor fuerte en el estómago me hacía doblar por completo,
pero no podía demostrarlo. Ella se daría cuenta. Se daría cuenta de
todo, y si así fuera, cometería el crimen allí mismo sin dudar. No
importaría que estuviéramos en un lugar público. No importarían las
consecuencias. Ella lo haría antes de sentir que ya no era nadie en
nuestras vidas ... Pero allí estaba ... Sonriente y satisfecha ... Yo le
di la tranquilidad de que ni mi familia ni yo la apartaríamos del club
de fans ni de “Selena Etc.” ... Lo había hecho para ganar tiempo ... Lo
había hecho hasta que yo viera que era el momento indicado para
decírselo ... Le había pedido expresamente a mi padre que no
interviniera, que me dejara a mí resolver este entuerto ... Se trataba
de mi negocio, se trataba de mis asuntos, se trataba de mi vida ... Pero
hasta allí creí que estábamos ante un problema a la que no estaba
acostumbrada, que se hacía más difícil de resolver pues hasta allí ella
era una persona de confianza, una amiga que siempre estaba para cuando
la necesitáramos, una fiel servidora para cualquier menester ... Ni se
me ocurrió pensar que estábamos ante un gran peligro ... Por eso busqué
que mi padre no interviniera en este caso. Pensé que él empeoraría las
cosas, que se iba a llegar a un nivel de violencia que se podía evitar
... Tampoco quise hacerle caso a Chris, que me decía que dejara en manos
de un abogado la resolución de los papeles que esa mujer tenía y que por
esa razón me convocaba para no llegar a ningún lado producto de que
siempre había un “inconveniente” que impedía resolver el tema de una
buena vez ... Yo siempre pensé que podía sola, que valía la pena ir a
escucharla aunque supiera que me mentiría la mayoría de las veces ...
Siempre quise ver el lado positivo de las cosas ... Estaba convencida de
que todo se podía resolver, pues nadie es tan malo como para desearle lo
peor a uno ... Más de una vez le dije a mi padre que no desconfiara
tanto, que viera el lado bueno de cada persona ... Pero me estaba
equivocando ... En mi afán por ver todo bien, no quería dar cuenta de
los “avisos”, de lo que se me decía en aquellos malos sueños, de
aquellas horribles pesadillas ... Pero ahora todo lo que se me
presentaba en aquellas espantosas imágenes, y que yo no quería ni
recordar ni ver, se replicaban en esa arma que esa mujer me estaba
mostrando ... Lo podía ver ... Podía verla esperándome una vez más en
alguna habitación de algún motel invitándome con cualquier excusa,
buscando que llegara allí para no regresar nunca más a mi hogar ... Las
imágenes se me aparecían una tras otra, sin ningún filtro, sin ninguna
censura ... Tenía que salir de allí ... Ella podía darse cuenta y yo
estaría perdida para siempre ... Le dije con la mejor de las sonrisas
que debía irme cuanto antes al estudio pues estaban mi hermano y mi
padre esperándome para grabar el disco en inglés que tanto soñamos hacer
... Ella accedió con amabilidad y yo partí raudamente para el motel en
el que ella se alojaba. Cuando vi dónde estaba sentí que me desvanecería
en cualquier momento ... Era ese motel, el mismo motel de aquella
pesadilla. Me preguntaba una y otra vez cómo no me había dado cuenta,
cómo no me lo imaginé antes ... Pero era difícil que ello pasara ... Si
no quería recordar aquellas pesadillas que una y otra vez invadían mi
cuerpo, mi mente y mi corazón, ¿cómo me daría cuenta de los planes de
esta mujer, de lo que estaba por tramar, de hasta dónde quería llegar,
del grado de odio y de rencor que tenía incorporado? ... Ella quiso que
me quedara un ratito para celebrar nuestra amistad ... Yo le dije que en
ese momento no podía, que lo dejáramos para después ... que lo dejáramos
para el día siguiente ... “Mañana será otro día ... Tendremos tiempo
para celebrar nuestro nuevo encuentro...”, le dije ... Ella estaba tan
contenta que no se molestó por mi excusa ... Ella estaba tan segura de
su dominio que nada le podía amargar ése y los días siguientes ... Allí
me di cuenta del significado de la palabra “psicópata” ... Agradecí al
Señor de que me diera la templanza para disimular el dolor y la angustia
que sentía ... Pero también lamenté tener que mentir y no ser auténtica,
como siempre ... Algo había aprendido ese día ... La gente puede ser muy
mala y lastimarte de verdad ... Ese día me di cuenta realmente de lo que
era el mundo creado por una humanidad lejos de las enseñanzas de nuestro
Señor ... Fui rápido, casi volando hasta mi casa ... Quería descargarme,
quería poder expresar todo lo que sentía en ese momento y pensar ...
pensar qué sería de mí en el futuro, qué sería de mí cuando me levantara
al otro día y tuviera que actuar como si nada hubiera pasado, como si
ese día fuera uno más dentro de nuestra compleja existencia...
Llegué a casa en mi auto casi enceguecida ... Casi no
veía las calles, los autos, el paisaje, la gente, mi futuro ... Las
imágenes se me presentaban cada vez más grandes y más elocuentes ... Ya
no las podía guardarlas para mí sola ... Ya no pertenecían a mí ... Ya
se movían a pesar de mi voluntad, a pesar de lo que yo quería hacer con
ellas ... Tanto tiempo estuve con mis pesadillas que me hacían despertar
a grito vivo sin que nadie pudiera explicar qué me pasaba, y sin que yo
pudiera y quisiera decir lo que veía y sentía ... Me provocaba tanto
dolor que no quería siquiera imaginar lo que sucedían en esos sueños ...
Apenas sabía o intuía que era siempre la misma imagen, que era siempre
el mismo hecho doloroso ... Lo pude ocultar durante muchos, muchos años
... No quería enterarme de qué se trataba ... No quería imaginarme que
algo tan terrible pudiera pasar en este mundo, que algo tan espantoso
que me pudiera pasar ... Pero esa escena en la que esa mujer me mostraba
el arma hizo que todo aquello se revelara como una gran película, como
una sucesión de imágenes que avanzaran sin que yo pudiera detenerlas ...
Sin que yo pudiera huir para no verlas ... En todo el trayecto a mi casa
no podía dejar de ver esa arma y esa mujer portándola con una gran
sonrisa ... Estacioné el auto como pude y corrí hacia mi casa ... Abrí
con desesperación la puerta y casi la derribo cuando pude entrar ... Una
vez cerrada la puerta me desplomé allí mismo y comencé a llorar con
fuerza, con rabia, con impotencia, con desesperación ... Me acurruqué
como un “bicho bolita”, tomé con fuerza mis piernas con mis brazos y
puse mi cabeza entre ellas como esperando que me tragara la tierra antes
de seguir viviendo y sintiendo aquello ... Pero lo veía ... Lo podía ver
... Ella me citaría por enésima vez para que la fuera a ver ... Yo ya no
creía en ella, pero igual iría a su encuentro ... Por buena, por
ingenua, por querer ver lo bueno de cada persona iría de todos modos ...
Pensaría que por allí valía la pena hacerlo ... Que ella recapacitaría,
que ella entendería que era mejor que las cosas fueran así ... Que era
mejor que interviniera yo y no mi padre ... Que estando yo en el medio
siempre había una posibilidad de remediarlo todo y de que nos
seguiríamos viendo ... ¡¡Y quién sabe!! ... Ella volvería con nosotros
... luego de un tiempo ... luego de que ella admitiera su error y de que
nosotros volviéramos a confiar en ella ... De nada serviría el consejo
de Chris ... De nada serviría que la viéramos el día anterior y de que
constatara que seguía mintiéndonos ... De nada serviría que ella me
atrajera con excusas absurdas ... De nada servirían las sucesivas
alarmas que provocaban las actitudes de ella con el único afán de que yo
me moviera con una marioneta al compás de sus deseos y caprichos ... De
nada serviría que nos diéramos cuenta de que nos hacía más mal que bien,
de que nada era como antes, de que había pasado el tiempo y de que todos
habíamos cambiado .. y de que debíamos estar a la altura de las nuevas
circunstancias ... De nada serviría que este juego, este nuevo juego
incompleto ya no le servía a nadie ... Igual yo iría, como todos las
otras veces, como si yo fuera apenas una artista en ascenso, de que aún
no me había consagrado, de que aún no me conocían ... Igual yo iría sin
que pensara en que corría peligro mi vida, sin que nadie de mi familia
imaginara que yo estaba entrando en una trampa mortal ... Había pasado
el tiempo y nadie estaba actuando como lo requería nuestra nueva
situación, nuestro nuevo estatus, nuestras nuevas exigencias ... No
éramos tan malos como para pensar que nos harían daño de verdad ...
Nadie nos preparó para ello ... Nosotros sólo recibíamos cariño de la
gente ... La gente nos quería por lo que le brindábamos dentro y fuera
del escenario ... Todavía podía sentir mi gesto de agradecimiento a
Raquelín González cuando nos invitó a su programa “Padrísimo” en el mes
de febrero y hace unos pocos días para que le condujera el programa en
su ausencia ... Recuerdo mi propia expresión ante sus bonitas palabras
... Y yo ya era una figura internacional que en el medio de ello había
logrado que me vieran 65.000 personas en el Houston Astrodome ... Y a
pesar de todo eso fui al encuentro tramposo de esa mujer, fui aun
sabiendo de que debía seguir grabando el disco en inglés, aun sabiendo
de que debía viajar al otro día para dar un concierto en Los Ángeles ...
Fui desviando mi camino lógico hacia el estrellato ... Fui olvidándome
de mis cosas para atender las de ella ... Fui conducido por los deseos
de una psicópata que no aceptaría un “no” como respuesta y que antes que
ser rechazada haría lo que sea ... hasta eliminar lo que supuestamente
más quería ... Llegué a su encuentro y me dijo lo que le había pasado
unos días antes aun cuando me costaba creer que aquello “supuestamente
importante” no me lo dijera antes, antes de prometerme devolver esos
papeles que nunca me daría ... Aun así la acompañaría al hospital, en la
seguridad e ingenuidad de que con la verdad ella se rendiría, y dejaría
de insistir y de mentir ... Aun así la acompañaría en la seguridad de
que ella querría demostrarme que estaba equivocada ... Accedí ir al
hospital, pero cuando estuvimos allí comprobé con indignación que las
cosas eran aún peores de las que imaginaba ... Ella dijo “lo que le
pasó”, pero a la hora de ser revisada, ella se negó ... Sentí que había
llegado muy, muy lejos ... Sentí algo que nunca había experimentado
antes ... Era la primera vez que sentía que ya no podía ver el lado
bueno de las cosas, que había gente que podía desilusionarnos
enormemente ... La enfermera del hospital seguramente había notado mi
fastidio y mi enojo, y trató de apartarme del lugar para hablar de lo
que estaba pasando, pero yo estaba tan enojada y tan desilusionada que
no quise decirle nada ... Sólo le expliqué que era peor si nos
encontraba ella en un costado cuchicheando sobre la situación para que
no lo notara ... Y me fui sin saber que esa enfermera era mi última
posibilidad de salvación para que entrara en la realidad de las cosas
... Que a partir de ese momento transitaría el último camino que tenía
preparado ella para mí .... Que había entrado en su trampa y en su plan
siniestro sin que yo me lo pudiera imaginar ... Ella lloraría,
patalearía, trataría de explicarme lo inexplicable, trataría de que yo
siguiera creyendo en ella ... Ella buscaría darme una nueva oportunidad
antes de activar el plan “por si ya nada se pudiera hacer” ... Entramos
a la habitación del motel a los gritos ... Yo me había dado cuenta
recién allí el tipo de persona que era, y cuánto enojo y desazón me
estaba provocando ... Pero lejos estaba de imaginarme hasta dónde podía
llegar ... Yo sólo quería poder canalizar mi furia demostrándole que
todo había terminado, que ya no la quería ver más ... Sentía mucho dolor
pues nunca me había sentido así, y ahora que experimentaba esa horrible
sensación debía salir de allí cuanto antes no sin antes demostrarle lo
que sentía y que no había vuelta atrás ... Por eso tomé el anillo que me
había regalado con la finalidad de devolvérselo y de expresarle que ya
no había más amistad entre nosotras ... Iba a hacerlo hasta que vi la
expresión de sus ojos y su mano tomando el arma ... Fue un segundo ...
Sólo un segundo ... Esa cara ... Esa expresión ... mezcla de locura,
odio, satisfacción, venganza, furia ... Era imposible olvidarlo ... Era
imposible no saber su significado ... Esa cara con una mueca de sonrisa
... Como diciéndome “Tu destino me pertenece ... Y de ese destino no
escaparás aunque lo desees ... Y no escaparás aunque falle en el
disparo...” ... Fue un segundo, sólo un segundo, en el que me di vuelta
lo más rápido posible espantada por esa revelación ... Fue un segundo en
el que escuché un enorme estruendo y sentí un terrible dolor en la
espalda ... y luego en el pecho ... Después ... Después fue correr,
correr y correr sin poder quitarme esa cara de esa psicópata que reía y
me mostraba por primera vez lo que era realmente y de lo que podía ser
capaz ... sin que nunca sospechara de nada ... Sin que nadie de mi
familia se imaginara jamás que esto nos podía llegar a suceder ... que a
mí me podía pasar eso ... Poco después sentí un gran mareo y caí sin
saber ya dónde estaba ... Sólo quería descansar ... Sólo quería volver
el tiempo atrás ... en el que era una niña que pensaba que todos eran
buenos y que sólo quería ser diseñadora, una humilde, talentosa y
trabajadora silenciosa que sólo se expresara a través de sus creaciones
... Y cerré los ojos en la seguridad de que cuando despertara todo sería
distinto y todos seríamos felices siendo tal cual éramos ... Felices
mirándonos a los ojos ... Felices sin tener que desconfiar en nadie ...
Felices con honestidad, trabajo y sacrificio ... Felices sin mentir ...
Felices sin manipular ... Felices sólo siendo tal cual queremos ser en
nuestras vidas ... Felices ... sólo felices ... Sin pensar en que es
imposible lograrlo ... Sólo pensando en que con Amor todo se puede
lograr...
Cuando apareció Chris en la casa me abracé a él y seguí
llorando en sus brazos. Él estaba lógicamente consternado. Pero fiel a
su estilo dejó que llorara todo lo que tuviera ganas de llorar y que
sólo hablara cuando quisiera. Luego de un tiempo supo que lo que tenía
guardado bien adentro no lo diría tan fácilmente. Él sabía muy bien lo
que era sentir esa sensación ... De a poquito comenzó a preguntarme lo
que sentía, qué me estaba pasando, qué era lo que me angustiaba. Le hice
recordar el tema de las pesadillas recurrentes que tenía y que nunca
podía ni quería saber de qué se trataba ... Él me había visto en
infinidad de veces sudando frío en las madrugadas despertando a los
gritos luego de vivir esos terribles sueños ... Me preguntó si por fin
sabía en qué consistían ... Yo me aparté de él y le pedí que me
escuchara sin interrumpirme ... Que sólo escuchara lo que me había
pasado un par de horas antes y que eso me hizo saber lo que me aterraba
de aquellas pesadillas ... Chris primero me miró entre incrédulo y con
aire burlón ... “¿Es que acaso crees en los mensajes premonitorios?
¿Crees en mensajes del futuro o algo así? No sabía que pensabas eso ...
¿Es que...?”, me preguntaba Chris. Yo lo interrumpí: “¿Es que no
entiendes? No se trata de lo que creo ... No se trata de premoniciones
ni de mensajes. Se trata de intuición. Tú no sabes lo que sentí al ver
la mirada de esa mujer. Pude ver lo peor. Y pensé en el sueño ... ¿Qué
importa si el sueño es premonitorio o no? ¿Qué importa lo que significa?
Importa el mensaje que me dio esa mujer. ¡¡Ella me va a matar, Chris!!
Ella me mostró su arma , como diciendo “mira lo que iba a hacer contigo,
Selena, si osabas apartarte de mí ... ¡¡Esa mujer nos engañó a todos!!
No sé si está loca, obsesionada o qué ... No sé qué pretende de
nosotros, pero si no hacemos lo que ella quiere buscará herirnos de la
manera más efectiva que ella cree. ¡¡Y ésa es eliminarme a mí!!”. Volví
a llorar y Chris me abrazó muy preocupado. Allí comenzó a darse cuenta
de lo que estaba pasando ... no sólo ese día sino en los últimos meses
... “Sí, Selena ... Ahora lo comprendo ... Le hemos dejado hacer lo que
quiera en todos estos años ... Y ella cree que te pertenece ... ¿Te
acuerdas cómo intentaba influirte en tus pensamientos? ¿Te acuerdas
cuando hizo que me preguntaras si acaso mis amigos y yo habíamos
destrozado un baño en una de las fiestas organizadas por ella a
sabiendas de que ella sabía que unos cuantos años atrás había sucedido
lo mismo en otro lugar? Ya logró que Martín Gómez, tu modisto, se fuera
por desacuerdos con ella ... Ya logró que mucha gente cercana a ti se
tuviera que ir ... Nosotros nunca intervinimos porque no teníamos
tiempo, pero también porque confiábamos en ella ... Le dimos todo el
poder ... Le dimos toda la confianza ... Ella siente que no se la puede
sacar de allí ... Siente que tiene todo controlado ... Piénsalo bien ...
¡¡Hasta logró ganar la confianza de tu padre!! Y fue a la primera
persona que acudió, con lo difícil que es convencerlo de algo, con la
desconfianza que tiene él de todo el mundo ... Pero ya esto me da miedo
... Tendremos que avisarle a tu padre ... Todos sabemos que los
problemas con ella surgieron ahora porque se le han descubierto malos
manejos con tu negocio y con el manejo del club de fans ... Y di que
algunos de ellos se quejaron en q-productions y no en tu negocio, si no
nadie se hubiese enterado ... Se ve que ella controla todo eso y ha
evitado que nosotros nos enteremos ... Habrá que avisar a la policía ...
Habrá que...”, alcanzó a decirme. “¡¡No, Chris!! ¡¡No me entiendes!!”
Ella es una psicópata. Ahora sé muy bien lo que significa ello. Lo peor
que podemos hacer es notarle que ya no confiamos en ella, que la
apartamos, que la echamos. ¿Acaso por qué no lo hicimos en estos días?
Porque sabíamos las consecuencias de despedirla. Pero esto es mucho peor
de lo que imaginábamos. Tenemos que seguir como si nada, pero tenemos
que tenerla lejos, bien lejos con cualquier excusa. Tendremos que apurar
nuestro disco en inglés. Tendremos que seguir con nuestras
presentaciones tal como estaba planeado. A ella tenemos que dejarla que
siga sus contactos con la gente que conoce en Monterrey y en México DF
para abrir nuestras sucursales de “Selena Etc.”, pero mientras tanto
tenemos que volver a organizar el trabajo aquí con la gente que más
confiamos y que ella apartó ...Voy a llamar a Martín. Lo voy a dejar a
cargo de la parte creativa de mis negocios. Y buscaré que Suzette, mi
madre y algunos más de nuestra familia se hagan cargo de todo. Pero todo
debe hacerse en el más absoluto secreto. Ella no debe saber nada. Porque
en cuanto sospeche de algo, estaremos perdidos. ¡¡Hay que moverse rápido
antes de que ella se entere!! ¡¡Cada minuto es valioso!! ¡¡No tenemos
tiempo que perder!!”, exclamé. “Pero ella en algún momento buscará
localizarte y tendrás que atenderla, si no allí sí sospechará...”, me
dijo Chris. “Sí, lo sé ... Tendremos que entretenerla con lo que
podamos. Si tenemos que verla, tú iras conmigo ... Hay que mostrarse
como si nada estuviera pasando ... Y cuando ella quiera saber qué está
sucediendo ya lo habremos hecho...”, le dije. “¿Pero tu padre? ¿Acaso no
le diremos nada? ¡¡Él debe saberlo!! No sabemos a dónde atacará ella
cuando sienta que la hemos engañado...”, me dijo atinadamente Chris ...
De pronto sonó el teléfono ... Chris atendió y abrió grandemente sus
ojos ... Sin duda era ella ... Le hice señas para que me la pasara y en
cuanto la escuché supe que estábamos en grandes problemas. “Llamé porque
quería cerciorarme de algo ... ¿Pero no era que ibas al estudio para
seguir grabando? Llamé allí pero me dijeron que no estabas ... Supuse
entonces que estabas en tu casa ... Y estás allí ... Mira ... ¿Por qué
no nos vemos de nuevo ahora y a solas? Pienso salir a Monterrey hoy
mismo y necesito coordinar contigo los detalles para abrir las
sucursales de ‘Selena Etc.’...”. Sabía que tenía que ganar tiempo ... Le
prometí que iría a verla a solas en un par de horas en el mismo lugar en
el que la vi antes ... En cuanto colgué, le dije a Chris: “Tienes razón
... Tenemos que ver a mi padre ... ¡¡Hay que hacer todo ya!! ¡¡Debemos
deshacernos de esa mujer cuanto antes!!”. Salí corriendo a la casa de mi
padre para explicarle lo que estaba sucediendo. Todos nos convencimos de
que debíamos despedirla y de que debía enterarse por los caminos legales
... No había que atenderla más ... No había que dejarla que ni siquiera
se acercara por ninguna de nuestras propiedades ... “Yo ya había
impartido esa orden pero ella se las ingenió para burlarse a través de
sus ruegos a ti o de algún pedido a alguien que no sabe de nuestras
instrucciones. Debemos ser más estrictos. Llegado el caso tendremos que
denunciarla ante la policía...”, dijo mi padre. Yo lo atajé. “¡¡No!!
¡¡No tenemos que hacer eso!! ¡¡Ella querrá que lo hagamos, pues la
habilita al escándalo!! ¿Acaso sabemos qué hará si sabe que le cortamos
todos los caminos hacia nosotros? Irá a cualquier lado para
calumniarnos, para difamarnos, para sembrar dudas, para ponernos al
público en nuestra contra ... ¡¡Qué más quisiera que la acusemos, así
ella se pone en víctima y sale a decir ‘sus verdades’, el motivo por el
cual nosotros la apartamos de nuestras vidas!! ¡¡No!! Tenemos que seguir
nuestro camino como si nada y que ella esté lejos, bien lejos de
nosotros con excusas creíbles”. “Está bien, m´hija. Está bien. Pero
entonces en algún momento debemos hacer pública la ruptura del vínculo
con esa mujer, pues si no lo hacemos, ella lo hará público antes, y ahí
sí estaremos en problemas y la gente sospechará...”, dijo con criterio
mi padre. Decidimos movernos sin dudar, haciendo lo que debíamos hacer.
Yo llamé a Martín y a toda la gente de mi confianza. Les pedí que
volvieran, de que los dejaría todo en sus manos. Que tenían razón de
quejarse de esa mujer, pero que no se preocuparan ... Que esa mujer ya
no estaba más, pero que no se le ocurriera a nadie comentarlo hasta
verlo en los hechos ... Todos se alegraron y aceptaron volver ...
Mientras tanto, mi padre hacía pública nuestra desvinculación con esa
mujer y los motivos que nos llevaron a ello ... El que pega primero,
pega dos veces ... Sabíamos que ella buscaría contestar con
difamaciones, pero sería tarde ... Nunca podría convencer con mentiras a
gente que creía firmemente en nosotros, que nos conocía bien, que sabía
quiénes éramos y los valores que profesábamos ... Decidimos partir
cuanto antes a Nashville para adelantar nuestra grabación del disco en
inglés y estar bien lejos de Corpus Christi para evitar las
repercusiones de nuestra decisión. Estaríamos allí hasta el 1 de abril
en el que debíamos ir a Los Ángeles para mi siguiente concierto. Si
decidíamos volver lo tendríamos que hacer de incógnito y en forma
separada ... A nadie le gustaba mucho la idea de manejarnos así y sin
que casi nadie supiera nuestros pasos ... Pero intuíamos que ella
buscaría saber dónde estábamos y hacia dónde iríamos ... Ella buscó
localizarme por todos los medios ... Yo había tenido la precaución de
cambiar mi celular y de contactarme con él sólo con las personas de mi
confianza ... Sabía que alguna vez debía acabarse esta situación pero
había que tener paciencia ... Habíamos llegado al día 31 de marzo ... El
día anterior la había pasado muy mal en Nashville ... Volvieron a surgir
aquellas pesadillas, pero éstas eran bien distintas. Aparecía en una de
ellas Martín, que me pedía que no fuera a verla a esa mujer, pero yo no
alcanzaba a escucharlo ... Pero él, en su afán por salvarme, me siguió
hasta el motel. Como al llegar no vio a nadie se dedicó a esperar ... Y
cuando nos vio llegar y entrar a la habitación, el ingresó detrás de
nosotras para acusarla a ella y pedirme que me vaya ... Y ella no dudó
... Nos apuntó y lo sujetó a él pidiéndome a mí que no me moviera si lo
quería ver vivo ... Él me pedía que me vaya ... Que su vida no valía ...
Que sólo valía la mía ... Empecé a llorar ... Le pedía a esa mujer que
lo soltara, que él no tenía nada que ver con todo esto ... Ella sólo se
reía y me pedía que se pusiera al lado de él mientras le seguía
apuntando a Martín ... Yo terminaba accediendo en forma silenciosa
mientras Martín me pedía que no lo hiciera a los gritos ... Vi que la
mujer estaba dispuesta a matarlo y luego a mí. Comencé a gritar, a
gritar muy fuerte ... hasta que de pronto vi que me sacudía Chris. “¿Qué
pasa, qué pasa, Selena? ¡¡Otra vez las pesadillas!! ... Tranquila ...
¡¡Estás en Nashville!! ¿No lo recuerdas? Te iba a llamar después. Te
llamó Martín desde tu boutique. Dice que es urgente. Hay algún problema
con la partida de algunos diseños ... Llámalo a su celular. Está
esperando tu llamado...”. Estaba consternada y aturdida. Aún no había
salido de la pesadilla y encontraba esta rara nueva ... Tomé el celular
y lo llamé. Martín me hablaba extrañamente. Se lo veía nervioso. Me
explicó que no había llegado de Francia los telares que yo había pedido
y que cuando fue a averiguar le dijeron que debía ir yo a la aduana a
solucionarlo ... “Mira que hay mucha gente esperando y que depende de ti
para destrabar todo esto ... Hasta de Monterrey esperan tu decisión...”
y cortó la comunicación ... Me quedé pensando unos cuantos minutos.
Chris intentó saber lo que estaba pasando, pero yo le pedí que me dejara
pensar un tiempito sin que nadie me interrumpiera ... Me quedé pensando
en lo último que me había dicho Martín: “...Hasta de Monterrey esperan
tu decisión...”. ¿Qué me quiso decir con eso? Supuestamente no quería
decir nada, pero algo me estaba diciendo ... Y pronto recordé mi
pesadilla ... Martín no me llamaría por esto ... Ella está con él y lo
tiene amenazado ... Ella quiere que vuelva a Corpus para consumar el
plan ... y éste es el día indicado. Iba dispuesta a volver para salvar a
Martín, pero Chris me detuvo: “¿Pero acaso crees que lo salvarás así?
Ahora tienes en mente tu nueva pesadilla ... ¿pero no recuerdas la
anterior? ¿No te das cuenta de que vas a ir a su encuentro y ella te
matará sin miramientos? ¿Es que no te das cuenta de lo que piensa
hacer?”. “¿Y tú no te das cuenta de que lo tiene a Martín y de que lo
matará si yo no voy para allá? ¡¡No podría vivir con la conciencia
tranquila si algo le pasa a él!!”, le dije y empecé a preparar mis cosas
para salir cuanto antes a Corpus Christi. Chris me pidió que me esperara
a preparar las suyas para acompañarme. Yo accedí pero le imploré que lo
hiciera cuanto antes ... Yo estaba decidida a hacerlo pero no sabía qué
hacer. Ella estaba dispuesta a matarme, pero ahora ella no sólo buscaba
cualquier excusa para atraerme. No sólo me amenazaba personalmente sino
que usaba a gente cercana a mí para ello. Sabía con pesar que iba a
tener que convivir para siempre con este calvario. Ella estaría una y
otra vez acosándome, difamándome, amenazándome. Ya nada volvería a ser
lo mismo ... Tal vez debería dejar la música, mis diseños, todo lo que
yo más he querido hacer para evitar una desgracia ... O tal vez yo
tendría que asumir el rol de víctima redentora, la mujer sacrificada
para que “todo vuelva a la normalidad”. Seguía empacando mis cosas y mis
lágrimas desbordaban mis ojos hasta recorrer todo mi cuerpo y morir en
el piso sin que yo atinara a desviar su lento, persistente e inexorable
camino ... Tal vez había llegado mi hora ... muy a mi pesar ... Este
mundo no era el que yo me imaginaba ... Tal vez no estaba preparada para
enfrentarlo ... Yo no fui educada para estar en la vida con mentiras,
falsedades y actitudes engañosas ... Yo nací para que el mundo me
conociera tal cual soy, sin tener que esconderme, sin tener que huir,
sin tener que ser de un modo distinto para sobrevivir ... sin tener que
ver morir a alguien para salvarme de este mundo cruel ... Si no puedo
ver morir siquiera a un pobre animalito enfermo y viejo, ¿cómo voy a
permitir que Martín muera por mí? Asumí que si tenía que haber una
víctima en esta historia, esa víctima tenía que ser yo ... Era mejor así
... Yo no quería ver sufrir a nadie ... Y mucho menos por mí ... Cuando
Chris volvió con sus cosas fuimos a mi auto y partimos en silencio ...
Llamativamente él no me dijo nada ... Tampoco me hizo preguntas ... Eso
sí, a cada rato me pedía que me detuviera por alguna cosa ... Que había
problemas en el auto, que debía tomar un café para despejarse ... Yo
estaba ten aturdida que ni pude expresarle que no podíamos perder más
tiempo, que había una vida en juego ... Y si tal vez no lo hice es
porque deseaba saber que estaba equivocada, que los sueños no son
premonitorios y que todo fue una burda casualidad. Por un momento me
distendí pensando que Martín me recibiría con una amplia sonrisa y que
yo respiraría aliviada ... Eso hacía acelerar mi paso pero cada vez que
lo hacía Chris me advertía con razón que bajara la velocidad, que nos
iban a penalizar. Era extraña la conducta de Chris ... Se lo veía
tranquilo, puntilloso, atento ... También me llamó la atención que
mirara a cada rato el reloj ... Estábamos por llegar a Corpus Christi y
me estremecí con el sonido del celular ... Pero no era el mío ... Era el
de Chris ... Vi que sonrió cuando terminó de escuchar lo que le decían.
Yo le pregunté quién era, pero él sólo me contestó que era un amigo con
buenas noticias sobre su futuro ... Entrando ya en la ciudad, él me
pidió que lo hiciera despaciosamente ... “No sabemos con qué nos
encontraremos ... ¡¡Ten cuidado!!”, me pidió. Doblamos en la esquina de
“Selena Etc.” y casi desmayo cuando vi miles de patrulleros que estaban
estacionados en la puerta del local. Chris me iba a detener, pero cuando
vio que, para mi sorpresa, mi padre se acercaba a mí, dejó que él me
explicara todo ... “Tu esposo hizo lo correcto. Me avisó en Nashville lo
que estaba pasando, pero me pidió que no te dijera nada ... Así que
avisé a la policía y vine lo más rápido posible para aquí ... Les dije
que probablemente estuviera armada y tuviera un rehén esperando que tú
vinieras ... Y así fue ... La policía estudió la situación y rodeó el
lugar. La intimó a que desistiera. Todavía no sé cómo, pero lograron que
ella liberara a Martín para salvar su pellejo ... Me dijeron que estaba
aturdida ... Jamás se imaginó que íbamos a hacer esto. Estuvo un rato
amenazando con que se iba a suicidar, pero pronto desistió ... No tenía
mucho sentido ganarle tiempo a la policía ... No te tenía a ti ... No
había logrado su cometido ... Sé que es duro decirlo así, pero con esta
atrocidad nos hizo un gran favor ... Ahora nada de lo que diga será
creíble ... Hablarán sus actos antes que sus palabras. Podemos quedarnos
tranquilos ... Y yo aprendí una lección ...Yo no hubiese creído ni en
tus sueños ni en tus mensajes premonitorios. Ahora sé que debo hacerlo.
¡¡Menos mal que tienes a alguien como Chris a tu lado, que te quiere
tanto y que te escucha!! ... Perdóname si no lo he hecho antes m´hijita.
Sé que debo aprender mucho todavía”. Yo rompí en llantos y mi padre me
tomó con sus grandes brazos. Se sumó Chris y todos nos abrazamos ... “Yo
no sé si podré superar esto. No sé aún cómo lo asimilaré...”. Alguien me
dijo: “¡¡Lo harás!! ¡¡Claro que lo harás!!”. Era Martín. Me abalancé
sobre él y le di miles de abrazos y besotes. Le pregunté cómo había
salido de ese infierno. Le pedí disculpas. Le prometí que no volvería a
suceder esto. Le dije que podía irse de nuevo si él lo deseaba ...
“Selena ... Antes que nada, ¡¡menos mal que entendiste lo que quise
decir de la gente preocupada en Monterrey!! Te debo la vida ... ¡¡Y lo
sabes!! Por lo demás, no te preocupes .... Más que nunca estoy contigo
... Todo esto lo hice por ti. Y en todo caso, si quieres sentirte
culpable, yo te daré motivos, pero otros de los que no mencionaste:
cuando me fui de ‘Selena Etc.’ en enero, yo hubiese deseado que me
retuvieras y que la pusieras en vereda a esa mujer ... Pero entendí tu
decisión ... Pero si te sientes mal por ello, entonces te pido a cambio
algo por aquel error: que no te rindas, que pongas más empeño en todo lo
que haces y que confíes en tus instintos. También aprende a defenderte
de aquellos que viven de la maldad, del maltrato, de la manipulación ...
No te pido que seas otra persona ... Sólo te pido que no creas que todo
el mundo es bueno, que todo el mundo es como tú ... Si quieres, ofrece
tu Amor, como siempre, pero no entres jamás en su juego ... Haz siempre
el tuyo y que todos se adapten a lo que tú quieres, que todos compartan
tu felicidad ... Si lo haces, nada te detendrá y triunfarás ... ¡¡Y yo
estaré allí para compartirlo!! ¿Me lo prometes?”. Yo acepté con un
movimiento de cabeza y seguí llorando en sus brazos. Él también lloraba,
pero de felicidad ... “Pues bien. Sé que mañana tienes un concierto ...
Ve a prepararte que yo cuidaré tus espaldas aquí ... ¡¡y ni se te ocurra
volver hasta tener tu disco en inglés terminado!! Yo mientras me
encargaré de todo con las chicas y cada decisión será consultada contigo
siendo tú la última palabra y decisión ... ¿Entendido?”, me pidió. “Está
bien, pero si pasa algo...”, le dije. “Ya sabes. Te diré: ‘¡¡Hasta de
Monterrey esperan tu decisión!!’ “, me interrumpió a las carcajadas. Yo
me reí con él y nos volvimos a abrazar. En el medio de ello apareció un
A.B. desesperado: “¿Estás bien hermanita? ¡¡Dime que todo está bien!!
Tal vez no te lo haya dicho antes pero sabes que te quiero mucho y que
no podría hacer nada sin ti ... Tú eres mi única inspiración. Quiero que
lo sepas..”. Yo me reí en el medio de los llantos: “¿Pero qué haces
aquí? ¿No sabes que debemos partir a Los Ángeles? ¡¡Vamos ya!!” y nos
abrazamos: “Gracias, hermanito. Sabes que nunca te abandonaré. Recordaré
siempre tus palabras antes de tomar una decisión...”, le dije al oído.
Luego les pedí a todos que saliéramos del lugar abrazados y con una
sonrisa. Más que nunca había que estar juntos para afrontar esta dura
situación ... Siempre dije que éste era un año clave para todos
nosotros, pero resultó ser mucho más difícil de lo que imaginaba ... Lo
afrontaré con todos y estando a la altura de las circunstancias ... por
mí antes que nada y por todos los que esperan lo mejor para mí ... No me
tengo que dejar estar, pero por sobre todo no los debo defraudar. Desde
niña aprendí que pesaba en mí una gran responsabilidad, y que debía
convivir con ella para lograr mis mayores sueños y logros ... Sólo así
podré lograr triunfar, pero por sobre todas las cosas, sólo así podré
ser una persona feliz, una mujer plena y satisfecha ... Ahora sí sé que
nadie podrá detenerme ... Estoy a punto de lograr el éxito mundial,
estoy a punto de consumar mi viejo sueño de ser diseñadora, estoy a
punto de mudarme a una casa que sea el hogar definitivo con Chris y en
el que planifiquemos nuestro futuro como familia ... Sólo falta un
pasito, sólo un pasito más y todo lo deseado se habrá logrado ... Sé que
mañana mis sueños se habrán cumplido, sé que pronto mi nombre será
recordado como siempre he querido ... con Amor ... Y no pararé hasta ver
realizado ese sueño ... Sólo falta un tiempito para ser una realidad ...
Sólo un tiempito y seré la mujer más dichosa de este mundo...
(Qué no hubiera hecho para que te dieras cuenta, Selena
... Qué no hubiese hecho para volver el tiempo atrás y entrar en tus
sueños para avisarte, para advertirte, para salvarte ... Qué no hubiese
hecho para recordarte de otra manera, Selena ... Al menos hoy podré
hacer que no se te olvide nunca, que se te recuerde siempre ... con Amor
... Tal vez algún día Dios atienda mis ruegos y me permita que tú vivas
tu vida, aunque sea a costa mía, aunque tú te niegues a que yo haga ese
sacrificio, aunque desees con toda el Alma que el Señor te dé esa nueva
oportunidad...)
Si me conoces, Selena, sabes que desde que te descubrí
soy otra persona, una mejor persona que se nutre a través de tu ejemplo
y de tu Amor...
Recordando el día que tú volviste a verme, Selena...
Recuerdo muy bien aquel día hace ya un largo tiempo ...
Yo era maestra en la primaria de un humilde pueblo texano, en el que
todos vivíamos tranquilos, todos vivíamos felices, todos nos conocíamos,
todos vivíamos soñando con que algún día la suerte estaría de nuestro
lado ... Yo era maestra de un colegio ... La única maestra hispana de un
colegio en el que aún lo latino no era aceptado y en el que en las altas
esferas la gente con piel oscura proveniente sobre todo de México no era
bien vista. Bien lo sabe nuestra generación lo que hemos vivido ... Ir
en un furgón de atrás en los micros, no ser aceptado en diferentes
lugares “exclusivos”, no tener posibilidad en forma honesta de progresar
en lo inmediato ... Para fines de los años ’80 las cosas estaban
cambiando, sobre todo porque los hispanos éramos cada vez más y no
“bichos raros” desperdigados por allí en los Estados Unidos ... Y ni qué
hablar de Texas, en el que ya el inglés y el español se entremezclaban
en nuestro hablar cotidiano ... Pero todavía faltaba mucho para que
diéramos el gran salto, para que nos empezaran a escuchar, para que
tuviéramos nuestro lugar “en la tierra prometida” ... Y para que eso
comenzara a ser una realidad y no un sueño lejano, casi imposible de
lograr, tenía que aparecer alguien, alguien que nos representara bien y
nos hiciera sentir importantes ... Alguien que nos dijera que ya habían
acabado los sueños y comenzado las realidades ... Y ese alguien estaba
allí ... Y no era alguien imponente ni con poderes especiales ... Era
apenas una niña, una niña que estaba acurrucada en el césped de un
parque público ... Lejos estaba la posibilidad de que me imaginara que
ella cambiaría el destino de nuestras vidas ... Y aunque lo pensara no
lo podía entrever en la actitud triste y solloza de aquella niña que era
alumna mía y la única hispana del aula en la que yo enseñaba ... Me
compadecí por su pesar, pero también por saber de su condición de latina
... Esa niña, que se llamaba Selena, era increíblemente inquieta y
alegre. Siempre tenía buena predisposición a pesar de que yo sabía cómo
sufría la discriminación que, viniendo de los niños, resultaba más
implacable que cuando son hechos por los mayores ... Es que es así ...
Los niños no tienen la hipocresía de los grandes ... Dicen sin tapujos
lo que piensan o lo que dicen en privado y en sus casas sus padres ... Y
Selena eso lo sentía, pero siempre tapaba su tristeza y su pesar con una
sonrisa o haciendo las bromas más disparatadas ... Selena tenía esa
sencillez y esa simpleza que la hacían tan agradable, magnética y
simpática que hiciera casi imposible que no se le prestaba atención,
aunque muchas veces se le fuera la mano con las bromas ... Por eso no me
sorprendió lo que logró después con la actuación ... Ella podía estar
horas y horas con un auditorio entero que se paraba para escuchar sus
cosas, para contarles chistes o simplemente para cantar, si se animaba
... Pero ahora estaba allí sola, silenciosa, recogida con sus manos
tomando sus piernas y con su cara entre ellas tratando de disimular lo
indisimulable ... Iba a dejarla sola, pero me pareció que era mejor
acercarse. Había algo que me olía mal de verla allí en el parque. Sus
padres eran muy estrictos y difícilmente la dejarían estar mucho tiempo
sola por allí aunque estuviera alegre y jugando ... Por un momento temí
que no fuera algo más serio y no una simple tristeza por alguna peleíta
con alguna amiga o con algún comentario hiriente de otra persona ...
Decidí acercarme sigilosamente pero tratando de que ella notara mi
aparición y sintiera que lo hacía con la mejor de las intenciones de
contenerla ... Fui adelantando despaciosa y firmemente mi paso mientras
esbozaba la mejor sonrisa para cuando notara que Selena me había
advertido ... Ya a pocos metros de Selena vi que ella levantó la cabeza,
pero al advertir mi presencia volvió a meter la cabeza entre las piernas
... Confirmé que estaba triste y que no quería compartir su dolor con
nadie ... Aun así me acerqué ... Sabía que no podía dejarla sola ...
Pensé, casi como una premonición, que tal vez la ayudaría a cambiar su
suerte de cara al futuro si no la dejaba allí en la más absoluta soledad
y desamparo...
“¡¡Hola, Selena!! ¿Cómo andas? Es raro que estés sola
aquí en la plaza ... ¿Lo saben tus padres?” ... Selena tardó un rato en
contestarme ... Al rato con un firme gesto con la cabeza me dijo que no,
que no lo sabían ... Sabía que se moría por contarme lo que le pasaba,
pero algo se lo impedía ... Sabía que no tenía sentido interrogarla,
aunque sea de buena onda, para que me dijera lo que la entristecía tanto
... Sólo me acerqué a ella y le dije: “No te preocupes. Yo no diré nada
... Nada de lo que tú no desees que se sepa...” y la abracé. En cuanto
lo hice ella se aferró a mí y comenzó a llorar sin consuelo ... Sentía
su cuerpo vibrar en el mío y no pude dejar de sentir una enorme tristeza
... Esa niña estaba sufriendo de veraz y se notaba que lo venía
aguantando desde hacía mucho tiempo ... Podía imaginarme que en el medio
de sus risotadas y de su largo parloteo con sus compañeros de clase
disimulaba todo lo que la apenaba y quién sabe cuánto de esas escenas
las hacía la niña para tapar su dolor ... Estuvimos un largo rato sin
hablar con Selena llorando, en el que sólo se detenía para respirar y
quedarse mirando la nada misma sin decirme nada ... Al rato se
tranquilizó un poco y me dijo: “¿Sabe lo que querría hacer en mi vida?
¿Sabe cuál es mi pasión? ¿Sabe cuál es mi verdadero sueño?” ... Yo me
quedé pensando, pero me inquieté cuando noté que Selena se me quedó
mirando esperando mi respuesta ... “Pues bien ... Sé que cantas en una
banda y que muchos te han visto actuar en el restaurante de tu padre...”
... Selena me paró en seco y me dijo: “¡¡No, no, señorita!! ¡¡No, no!!
¡¡Mi sueño es el de ser diseñadora!! También me gusta cantar pero eso le
interesa más a mi padre ... Eso lo hago por él ... y por necesidad ...
Yo quiero diseñar mi ropa ... ¡¡pero nunca, nunca lo podré hacer!!” y
volvió a romper en llantos aferrándose a mis pantalones ... Yo estaba
compungida y francamente desorientada. Sabía que me faltaba algo para
entender lo que me quería decir la niña y ya era hora de que se lo
preguntara ... Selena me lo estaba pidiendo a gritos ... “¿Pero por qué
no lo podrás hacer nunca? ¡¡Eres sólo una niña con todo un futuro por
delante!! ¿Qué o quién te lo impide? ¿Acaso tu padre...?”, alcancé a
decirle ... “¡¡No, señorita, no!! ¡¡Es que me voy!! ¡¡Mis padres han
quebrado y nos quedamos sin casa, sin restaurante, sin nada!! Lo único
que sé es que tenemos que ir a lo de un tío mío a vivir ... Ya no
seguiré en el colegio ... Tal vez vaya a otro ... ¿Pero qué será de mí,
de mis padres, de mis hermanos? ¿Dónde quedarán mis sueños? ¡¡Yo no sé
qué hacer!! ... Tengo miedo, señorita ... ¡¡Tengo mucho miedo!!” y
volvió a romper en llantos Selena mientras se tapaba la cara con sus
manos ... Yo sólo atiné a abrazarla y a llorar también. No sabía qué
decirle ni cómo consolarla ... Todo era tan repentino y tan terminante
que no tenía nada para decirle más que lo lamentaba mucho ... Sólo se me
ocurrió preguntarle: “¿Cuándo te marchas, Selena?” ... “Mañana. Mañana
muy temprano ... ¡¡Pero por favor no se lo cuente a nadie!! ¡¡Mi padre
me matará!! Apenas hoy mi madre nos lo dijo a mí y a mis hermanos ...
Ella está muy triste ... Mi padre está furioso, pero ésa es su forma de
disimular su dolor ... Él quiere que nos vayamos en el más absoluto
silencio y sigilo ... Él quiere que cuando todos despierten ya no
estemos más en sus vidas ... No quiere que lo vean marcharse derrotado
... No quieren que lo vean enojado ... o llorando ... Es su mejor forma
de asimilar lo que nos está pasando ... Usted tampoco se hubiera
enterado si no me hubiese visto por aquí ... Y si estoy aquí es porque
soy como mi padre ... Me fui para que no me vean triste ... Me fui para
juntar fuerzas y mostrar un ánimo que no tengo ... Me fui para poder
tener alegría y así sostener a mi padre...”, me dijo Selena sin llorar
pero con una tristeza que se le veía en su mirada perdida hacia el
horizonte gris. Aproveché ese momento para decirle que me acompañara al
colegio que tenía que darle algo, algo que le serviría para su nuevo
desafío ... En realidad sólo quería hablarle ... Ya se me ocurriría qué
darle cuando llegáramos allí ... Ya se me ocurriría algo ... Pronto lo
sabría, muy pronto ... Pero en ese momento sólo quería hablarle, sólo
quería que esa niña se fuera con alguna esperanza ... Algo me decía que
si no le daba esperanzas a Selena, todos los hispanos como ella y yo
estaríamos en un camino sin retorno, en un callejón sin salida, en un
laberinto del que no saldríamos jamás...
“Mira, Selena ... Yo sé que esto que te pasa es muy
difícil de entender y de explicar ... Me sería más fácil decirte que
lamento que te vayas y llorar juntas hasta que no podamos más y nos
deseemos mucha suerte a la vuelta de la esquina ... ¿Pero acaso te
serviría? ¿Qué mensaje bueno te estaría dando? Mira ... En la vida
aprendí que lo peor que uno puede hacer es negar el problema, hacer que
no existe para exteriorizarlo luego cuando la situación nos supera,
cuando ya no se puede hacer nada ... Selena ... Siempre ten en cuenta
esto ... Aprende a convivir con el dolor, aprende a vivir con lo que más
te duela ... Si hay algo que no te gusta, no lo disimules para ti ... Si
hay algo que te genera bronca, no lo tapes ... No trates de convencerte
por la fuerza que no te duele, que no te enoja lo que te sucede ...
Puedo entender y hasta aceptar que no puedas demostrar eso abiertamente
hacia los demás ... Yo te conozco, Selena ... Sé que muchas veces ríes
en vez de llorar ... Muchas veces haces reír a la gente cuando estás
triste ... Yo eso lo comprendo ... Una cosa es la vida con los demás en
la que hay que lidiar con muchas cosas que tal vez no nos agradan pero
que con las tenemos que convivir ... Pero otra cosa es nuestra actitud
para con nosotros mismos ... Por eso te pido: ¡¡no te mientas nunca!!
Siempre sigue tu camino en base a lo que tú realmente sientes ... Lo que
tu corazón y lo que tu Alma dicen es lo único que importa ... Y si ellos
te dicen que sueñas con ser diseñadora, pero también te dicen que
quieres seguir cantando para cumplir con el sueño de tu padre, no hay
nada ni nadie que te lo impida ... ¡¡Nadie!! ... ¡¡Sí, ya lo sé!! ...
Problemas como éste tendrás una y mil veces ... A veces más graves ...
Otros no tanto ... Tal vez eso atrase un poco tus objetivos, pero no lo
impedirán si tú te esfuerzas y valoras cada cosa que logres diariamente
... Mira ... Yo soy maestra, pero me costó muchísimo recibirme ... Yo
era muy pobre ... A mis padres les costaba conseguir un empleo ... Les
costaba ser aceptados en muchos lugares ... Sabes que a los latinos nos
cuesta el doble y hasta el triple, ¿no? Seguro que tu padre te lo debe
haber dicho muchas veces ... No me quedó otra alternativa que dejar mis
estudios por un tiempo para trabajar y ayudar a mis padres ... Pero en
cuanto logré hacerme de un dinero extra volví a mi pasión de ser maestra
y de enseñar ... ¡¡Y aquí me ves!!”. Cuando terminé de decirle eso,
Selena me ofreció por primera vez en esa tarde una sonrisa y yo me la
llevé abrazada camino al colegio ... “Y recuerda siempre esto, Selena
... Nada es imposible ... Todo se puede lograr si tienes en claro tus
sueños ... Trabaja duro, sé honesta, perseverante, fuerte, dulce ... Y
mantente tan graciosa y carismática como siempre. ¡¡Ésa es tu carta de
triunfo!! ¡¡Nunca lo olvides nunca, Selena!! ¿Palabra de honor?”, le
pregunté y extendí mi mano. Selena alzó su mano y me dijo largando su
clásica carcajada: “¡¡Palabra de honor!!” para luego saltar y tocar su
manito con la mía. A las risotadas llegamos al colegio. Estaba feliz por
haber logrado cambiar el ánimo a la niña, pero sabía que le tocaría un
camino muy difícil, casi imposible de sortear. Como pude, traté de darle
todos los instrumentos, todas las palabras, todos los medios de los que
se debía aferrar Selena para no caer en el mayor de los desánimos ...
Sabía que en el fondo Selena era una niña sensible y explosiva, pero no
era frágil ... Selena era una niña fuerte que podría soportar la mayor
de las tempestades ... Pero sentía que había que quitarle presión. Que
la presión podía jugarle una mala pasada. Que la presión podía hacerle
tomar una decisión errónea, un destino fatal ... Eso lo supe esa tarde,
ese día que vi por última vez a Selena siendo niña ... Una niña que
podría lograr todo, una niña que soportaría cualquier contratiempo
siempre que no estuviera expuesta a tanta presión ... Una presión que
tal vez la haría perder el rumbo ... Una presión que podría llevarla a
un lugar como aquella plaza y que tuviera la suerte de encontrarme a mí
en el camino, o la desgracia de toparse con una persona que la llevara a
un camino al abismo prometiéndole el mejor de los paraísos ... Con el
tiempo me arrepentí de no haberle hecho hincapié en ese detalle, a
juzgar por los acontecimientos tan tristes que se dieron después ... Sé
que no se puede vivir pensando en lo que puede pasar, pero también sé
que hay veces que cuando algo nos huele mal no hay que callarse nunca
... nunca ... Es mejor pasar por un perseguido y alienado, y no como un
tonto que no se animó a decir lo que era tan claro que estaba sucediendo
e iba a suceder...
En cuanto entramos al colegio no tenía en claro para nada
sobre lo que le iba a dar. Había puesto todo mi esfuerzo en decirle lo
que quería que se llevase en su mente y en su corazón en su viaje a su
destino que no tuve tiempo en pensar en el medio sobre lo que le daría
... Por suerte encontré sobre la mesa de mi escritorio un cuaderno
recién comprado que lo tenía reservado para las calificaciones de mis
alumnos ... Lo tomé y se lo di a Selena con esta recomendación: “Sé que
tu sueño es ser diseñadora. Por eso te doy este cuaderno. Úsalo para
empezar a hacer tus primeros diseños, tus primeros esbozos. Cada vez que
pase por tu cabeza algo, no lo dudes. Ponlo en el cuaderno. Aunque sea
apenas un bosquejo de lo primero que se te venga a tu mente. Y cada vez
que veas una página completa di a ti misma: ‘¡¡Prometo que este diseño
lo haré en cuanto pueda abrir mi propio local de ropa!!’. Estoy segura
de que esto te servirá. Tal vez tengas primero que triunfar como
cantante para luego volcarte a tu verdadera pasión. Es probable que
tengas que dar muchos pasos para lograr tus grandes objetivos.
Seguramente el camino no será lineal, y tendrás avances y retrocesos.
Pero como sea, y sobre todo cuando sientas que pierdes fuerzas y te
sientas como hoy, ¡¡no lo dudes!! Abre este cuaderno y mira lo que has
hecho en él y recuerda tu juramento. Sé que eso te ayudará en el
futuro...”. Selena tomó el cuaderno y me pidió un lápiz. Un poco
consternada tomé uno de ellos que tenía en un portalápiz que había en el
escritorio y se lo di ... Selena lo tomó y comenzó a escribir o algo así
en el cuaderno mientras me miraba y sonreía ... Al poco tiempo me pasó
el cuaderno y me invitó a abrirlo ... Cuando lo hice quedé impresionada
... Selena había hecho en la primera página del cuaderno un bosquejo de
un hermoso vestido de novia con todos los detalles ... “Es lo que tenía
en mente desde hacía un tiempo ... Espero poder hacerlo alguna vez y ser
la primera en usarlo”, me dijo Selena mientras sonreía. Yo le dije:
“¡¡Claro que lo harás!!” y la abracé fuertemente. Fue inevitable que
ambas lloráramos pero esta vez el llanto era distinto ... Era el llanto
de los que saben lo que les espera pero que sueñan con que lo superarán
y que sonrientes podrán contarles a sus hijos lo vivido como una linda
anécdota ... Ese momento tan lindo fue interrumpido por una voz que
invocaba el nombre de Selena. Era su padre. Se veía que la estaba
buscando y no la encontraba por ningún lado hasta que alguien nos debe
haber visto y lo llevó para la escuela. Selena se asustó mucho, pero yo
la tranquilicé pidiéndole silencio llevándome el dedo a la boca ...
“¡¡Aquí estamos, señor Quintanilla!! ¡¡No se preocupe!! ¡¡Selena está
conmigo!!”, y salí fuera del colegio con Selena en mi mano. Cuando lo
pude ver tuve una gran tentación de abrazarlo a él también. Salí
creyendo con que me encontraría con una persona furiosa, pero en vez de
ello me encontré a alguien destruido moralmente, que apenas podía
simular su dolor tratando de expresarme su preocupación por no encontrar
a su hija ... Toqué a Selena en la espalda como modo de que se acercara
a su padre y lo abrazara, mientras le decía: “Temo haberlo preocupado,
señor Quintanilla. Es que su hija se había olvidado su cuaderno de
dibujo y como era importante que me lo trajera completo la semana que
viene, la llevé al colegio a recogerlo ... No quería hacerlo de ese modo
... Lo pensaba llamar pero como justo la vi a Selena, aproveché y aquí
estamos...”. El señor Quintanilla estaba tan triste que ni siquiera
exteriorizó su enfado por el “procedimiento”. “No debió haberlo hecho de
ese modo ... Debió haberme llamado ... Pero no importa ... No importa ya
... Le pido por favor que no se repita...”, me dijo con la voz
entrecortada. “¡¡Sí, sí!! ¡¡No se volverá a repetir!! ¡¡Jamás!! Disculpa
Selena que te haya traído hasta aquí. La próxima avisaré a tus padres.
¡¡Pero avócate a tus tareas y nos vemos mañana!!”, le dije con el mayor
entusiasmo y disimulo guiñándole un ojo ... Le di la mano al señor
Quintanilla y la abracé a Selena mientras le decía en el oído:
“¡¡Suerte, Selena!! ¡¡Y recuerda siempre lo que te dije!!”. Selena me
dio un beso mientras me decía: “Prometo que tendré mi tarea hecha y mi
cuaderno completo ... Pronto, muy pronto...”. Selena se apartó de mí, me
devolvió el guiño de ojo y se sonrió mientras era llevada por su padre
... Yo la vi alejarse y no paré de saludarla hasta que doblaron por una
esquina y ya no la vi más ... Aun con todo lo que pasó recuerdo su cara
de niña sonriente a la espera de un futuro incierto y de un camino muy,
muy duro por transitar...
Por un buen tiempo no supe nada de Selena ... Me
preocupaba por lo que estaría haciendo, si acaso su padre consiguió
trabajo y estaba más cerca de lo que pensaba ... O si en realidad las
cosas fueron empeorando ... La crisis en aquellos tiempos nos había
castigado muy duro y uno veía cómo tanta gente jamás se había recuperado
de aquello ... Temía que a Selena le hubiese pasado lo mismo ... Un día
la vi en el Show de Johnny Canales y me puse a llorar. La vi allí con el
pelo cortito cantando con tanta gracia “Oh!! Mamá!!” y noté que un buen
paso había dado ... Y no pude dejar de reírme cuando el conductor trató
de que dijera en español lo que habían hecho con sus vestidos. Dada su
situación económica ellos mismos habían pintado sus propios atuendos,
pero al querer decirlo en español sólo alcanzó a decir “Los pintaron...”
y echó a reír a carcajadas. Y yo con ella. Yo la conocía bien. Era su
salida ingeniosa para cambiar de tema y no seguir con algo que no podía
dominar bien. “¡¡Qué bien!! -pensé-. Ya se está quitando la presión de
encima. ¡¡Ése es un buen síntoma!!”. Pero lo que más me hacía sentir
bien era que aún siendo pequeña ya sabía manejarse en el escenario y
dominar al público como nadie. Tal vez muchos crean que el secreto del
éxito de Selena eran sólo su figura escultural y una voz prodigiosa ...
¡¡Se equivocan!! Eso sólo lo pueden pensar aquellos que no la han
conocido bien o vieron su etapa de éxito imparable ... Pero aquellos que
la vimos desde pequeña, como la mayoría de los tejanos, el gran éxito de
Selena era su voz, su gracia, su carisma, su simpatía, su dominio
absoluto del escenario, su personalidad, su constancia, su sacrificio,
su honestidad, su autenticidad ... Uno no podía dejar de mirarla. Ella
te cautivaba, te subyugaba ... Y cuando la veías en entrevistas, se
mostraba del mismo modo que en el escenario ... del mismo modo que en la
vida ... Yo lo podía certificar ... Yo la conocía aun antes de sus
primeras apariciones masivas por la televisión ... Yo no necesité verla
ya consagrada para darme cuenta de que lo lograría ... Cuando Selena fue
a la plaza de Matamoros, Tamaulipas, México, en el marco de otro de los
conciertos organizados por el Show de Johnny Canales, vi que tenía algo,
ese algo que lo tienen pocos o que no lo tiene ninguno ... Selena era
apenas una adolescente, con una figura bien distinta de la que se la
conocería tiempo después, con un atuendo metálico, y su pelo cortito y
con rulos ... Estaba ante un público que prácticamente no la conocía ...
Eso achicaría a cualquiera ... No a Selena ... Ella se desenvolvió con
una soltura, con una prestancia, como una artista que ya era una
estrella internacional y que podía mover al público cuando y como quería
... La vi allí interpretar “La bamba” de un modo tan particular,
arengando a la gente, pidiendo que canten, que la sigan, que griten,
tomando a su hermano A.B. para bailar, mostrando unas ganas, una
alegría, un estilo ... Era la misma Selena que yo conocía ... Se
mostraba tal como lo hacía con sus compañeros del colegio, acaparando la
atención, y mostrando una energía y unas ganas que tal vez tapaban días,
meses, años de penurias y de incertidumbre. Cuando la veía actuar con
esas ganas podía imaginarme cuánto la necesidad jugó un factor
fundamental para olvidarse por un rato del miedo, del dolor, de las
privaciones ... Pensaba si acaso mi consejo de que diera todo el éxito
por la banda con el fin de lograr su sueño de ser diseñadora estaba
dando sus frutos ... Y yo estaba segura de que era así ... Esa chica
daría todo por alcanzar su gran pasión ... Todo lo que vino después no
me asombró ... Ya había logrado compartir escenario con el grupo
consagrado La Mafia, ya había logrado su primer premio tejano como mejor
vocalista ... ¡¡A los 16 años!! Y así seguirían los premios en forma
ininterrumpida ... Bueno, por el tiempo que la dejaron ... Me sorprendía
que nada la condicionaba. Con el correr del tiempo lo que parecía que no
podría lograr era un obstáculo fácilmente sorteable para Selena ... Y
eso sí me superó hasta a mí ... Yo estaba acostumbrada a que por más
talentosa y guapa que fueras, una mujer no podía superar a los varones
en el mundo de la música tejana ... Siempre eran consideradas unas
segundonas para el mundo machista de mi tierra ... No se las tenía en
cuenta ... Selena los pasó como postes haciéndolos rodar varias veces
... Pasó a ser la tejana más exitosa y la fiel representación de su
música ... Cuando uno pensaba que ése era su límite pues su no dominio
del español le impedía llegar a México y al resto de Latinoamérica,
Selena rompió esa infranqueable barrera con talento y encanto ... A
ningún mexicano se le pasó por la cabeza alguna objeción a su español no
bien hablado o a alguna palabra mal pronunciada ... Selena con una
sonrisa los dejaba encandilados ... Había muchos grupos tejanos muy
talentosos y con posibilidades seguras de éxito en cualquier lugar de
Latinoamérica ... Pero nadie pudo lograr lo que Selena había logrado ...
Y no es que no fueran talentosos ... No es que no fueran buenos ... Pero
es que nadie, nadie, absolutamente nadie, era como Selena ... Selena
tenía ese “algo”, eso que sólo lo llevan los artistas diferentes, únicos
e irrepetibles ... Ese algo que yo se lo vi desde pequeña, ese ángel que
se empezó a mostrar desde sus primeras presentaciones ... Con el correr
del tiempo Selena sólo iba cosechando lo que había sembrado con creces
... De Texas a México, de México a Miami, de Miami a Nueva York. De los
Tejano Music Awards a Premios Lo Nuestro ... ¡¡Y un Grammy a los 22 años
en 1994!! ... ¡¡Con lo que le costaba a cualquier latino en aquella
época obtener ese premio del que sólo había una terna, una sola
posibilidad de ganar ... No como ahora, que si me apuran lo gano yo
también ... Dicho con todo respeto por tanta gente que se lo merece ...
Pero en aquella época ... Luego vinieron la enorme cantidad de discos
vendidos, la cantidad de hits, las increíbles presentaciones, los
multitudinarios conciertos ... Parecía un cuento de Cenicienta ... Pero
no lo era ... Era mérito, puro mérito de Selena ... Nada es casual en la
vida ... Ni lo bueno ... Ni lo malo ... Y nada de lo que le sucedió a
Selena fue casualidad ... Todos estábamos muy contentos, los que la
habíamos conocido y los que no ... Muchas veces quise acercarme, pero
deseché la idea. No quería acercarme a la artista. No quería aparecer
como una aprovechadora de su éxito con la excusa de que “yo la tuve como
alumna en el colegio”. Si alguna vez se daba la ocasión, bienvenido sea.
Y si no era así, era porque Dios lo dispuso. Yo tenía la secreta
esperanza de que Selena recordaría sus palabras en su despedida y
vendría a verme. Y más lo desee cuando me enteré de que en el medio del
éxito y sin esperar la consagración mundial Selena inauguraba su
boutique en Corpus Christi para luego hacerlo en San Antonio. Podía
imaginarme lo contenta que estaría y más de una vez quise ir a verla a
su ciudad para abrazarla ... Pero yo me despedí de ella siendo una niña
... ¡¡Qué se iba a acordar de mí!! ¡¡Quién sabe por todas las cosas que
había pasado para llegar a ser lo que era!! ... No ... Era imposible ...
Y era lógico ... Selena tenía múltiples ocupaciones y mucha gente a
quien agradecer ... Pensé que lo mejor sería verla algún día, y
abrazarla y esperar si por allí me reconocía ... Y si no sucedía, no
importaba ... Diosito así lo habría querido ... Y yo no iba a alterar su
voluntad...
Era un día de mucho calor en la ciudad ... Era uno de
esos días típicos tejanos, en el que el sol parece abrazarte hasta
ahogarte y hacerte pedir que te suelte por el Amor de Dios ... Yo estaba
yendo camino al colegio y pensé que no iba a llegar nunca ... Había
momentos en los que sentía alucinaciones y pensaba si no estaba en pleno
desierto de Sahara en vez de Texas. Como no vi ninguna palmerita, ni un
charco de agua ni beduinos, seguí mi camino hasta el colegio. Todavía
era temprano por lo que no había llegado nadie. Entré a mi aula de
siempre, colgué mi ropa y cuando estaba por arrojarme a la silla algo me
hizo detener como si hubiese recibido una puntada en la cintura o como
si hubiese chocado contra una pared ... Vi sobre el escritorio un
cuaderno ... Pero no era cualquier cuaderno ... Era un cuaderno familiar
... Miré a mi alrededor y no vi a nadie ... “Tal vez sea de algún alumno
que se lo ha olvidado”, dije sin convencimiento y alarmada por el tipo
de argumento que había pensado ... Eso también me sonaba familiar ...
Cuando lo abrí pegué un salto enorme ... En esa primera página estaba
ese bosquejo, ese dibujo de vestido de novia que había hecho Selena ...
Ni llegué a levantar mi vista cuando escuché: “Te prometí que volvería
cuando lo hubiese logrado todo. Te lo prometí cuando hubiese hecho
realidad mi gran pasión gracias a ti y a tu consejo...”. Y vi entrar a
Selena por la misma puerta en la que yo misma había ingresado antes ...
Pegué un grito que jamás supe su significado y corrí hacia Selena. La
abracé con una enorme fuerza que casi la estrujo y me puse a llorar como
una niña ... Los tiempos habían cambiado ... Ahora era yo la que lloraba
sin parar y Selena era la que me consolaba y protegía ... “¿Creías que
me había olvidado de ti? ¡¡Nunca!! Te tuve siempre presente. Tus
palabras fueron la fuerza para seguir en los momentos más difíciles de
mi vida...”, me dijo Selena mientras me mostraba en unas de sus páginas
mis consejos escritos por ella de puño y letra ... “Pasé por momentos
muy duros. Muchas veces quise escribirte o volver a verte ... Pero
quería que el momento fuera cuando se me diera el sueño de mi boutique
propia ... Ése era mi estímulo para verte. Cuando más esfuerzo hiciera,
cuando más rápido lograra los objetivos, más rápido sería mi encuentro
contigo ... Tenía que demostrarte que cumpliría con mi palabra ... Tenía
que demostrarme que lo lograría a pesar de todo ... Tú sabes que no
puedo parar hasta lograr lo que me propongo ... ¡¡Y lo logré!! ¡¡Y aquí
estoy!!”, exclamaba Selena con total emoción. Yo no podía parar de
llorar. Selena cada tanto me abrazaba y me hacía recordar cada momento
de aquel día en el que se tuvo que ir de la ciudad ... “Pero para que
veas que no sólo no me olvidé de ti sino que sé en qué has andado en
todos estos años, te tengo una sorpresa ... Ya sabes cuál es mi primer
bosquejo y lo has visto ahora ... Yo siempre soñé que ese vestido sería
para mí, para cuando me fuera a casar ... Por si no lo sabes, terminé
casándome en secreto y sólo por civil con Chris ... ¿Te imaginas por
qué, no?”, me dijo Selena y echó una de sus clásicas carcajadas. Yo
asentí con una sonrisa mezcla de complicidad y de alegría ... “Pues
bien. El vestido lo hice igual pensando en que algún día alguien lo
necesitaría ... Y cuando pensé en ir a verte quise averiguar en qué
andabas y allí lo supe...”, dijo Selena e hizo una seña a alguien que
entró con una caja. La persona era una mujer de unos quince años más
grande que Selena. Ingresó pidiendo permiso mostrándose muy amable y
cordial ... Pero había algo en su expresión que no me gustaba ... “Sé
que tienes una hija que está pensando en casarse muy pronto y que
pensaba en breve comprarse un vestido de novia. Pues ya no lo tendrá que
hacer. Eso sí ... ¡¡Que quede como un regalo tuyo!! ¿Prometido?”. Y alzó
su mano ... Yo quedé petrificada. Apenas levanté mi mano pero no pude
seguir y me puse a llorar tomándome la cara con mis manos. Selena se
acercó a mí y me abrazó dulcemente. “Sabes que sin ti yo no hubiese
podido hacer nada ... Es lo mínimo que puedo hacer por tu inestimable
ayuda... También debes saber que ni el éxito ni la fama me han cambiado
... Yo no soy más que ti ... Yo sólo estoy haciendo bien mi trabajo como
lo haces tú ... Y sin haberme enseñado lo que tú me enseñaste no me
tendrías aquí...”. No sé cuándo duró el abrazo ... Sólo sentí en aquel
momento que nada había cambiado ... Que éramos las mismas personas de
hace quince años ... Selena seguía siendo esa misma niña ... Esa misma
persona con un enorme corazón y la misma sencillez ... Selena era una de
las nuestras que lo había logrado, que no sólo cumplió su sueño sino el
de todos ... Selena no dejaba de ser esa niña, esa hermana, esa mujer,
esa persona sensible que lo tenía todo siendo como era y con un enorme
talento ... Y lo había logrado en la Tierra de los Sueños, en el Paraíso
Prometido ... Por primera vez sentí que nadie nos podía detener. Con
Selena sería posible tantos sueños postergados, tanta justicia dejada a
un lado, la igualdad de oportunidades ... El Amor, la honestidad y el
trabajo como modo de lograr que un mundo sea posible, un mundo lleno de
esperanza y de futuro...
La mujer que estaba con ella le mostró el reloj como un
modo elegante de decir que estaban retrasadas y que debían marcharse.
Selena hizo un gesto de asentimiento y rio en un gesto elocuente de
nervios. Allí notó que no me la había presentado y lo hizo ... Me quedé
tan concentrada en ese “algo” de lo que esa mujer no me gustaba que no
pude registrar ni su nombre ni su apellido. Pronto fui sacudida por la
misma Selena que me extendió su mano con su cuaderno y me dijo: “Toma.
Este cuaderno ya no me pertenece. Es tuyo. Quiero que lo conserves. Y te
acordarás de mí en el futuro por la última página ... ¡¡Vamos!! ¡¡Fíjate
en ella!!” Cuando lo hice vi que había otro vestido de novia. Yo la miré
intrigada y me dijo: “Ya te dije que el otro vestido de novia lo había
imaginado para un casamiento que no se dio ... Y ahora pertenece a tu
hija ... Pero ahora tengo pensado hacer la confirmación de mis votos de
casamiento con Chris. Eso será cuando cumpla 5 años de casada. ¡¡Sí, ya
sé!! Falta aún unos años, pero ya tengo armadas las primeras
invitaciones, cómo será la fiesta y mi vestido de novia. Ya lo tengo en
la cabeza ... ¡¡Y el bosquejo lo tienes tú en exclusiva!! ¡¡Ah!! Y Aquí
tienes las invitaciones para toda tu familia. ¡¡Ya ves cómo organizo las
cosas con suma anticipación!!”, me dijo Selena y fue ella quien me
abrazó con extrema emoción. “Quiero que sepas que siempre te llevaré
conmigo ... Y quiero que sepas que necesitaré de ti y de tus consejos
para cuando encare mi otra etapa, mi última y consagratoria gran etapa”
... Esta vez el abrazo volvía a tener esa misma connotación de quince
años atrás. Volvía a abrazar a esa Selena llena de miedos y de
incertidumbre ... Esa Selena llena de presión ... Pero ahora no daba
cuenta de dónde venía esa presión ... Pensé en si era el trabajo, las
múltiples responsabilidades, o todo eso junto y algo más ... Allí volví
a ver a esa mujer tan pero tan amable, pero tan, pero tan
asfixiantemente presente ... Algo no me gustaba de ella pero no sabía
bien qué ... O sí lo sabía, pero no lo quería admitir pues hacerlo haría
que debía decírselo a Selena ... Y yo no quería romper el hechizo del
encuentro ... “Me gustaría Selena que no te expongas a tanta presión. Me
gustaría que...”, traté de decirle. “¿Presión? ¡¡Por ello no te
preocupes!! Ella me saca de todos estos problemas. ¡¡Gracias a ella
tengo un mejor control de todo!!”, me dijo Selena señalando a su
“asistente y amiga” ... Yo asentí con una mueca y ante una nueva seña de
la mujer, Selena me dejó un estuche y me dijo: “Quiero que conserves
esto. Es la primera pieza de mi colección de Huevos Fabergé. Sé que
contigo está en buenas manos. Utilízalo para lo que necesites...”.
Estaba por rechazarlo, pues sabía lo que significaba, pero ella tomó mis
manos con dulzura y suave, pero firmemente me recalcó: Ya sabes ... Para
lo que lo necesites...”. Se despidió de mí prometiéndome que volvería
muy pronto. Lamentó que no pudiera quedarse para cuando los niños
entraran y enloquecieran al verla ... Pero prometió que pronto lo haría,
por mí ... El día en el que se casara mi hija ... El 30 de abril de
1995... La vi partir como aquel día 15 años atrás. Sólo que ahora no era
una niña y no iba con su padre de la mano ... Ahora la llevaba a la
rastra esa mujer ... Pero Selena seguía igual ... Ella no había
cambiado nada ... Alzó su mano y me dio mil abrazos y mil besotes en el
aire ... hasta que llegó a la misma esquina y no la vi más ... No la vi
nunca más...
Cuando llegó la noticia ese nefasto 31 de marzo no lo
quise creer. Vino mi hija llorando al colegio a darme la noticia. Yo
repetía una y otra vez: “No puede ser ... No puede ser ...”. Afuera
llovía torrencialmente. Poco a poco llegaba la mala nueva por la radio,
por la televisión, por los comentarios de los maestros, de los niños, de
todo el mundo ... Los llantos de todos me puso en estado de shock ...
Pero sobre todo quedé estupefacta cuando escuché el nombre y apellido de
la asesina que estaba parapetada en una camioneta amenazando con
“suicidarse” rodeada de policías ... Allí recordé que se trataba de la
persona que acompañaba a Selena cuando me fue a ver ... Esa mujer que no
me caía para nada bien ... “Intuición de mujer”, dicen. “Sentido común”,
diría yo ... Se había determinado suspender las clases ... Ni hubo
necesidad de que ninguna autoridad lo dijera ... El vacío y el dolor de
todos impedían que alguien quisiera hacer algo ese día, y por varios
días, meses y años más ... Recuerdo que me incorporé como pude y volví
al aula luego de que me sacara de allí mi hija para darme la mala nueva
... Sólo les dije que se nos había ido una hermana y que había que
tenerla siempre en el corazón por el resto de nuestras vidas para
recordarla con Amor ... “como ella hubiese querido” ... Luego de
decirles eso ni esperé a que se fueran ... Me fui campo traviesa sin
rumbo fijo en el medio de la lluvia torrencial y me puse a llorar sin
consuelo. “¿Por qué, Dios? ¿Por qué te la llevaste? ¿Qué hizo de malo?
¿O qué hizo de bueno para que necesites de ella? ¿Es que no puedes solo
que necesitas de su Amor? ¿Por qué Dios nos dejaste a esa asesina? ¿Por
qué no me advertiste cuando la tuve tan cerca y comencé a sospechar?
¿Por qué le hiciste esto a Selena? ¿Acaso no has visto lo que tuvo que
hacer no sólo para triunfar sino simplemente para comer? ¿Cómo le
hiciste eso? ¿Cómo nos hiciste eso? ¿Cómo voy a creer en ti ahora? ¡¡Te
llevaste nuestro Amor, nos dejaste sin Alma y nos dejaste al mismísimo
demonio con nosotros!! ¿Qué te hemos hecho para merecernos esto? ¿Qué te
hizo Selena para hacerle esto? ¡¡Dímelo, Dios, por favor, dímelo!! ¡¡Te
lo ruego!!” Y caí desplomada ... Cuando desperté vi a mi hija que rogaba
que me despertara de una vez ... Estuve inconsciente por varias horas
... Casi muero de una neumonía ... En ese momento no me importaba si
vivía o moría ... Como tantos otros sentí que me habían quitado el Alma
... Tuve que hacer mucho esfuerzo para convencer a mi hija que se casara
en la fecha que había sido estipulada ... un mes después de todo ... y
con el vestido que Selena había hecho ... El primero que había diseñado
siendo niña ... Ese 30 de abril me enteré de que Selena había donado una
suma considerable al colegio en el que enseñaba con la condición de que
el aula en el que dictaba clase llevara mi nombre y que todo fuera
comunicado una vez que mi hija se hubiese casado ... Cuando me enteré
sentí que moría de nuevo ... Para todos fue una fiesta muy triste y para
conmemorarla tuvimos que ser lo contrario a lo que hacía Selena ... Ese
día nadie pudo demostrar abiertamente y con sinceridad lo que hubiese
querido decir y hacer ... Allí supe que nunca podríamos homenajear a
Selena a la altura de lo que ella era ... Allí supe que nadie podría
llegar a ser como era Selena...
Un día fui de improviso al Gravesite en el que estaba
Selena ... Nunca hubiese querido ir allí. De hecho no fui al funeral ...
Nunca me hubiese permitido ver a Selena allí y así ... Cuando llegué al
lugar sentí que mi corazón estaba en el lugar en el que ella moraba.
Quise aguantar pero no me pude. Rompí en llantos durante mucho tiempo.
En el medio del llanto y del dolor, hice un pequeño hoyo al costado del
gravesite y enterré el Huevo Fabergé que Selena me había dado ... “Te
devuelvo Selena el Huevo Fabergé que me obsequiaste con tanto Amor ...
Contra mi voluntad quisiste que lo conservara para lo que lo necesite
... Pues bien ... Sin ti este obsequio ya no tiene sentido ... Me diste
más de lo que necesitaba y merecía ... Además, este regalo me da culpa.
Hubiese preferido decirte lo que me generaba esa mujer y no prestar
atención al regalo ... ¡¡Al diablo con el obsequio, Selena!! ¡¡Yo te
quería a ti, sólo a ti!! ¿De qué me sirve tener esto o el valor de este
regalo sin ti? ... Si quieres que lo conserve, ven a buscarme y
devuélvemelo. Sorpréndeme como aquel día y déjame el Huevo Fabergé en mi
escritorio, ¿sí? ... Ven y dame más novedades sobre tu confirmación del
casamiento. ¿Me harás Dama de Honor? ¡¡Eso te pido, Selena!! ¡¡Eso te
pido!! ¡¡Ven, maldita sea, y dímelo, por favor!!” ... Y volví a llorar
sin consuelo. Me maldije no haberle dicho sobre la presión, la sensación
que tuve al verla así siendo niña y que ahora de grande lo volvía a
sentir, que eso me preocupaba y que esa pérfida me inquietaba. ¿Por qué
no me di cuenta antes? ¿Por qué todos no nos dimos cuenta antes? Ahora
era tarde. Todo era muy tarde .... Y Selena era la única víctima de esta
increíble historia ... Historia llena de Amor, historia llena de dolor
... historia llena de locura ... Historia de cualquier persona ...
Porque Selena era eso ... Una gran artista pero una chica como
cualquiera de nosotras ... Y eso nos enorgullecía ... Ahora lo pienso y
tal vez si hubiese actuado como una diva que se hubiese creído una
grande se hubiese salvado ... Eso sí, se hubiese salvado pero no hubiese
sido Selena ... Por algo en su lugar está Jennifer López ... Tal vez eso
es lo que Dios quería ... Que Selena estuviese en el Cielo y en la
tierra Jennifer López ... Me fui esta vez sin mirar atrás ... No me fui
dándole saludos con mis manos y dándoles mil abrazos y mil besotes ...
Desde aquel día hasta hoy estoy esperando que Selena me los venga a dar
... Y sé que algún día ella vendrá ... Dios no puede ser tan cruel ...
El mundo no puede ser tan injusto ... Yo espero que un día Selena me
vuelva a sorprender para decirme que nada era cierto ... Que todo fue
una pesadilla ... Una cruel y burda pesadilla ... Sólo espero que suceda
... Sólo eso me mantiene viva a pesar de todo...
(El que quiere a Selena de verdad la espera todos los
días, la vive todos los días, la siente diariamente ... El que quiere a
Selena sabe y siente que su vida nunca fue la misma desde que la conoció
... Y sólo quiere que esté presente para que cada uno de nosotros pueda
agradecerle ... Y para sentirse contento de que está viva y de que es
feliz ... Selena no era sólo una artista ... No era sólo una gran
cantante ... Selena era nuestra hermana, nuestra hija, nuestra madre ...
Selena fue y es una de las nuestras ... Selena es lo más hermoso que
hemos conocido ... Por eso la seguimos esperando ... Por eso esperamos
verla feliz ... No hacerlo es aceptar su trágico destino ... No hacerlo
es aceptar nuestra propia muerte ... Y el que ama a Selena no quiere eso
... porque sabe que a Selena no le gustaría aceptar esa densa realidad
por más dura e irreversible que fuera ... Para Selena lo imposible era
posible ... Para nosotros está viva ... en nuestros corazones ... Por
ahora ... Sólo por ahora...)