Home

Guestbook

Message Board / Poll

Multimedia / Selena Pictures

Selena Song Lyrics / Music Info

Selena Info / Aftermath

Selena Fans / The Musical, The Movie

Biography / Newspaper Articles

Spanish Links / Browse Selena Store

My Trip to Corpus Christi / The Selena Trial Files

Other /
Site Guide

SelenaForever.com Blog

Soraya / Search



Site in Spanish

 

Menu

Sergio's Journal
 

English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: July 5th 2010
 
 
 

Quisiera sentirte en mi ser, Selena…

 
 
Me gustaría sentir en mi cuerpo, en mi alma, en mi ser todo lo que nos has transmitido Selena. Me gustaría poder llevar en mí tus pensamientos, tus sentimientos, tu nobleza, tu espontaneidad, tu honestidad, tus ganas de hacer todo, tus ganas de ir siempre por más, tus ganas de ser genuina, de decir siempre la verdad, de que te quieran por lo que eras y por lo que transmitías. Me gustaría poder sentir todo aquello que pasaba por tu mente y por tu corazón. Quisiera poder transmitir, no sólo con mis escritos, no sólo con mi tributo a ti, no sólo por mi recuerdo, mi admiración y el poder de alguna manera seguir tu Legado de Amor. Quisiera poder evocarte sintiendo plenamente dentro de mí aquello que tú sentías, todo lo que soñabas, todo lo que aspirabas para ti. Quisiera poder llevar conmigo tus miedos de niña cuando tomaste por primera vez el micrófono para cantar, quisiera sentir tus miradas al cielo y a las estrellas esperando algo mejor para ti, soñando con que algún día serías alguien importante, alguien admirado, alguien que fuera para todos un ejemplo no sólo como artista sino también como persona, y sobre todo alguien amado. Quisiera poder sentir ese sentimiento de no poder expresar todo lo que sentías y pasaba por ti en aquel bus que te llevaba a tantas lugares y a ningún lugar, a tantos conciertos y a tantas incertidumbres. Quisiera poder sentir en mí, cuando te recuerdo, cuando pienso en ti, tus emociones, tu contacto con tu público, el vibrar de tu baile, la expresión de tu canción. Querría sentir el vértigo que tenías cuando te encontrabas con tanta gente que coreaba tu nombre, querría poder rescatar ese sentimiento tan particular de ser querida en tierras lejanas que se emocionaban con tus interpretaciones. Quisiera poder retener esa voluntad, esa tenacidad que siempre fue tu sello, Selena, para aprender unas viejas canciones para lograr la atención de tu padre, para aprender el español por respeto a aquella gente que te adoraba y te recibía con el mayor cariño, y con las mayores ganas de cuidarte y de tratarte bien. Quisiera poder llevar conmigo tus ganas de innovar, de presentarte en cada concierto de una manera distinta e innovadora, de preocuparte por tu vestuario, por tu fisonomía, por tu estilo, por ser siempre diferente y brindarte siempre por igual ante tu gente, de ser alguien a quien se distinguía claramente con su presencia, una presencia que provocaba el encandilamiento de todo el mundo. Quisiera, Selena, llevarme contigo tu amabilidad, tu buena predisposición, tu espontaneidad para encarar cada entrevista, cada conversación, cada diálogo con el mayor de los respetos y con la tolerancia de saber que mucha gente no tiene la mejor actitud ni la mejor intención. Quisiera poder llevar conmigo ese Amor que hacía que todo el mundo se llevara la mejor impresión de ti, que todo el mundo quería hablar contigo, y que se quedaba satisfecho con tu actitud y con ganas de volverte a ver y de encontrarse contigo siempre. Quisiera, Selena, llevarme conmigo tu actitud y tu talento para demostrar que se puede estar por encima de tantas mediocridades y de actitudes mezquinas marcando la diferencia sólo con lo que tú ofrecías tanto en el escenario como en la vida. Quisiera, Selena, llevarme todo esto de ti para tenerte como ejemplo, para ser como tú, para demostrarle al mundo que todo es posible siendo como tú, siguiendo tu camino, escuchando lo que tú decías, mostrando a los cuatro vientos lo que tú eras capaz de hacer. Me gustaría poder recordarte no sólo recordando tu obra, diciendo que eras la mejor, difundiendo tus canciones, tus conciertos, alegrándome con tus interpretaciones, llorando tu ausencia, sino poder actuar en la vida con tu Legado, con tu ejemplo, con tu forma de ver las cosas, con tus pensamientos, pero por sobre todas las cosas, con tus sentimientos, con tus nobles sentimientos que te llevaron a ese lugar tan alto, a ese lugar en el que todos te aman, todos te respetan y todos te dan su mejor cariño. Me gustaría poder homenajearte siguiendo tu vida como guía en mi propio camino en este mundo tan cruel que te llevó sin despedirte…

Quisiera poder ser como tú, Selena, y dejarme llevar por lo que supiste dejar y transmitir a cada uno de nosotros. Tus sentimientos fueron tan nobles y tan genuinos que no había necesidad de ser contemporáneo a ti para saber apreciarte. No había necesidad de poder valorarte en tu tiempo para saber lo que eras como artista, en la vida, en familia, con tus afectos, lo que eras en definitiva como persona. Transmitiste tantos valores y tantos afectos que el sólo contemplarte en un video, con sólo recordarte en algún concierto, con sólo escucharte en un cd, con sólo contemplarte en cualquier circunstancia bastan para quererte con toda el Alma y no olvidarte jamás. Tenías tanto para dar y tanto Amor desparramado en todos los lugares en los que supiste pasar que te hiciste querida y amada en tus tierras, inolvidable en tierras lejanas, tremendamente admirada en aquellos lugares en los que ni siquiera pudiste darles lo mejor de ti. Tal vez al contemplarte y al escucharte no hubo necesidad de tenerte tan cerca para amarte, para apreciarte, para quererte, para llevarte en nuestros corazones. Los humanos, como cualquier animal, tenemos instinto, podemos percibir y sentir tanto el peligro como el Amor. Y acaso todos los que tuvimos la fortuna de conocerte en algún momento de nuestras vidas pudimos sentir lo que supiste transmitir. Y como lo tuyo, Selena, no sólo era cantar, sino transmitir tu cariño y tu Amor, todos alcanzamos a sentir aquello no sólo a través de tu voz, sino a través de tus actos, de tus actuaciones, de tu actitud ante la vida, ante cada emprendimiento que comenzabas. Acaso por eso te amaron todos los que te vieron. Acaso no había necesidad de saber tu idioma. Acaso no había necesidad de que tú supieras el lenguaje de todos a los que les dedicabas tus canciones. Porque todos saben ese idioma tan hermoso y tan universal que expresaban tus sentimientos. Ese lenguaje que no tiene sólo un idioma, sólo unas palabras. Podías cantarles en español, podías hablarles en inglés, podías hablarles en una mezcla de ambos idiomas. Era lo de menos. Pues a ti te querían por otra cosa. Te querían por aquello que les ofrecías, y que tú, sólo tú, Selena, se los podías dar…

Quisiera poder sentir el orgullo de seguir tu ejemplo en todos los aspectos de la vida, porque en definitiva, parecería que tu partida de este mundo nos dejó la peor enseñanza, el peor camino, el más desagradable y deplorable ejemplo. Nos dejó que lo más importante es el fin y no los medios, los resultados antes que las convicciones, el éxito antes que el Amor, los premios antes que el brindarse con espontaneidad ante todos. Nos enseñaron que es mejor ser mezquino, calculador, falso, mentiroso, estrafalario, engañar a cualquiera con la finalidad de un objetivo, mentir aun en la evidencia de que se falsea la verdad, ensuciar a nobles almas con la excusa de defender una “verdad”, ensombrecer lo noblemente logrado, hacer del escándalo un modo de lograr notoriedad, no mostrar lo que se es para lograr la confianza de la gente y herirla hasta lo más profundo con tal de salirse con la suya, llamar “amor” a la posesión, a la dominación, a la paranoia, a la obsesión. Tu partida de este mundo confundió a tal punto a la gente que en el dolor mismo de tu partida, en la incomprensión de cómo a ti te pudo pasar semejante cosa si eras lo más bello, lo más genuino, lo más auténtico, lo más noble, lo más divino que nos podía ofrecer Dios y esta tierra, pensó que “había que aprender la lección”, que había que entender el mensaje de tu triste e incomprensible partida. Y así, mientras te lloraban, te recordaban, te evocaban, sus vidas se transformaron en desconfianza, en ocultamiento, en la no espontaneidad como modo de vida. No era conveniente ser genuino, ser auténtico, ser en la vida como uno es, con lo bueno, con lo malo, con lo discutible. La gente se dijo: “¿Para que ser así? ¿Fíjate lo que le ha pasado a Selena por ser así?”. Comenzó a pensar que más bien tu actitud había sido ingenua, de una confianza no conveniente, que a veces decir la verdad no es “buen negocio”. Que el contacto con la gente fue un error y hasta un peligro. Pensó, Selena, que tal vez con más seguridad y con más mezquindad, nada de eso te hubiese sucedido … En definitiva, todos comenzaron a “entender” que si tú, Selena, no hubieses sido tú, tal vez otro hubiese sido el destino que te deparaba, sin pensar que en conclusión si tú habías llegado a ese lugar era precisamente por haber sido de esa manera. Nunca siendo mezquina, poco espontánea y fría en tu interpretación llegarías a ese lugar tan amado, tan respetado y tan premiado. Pero muchos llegaron a esa conclusión porque en cierto modo voces interesadas les hicieron pensar que ése fue el grave error de tu parte, Selena. Pero la realidad es que el peligro no venía de afuera, no estaba en aquellos brazos a los que tú les extendías para hacerles sentir tu calor, tu Amor, el contacto de tu cariño, del brindarte siempre, de ir por todo en cada saludo que les ofrecías. El peligro no estaba afuera, estaba adentro, bien cerca de ti, a pocos metros, desde hacía tiempo, ganándose la confianza tuya y de toda tu familia con engaños, con mentiras, con cálculos, con fines bien estudiados, con falsedades, con desamor, con odio, con rencor. En definitiva, tu partida les ha hecho pensar que al final esa mujer de esa manera logró lo que ella se proponía y tú no, ella llegó a sus objetivos y tú no, ella está viva para contarlo y tú no. La gente te siguió queriendo y admirando pero pensando que no se podía ser como tú, porque al final los buenos terminan así, como tú, y los malos salen a mostrar “sus logros” como trofeos, como lo hace esa mujer cuando exhibe junto con su familia lo que tiene de ti y que insólitamente tu familia jamás logró o quiso recuperar…

Por eso es que quiero llevarte en mi cuerpo, en mi Alma, en mi corazón, Selena. Porque para mí tú eres lo más bonito que nos dio Dios, el ejemplo a seguir, el modo de vida que si lo practicara el mundo entero, otro destino habría para él. Quiero sentir tu emoción, quiero revivir en cada acto de mi vida lo que tú viviste y sentiste, lo que transmitiste en tus actos y en tus expresiones. Quisiera poder sentir tu llanto, tu emoción y tu mano en el pecho cuando recibiste el premio a la mejor cantante regional méxico-americana en Premios Lo Nuestro 1993, quisiera poder estar dentro de ti cuando expresaste como mensaje a tu banda que detestabas que te dijeran que eras la mejor pues detestabas que te dijeran la verdad. Quisiera pasearme en la vida recordando tus genuinas palabras cuando recibiste tu primer premio a la mejor cantante femenina en los Music Tejano Awads 1987: “Si Los Dinos ganan, yo gano. Pero si ellos pierden, ¡yo no los conozco!”. Y quisiera tener esa irreverencia y esa picardía para decir esas palabras y poner esa hermosa risa cómplice, sabiendo que lo que se dice “es un chiste”, como lo era también el decir “que se era la mejor”. Quisiera poder tener el sentimiento, la sensibilidad, el Amor, la sensualidad y el poder de lograr ganarse el cariño de tanta gente con interpretaciones como la de “Como la Flor” en Festival Acapulco 1994, quisiera tener el profesionalismo pero también el carisma para poder expresarme como tú lo hiciste cantando “Si una vez” y “El chico del apartamento 512” en el programa “Siempre en domingo” en 1994. Quisiera poder tener esa emoción de sentir lo mismo que tú, ese sentimiento de ser querida, amada y respetada sólo por lo que eras, sólo por lo que les cantabas, sólo por lo que les transmitías, sólo por la autoridad para cantarles y hacerles sentir en lo más profundo de sus almas y de sus corazones cada palabra, cada entonación, cada mirada, cada señalamiento con tus manos, cada saludito con una sonrisa. Quisiera poder sentir lo que es estar caminando en el escenario y en silencio, y lograr con ello sólo el alarido de la gente con sólo mirarlos con picarda, con hacerles sentir su respiración, con impactarlos con su voz y su presencia. Quisiera poder sentir lo que tú sentías, que era impactar al público sólo con tus interpretaciones, sin efectos especiales grandilocuentes, sin que nada se pusiera por encima de ti en el espectáculo. Quisiera poder llevarme siempre en mi vida esa interpretación de “Si una vez” en el Houston Astrodome 1995, y tenerla tan presente para que si alguna vez perdiera el conocimiento, la razón o la memoria, siempre recuerdara aquello, para que pueda seguir viviendo, para que pueda seguir soñando, para que siga teniendo ilusión, para que pueda seguir mi alma y mi corazón latiendo con tu Amor, Selena…

Quisiera llevarte siempre dentro de mí y no quisiera que te vayas nunca, quisiera que con mis actos puedas sentir que lo tuyo también tiene un buen final, y aunque nunca lo tuviera, que tu Amor, tu ejemplo, tu constancia, tu vida, tu historia, tus sentimientos, tu ternura, tu emoción, tus sueños, tus fantasías, tus convicciones, tu honestidad, tu ir en la vida siempre con la verdad y con sinceridad siempre sean un camino a seguir, un hermoso camino a pesar de tantas dificultades, de tantos obstáculos, de tantos sinsabores. Quiero siempre llevarme eso de ti, Selena, porque sintiéndote y sabiendo tu destino, sé que todos los días tendré que enfrentarme a gente como la que te quitó impunemente tus sueños … Todos los días, todos los benditos días en los que hay luchar contra aquellos que eligen el camino más fácil y más deshonesto para lograr los objetivos más bajos, más terrenales, los fines que menos enaltecen a cualquier ser humano. Tal vez me sería más fácil seguir ese ejemplo ... Ser uno más de ellos ... Pero, ¿sabes, Selena? Yo quiero ser como tú, yo quiero ser como tú en esta vida hasta el último de mis días, hasta mi última respiración. Yo quiero ser como tú para que este mundo sea posible, para que se recuerde a ti como lo más hermoso, lo más venerable y lo más auténtico que ha dado esta tierra. Quiero sentir como tú para sentir tu alegría y tu dolor, y quiero seguir tu ejemplo para que siempre sepas, Selena, que lo tuyo no ha sido en vano, que valió la pena, que tuvo un fin. Que ese Amor que dejaste dejó una huella, una vía, un camino, y que siempre habrá alguien dispuesto a seguir tu camino. Ninguno de los que elegimos tu ejemplo podrá llevar a cabo tu Legado como podrías hacerlo hecho tú … ¡Nunca! … Pero todos nosotros, los que te amamos de verdad, los que te admiramos como artista y como persona, tomaremos esa posta, esa huella que dejaste para continuar tu obra, tu vida, tu Amor. No importa si nuestro destino es el mismo, no importa si nos aguarda a nosotros también una derrota, una desilusión, otro engaño. Lo importante es que a la larga tú triunfarás. Tus valores y tu ejemplo de vida terminarán por encima de aquellos que eligen el camino más fácil y el más innoble. Porque mala gente, gente mediocre, sin Alma y sin corazón hay mucha. Pero como tú, Selena, no hay nadie, absolutamente nadie. Y aquí estamos nosotros para certificarlo con cada acto de nuestras vidas, siguiendo tu Legado de Amor en cada homenaje que te hagamos todos los días…

Por eso, Selena te llevo con orgullo en mi corazón. Por eso, Selena, estoy orgulloso y pleno de vivir y de sentir la vida como sólo tú lo supiste vivir y transmitir…

Yo sólo soy feliz si te tengo a ti Selena. Yo sólo soy feliz si tengo bien cerca en mi Alma y en mi corazón…

Te quiere, te extraña, te siente, te vive, te recuerda, te llora, te lleva en el Alma, en el cuerpo y en el corazón por siempre y para siempre…


 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: June 28th 2010
 
 
 

¿Sabes, Selena?

 
 
¿Sabes, Selena? Descubrí las estrellas al conocerte. No es que no supiera de su existencia, pero hacía rato que no me detenía a contemplarlas, a ver el cielo tratando de explicar tanta belleza y también para explicar su significado. A veces, en la vorágine en la que vivimos, en ese correr y correr detrás de un objetivo que nunca vemos y que creemos conocer, uno no se da cuenta de lo bello, de aquello que tenemos tan a nuestro alcance y que no valoramos. Nos acostumbramos tanto a que todo esté allí en armonía que ni se nos ocurre pensar que algún día ese cielo no estará más, esas estrellas desparecerán, que nosotros nos iremos de este mundo y quién sabe qué seguirá después. No es que uno tenga que vivir angustiado por ese destino incierto de nuestras existencias, sino que tal vez sería bueno vivir cada día como si fuera el último, valorando cada cosa bella que está tan cerca de nosotros que ni nos damos cuenta de valorarla, de mirarla, de cuidarla. Sería lindo saber que aunque a veces el destino de cada cosa que amamos, que queremos, que valoramos no depende de nosotros, uno sepa valorarla con buenos gestos, con lindas intenciones para que los demás sepan que algo hicimos por aquello que amamos, que aquel ser sepa que es cuidado, contenido, querido. A veces creemos saber querer, dar cariño, ser amables, pero en verdad cuesta mucho dar Amor, no es tan fácil saber amar. Muchas veces confundimos amar con poseer, a veces sólo damos cariño si somos correspondidos, a veces creemos que es imposible seguir queriendo a alguien que no nos devuelve aquello que brindamos, a veces creemos que alguien que ya no está entre nosotros no puede recibir el mismo cariño como cuando estaba presente. A veces creemos que no podemos amar a alguien que ya no podemos siquiera ver más. Y si creemos que eso es así, no sabemos entonces amar. Si nosotros pensamos que el Amor es sólo eso, entonces no podríamos amarte, Selena. Si nosotros estuviéramos convencidos de ello, seguro que no te hemos conocido, porque si así fuera hubiésemos entendido lo que es Amor con sólo verte, con sólo contemplarte, con sólo admirarte en cada concierto, con sólo saber de tu historia, con sólo observar que tú dabas todo sin esperar, que tú sacrificabas tu vida para cumplir el sueño de muchos, para que muchos sean felices con lo que les brindabas como artista y como persona. Viéndote a ti, Selena, uno podía conocer lo que era amar, si es que no se lo había experimentado alguna vez…

¿Sabes, Selena? Aprendí a ver ese cielo y esas estrellas luego de llorar amargamente por tu ausencia, luego de mirar a uno y otro lado de las paredes sin encontrar explicación a tamaña ausencia. Más de una vez lloré sin consuelo alguno porque no me puedo explicar cómo el mundo puede funcionar sin ti, cómo este planeta puede girar como si nada hubiese sucedido, cómo el universo puede estar en armonía sin saber dónde estás, sin estar aquí, sin estar en algún lugar. Pocas veces en mi vida he llorado así, y las veces que lo he hecho fueron por cosas personales y que me llegaban estrictamente a mi vida íntima. Es muy difícil poder explicar a alguien que tal vez no te conoce por qué cuando te conocemos nos ponemos de esa manera, por qué no podemos aceptar tu ausencia, por qué guardamos tus cosas como si fueran lo más preciado de nuestras existencias, por qué no podemos tomar tu ida de este mundo cómo la de tantos otros que nos dejaron solos sin dar explicación a su partida, por qué nos sentimos tan felices al verte, por qué evocamos con orgullo tu nombre, porque nos pone tan tristes tu ausencia aunque ya llevamos muchos años sin ti. Más de una vez nos preguntan por qué nos ponemos tan mal por ti habiendo tantos males en este mundo, habiendo tantas injusticias, habiendo muertes tan absurdas, habiendo tanta gente mala vanagloriándose de lo que hacen. Nos inundan de infinidad de porqués, Selena, y no se dan cuenta de que la respuesta a esas preguntas, las respuestas a tantas inquietudes, a tantas incredulidades, a tantas muecas de asombro y de sinsentido están sólo en ti. Si acaso pudieran observarte, si acaso pudieran saber lo que eras cantando, lo que eras en el escenario, lo que eras como artista, la entrega que tenías, las ganas de hacer todo, el infinito talento que poseías, el futuro promisorio que estaba reservado para ti, toda tu vida de sacrificios y privaciones, que te estabas asomando a la gloria y al estrellato, y al cumplimiento de tus sueños, entonces ya no habría más preguntas ni más interrogantes … Sólo habría certezas y un sentimiento en común. Si acaso se dieran cuenta de lo que eras, Selena, entonces ellos también llorarían pues también se darían cuenta de lo que se perdieron, de lo que perdió el mundo, de lo que se perdió la humanidad toda con tu ausencia…

¿Sabes, Selena? Aprendí a ver las estrellas porque sueño con que algún día aparecerás y nos darás una señal. Seguro que el universo tiene que estar cobijándote, que Dios te dejó en algún lugar mejor para ti, aunque sea por un tiempito. Nada podría seguir funcionando sin ti. No puede ser que te hayas ido para siempre. Nadie nos puede castigar tanto. Nadie puede ser tan malvado como para haberte quitado lo más preciado. Aprendí a ver el cielo teniendo mis ojos llenos de lágrimas y ninguna explicación, ningún consuelo. Luego, comencé a verlo esperando que aquello tan bello que se me presenta cada día sea la manifestación de tu Amor, de tu cariño, de todo aquello que supiste esparcir con tantos frutos en esta tierra. Quién sabe si algún día aparecerás, pero yo no me resigno porque todo los días espero que algún te me presentes y me puedas decir lo que te sucede, lo que sientes, lo que piensas. Todos los días sueño con que podré encontrarte para poder decirte lo que siento y lo que has generado en mí. Querría poder decirte que estoy aquí por ti, que estoy aquí para poder expresar todo lo que te quiero, todo lo que te admiro, todas las marcas que dejaste en mi corazón. Querría poder contemplarte aunque sea por un minuto y poder tener la seguridad de que estás en algún lugar y de que estás bien, feliz y contenta. Querría poder verte aunque sea por un minuto para saber si estás con tu sonrisa de siempre, si estás plena y feliz porque sabes que te queremos, que te apreciamos y que te extrañamos. Me gustaría verte para saber que estás contenta por lo que hacemos. Me gustaría contemplarte para enterarme de que sabes cómo te conocí y cómo tomaste para siempre mi corazón. Me gustaría que te rieras por cómo llegué a ti y que te emocionaras por cómo aprendí a quererte. Quisiera tener al menos un minuto para poder decirte que eres todo para mí y que jamás te abandonaré, y también me gustaría que no me dijeras que no haga más nada por ti, que no me moleste en hacer algo por tu recuerdo, por no querer que me esfuerce tanto y porque piensas que tú no me lo puedes retribuir con tu presencia entre nosotros. Me gustaría que no me tengas que decir por una cuestión de cumplidos que no me sacrifique, que no me entristezca, que no llore, que al final todo pasa y que quizá alguna vez nos podremos encontrar en otra dimensión, en otra existencia. Me gustaría poder verte aunque sea por un minuto, Selena, para que ambos podamos estar contentos por dar y recibir Amor sin esperar nada a cambio, sólo por expresar ese sentimiento al que no se le da una explicación ni un motivo. Sólo se da por Amor. Sólo se da sin esperar. Sólo se da aunque nunca se obtenga nada a cambio…

¿Sabes, Selena? Todos los días te contemplo en las estrellas esperando algo, esperando poder expresar todo mi Amor, toda mi esperanza, toda mi ilusión. Sé que no es fácil. Es muy difícil explicar a los demás este sentimiento, pero el que sabe por lo que has pasado, por lo que has brindado, por lo que has manifestado, entiende el por qué de este sentimiento. En un punto sé que el paso del tiempo borra hasta lo que no queremos que se borre, que es la más absoluta manifestación de lo que habías generado y que ya no está. Tal vez sea muy triste ver que se refieren a ti como algo que ha pasado. Tal vez sea muy triste que se refieran a ti como algo fugaz que fue lindo mientras duró. Tal vez sea aun más triste cuando muchos creen que la mayor expresión de tu popularidad y del Amor que se tenía por ti se dio cuando ya no estabas entre nosotros ... Sería triste y sería muy injusto, porque hasta siendo de buena fe, estos dichos serían una manifestación de que no sabían de la magnitud de lo que habías generado ... Es muy doloroso ver que el paso del tiempo hace que tus apariciones en los medios se vayan achicando, se circunscriban a aniversarios, o sólo se da para tratar de generar nuevas noticias con hechos escandalosos, policiales o de situaciones privadas que a nadie que realmente te quiere desea oír o atender. Es aun más doloroso y más injusto que ni siquiera se aproveche esas fechas tan sentidas para darte un recuerdo que esté a la altura de lo que has generado, y es más injusto y más doloroso porque tú siempre estuviste dispuesta a dar todas las notas y todas las entrevistas que te pedían, no tenías inconveniente de cantar si te lo pedían, de bailar si te lo solicitaban, de aprender bien cada palabra en español que no sabías o que no podías pronunciar bien para ser respetuosa con quien te daba un espacio, y de hacer y hasta de soportar cosas que no te agradaban mucho. El paso del tiempo termina siendo la mayor expresión de lo más injusto, de lo más triste y de lo más doloroso, porque tal vez haya que atender a otros artistas, a otros acontecimientos y a otras fechas que requieren hoy más la atención de todos. A veces el paso del tiempo hace que tenga que surgir gente que hacía rato que no aparecía en los medios para tener que referirse a ti como el pasado y teniendo que dar miles de explicaciones a los demás para confirmar que eras la mejor … A veces el paso del tiempo nos hace olvidar o querer olvidar, o justificar el olvido. Y nadie parece muy dispuesto a retribuirte por todo lo que les diste, por todo lo que generaste, por lo que sólo tú podías despertar en tanta gente. El paso del tiempo hace que uno confunda las cosas y otros las quiera confundir, y nos hagan pensar que había tantas personas como tú o que tú fuiste el producto de un sinnúmero de factores tan importantes como tú. El paso del tiempo nos permite decir lo que jamás diríamos si la realidad fuera otra. El paso del tiempo hace que la gente diga cosas que jamás hubiese dicho antes y que jamás lo hubiesen dicho delante de ti, Selena…

¿Sabes, Selena? Eso es lo que tiene el paso del tiempo, el hecho de que no estés. Tu realidad hoy día es como esas fotos que se van poniendo amarillentas porque ese paso irremediable de los días y de las horas las convierte en algo viejo, distante, melancólico. ¿Pero sabes qué, Selena? Eso no sólo es fruto del paso del tiempo ... No ... El Amor a ti también se expresa como aquella planta que no sólo necesita del agua para seguir viva. También necesita del Amor, de que le hablemos, de que la atendamos, de que le hagamos compañía, de que les brindemos Amor. Si hacemos eso, seguro que esa planta reverdecerá y seguirá viviendo. Y esas fotos, esas imágenes que se van poniendo con un tinte ocre, y se van transformando en distantes y frías, tomarán otro color si sabemos guardarlas, cobijarlas y cuidarlas como lo más preciado, dándoles la vida y la vigencia que tienen. Si acaso todos los que realmente te amamos sabemos y queremos cuidar cada foto tuya, si sabemos darle un besito todos los días, si sabemos darle la importancia que tiene, al menos lograremos atenuar el impiadoso paso del tiempo. Peor que la muerte es el olvido, peor que la muerte es no saber agradecerte, peor que la muerte es no recordarte por lo que fuiste, peor que la muerte es no respetar tu buen nombre y honor, peor que la muerte es no darte el Amor esperando siempre tu sonrisa de satisfacción y ternura. Por eso miro las estrellas, Selena, acaso esperando tu mirada de satisfacción y de felicidad que mostraste cuando te ibas del concierto del Houston Astrodome, cuando no podías evitar en el medio de los saludos de despedida tu profunda emoción por lo que estabas recibiendo, porque cada vez era más el público que te ofrecía lo mismo que tú les diste desde que tenías tan sólo 8 años. Tal vez miro las estrellas acaso esperando que te asomes y que saludes como lo hiciste antes de irte de aquel estadio, en el que no te fuiste hasta que no saludaste hasta el último espectador, hasta que tuviste la certeza de que cada uno se llevó algo de ti ese día…

¿Sabes, Selena? Por eso estoy cada noche mirando las estrellas, para decirte que siempre estaré aquí para que sepas que haré lo indecible para que ese maldito paso del tiempo no se lleve tan fácilmente tu vida y todo lo que nos dejaste aquí. Estoy aquí para desafiar toda lógica y toda ley física. Estoy aquí para decirte que efectivamente eres la mejor y que no tienes igual. Estoy aquí para sentir y experimentar tu mismo sacrificio y tu mismo sentimiento a la hora de recordarte. Estoy aquí para ser un representante más de tanta gente que te ama, que te recuerda y que te homenajea todos los días a cambio de nada, sólo para expresarte ese Amor tan difícil de explicar para los que no entienden lo que es Amor, lo que es amarte, lo que es sentir algo por ti. Lo que uno siente no se puede explicar en palabras, sólo se puede sentir y expresarlo, con Amor, con risa, con llanto, con baile, con tributo. Siempre para muchos será una quimera, un sinsentido, una sinrazón. Pero el que te conoce, Selena, sabe lo que es quererte a pesar de todo, cuidarte a pesar de todo, acompañarte a pesar de todo, no dejarte sola a pesar de todo. Tal vez como no nos sentimos representados por nadie y no esperamos nada de nadie, y sabiendo que, donde quiera que estés, siempre necesitarás de nuestro Amor, siempre estaremos aquí para darte todo lo que tenemos, aunque no tenga sentido, aunque no logremos nada, aunque no obtengamos rédito alguno. Así es nuestro Amor por ti, Selena, el mismo que nos diste a nosotros. Tal vez no logremos nada, pero lo poco que obtengamos será mucho mayor que la ganancia y la gloria obtenidas. Nuestro Amor por ti, Selena, tendrá mucho de derrota pero aquello que brindamos nos dará la mayor de las felicidades, ésa que no se obtiene con dinero, ésa que no se obtiene de regalo ni de circunstancia, ésa que sólo la obtienen los que saben amar, como tú, mi querida Selena…

¿Sabes, Selena? Mientras este mundo exista, mientras haya un ser humano en esta bendita tierra, siempre, absolutamente siempre habrá alguien que te brindará todo su Amor y todo su recuerdo. Mientras exista ese cielo, mientras estén esas estrellas, siempre habrá alguien que las mirará añorándote, esperándote, extrañándote, recordándote … Tal vez sea tarde, tal vez no podamos remediar aquel grave error, aquel hecho fatal del 31 de marzo. Pero al menos te haremos notar algo, Selena: que aquel día, como hoy, como toda la vida, habrá un sinnúmero de personas que te brindará Amor, que intentará amarte del mismo modo que tú supiste hacerlo para alegría y felicidad de toda la gente, que nunca te dejará sola, y te hará siempre querida, amada y respetada como artista y como persona…

¿Sabes, Selena? Te tengo una buena noticia. Espero que esto te ponga muy feliz. Yo estoy aquí para darte todo mi Amor, yo estoy aquí para ofrecerte todo lo que necesites. Yo estoy esperándote mientras te escribo. Sólo basta que me des una señal, sólo basta que me llames, sólo basta que me saludes desde aquellas estrellas, y yo correré a tu encuentro. ¿Sabes, Selena? No estás sola y nunca lo estarás. Siempre estaré aquí para darte todo mi cariño y toda mi gratitud…

Te quiere, te extraña, te desea lo mejor para ti, y te espera por siempre y para siempre…


 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: June 21st 2010
 
 
 

Hoy sólo deseo…

 
 
Hoy es un día feo aquí en Corpus Christi. Está muy nublado, hay muchísimo viento y está muy próximo a llover. Es muy, muy temprano y estoy aquí sola, muy sola … y muy, muy tranquila. Enfrente de mí está el mar, ese mar que veo desde muy chica, el que me acompañó tantas veces, ese mar que me sirvió para darme ánimo cuando me sentía desamparada y con mucho miedo, con mucha incertidumbre, con el temor de si estaba haciendo lo correcto, de si era esto lo que quería para mi vida … Siento que el mar está hoy embravecido, puedo apreciar cómo las olas rebotan violentamente contra la costa … No me importa ni me da temor. Es curioso. Estoy aquí y siento como si ya esta escena ya la hubiese visto varias veces, como si hubiese estado más de una oportunidad en este mismo lugar y a esta misma hora … Y es la primera vez que estoy aquí …Es un bonito lugar. Tal vez en el futuro sería bueno que construyeran un mirador o algo que fuera un lugar de armonía y de paz para todo aquel que pase por aquí. No sé. A veces siento que este lugar será un bonito mirador en el futuro, que será una linda parada para todos los habitantes del mundo, un lugar de peregrinación por la belleza del lugar, por lo lindo del mar, por el sentimiento que genera el contemplar ese azul, esas aguas, tanta paz, tanta armonía. No sé por qué pienso en eso. Supongo que ese sentimiento de reflexión que me llevó a aquí me hace pensar en eso, me hace sentir eso. Lo cierto es que estoy aquí movida por la necesidad de reflexionar, de sentirme sola, sola conmigo misma, sola en la vida, sola para pensar, sola para sentir, sola para saber si valió la pena todo, si vale la pena seguir…

Hoy es un día raro. Me levanté y no quise despertar a Chris. Podría haberlo hecho, podría haberle dicho que iba a caminar por aquí o que iba al estudio, o que iba a ver a mis padres. Él me hubiese entendido y hasta lo hubiese aprobado si sabría de mi necesidad. Pero me salió hacerlo así. Sentí el impulso de salir sin avisar, de moverme sin tener que explicar a dónde voy y por qué. Sé que Chris no se merece que no le avise, pero no lo quería inquietar, porque en alguna medida él se iba a quedar pensando en mi salida de la casa y hasta se habría preocupado … Y yo no quería que eso sucediese. Quería sentir que todo podía seguir funcionando sin tener que avisar, sin que mis pasos llamaran la atención a nadie. Quería permitirme saber qué se siente estar tan sola y pensar, pensar en lo que uno quiere, hasta dónde uno quiere llegar, qué es lo que uno desea para uno y para los demás, qué pasó en estos años, qué generó en mí tantos sucesos, tantas emociones, tanto cariño, tanto Amor. Siempre estuve rodeada de mucha gente. Casi nunca pude estar lo suficientemente sola como para exteriorizar los más primarios sentimientos, como reír por cualquier cosa sin temer por las reacciones de otros, como llorar desconsoladamente por cosas que por ahí los demás no podrían comprender, para decirme cosas que sólo podría escucharlas yo, para decir qué querría, qué me gustaría, qué me pone bien, qué me pone mal, qué es lo que quiero y que no. Nunca ha sido fácil ser Selena. He tenido desde el mismo nacimiento la facilidad para sorprender a todos y para generar en los demás las más diversas sensaciones. Siempre me estremecí cuando supe que todos esperaban un varón para cuando iba a nacer y que el nombre escogido para mí era el de Marc Anthony. Aún puedo imaginar las caras de mis padres desesperados por buscar un nombre para mí. Aún puedo imaginarme con gracia el correr de un lado para otro para cambiar mi primera ropa, mis primeros juguetes. Soy de los que cree que hay cosas que uno las tiene desde el momento en el que es concebido. Y uno de las cosas que sin duda tengo desde poco antes de nacer es la capacidad de sorprender a cualquiera, con salir con cosas que nadie imaginaba, con llamar la atención con las salidas más estrafalarias, más sorprendentes, más ingeniosas. Creo que ése es mi sello de distinción, mi identificación. Y eso me ha dado más de una satisfacción, aunque sin duda no todo fue color de rosa…

Empieza el año 1995 y necesito pensar en lo que quiero, en lo que hecho y en lo que deseo para mi futuro. Es cierto que a mí me enseñaron a que no crea en ese tipo de fechas ni en que las celebre. Pero también aprendí que todo el mundo necesita un momento de su vida para reflexionar, hacer balances y proyectar sobre lo que desea para el futuro. Nunca lo hice, pero esta vez lo necesité hacer. Al estar en contacto con la gente supe valorar de esos momentos, de esos sentimientos. No hay verdades reveladas. Nadie es dueño de la verdad. Aprendí lo que es realmente importante para la gente y supe aprender de ella. Yo no la quiero defraudar, no la quiero decepcionar con cosas que no condicen con mi forma de ver y de sentir las cosas. Cuando actué no hace mucho en la telenovela “Dos mujeres, un camino” estaba preocupada por mi trabajo y por mi imagen. Yo no quería que la gente, aunque fuera en una ficción, se llevara una imagen distinta de la que yo era realmente. Y desde ya que eso no pasaba por darle un beso en la ficción a tal o cual personaje. Eso siempre fue una exageración de mi padre, que creía que eso no era para mí, que podía ser indecente, que no deseaba que yo lo hiciese por nada del mundo para evitar comentarios y escándalos sólo generados por un grupo minúsculo de gente que casi no me conocía. Pero convengamos que también fue mi padre quien pensaba lo mismo sobre mis bustiers y al final lo entendió. Sé que es complicado mi padre y a veces es difícil que entienda de ciertas cuestiones. Pero yo lo quiero y es una gran persona. Sólo que a veces se cierra en sus pensamientos, en sus creencias, y eso le impide apreciar y pensar acertadamente sobre ciertas cuestiones que le impiden ver la dimensión de ciertas cosas. Pero aprendí de él algo fundamental que quise dejar en claro cuando grabé esa novela y que lo expuse en cada emprendimiento que llevé a cabo: ser muy trabajadora, ser lo mayor profesional posible, perfeccionarme cada vez más, hacer las cosas lo más dignamente posible y emprender cada cosa sin pensar en imposibles, que todo se puede hacer si uno se lo propone. Por eso en “Dos mujeres, un camino” busqué aprender todo y no dejar nada librado al azar. Podía haberme conformado con hacer un trabajo haciendo notar que era Selena, sabiendo que con eso era suficiente como para lograr el éxito y el reconocimiento. Nunca me hubiese permitido dar una imagen de suficiencia y de que soy una diva que está por encima de su gente. Si hoy soy alguien es gracias al esfuerzo que hice para llegar al lugar en el que estoy y al reconocimiento de la gente. Y si quiero llegar más lejos sé que debo seguir brindándome, esforzándome y aprendiendo como el primer día. Si eso no lo hiciera, me sentiría que estoy estafando a la gente, y ella se daría cuenta, me lo desaprobaría y me lo haría notar. Si algún día sintiera eso, sin duda abandonaría todo…

El viento me golpea la cara y a pesar del frío me hace sentir bien. Tal vez me siento bien al sentirme tan plena conmigo misma, de gozar de que soy alguien en la vida, de sentirme orgullosa de ser Selena y de sentir que en poco tiempo he logrado tantas cosas. Sólo me lo digo para mí porque ante la gente se lo tengo que demostrar con mi voz, con mi entrega, con mi talento, con mi esfuerzo, con mi humildad, con no olvidar de dónde vengo y ser absolutamente sincera en decir a los cuatro vientos a dónde voy. En lo personal yo sé que soy la mejor. Después de tanto tiempo, después de sentir tanto miedo, tanta inseguridad, tanta incertidumbre, ahora sé que puedo lograrlo todo. Cuando era niña y tomé por primera vez un micrófono me preguntaba por qué tenía eso en la mano y qué podría hacer con él. Cuando tuve que cantar en público por primera vez sentí el peor miedo que puede sentir alguien: hacer algo ante tanta gente y no tener ni idea de cuál podría ser su reacción, y de allí el peor miedo, ese miedo que paraliza, ese miedo que puede llevarnos al quedarnos sin habla y sin saber qué hacer, si llorar o salir corriendo, ese miedo que surge al ver las caras de insatisfacción de la gente, las caras de desaprobación, de sentirse incómodos, de sonreír sólo de circunstancia y no porque lo sintieran. Más de una vez me pregunté para qué me estudié aquellas canciones y se las enseñé a mi padre. Sé que en buena parte esa decisión cambió el destino de mi familia, pero sobre todo el mío. Pero con el tiempo entendí que ése era mi destino, y que la sorpresa era de esas cualidades que impactaría a todo el mundo, incluso para el que no me conocía en su verdadera dimensión… Hoy siento que hice un recorrido increíble, casi de película. En mi vida imaginé que podía llegar a este lugar. En mi vida pensé que iba a cantar en español y que encima iba a tener éxito. En mi vida imaginé que iba a ser tan amada en México y adorada en Monterrey. En mi vida pensé que mi nombre tan particular fuese coreado por tanta gente aquí en los Estados Unidos como en México y en el resto de América. Y ahora que estoy aquí siento que fue por mi mérito. Sé que la gente me ama, sé que canto bien, sé que en cada presentación les doy todo de mí y la gente me lo retribuye con holgura. También sé que nadie te regala nada. Si la gente me da esto es porque sabe lo que les di. La gente sabe agradecer, no especula con su cariño. Y cuando quiere de verdad, lo expresa de todo corazón y apoya hasta las últimas consecuencias. Por eso también sabe perdonar si uno ha cometido algún desliz y no hizo todo lo debido en un día, en un momento, en una presentación. Ellos me quieren y serían los primeros a quienes desearía no decepcionar jamás. Ojalá siempre me recuerden con Amor…

¿Cómo explicar lo que me pasa? ¿Cómo seguir ahora que siento que toco el cielo con las manos, que nadie me para, que no hay barreras para mí? Siento que más que nunca tengo que esforzarme, que tengo que dar más. Nunca es suficiente para mí. ¡Nunca! Siempre voy por más. Siempre quiero más. Yo tuve todo pero también no tuve nada. Siempre estuve de aquí para allá arriba de un bus sin saber qué sería de mí, dejándome llevar por la conducción de mi padre con la absoluta seguridad de que él me llevaría siempre por buen camino. Pero ésta es la primera vez que me siento firme en una casa, es la primera vez que siento que puedo pensar en mi futuro y que ese futuro también está en mis manos. Quiero hacer todo y a veces no sé por dónde empezar. Siempre corro como si tuviera poco tiempo. No sé por qué me pasa eso, pero lo siento así. Sé que podría ser más convencional y contentarme con lo que tengo. Pero yo no soy así, no me sentiría bien transmitiendo eso y sé que la gente se sentiría un tanto decepcionada. Sé lo que tengo, sé lo que quiero y sé a dónde voy. Ahora recuerdo aquel reportaje que me hiciera Verónica Castro en el programa de televisión ”Furia musical”. Ella no entendía mi obsesión por hacer tantas cosas por mi música y por mis diseños hasta en los tiempos libres. Incluso ella creía que eso ponía mis sentimientos hacia mí, hacia mi esposo y hacia mi familia en un segundo plano. ¡Nada más errado! … Es que yo no soy convencional, pues yo no tuve una vida de la que se dice que es “normal”. Yo soy distinta pues tuve una vida diferente, con todo lo que ello implica. Yo tuve muchas privaciones y nadie me regaló nada. Lo que tengo me lo gané yo. Durante muchos años deambulé por muchas ciudades soñando en innumerables cosas, imaginándome un futuro ideal para mí sin saber si alguna vez podría cumplirlo … Ahora que lo tengo casi al alcance de mi mano todo, ahora que siento que puedo tener la iniciativa para cumplir con cada cosa que me propongo, con cada cosa que he deseado y soñé por tantos años, ¿qué voy a esperar?; ¿qué me lo haga otro?; ¿qué me venga del cielo?; ¿seguir postergándolo? Ahora que la pelota está en mi campo, ¿la voy a regalar? ¡De ninguna manera! Tal vez como nadie sabe en su real magnitud mi historia, tal vez como nadie sabe lo que es ser en toda su magnitud Selena, es que muchos no entienden y no comprenden que sea una mujer con iniciativa, con ideas propias, con capacidad para decidir y ejecutar. Piensan que como tengo 23 años y ya tengo fama, sólo me queda gozar y que los demás me den lo que yo deseo con sólo hacer un chasquido a mis dedos. ¡Qué poco me conocen! Yo no voy a esperar a ser muy grande o muy famosa para hacer lo que quiero hacer hoy. No voy a esperar para hacer mis diseños si lo desee hacer desde muy pequeña. Sé que creen que es un gusto estrafalario, sé que piensan que abrí una boutique para poder arreglarme y vestirme a mi gusto y placer. El que piensa así lo entiendo, pero quisiera que me crean que no me conocen si lo ven de ese modo. No saben lo que es ser Selena. No saben hasta dónde quiero llegar. No saben hasta dónde puedo llegar si me lo propongo. Yo no tengo ningún límite para soñar y para poner en práctica mis propios deseos…

Miro el mar y está cada vez más bravío. Encima siento que caen las primeras gotas de lluvia … No me importa. Me siento bien. Me siento cerca de mí, cerca de Dios, cerca de mi plenitud. Me da mucho gusto ser Selena, tal vez porque es la primera vez que siento que estoy muy cerca de ser lo que realmente soy, porque siento que la gente empieza a notar mi presencia, empieza a ver quién es Selena y me acepta, me quiere y desea lo mejor para mí. Sé muy bien que este año es un gran desafío para mí. Hacer un disco en inglés en mi mejor momento en español genera cierto miedo. ¿Pero acaso no es mejor arriesgar que conformarse? Toda mi vida luché por tener esta oportunidad. ¿La voy a desaprovechar? Además, hasta la gente de México celebra esta decisión. Sé que si hago las cosas con Amor y con la misma entrega de siempre, me irá bien. Me amarán los “gringos” y me amarán los latinos. Lograré que no haya distinción entre uno y otro lado del Río Bravo. Lograré que me amen por lo que soy y por lo que hago. Porque en definitiva yo sólo deseo que me quieran, que todo el mundo me ame, que me quieran abrazar, que todos deseen acercarse y desear lo mejor para mí. Y sé que lo lograré. Si doy todo mi Amor, ¿cómo no voy a recibir Amor? Si doy todo de mí, ¿cómo la gente no me va a ofrecer lo mismo? No está en mi diccionario las palabras odio, rencor, codicia, mezquindad, muerte. Sé que por allí tendré que postergar algunas cosas. Para mí tener un hijo con Chris es hermoso. Lo deseo con toda el alma. Tal vez para el año que viene sea posible, luego de que triunfe con mi disco en inglés, luego de mis giras por Estados Unidos y toda América latina, luego de que abra Selena Etc. en México D.F. y en Monterrey. Es sólo un año, un año más ... ¿Qué es un año más en la vida de uno? No es nada … y es todo. Para mí un año siempre fue un año de mucho trabajo y de mucho sacrificio, un año de trabajar hasta estando muy enferma y sin ganas en pos de un sueño, de un sueño ajeno, de un sueño propio, de un sueño familiar. Éste año no será la excepción. Será otro año con mucho trabajo, con mucho sacrificio, pero también con mucha ilusión. Es el último gran esfuerzo para llegar a lo más alto. Ya habrá tiempo para descansar, para gozar, para cumplir con lo que falta. Luego vendrán nuevos desafíos y más trabajo, pero todo será diferente, bien diferente ... Para ese entonces, si todo sale bien, mi nombre estará grabado en los corazones de todo el mundo, y yo seré muy feliz, feliz por lo que hice, feliz por lo que logré. Sentiré que toqué el cielo con las manos y aun así buscaré que Dios acaricie mi cabeza con su cara de ternura y honda satisfacción … Espero que así sea…

Ya es un poco tarde y ha comenzado a llover más fuerte. Espero que en el futuro este lugar sea un refugio para que todos puedan contemplar este bello mar y puedan soñar con cosas bellas y en que todos sus sueños se van a cumplir. Espero que este lugar sea para todos un lindo lugar en el que se puedan permitir y creer en que todo es posible si uno lo quiere y lo desea con todo el Alma, tal como lo siento yo aquí. Sólo espero estar aquí en breve nuevamente para decir que una vez más logré lo que yo quise y para soñar por poder cumplir con todo lo que me faltará por hacer … Siento que ya nada es lo mismo. Tal vez me cueste venir aquí el año entrante, pues la misma gente me reconocerá y no podré estar tan sola como estoy yo aquí. Tal vez, con suerte, esté construido un mirador, ese mirador del que empecé a soñar hoy para que esté aquí. Será otro sueño a cumplir … Y a pesar de todas las dificultades, yo me las ingeniaré para estar nuevamente aquí. Yo nunca dejaré de ser la Selena de siempre aun si me va muy bien, aun si soy muy famosa, aun si para esta época estoy de gira por todo el mundo. Me las ingeniaré para estar aquí para agradecerle a Dios, para agradecerle a este mar, para agradecerle a esta tierra por todo lo que me dio, porque escuchó mis ruegos, porque atendió mis pedidos. Pero fundamentalmente estaré aquí para agradecerle a esa gente que me hizo grande, a esa gente que me hizo famosa, a esa gente que siempre me quiso. A esa gente nunca le escatimaré un abrazo, un beso, una caricia, un agradecimiento. Para esa gente siempre tendré tiempo. Y aunque esté aquí y no pueda estar tan sola para reflexionar, ¡no importa! Ya tendré otro lugar y otro momento para hacerlo. Volveré aquí aunque más no sea para devolver todo ese cariño y todo ese Amor que me prodigaron siempre. ¡Que así sea!

¡¡Ya me voy, mi querido mar!! ¡¡Mil abrazos y mil besotes!! ¡¡Cuídate muchísimo y nos veremos muy pronto!! Ahora me voy a casa y con suerte alcanzaré a darle otros mil besotes a Chris para que se despierte con mi Amor y con mi cariño. ¡¡Es el mejor regalo que le puedo hacer!!

(Espero, como siempre, haber interpretado tu sentir, Selena … Y sólo espero que vuelvas a ese lugar, y contemples tu obra y el Amor que has prodigado a tanta gente y en todo el mundo … ¡¡Y espero que seas tan feliz como yo de recordarte siempre con Amor!!)

Simplemente te quiere con toda el Alma…


 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: June 14th 2010
 
 
 

Cuando ya nada me queda por decir, Selena…

 
 
Muchas veces estoy solo cada fin de semana frente a mi computadora pensando en escribir sobre ti, Selena, y más de una vez pensé en si podía seguir escribiendo, si algo más podría escribir sobre ti. Muchas veces siento que ya hice todo lo que podía ser, que ya nada tengo para decir, que todo lo que siento por ti ya está escrito, ya está dicho. A veces pienso si tengo algo más para expresar, si se me ocurre alguna idea para poder plasmarla en un texto. Siento muchas veces que no me queda más que sacar de mi corazón, que todo lo que siento por ti ya lo he manifestado, que he dado casi todo por ti, que di todo lo que pude dar dentro de mis limitaciones ... Pues yo no soy como tú, Selena. No tengo ni la fuerza, ni la energía ni el talento que tú supiste prodigar en todo el mundo y grabarlo en nuestros corazones … A veces pienso que sólo tu aparición haría reverdecer algo que parece no tener más remedio que oscurecerse, con un tiempo que inexorablemente pone amarillento y lejano todo, tal como sucede con las fotos de la letra “Fotos y recuerdos”. Parece que lo único que quedan para expresar sobre ti, Selena, son lágrimas, tristeza, resignación, impotencia; resignación porque no se puede torcer el destino; impotencia por no poder hacer nada. No hay peor cosa, Selena, que la resignación, esa horrible sensación que nos acerca a la muerte. No hay peor cosa que sentir que no hay ilusión, que no hay destino, que no hay futuro. No hay peor cosa que no tengamos nada que nos haga sonreír, que nos alegre. Desde que te fuiste, Selena, la sensación de desconsuelo es infinito. Nada es lo mismo sin ti, nada puede reemplazar tu ausencia, tu canto, tu arte, tu expresión. No hay nada más triste que tener que contentarnos con alguna nueva versión de tus canciones que haga alguien cuando se sabe que tus canciones sólo tienen sentido si las cantas tú. No hay nada peor cosa que sentir que no volverás, que no regresarás, que no vendrás a decirnos que todo fue un mal sueño, una pesadilla. Cuando me refiero a ti, Selena, hay palabras que no puedo pronunciar, una de ellas la acabo de escribir, pero me estaba refiriendo a otra cosa. Hay palabras que no las puedo decir, porque expresarlas es como certificar que ya nada se puede hacer, es aceptar una realidad que nunca querremos ver. Increíblemente hay imágenes de ti, Selena, que hasta tú te horrorizarías si supieras que existen y se divulgan. Tú no querrías que te recordaran así, tú diste todo para que te recordaran con Amor. Te preguntarías que tan malo has hecho para merecer tanta maldad. Te preguntarás por qué te han tratado así si se supone que todos te querían. Te horrorizarías de esa realidad, no la querrías ver, del mismo modo que nosotros no queremos ver una realidad sin tu presencia…

Alguna vez vi en un especial hecho por tu recuerdo en la cadena televisiva Univisión, en el que alguien decía con gran acierto que a medida que pasara el tiempo la gente se entristecería más por tu ausencia porque notaría con el transcurso de los años todo lo que tú hubieses logrado conseguir, cómo se cumplirían uno a uno tus sueños, tus anhelos, todo lo que se te hubiese ocurrido hacer para ti y para los demás. En algún otro especial de Univisión alguien en forma muy atinada decía que tú ya eras muy famosa, que estabas en la consideración de todos, que a diferencia de lo que decían muchos, acerca de que tú sólo habías llegado a lo más alto de la fama gracias a tu cruel destino, tú ya eras una de las artistas preferidas de la gente. Algunos podían decir que tú eras la mejor, otros dirían que lo era alguna otra artista. Pero nadie dudaba de que tú estabas en la cima, de que eras querida, admirada y famosa. Y lo más triste de todo era que precisamente la forma en la que te habías ido fue lo que realmente conmocionó a todos, lo que los sumió en la mayor de las tristezas y te puso de la manera más dolorosa en lo más alto. Te puso en esa imagen del mito y de la leyenda … a tan sólo y casi 24 años ... Y decía con total exactitud que una cosa es irte de este mundo tan joven por medio de un accidente: para muchos hubiese sido un poquito menos doloroso. Pero de la forma en la que te fuiste, de esa manera, en ese escenario incomprensible y con esa persona, sumía a la gente en la incredulidad, tristeza, enojo y llanto difícil de entender, superar, olvidar… Yo agregaría a eso, Selena, que incluso si esto te hubiese ocurrido tal como le ocurrió a John Lennon, hubiese sido una cosa bien diferente, pues mal que mal él no conocía a su victimario por más fanático que fuera de él. Pero a ti esa asesina te conocía, conocía bien a tu familia, a los tuyos, a tus admiradores, estuvo en tu casa, en tu ámbito, en tus conciertos, ¡¡en tu vida!! Eso es lo que hace tan desconcertante todo, lo hace inadmisible, incomprensible, difícil de explicar y superar … Y más aun cuando en la actualidad se la escucha decir las barbaridades que expresa en el nombre de “tu recuerdo” y para “justificar” lo que hizo … ¿Cómo seguir en la vida, Selena, sabiendo lo que te ha sucedido? ¿Cómo seguir siendo feliz sabiendo de tu dolor y de tus heridas? ¿Cómo seguir en la vida, Selena, si las últimas imágenes que te llevaste fueron de dolor, de incertidumbre, del peor miedo, del desamor absoluto, de la soledad extrema? ¿Cómo seguir en la vida sintiendo tu dolor y tu ausencia, Selena?

Las ironías de la vida, Selena. Más de una vez dije que te has ido de este mundo en el momento justo, cuando te asomabas a todo, cuando empezabas a ver el mundo desde lo más alto, cuando empezabas a ver el resultado de tanto sacrificio, de tanta entrega, de tanto Amor. Muchas veces me conmuevo cuando veo cómo observabas con emoción el recibimiento de tu público, la admiración de tanta gente, la consagración después de transitar un largo camino en el que nada se podía prever ni determinar. Pero te has ido en el momento tan justo en la vida que cuando empezabas a ser libre, cuando empezabas a ver que eras lo suficientemente grande como para que todo el mundo se fijara en ti, cuando ya no eras sólo la vocalista de una banda sino la artista excepcional, diferente, única, cuando tu propia fama te abría las puertas a un mundo que apenas conocías, que apenas habías podido disfrutar, allí alguien decidió detener ese camino sin límite, ese transitar a paso firme, ese destino imparable y sin paradas, pues si había algo que estaba muy claro en tu destino, Selena, era que no había barreras que iban a detener tu paso triunfante. Todos creían en ti, todos sabían que lo lograrías, todos te amaban, todos te querían, todos confiaban en ti, todos deseaban lo mejor para ti ... Pero a veces cuando uno está en esa circunstancia en la que nadie tiene el control de ese paso salvo tú, cuando todo es disfrutar del momento, y de vivir y de sentir lo que viene, no todos están preparados para ello, no todos están dispuestos a afrontar el futuro, por más promisorio y seguro que fuese, si no está bajo su control y dirección. No todo el mundo es tan bondadoso como parece, Selena, no todo el mundo es tan generoso como para aceptar el éxito de otro si no lo tiene bajo su dirección, si aquel que despega tiene las suficientes alas como para seguir sin necesidad de tanta guía y de tantos límites … A veces pienso, Selena, que tú fuiste víctima de tanto egoísmo, de tanta mezquindad y de tanto desamor. Las ironías de la vida … Justo cuando empezabas no sólo a ser famosa, sino a ser libre para decidir tu propio destino, para decidir qué querías ser, con quién querías seguir actuando, cuando empezabas a escuchar a productores que se ofrecían para darte tus mejores consejos para guiarte en tu carrera que tomaba una dirección diferente, más desafiante y exigente, cuando estabas por conquistar un mercado al que tanto anhelabas ponerlo a tus pies, cuando estabas por expandir a México tu sueño hecho realidad como lo era Selena Etc., cuando todos se fijaban en ti luego de obtener el más que exigente Grammy, cuando en Estados Unidos estabas en la lista de las doscientas celebridades más famosas, cuando sólo habían dos latinos allí, tú y Luis Miguel, cuando ibas a ser enteramente libre para decidir tu propio destino, alguien detuvo tu camino ante la mirada de todos, ante la desidia de todos, ante la ceguera de todos. Hubo muchos, muchísimos errores, pero una sola víctima … Tú. Y pasaron 15 años y nuevamente las ironías de la vida se manifiestan con toda su crueldad: tú, Selena, sigues siendo la única víctima de esta historia que sólo tú la supiste construir…

Cada fin de semana me pregunto si podré seguir haciendo algo por ti, Selena, si podré seguir diciendo algo, si podré escribir algo sobre ti. Y puedo no saber qué escribir, podré pecar de reiterativo, podrá tildarse lo mío de locura, obsesión o abrumadora admiración. Pero nada de eso importa. Sólo importas tú. Y nunca me permitiría no hacer algo por ti. Nunca me permitiría abandonarte, dejarte sola como aquel 31 de marzo. Cuando pienso qué más podría hacer por ti, Selena, pienso en que lo peor que te puede pasar es que se olviden de ti, que no se haga nada por tu recuerdo, que ya no se sepa lo que representas para tanta gente. Mi aporte podrá ser mínimo, acaso insignificante para tanta gente que ha hecho algo por ti, podrá ser poco para lo que representas. Pero lo que hago lo realizo porque quiero dejar mi humilde aporte, dejar mi huella, mi admiración, ni gratitud, mi corazón marcado por tu Amor, por tu canto, por tu arte, por tu personalidad. Yo quiero seguir diciéndole al mundo lo que tú fuiste para que nadie se olvide lo que representas para tanta gente, para que todo el mundo te conozca, para que mucha gente te descubra, te admire y te respete, para que tú, Selena, sepas, donde quieras que estés, hasta dónde has llegado, lo que sigues generando con tus canciones que sólo tú podías interpretar. En un mundo en el que se propicia el olvido, en un mundo en el que la mezquindad y la pobreza de espíritu dominan y nos sugiere que no hagamos nada por ti, que no vale la pena, que nos olvidemos de lo que has hecho, de que el Amor verdadero no existe, y sólo importa ganar, ser exitoso y triunfar en los “negocios”, yo sólo quiero que los que te conocieron se sigan emocionando y se sientan orgullosos de ser tus admiradores, que los jóvenes actuales te tomen como ejemplo y que las generaciones que están por venir sepan lo que has sido como artista y como persona. Yo sólo quiero que sepas, Selena, que todo lo que hagamos por ti siempre será poco al lado de lo que tú has hecho por nosotros. Que lo que tú has generado no se resume en un cd, en un dvd, en algo finito y limitado. Que siempre hay algo nuevo para decir de ti como también más material de tu obra para difundir a todo el mundo para que sepan lo que eras capaz de hacer y generar. Que nunca alcanzarán las palabras para describir lo que has generado a tanta gente, a tantas almas, a tantos corazones… Es cuestión de voluntad, de ganas y de entregar todo por ti del mismo modo que lo has hecho tú por tu público.

Cuando creo que ya no me queda más para decir, cuando la realidad me dice que poco puedo agregar porque ya nada nuevo hay para expresar, veo alguna actuación de ti, Selena, te escucho en algún concierto, te veo en algunas imágenes perdidas por allí, y que increíblemente no están registradas ni en un cd ni en ningún dvd, y me generan estas palabras, estos recuerdos y esta necesidad de hacer todos los días algo por ti. Cuando te veo cantar en el concierto de Odessa, Texas, en 1994, y veo ese potencial, esa evolución, ese deseo de libertad que tenías de expresar tus canciones como uno puede apreciar cuando interpretaste “Bidi bidi bom bom”, en el que te permitías pegar gritos al mejor estilo de las grandes cantantes de tu tierra, cuando te permitías arengar y generar nuevos bailes y ritmos, cuando alargabas las canciones, cuando jugabas con tu voz para generar nuevos tonos, cuando ponías a la banda a tu servicio para poder llevar la canción para tu mayor conveniencia es cuando uno observa en lo enorme artista en la que te habías convertido y en todo lo que aún te faltaba para dar. Cuando te permitiste zamarrear como nunca te vi hacerlo a un “ex novio” en el tema “¿Qué creías?” me doy cuenta de lo segura que estabas y de todo lo que te permitías hacer en un escenario. Cuando veo que ese “ex novio” se prestaba alegremente al juego y al final del tema te abrazaba con tanta admiración, allí logro advertir cómo te querían, te admiraban y respetaban. Cuando veo pasear tu increíble belleza ante tu público sin dejar de saludarlos ni de cantar veo a una artista diferente que difícilmente pueda ser emulada. Cuando veo ese momento en el que tocas esa bandera que decía “Selena. We love you” que exhibía un admirador tuyo puedo ver, apreciar y sentir esa comunión de Amor entre ti y tu público. Es en ese momento en el que me es imposible no llorar, y no sentir y no creer que tú no estés aquí … Es increíble y es imposible no entristecerse verte en tu mejor momento, en apreciar que ibas por mucho más que lo logrado y ver la triste realidad de no verte hoy, de saber que poco tiempo después de aquello ya no estarás, y toda esa gente alegre y colmada por tu concierto llorará de tristeza y de impotencia, y llenará estadios por ti pero sin tu presencia que le daba sentido a toda esa magia…

Es allí cuando me doy cuenta de que me es imposible no hacer algo por ti. Porque siempre, absolutamente siempre, pienso en qué pasaría si de pronto aparecieras por Corpus Christi para ver cómo van las cosas, qué hay de este mundo, de esta ciudad sin ti. Yo estoy seguro de que los que realmente te aman correrían a verte y a abrazarte. Correrían para decirte que estaban seguros de que ibas a volver. Correrían para agradecerte de que no te hayas olvidado de ellos, de que Dios haya escuchado sus pedidos e invocaciones para dejarte volver a este mundo. Los que realmente te aman no te preguntarían qué pasó, no preguntarían por tu pasado, no preguntarían por algo del que tú no querrías hablar. Sólo estarían felices y alegres de verte, y te manifestarían que el solo hecho de estar con ellos siendo feliz sería suficiente para todos. No te pedirían nada más … Y mientras muchos huirían de vergüenza pues no podrían mirarte a la cara, un mundo correría a manifestarte todo ese Amor contenido por 15 años, esa expresión de cariño sin destinatario visible y que tantas lágrimas ha generado. Verías a gente no pudiendo dejar de llorar pero de felicidad. Verías a la gente nuevamente feliz con el milagro, con tu vida, por tus sueños, por la manifestación de que por fin se hizo justicia … Todos lo que te amamos en definitiva esperamos eso, deseamos eso, imploramos eso, daríamos la vida por eso. Y mientras esperamos que ello suceda, yo te sigo escribiendo, recordando y esperando. Tal vez con ello te arranque una lágrima, una sonrisa, te haga poner la mano en tu pecho y tal vez te haga volver. Porque en mi recuerdo, Selena, tú eres la única protagonista, la única importante, lo único que vale la pena recordar. Yo sólo quiero que seas feliz con el recuerdo de todos los que te amamos. Yo sólo quiero que este mundo tenga sentido con tu presencia…

Y cuando creo que nada más puedo decir, yo sólo me acuerdo de ti, Selena, de tu Amor, de tus sentimientos y de tu dolor, y sólo me surgen estas palabras, esta dedicatoria, este Amor, que sólo tú pudiste expresar, que sólo tú podías generar, y que hace que todos los días lo recuerde al mundo entero por siempre y para siempre…

Porque conmigo tendrás todo lo que quieras, Selena, y hasta el día que me muera, tú vas a ser mi Amor…

Simplemente te quiere con toda el alma…



 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: June 7th 2010
 
 
 

No son sólo fotos y recuerdos, Selena…

 
 
Como en el tema “Fotos y recuerdos”, todas las noches cuando me voy a dormir y apago mi computadora, pongo mi mano en mi boca, le doy un beso y luego dirijo mi mano a la foto de Selena que tengo como fondo de pantalla y le toco la frente. Luego, le digo “Chau, Selena, y cuídate”, y me quedo mirando esa imagen hasta que el paso del tiempo me vuelve a la realidad cuando se apaga la computadora y Selena se despide de mí sin que yo quiera, sin que yo lo desee, sin querer que nunca se me vaya Selena tan abruptamente. Lo mismo me pasa en el trabajo: cuando me voy de él y concluyo con todas mis tareas, mi beso de despedida de Selena es algo imposible de evitar, sin importarme si alguien está y no entiende ese extraño vínculo que uno tiene con alguien que ya no está entre nosotros. Tal vez esa persona jamás pueda entender que uno, cuando quiere a alguien, cuando ama de verdad a alguien, mantiene ese vínculo de Amor, de cariño y de afecto con ese alguien a pesar de todo, a pesar de las actividades, a pesar de los vínculos afectivos, y a pesar de todo lo que uno hace y de lo que ocupa su mente y su corazón todos los días. Pero para mí cada día, a pesar del trajín de la jornada, a pesar de las cosas que uno tiene que hacer y deshacer todos los días, a pesar de tener la mente ocupada con tantas cosas, a pesar de lo que uno ofrece afectivamente diariamente, llega la noche, llega el descanso, llega el momento de la pausa, de la meditación, de la reflexión, y lo primero que me aparece en mi mente y en mi corazón es Selena. Después de tanto movimiento, después de que el agua se agita una y otra vez en ese cubo de agua al que movemos frenética y cotidianamente sin motivo y sin razón, sin saber para qué, sin siquiera plantearnos si es lo que elegimos hacer en el día, sólo aparece Selena cuando llega ese momento en el que las aguas se aquietan, cuando tengo ese tiempo real para pensar y gozar de lo que uno quiere, en ese momento cuando nos permitimos ser somos nosotros mismos, cuando expresamos lo que realmente somos, cuando nos permitimos soñar, cuando nos permitimos decir lo que realmente queremos, cuando nos permitimos decir a quien realmente queremos y a quien le queremos dedicar todo nuestro Amor lo que sentimos por esa persona…

¿Hasta dónde podemos llegar por el Amor a alguien? ¿Hasta dónde somos capaces de dar cuando ya nada tiene sentido? ¿Somos realmente capaces de dar todo a cambio de nada? ¿Somos capaces de morir por Amor? ¿Somos capaces de seguir manifestando el Amor a alguien aun cuando no es correspondido? ¿Somos capaces de ofrecer todo nuestro cariño a alguien que ya no está, que ya no va a volver, que está lejos, que tal vez no nos conoce, que no sabe lo tanto que uno la quiere, que no puede sentir lo que la amamos, lo que la queremos, lo que sentimos por ella? ¿Somos capaces de dedicarle todas nuestras acciones, todos nuestros actos, todas nuestras emociones a pesar de que no seamos nunca correspondidos? ¿Seríamos capaces de renunciar a todo, a todo por el Amor a alguien? Para demostrarle que alguien es todo para nosotros, ¿seríamos capaces de ofrecer todos nuestro cariño, de esperar con emoción que alguna vez se nos presente ante nosotros aunque sea una quimera? ¿Qué es el Amor sino eso? ¿O creemos que sólo el Amor existe cuando esa persona está presente, cuando esa persona es joven y hermosa, cuando podemos abrazarla, tocarla, expresarle todo nuestro cariño, amarla? ¿El Amor no es acaso, además de alegría, emoción, pasión y éxtasis, sufrimiento, llanto y ausencia? ¿Cuántos poetas y escritores han dedicado sus escritos y toda su vida por una persona a quien jamás tal vez pudieron siquiera expresarle la mínima parte de su Amor? ¿Cuánta gente ha esperado toda su vida a ese alguien a pesar de hacer su vida como si nada, cumpliendo como siempre, desarrollando su vida como si nada pasara, haciendo sus actividades de todos los días de un mundo estructurado para que nuestras mentes estén ocupadas en cosas que poco sirven para uno, para que nos olvidemos de lo que realmente nos importa, para poder expresar con libertad lo que haríamos con nuestras vidas, para bien o para mal…

¿Hasta dónde daríamos por Selena? ¿Hasta dónde seríamos capaces? ¿Cuánto influye que ya no esté entre nosotros? ¿Cuánto nos pesa su terrible destino para manifestar nuestro Amor por ella? ¿Hasta dónde el paso del tiempo nos va borrando nuestros recuerdos, vuelven amarillas nuestras fotos, nos va haciendo lejanas aquellas risotadas de Selena, nos va desdibujando su figura, nos va haciendo sentir cada vez más lejanas sus canciones que se van escuchando cada más bajitas, como cuando alguien grita, ríe o canta a viva voz mientras se va alejando de la costa en un barco? … Por más que mantengamos el entusiasmo de seguir a esa persona, el hecho de que cada vez la escuchemos menos y de que casi no veamos su figura, esa densa realidad nos hará que desaparezca de nuestra vista y de nuestras vidas, y sólo dependerá de nosotros mantener vivo ese canto, ese grito, esa figura que emanaba esa voz. Sólo dependerá de nosotros querer mantener ese vínculo a pesar de la distancia insalvable y de la desaparición física. ¿Podremos soportarla? ¿Podremos sostenerla? ¿Cuánto influirá lo que nos dicen? ¿Cuánto nos influirá lo que nos dicen que dejemos en paz a Selena? ¿Cuánto nos desmoronará lo que se burlan de nuestro llanto, de nuestros lamentos, de nuestro desconsuelo? ¿Cuánto influirán las peleas por recordarla de una manera o de otra? ¿Hasta dónde podremos soportar si la realidad es que se va propiciando el olvido, cuando poco se hace por ella, cuando nos dicen que ya no tiene sentido expresar algo por alguien que ya no está? ¿Cuánto nos influirá el hecho de que poco a poco se apaguen sus sueños, se cierren sus cosas, cuando ya nadie se moleste en poner su nombre bien en alto en el recuerdo para que nadie se olvide de Selena? ¿Cuánto nos repercutirá el hecho de que en los aniversarios ya no se hable de Selena sino de otras personas? ¿Cuánto nos influirá el ver que surgen otros artistas y el nombre de Selena esté cada vez más lejano y hasta confundido con otras cantantes? ¿Cuánto nos hará abandonar cuando nadie nos insite a esperar con ansias algún material de ella, cuando nadie nos diga que la recordemos como si estuviera siempre la vivencia de que algún día volverá? ¿Cuánto nos influirá cuando gente cercana a ella ya no quiera hablar de ella porque tiene proyectos más importantes que hacer?

Y mientras ellos sucede, mientras poco a poco nos van acostumbrando a que nadie de los que realmente pueden hacer algo por Selena van a hacer algo por mantener su Legado bien en alto, para que su nombre esté escrito bien grande en un teatro, en la galería de los grandes artistas en cada ciudad o pueblo de Estados Unidos y México, cuando ya nadie se molesta en mostrarle a parte del mundo que no la conoció quién era Selena para que ellos mismos la descubran y se enamoren de su voz, de su talento, de su carisma y de lo linda que era como persona, yo, como tantos guardo sus fotos, las miro, les doy mi besito, la saludo, le deseo lo mejor, le dedico mis mejores palabras, la espero a pesar de todo, la busco a pesar de todo, la vivo a pesar de todo. Se me dirá que es loco vivenciarla de ese modo, pero es lo que me dice el corazón. En la vida hay que asumir lo que uno es y lo que siente, y yo amo a Selena. Yo la quiero, y sigo viviendo y sintiendo sus cosas como si estuviera entre nosotros. No puedo verlo de otro modo. No quiero verlo de otro modo. No puedo traicionar mis sentimientos. No puedo traicionar a Selena. Aunque ella no esté para decirme lo que siente, siempre recuerdo esas palabras que ella decía: “Yo sólo quiero que me recuerden con Amor”. Y más que nunca recuerdo esas palabras que le dedicara en un video privado a su banda: “Yo odio que digan que soy la mejor, porque odio que me digan la verdad”. Ese “chiste” que hizo Selena siempre me generó mucha tristeza, porque efectivamente Selena era la mejor y estaba destinada a serlo en todo el mundo. Pero el destino y muchos errores hicieron que Selena los pagara con su vida. Y que los pagara ella sola. Sólo ella. Me gustaría que esas palabras fueran recordadas por sus destinatarios, para que ellos mismos ratificaran con sus actos y con sus declaraciones que Selena era la mejor y no otros, que la gente quería a Selena y no a otros. La gente podía aceptar que estuviera o no tal integrante de la banda, pero no podía tolerar que no estuviera Selena. Eso pasó varias veces … Sería bueno que todos lo recordaran así hoy y no se dejaran llevar por declaraciones llenas de vanidad, de egoísmo, de olvido y sinsentido. Sería bueno que aún hoy no se olviden de que en esta historia la única protagonista y la única que sigue estando ausente es Selena ... Selena sigue siendo la única víctima de esta triste historia...

¿Cómo describir nuestro Amor a Selena? ¿Cómo olvidarnos de algo tan bello que nos dejó su arte, su vida, su talento? Se nos dice erróneamente que Selena será recordada por su música … No, no, no … Selena no sólo será recordada por su música. Si fuera así, entonces Selena sería fácilmente reemplazable por un disco, cd o dvd. Sería escucharla en un reproductor musical o verla en un reproductor de video y ya está. ¿Para qué escuchar más, para qué ver más? Podríamos escuchar las canciones de otros artistas con canciones compuestas por los autores de los temas que cantaba Selena. Podríamos alegrarnos del mismo modo con las interpretaciones de otros artistas de los temas de Selena. Podríamos glorificar a todos los que han descubierto el talento de Selena. Y así contentarnos con que algo quedó y eso reemplazar fácilmente a Selena. Incluso hoy día muchos parecen empecinados en querer eso, que nos olvidemos de Selena y que aplaudamos a otros artistas, que lo más que pudieron fue acompañar a Selena y que nunca llegarían a hacer ni la mitad de lo que generó Selena ni aunque vivieran 1.000 años … No ... No nos podemos mentir, no le podemos mentir a nadie. Selena no se la recordó, no se la recuerda ni se la recordará sólo por su música. A Selena se la recuerda por su voz, por su carisma, por su talento, por su personalidad, por su dominio del escenario y del público, por su sonrisa, por su imponente figura, por su alegría, por sus risotadas, por sus ganas de vivir, por sus ganas de hacer, por su voluntad, por sus sueños, por ser única e irrepetible, por ser diferente, por querer siempre más, por su capacidad de sorpresa, por pelear por sus ideales y por sus anhelos, por no conformarse, por ir más lejos de lo que deseaban hasta los que más confiaban en ella, porque en toda la existencia de este mundo jamás encontraremos a alguien que tenga todo esto y mucho más, y que ni siquiera tenga palabras para definirlo. Todo esto era Selena. Por todo esto es recordada. Por eso la gente sigue amando a Selena, y esa gente que ama a Selena no tiene prensa, no tiene voz, a ella no se le consulta cómo hay que recordar a Selena, esa gente que daría todo a cambio de nada por ella no tiene en sus manos la decisión de cómo hay que llevar el nombre de Selena en este mundo y en esta vida…

¿Qué se le puede decir a la gente que ama a Selena? ¿Que la olvide? ¿Que se la saque de sus mentes y de sus corazones? ¿Que ya no la escuche más? ¿Que no se alegre al escucharla, que no se deleite al verla, que no llore su ausencia? ¿Quién tiene autoridad para decirle a la gente que quiere a Selena lo que tiene que hacer? ¿Por qué deberíamos pensar que todos los que amamos a Selena somos unos fanáticos que no tenemos otra cosa que hacer? ¿Por qué confunden Amor con obsesión? ¿Acaso tienen la osadía de confundirnos con la asesina? Y si tuvieran la osadía de hacerlo, ¿acaso siguen pensando que esa odiosa persona quería realmente a Selena después de lo que le hizo a Selena y después de lo que dijo de Selena después? ¿Acaso no pueden pensar que existe el Amor verdadero, que se puede dar sin esperar, que se puede llorar de por vida la ausencia de una persona, que se pueda amar para siempre a una persona? ¿Acaso no tienen suficiente corazón como para pensar que es posible emocionarse una y mil veces con las actuaciones de Selena, con la interpretación de una canción, con la brillante actuación en un concierto? Si cuando abrazamos a una persona a quien queremos, podemos sentir su respiración y el latido de su corazón, ¿acaso podemos sentirnos hoy indiferentes al sentir la respiración de Selena cuando interpretó “Si una vez” en el Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995? ¿Acaso no tenemos suficiente corazón como para sentir y comprender lo que es verdaderamente amar? ¿Acaso alguien de “los que no entiende” sabe lo que es amar, experimento alguna vez ese hermoso sentimiento al que llamamos “Amor”? Si alguna vez esto le ha pasado a alguna de esas personas, entonces entenderían perfectamente a lo que uno se refiere, a lo que es sentir, a lo que es amar a Selena aún hoy…


¿Qué es amar hoy a Selena? Es poder explicar por qué la gente la llora aún hoy cuando se la nombra. Es esa gente que tal vez la vio en un concierto en su pueblo, tal vez la vio pasar sonriente por su ciudad, tal vez recibió su cálido saludo en algún estadio de béisbol cuando dio algún espectáculo benéfico, tal vez la vio pasar en su micro brindando conciertos de pueblo en pueblo, tal vez guarde como tesoro algún autógrafo suyo, algún objeto que haya pasado por sus manos ... Siempre recuerdo a aquella persona que pudo atajar esa toalla que Selena arrojara al público a la salida del mítico concierto del Houston Astrodome el 26 de febrero de 1995. Puedo imaginarme su emoción, puedo imaginarme su alegría … puedo imaginarme su tristeza tan sólo 33 días después … Es esa gente que se maravilló cuando la vio de pequeña, que se sintió conquistada por su voz, por su simpatía, por su espontaneidad. Es esa gente que gritó por ella en Estados Unidos y en México, que copó sus conciertos, que cantó sus canciones, que hasta llegó a cantar con ella una canción. Que jamás le cuestionaron nada, que jamás les importó si no hablaba bien el español, que no les interesó cuáles eran sus creencias religiosas o qué hacía con su vida privada. No les importaba porque la querían, la sentían como su hermana más querida, su representante más fiel, la persona a la que le confiaban todo. Pocos artistas logran ser queridos por tanta gente que dio por ella todo del mismo modo que ella dio todo por su público. Ellos se merecen recibir parte de aquel Amor que se fue con ella en vez de tanta indiferencia y olvido. Ellos serían capaces de dar lo que no tienen para que Selena esté en el lugar más alto en el recuerdo en vez de propiciar su olvido como si ya fuera un estorbo. Muchas veces gente muy cercana a Selena acusa a esas almas de no saber nada de música ni del “negocio”, cuando ellas les piden que se les brinde más material de Selena en concierto para poder revivir aquello, para poder volver a vivir lo mejor que tenía Selena que era verla actuar en vivo, en el que se podía apreciar las mejores interpretaciones de sus temas, ya que ninguna grabación de ningún cd o dvd ha podido registrar aquello, que era la verdadera magia de Selena, el verdadero “secreto” de su éxito …Tal vez esa gente no sepa nada de música. Tal vez esa gente no sepa cómo es el “negocio”. Pero esa gente sabe lo que es amar. Esa gente amaba a Selena. Esa gente tenía corazón. Esa gente sabía lo que era Selena. Esa gente supo captar su esencia, su Amor, lo que ella era verdaderamente. Es esa la gente que aún llora a Selena y sólo piensa en volverla a ver. Es la misma gente que sueña con volverla a ver…

Ése es el sentimiento que tengo cuando apago la computadora y me despido de Selena. El mismo que proféticamente Selena cantaba en “Fotos y recuerdos”: “Tengo una foto de ti que beso cada noche antes de dormir. Es todo lo que me queda de tu Amor. Sólo fotos y recuerdos”. El sólo verla cantar con alegría esa canción me genera ese sentimiento de tristeza, de perplejidad, de sinsentido. Pero ese sentimiento que me lleva a despedirme de Selena con un beso demuestra que mi Amor hacia ella está vivo, sigue vigente, pervivirá por siempre. Ese sentimiento me lleva a que nunca esas fotos se pondrán amarillas, las borrará mis sentimientos, se las llevará el viento, serán abandonadas en algún lado. Eso que siento por Selena no está expresado sólo por esas fotos. No es sólo lo que me queda de Selena. Al que ama realmente a Selena no le quedan sólo imágenes de Selena. Todo lo que les queda de Selena está en sus corazones, que están tan vivos como ella. Y mientras esos corazones latan, Selena será algo más que fotos y recuerdos, algo más que música, algo más que éxito, algo más que mito, algo más que leyenda. Mientras esos corazones vivan, mientras haya alguien que siga amando a Selena a pesar de todo, Selena siempre se sentirá amada y nunca estará sola. Mientras esté la gente que la ama, Selena podrá sentir que valió la pena haber hecho todo lo que hizo por su familia, por su gente y para que todos sean felices … Selena podrá sentir que ahora puede vivir por el Amor de los que la quieren brindándose del mismo modo que lo hizo ella…

Eso es homenajear a Selena. Eso es querer a Selena. Eso que hace que la canción “Fotos y recuerdos” sea eso … sólo una bonita canción interpretada por Selena…

Yo siempre estaré aquí, Selena, para que siempre sientas que alguien dará todo su Amor por ti … a cambio de que tú seas feliz…

Te quiere con toda el Alma…



 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: May31st 2010
 
 
 

Dios mío, te lo pido por Selena!!!

 
 
Dios mío, ¿es que no escuchas mis lamentos, es que no me oyes llorar por las noches, es que no escuchas mis ruegos? ¿Me vas a dejar sufriendo de por vida? ¿Es que no me vas a dejar un mensaje de esperanza, un mensaje de vida, un mensaje de justicia? Si quieres, Dios, no me escuches a mí, no me atiendas ni repares en mis pedidos. Yo no soy lo importante aquí. Mi vida ya no importa. Mal que mal a mí me diste la oportunidad de vivir, me diste la posibilidad de hacer algo, de hacer o de deshacer, incluso de no hacer nada … Pero, ¿que hay de Selena? ¿Por qué no le has dado esa oportunidad? ¿Por qué te la llevaste contigo? ¿Por qué la dejaste ir de esa manera? ¿Por qué no la escuchaste a ella? ¿Por qué hiciste oídos sordos a sus lamentos, a sus planes, a sus ganas de vivir? ¿Por qué no premiaste hasta su último esfuerzo por aferrarse a la vida, a sus sueños, a dar y a recibir Amor? ¿Por qué no la devuelves aquí, por qué no la dejas que tenga esa oportunidad que hemos tenido todos y que pocos aprovechamos? ¿Es que efectivamente tú le das pan al que no tiene dientes? ¿Por qué te la tuviste que llevar si esa decisión dejó en lamento para siempre a tanta gente, dejó sin esperanza a otra y le quitaste lo más preciado a Selena que era su energía para dar siempre, para dar sin esperar, para dar y dejar su sello en este mundo, para dar y recibir todo el Amor del mundo, que era lo más preciado para ella?

¿No ves, Dios mío, mis lágrimas? ¿Es que no me ves yendo de un lado para otro reclamándote una explicación, el por qué de mi llanto, el pedido de piedad? ¿No me ves acaso hablando solo diciéndome y explicándome por qué Selena me genera tanto Amor que no se lo puedo transmitir, que no se lo puedo expresar, y que me dejan vacíos el Alma y mi corazón? ¿Es que no ves que todo eso lo puede provocar una persona con tanto Amor para dar, una persona tan querible, tan amada, tan extrañada? Nunca me va a alcanzar recordarla con su música, pues Selena no era sólo la interpretación de los temas. Selena siempre será recordada por ser una artista sin igual, única e irrepetible, distinta, entrañable, ampliamente querida. Pero también será recordada como persona, como alguien que dio todo y más, que lucho por sus sueños como nadie. Que siempre le quiso dar a la gente más de lo que se esperaba de ella. Selena no vino a este mundo para pasar inadvertida. Vino para poner su sello marcado a fuego, y que nadie lo borre y lo olvide jamás. Pero Selena no quería ser recordada por un hecho desgraciado, no pidió estar en las secciones policiales, no quiso que se usara su nombre en vano, no pidió ser recordada como la artista que pudo haber sido, pero que una pérfida se encargó de arrebatarle sus sueños, sus aspiraciones, sus ansias de conquistar el mundo con Amor. ¿Es que no ves Dios que también lloramos por eso? ¿No ves que no nos lleva a llorarla sólo por un sentimiento de egoísmo? ¿No ves que no es que lamentemos solamente que no podamos disfrutar de sus conciertos, sino que sufrimos porque no pudo ella disfrutar de su vida, disfrutar de sus proyectos, de sus diseños, de su voz, de su talento, de su familia que hacía poco había comenzado a forjar? ¿Es que no ves que su ida nos duele, que ese disparo fue también para nosotros, que no podemos aceptar una vida sin Selena, una historia de ella con este final tan impropio a su Amor y a su hermosa y rica historia? ¿Qué mensaje nos quisiste dejar, que le explicaste a Selena cuando la tuviste frente a ti y le tuviste que dar más de una razón para que te acompañara? ¿Es que no has visto su rostro? ¿Acaso no viste su cara mezcla de dolor, impotencia, seriedad, lamento e incredulidad? ¿Acaso no te apiadaste de alguien que tenía tan sólo 23 años, había dado tanto en tan poco tiempo y pensaba dar mucho más? ¿Acaso no dudaste en tomar la decisión cuando estaba grabando su disco en inglés y se estaba preparando para dar el gran salto, el salto al estrellato, el salto a la fama, el salto a la consagración, el salto a la felicidad? ¿No sabías que 1995 era el año más importante de su vida, definitivo para saber hasta dónde podía llegar, e inicial para una carrera sin límite alguno? ¿Qué poderosas razones te hicieron tomar tal decisión? Habiendo tanta gente, incluso yo mismo, ¿por qué te la llevaste a Selena? ¿Acaso no hay otros artistas y tanta gente buena que te pueda llenar de felicidad todos los días? ¿Era necesario quitarle a la gente la razón de su felicidad, el motivo para seguir adelante a pesar de todo, a pesar del sacrificio sin sentido, a pesar de tanta injusticia? ¿Por qué le quitaste su motivo de orgullo y dicha para subsumirlo en el dolor y en la impotencia de lo injusto, de lo inexplicable, de lo doloroso? ¿Para qué dejaste en este mundo a esa asesina que hasta pronunciar su nombre duele? ¿Por qué no reconsideras todo? ¿Por qué Dios no haces de este mundo una antesala del Paraíso? ¿Por qué no haces posible ese Paraíso dejando a Selena con nosotros inundándonos con su Amor, con su vida, con su canto?

¡¡Vamos, Dios, por favor!! Te lo pido que lo reconsideres, te lo pido no por mí. No pienses en mí, ni en nadie de los mortales. Piensa en Selena. Sólo piensa en ella y mira lo que has hecho de ella y dime si era necesario todo esto. Si me dijeras que sí, te rogaría que revieras todo. Yo te ayudo. Mis lágrimas te tienen que ayudar. ¡¡Mírame, Dios!! Mira, Dios, a todos aquellos que aún lloran a Selena y pregúntanos si no estamos dispuestos a hacer lo imposible para que ella esté aquí disfrutando de su vida y dando todo de sí. ¡¡Vamos, Dios, por favor!! Selena es lo más importante de mi vida, la razón de mi existencia. Ella cambió mi vida aun en su ausencia. Fue ella la que me dio alegría, esperanza, fe en los demás. Selena me dio la paz, la tranquilidad y la fe que no había tenido nunca. Selena le dio sentido a una vida que no tenía sentido ni felicidad para mí. Y no es que ella tuviera la fórmula, no es que Selena fuera un objeto de veneración. Bastó escuchar su voz, verla actuar, sentir su carisma, ver sus emprendimientos, ver sus ganas de dar más de lo que le pedían siempre, dar lo máximo de sí y más para cumplir sus sueños e impactar a los demás. Bastó ver en Selena que un mundo es posible, pero para que eso suceda Selena tiene que ser parte de él. Ella inundó de cariño este mundo, lo encendió con su energía inagotable, le dio todo a cambio de que le permitieran ser feliz y ser querida. Sólo pidió eso. ¿Por qué Dios entonces no se lo permitiste disfrutar? ¿Qué tan necesitado está el Paraíso para llevar a Selena tan rápido? ¿Es que tú tampoco puedes estar sin su presencia? ¿Es que pensaste que Selena era demasiado para este mundo, demasiado para nosotros? ¿Es que creíste que era mejor que Selena cumpliera sus sueños en tu Reino y no en estas tierras? Si es así, dime qué te ha dicho Selena, dime si al menos está bien, dime si al menos se ríe como siempre, dime si algún día podemos volverla a ver, dime si al menos Selena podrá pasar por aquí para retomar la senda perdida…

¡¡Vamos, Dios!! ¡¡Dale otra oportunidad!! Dale esa posibilidad ... Dinos en qué podemos ayudar. ¡¡Escúchala!! ¡¡Escúchanos!! Entiende nuestro dolor. Entiende que nuestro eterno lamento es no poder ver a Selena consumando todos sus planes, ideas y objetivos. Déjala crecer. Déjala que pueda intentar. Déjala ganar y déjala perder. Que consiga premios, pero también permítele fallar. ¡¡Déjala vivir, Dios!! Déjala que llegue a lo más alto con su canto, déjala que experimente lo que es conquistar su gran sueño, que es ser la principal artista de Estados Unidos, de México y de todo el mundo. Déjala que vea cómo artistas de todo el mundo van corriendo en su búsqueda para hacer duetos, para ofrecerle temas, para experimentar con ella todas las canciones, todas las melodías, toda la música. Déjala que vea lo que le ofrece el mundo y que Selena experimente esa hermosa sensación de libertad. ¡¡Déjala gozar, Dios, déjala vivir en la Tierra la sensación del Paraíso!! No la conviertas en una estatua fría y distante, no conviertas en algo tan joven, hermoso y vital en un mito, en una leyenda. Eso déjalo para después, que lo sienta cuando ella haya dado todo, haya hecho todo lo que quería hacer. Dios: ¡¡no te lleves para siempre a alguien que tenía tantas ganas de hacer tantas cosas para sí y para los demás!! No detengas su marcha imparable. Déjala actuar, déjala que protagonice películas, déjala que vaya a Europa, a China y a cuanto lugar extraño se le haya ocurrido ir y que seguramente se le rendirían a sus pies en cuanto la vieran. Déjala que luego de tantos sacrificios, de años enteros durmiendo o viajando en un bus tenga la posibilidad de poder hacer a su antojo lo que había soñado en esas noches largas de insomnio, en las que todo era incertidumbre y había tanto temor. Déjala que eche rienda a suelta con sus diseños y que el nombre Selena sea marca registrada por lo que ella ha hecho y ha mostrado a todo el mundo. Déjala que Selena haga lo que a muchos les lleva años y ayuda para al menos imaginarlo. Déjala también ver que en el mundo no es todo color de rosa y que tendrá que enfrentarse a cosas no tan agradables, pero que lamentablemente tendrá que encarar si quiere llegar lejos. Que vea eso antes de que sea demasiado tarde, cuando el mal se le presente con un arma en la mano dispuesta a que el otro no pueda disfrutar de algo que esa persona sin alma nunca lo lograría por sus propios medios. Déjala que pueda disfrutar de un mundo al que ella sólo vio viajando o en conciertos. Déjala que pueda decir abiertamente a todo el mundo lo que Selena sólo lo decía para sí: que ella era la mejor…

¡¡Dios mío, mírame, míralos, míranos!! ¿Es que es justo que veamos a Selena, y la tristeza y el absurdo formen parte del recuerdo? ¿Es justo participar de la incredulidad, del llanto, de la impotencia, del dolor? Te pido que reveas lo actuado. Te pido que lo reconsideres. Te pido que hagas lo que tengas que hacer para que haya un mundo feliz con Selena. Yo me ofrezco. Sí, ¡¡yo me ofrezco!! Me ofrezco para lo que necesites. Me ofrezco a lo que sea para ver a Selena feliz. Permíteme ofrecer parte de mi vida o toda para que Selena pueda vivir felizmente la suya. ¿Qué quieres? ¿Quieres que me ponga en el medio de esa bala dirigida a ella? ¿Quieres que aparezca en su mundo haciendo hasta papeles erróneos o desagradables, pero que le permitan devolverla a este mundo? ¿Quieres que me exponga a cualquier experiencia para que ella tenga su oportunidad? ¡¡Sólo dilo, Dios, manifiéstalo!! Dinos, Dios, qué quieres a cambio. Yo te lo pido, ¡¡yo te lo ruego!! Te lo pide alguien que no puede soportar más el dolor, pero que jamás lo calmará olvidándose de ella, renunciando a volverla a ver, no esperándola más. Dios, a muchos nos duele su ausencia, todavía nos inunda el desconcierto, no soporta el paso del tiempo, no tolera que se propicie el olvido o que el recuerdo sólo se circunscriba a aniversarios. A muchos de nosotros el sólo recordarla, escucharla, verla, añorarla nos provoca risa, llanto, algarabía, dolor. ¡¡Selena nos sigue generando vida, Dios mío!! Por eso tráela, tráela, dile que lo has reconsiderado y que le das una nueva oportunidad, una continuación a su obra, que le das el tiempo suficiente como para que ella sea la forjadora de su destino, de su canto, de su arte, de su diseño, de su vida. Dile que en realidad te has dado cuenta de lo huérfano que nos has dejado sin ella. Dile que tú te bastas solo, que es muy egoísta de tu parte tenerla sólo para ti. Que también tienes que estar con aquellos que la hicieron grande, que la fueron a ver en esos pueblos que Selena visitaba en su bus, que aún la lloran, que aún la extrañan, que aún la añoran, que aún la esperan. Dile que hay un mundo ávido por dar y recibir Amor, y que para eso necesitan de Selena … Dile que aún siendo Dios tú también te puedes equivocar y que el llanto de Amor de la gente te hizo pensar lo inútil de las decisiones “convenientes”…

Si aún dudas, si aún piensas que es mejor así, que lo hecho, hecho está, y que es mejor esto que has decidido, pues quién sabe qué cosas peores le podrían haber sucedido a Selena si le hubieses permitido continuar, te digo que peor que esto no va a poder ser. Piensa en Selena, piensa en todo su camino, en todo lo que tuvo que hacer para levantar a una familia, lo que significa ser el sostén económico y emocional de tanta gente. Piensa en la grandeza de los humildes, de aquellos que sostienen que todo se puede lograr con honestidad y mucho trabajo. Piensa en el mensaje que ha quedado para todos nosotros una linda vida hecha añicos, el triunfo de la falsedad, de la mentira, del engaño, de la traición, y de la inutilidad de la verdad, de la honestidad, de la transparencia. ¿Qué mensaje le dejaremos a todos si le decimos que éste es el destino de Selena, el final increíblemente triste, solitario y sinsentido de una historia digna de Cenicienta? ¿Es esto mejor para evitar un mal peor? ¿Qué puede haber peor que esto, Dios? ¿Qué peor puede ser que a alguien le hagan hacer todo el trabajo, todo el sacrificio, le permitan soñar y vivir un instante de la consagración para después sacarle todo? ¿Es esto el “mal menor”? ¿Es esto lo mejor para Selena? ¿Es esto lo que le podemos ofrecer como premio a tanto Amor, sacrificio, bondad, optimismo, alegría de vivir? ¿No es mejor darle la vida para que haga y disponga de ella, y sea Selena misma quien diseñe su destino? ¿Puede esa pérfida ser lo mejor para Selena? ¡¡Por favor, Dios!! Piénsalo, medítalo y concéntrate en Selena y en su dolor final, y piensa en aquellos que la recuerdan todos los días, que contribuyen todos los días a su recuerdo a cambio de ninguna compensación y con la única finalidad de sacarle una sonrisa a Selena, donde quiera que esté ... Piénsalo, y piensa que siempre habrá gente que estará dispuesta a un sacrificio de su propia vida para que Selena tenga la suya. Que considera que Selena es lo más importante para ser más tolerable un mundo tan difícil…

¡¡Vamos, Dios!! Tú lo puedes!! Yo sé que puedes hacer un chasquido con los dedos y hacer que todos nos olvidemos de lo que pasó desde el 31 de marzo de 1995 para acá. Yo sé que puedes hacernos vivir estos últimos 15 años de nuevo sin que nos demos cuenta. Yo sé que puedes devolver a Selena a este mundo sin que recuerde nada de lo que le pasó. Y sé que hasta puedes dejar grabado en su cabecita que bajo ningún punto de vista cometa ese error, que vea a esa mujer, que desvíe su camino. Sé que lo puedes hacer. Sé también que dependo de tu voluntad. Yo sólo quiero que me veas llorar cada noche cuando la veo, yo sólo quiero que veas lo que hago por ella con mucho Amor pero con mucho dolor. Yo sólo quiero que repares en mí cuando hago algo por Selena. Quiero que adviertas mi sentimiento por ella, quiero que sientas el dolor de tanta gente. Quiero que veas que esa mujer es todo para nosotros, y cuando puedas convencerte de nuestro verdadero dolor, quiero que la veas a Selena, quiero que veas su rostro, quiero que veas su expresión, quiero que veas si su sonrisa es de alegría, o de simple complacencia y de un dolor inocultable, quiero que veas si esa risa es de felicidad como cuando estaba cantando en la Feria de Monterrey en 1994, o es de simulación ante tanta desilusión como lo manifestaba en aquellos reportajes de San Antonio o Corpus Christi en marzo de 1995. Y cuando te convenzas de que ella sigue sufriendo por todo lo que ofreció por los demás, pero que poco pudo hacer por sus sueños y su felicidad, tócale la frente, tómala de las manos y sólo dile: “Puedes volver a tu mundo”. Ya verás cómo cambiará su rostro, ya verás cómo te dirá “¿De veras me puedo ir?” y ya verás que con tu asentimiento ella correrá a buscar sus cosas para no perder más tiempo y cumplir con todo lo que había soñado por años. Ya verás cómo te lo agradecerá de por vida y ya verás cuánta gente te agradecerá que los hayas escuchado. Ya verás cómo el mundo será tal como tú lo quisiste con sólo corregir una decisión que sólo ha traído desconsuelo a toda la humanidad…

Sólo eso te pido, Dios … Sé que no es poca cosa, pero sólo te pido eso. Te lo pido todos los días, te lo ruego con lágrimas todos los días. Sólo hazlo por Selena, hazlo por su vida, por su felicidad. Y ya sabes: si alguien tiene que reemplazarla si ella viene para aquí, no lo dudes. Estoy yo aquí, listo para que Selena sea feliz con todo lo que ella quiso y no pudo hacer, para que ella sepa aprovechar el tiempo que yo sólo supe dilapidar…

Eso te pido, Dios. Sólo espero que algún día lo consideres…

Pues yo amo a Selena y sólo quiero para ella lo mejor…

Porque yo sólo estoy aquí por Selena … Yo sólo estoy para que ella pueda cumplir con todos sus sueños…



 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: May24th 2010
 
 
 

Hasta la próxima, Selena…

 
 
Había llegado al sitio de la entrevista puntualmente. Estaba excitado, con mucho, muchísimo miedo. Estaba por encontrarme con Selena y no sabía ni siquiera cómo iba a encarar la entrevista. Había ensayado miles de veces, había planificado una y otra vez las preguntas en función de mi objetivo, había estudiado las cosas que le iba a preguntar, las cosas que le quería decir para sorprenderla y las cosas que debía callar para no preocuparla. Pero todo se me había borrado por completo desde el día anterior cuando sabía que en poco tiempo me encontraría con ella. Me dolía el estómago, sentía un profundo nerviosismo, la ansiedad de la espera del momento me atormentaba, el saber que era fin de febrero de 1995 y faltaba poco tiempo me angustiaba más … Hasta la duda de cómo llamarla me generaba un nerviosismo incontrolable. ¿Cómo hacer para no decirle “Cuídate, Selena, no quiero decirte que falta poco tiempo. ¡¡Entérate tú, corrige el camino a tiempo!! ¡¡Piensa sólo en ti y en lo que quieres hacer para ti!!”? En el medio de mi ansiedad, el señor Quintanilla entró en el estudio de q-productions. Habló con una persona y ésta me señaló a mí. De inmediato se acercó a mí y me extendió su brazo para saludarme. Me dijo que su hija vendría en breve y que aceptaría gustosa ser entrevistada por alguien de tan lejanas tierras. Luego me dio algunas instrucciones sobre qué preguntas eran las más convenientes para la entrevista, que no tenía mucho tiempo dadas las intensas actividades de su hija, y se quiso asegurar qué tanto sabía de Selena. Le dije lo básico, pero lo suficiente como para convencerse de que sabía muy bien de qué se trataba la historia de su hija. Lo convencí a tal punto de que esbozó una sonrisa y me dijo. “Ojalá que muchos en Argentina sepan tanto de Selena como tú. Si es así, ¡¡el éxito de ella está asegurado en cuanto lleguemos allí!!”. Yo le dije. “No se preocupe, señor Quintanilla. Su hija ha llegado ya a lugares inimaginables aún para ustedes. Y está a un tantito así para que despegue y su éxito sea irrefrenable. En cuando pise Sudamérica, América latina toda caerá rendida a sus pies”. Él se sonrió de satisfacción, me dio una palmadita en la espalda y me dijo que ojalá Dios desee eso y se retiró no sin antes darme las gracias por venir desde tan lejos para entrevistar a Selena y de prometerme que en breve estaría aquí. Yo le retribuí el saludo y volví a subsumirme en la mayor de las angustias. “Pronto estará Selena aquí. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a decir? ¿Qué le preguntaré cuando la tenga enfrente y me quede encandilado? ¿Qué tendré que decirle para que piense en lo que le quiero decir?”. El sólo hecho de pensar que estaba a tan poco tiempo de aquella desgracia, de que yo poco podía hacer, y de que sólo podía hablarle y hacerle pensar en lo que estaba sucediendo sin que pensara que ella debía hacerse cargo de todo me daba una tremenda angustia, rayana a la locura. El sólo hecho de pensar que lo que quería decirle es que piense en ella, que piense en sus metas personales, que los problemas de otros son eso, problemas de otros, y de que lo que no hiciera ella por sus sueños no lo iba a hacer nadie me daban ganas de estallar en gritos y de decirle sin más lo que iba a suceder si no hacía algo a tiempo, gritarle y mostrarle todas las cosas que se hicieron después en su recuerdo y decirle si era ésta la forma en la que quería que se la recordara. Ser aun más cruel y mostrarle fotos, recortes de diarios, libros e innumerables homenajes y preguntarle si ella estaba preparada para semejante recuerdo, para ser recordada como un mito y como una leyenda, pero que poco podría hacer para lograr todo lo que quería .... Gritarle, en definitiva, si era eso lo que deseaba ... Miraba a mi alrededor y veía los recortes actuales, los premios, fotos de Selena con José Behar, con Los Dinos, con su familia. Empecé a preguntarme si yo estaba preparado para esto y de golpe escucho un “¡¡Hi!! ¿Cómo están todos?” … ¡¡Era Selena!! Sí, era ella y ¡¡no lo podía creer!! … Empecé a dar cuenta de que estaba en el medio del baile y de que no podía escaparme, y ¡¡menos de ella!! Tenía que enfrentarlo, tenía que enfrentarla, tenía que hacer algo por ella...

Parecía que todo estaba preparado para mí. Selena lucía increíblemente bella. Se la veía como yo lo hubiese soñado. Estaba vestida prácticamente igual que en aquella presentación del programa “Un nuevo día”, emitido el 3 de noviembre de 1994. Estaba con su pelo larguísimo y con flequillo, lucía un bustier y minifalda negros, y unas hermosas botitas al tono. Estaba muy maquillada y muy arreglada para la ocasión. Y es que había más de un motivo para presentarse así. Venía de un sinnúmero de entrevistas y de presentaciones luego de su formidable presentación en el Houston Astrodome, además de estar preparando su disco en inglés. Yo estaba mudo y tendía a hacerme el desentendido mientras temblaba como una hoja, y sentía congelados los pies y las manos. Esperaba que Selena terminara de hablar con su padre y de que éste le señalara el camino hacia mí. Ya para ese entonces estaba frenético. Por un lado, deseaba que estuviera frente a mí como lo había deseado durante tanto tiempo, pero por otro tenía pánico en cuanto Selena se fijara en mí, en cuanto me observara, en cuanto repara en mí y me mirara de arriba a abajo. Me sentía como aquellos varones que se presentaban para representar de “ex novios” cuando Selena interpretaba “¿Qué creías?”, y que no sabían cómo Selena los iba a encarar. Dependía de su ánimo, pero también dependía de lo que le transmitía su “ex novio”. Eso me atormentaba aun más. Me sentía pequeño ante tamaña estrella, pero pronto ella se encargaría de que yo no me sintiera así … En cuanto volví a mirar para el lado en el que estaban todos, vi con temor mayúsculo que Selena venía sonriendo hacia mí. Llevado por mi miedo, apenas si levanté la vista hasta que la tuve bien cerca. Bastó con observarla, bastó con ver su sonrisa, bastó con que fuera ella quien me preguntara cómo estaba yo, bastó con que sin siquiera me diera tiempo a decirle nada para que me diera un beso y me agradeciera semejante atención para con ella para que yo me sintiera otro, para que sintiera que estaba tocando el cielo con las manos, para que me sintiera en el paraíso, para que me sintiera que estaba con lo que más deseaba estar en toda mi vida…

- Antes que nada, quiero decirte si te molesta si te digo “Selena” y no “Selina”. Yo sé que prefieres que se te diga “Selina”, pero entiende que para nosotros que hablamos el español desde siempre nos cuesta pronunciar la “e” como “i”, como se hace en inglés. Además, para mí decirte “Selena” es ponerte en la dimensión que tienes como artista y como persona. Sé que suena tonto y banal, pero…

Ella me interrumpió. Tal vez notó que estaba haciéndome un gran problema con ello y me dijo:

- Pero, por favor, Sergio. ¿Qué me dices? ¿Cómo me habría de molestar que me llames así? Vienes de tan lejos con palabras tan elogiosas hacia mí, me halagas con lo que escribes, haces que se me conozca en tus tierras como nadie y piensas que me voy a molestar por ello. ¡¡En absoluto!! Aparte, ya me acostumbré a que me llamen de las dos maneras. Tal vez al principio me desconcertaba que me llamaran “Selena” porque no entendía el motivo. Ahora lo sé y la mayoría lo hace por lo que tú me dices. Pero oye, ¿Cómo estás tú? Se te ve bien, pero te noto nervioso. Te tiemblan las manos al tomar nota de mis palabras. ¡¡Ya noté que tenías las manos heladas!! -y echó a reír en una de sus clásicas carcajadas mirando a todo su entorno que la acompañaba de su ocurrencia-. ¡¡Vamos!! ¡¡No es para tanto!! No estás ante Gloria Stefan, Whitney Houston, ni nadie de esos artistas tan famosos. Estás frente a mí…

- Estoy ante Selena, ni más ni menos -esta vez la interrumpí yo, estando mucho más seguro de mí mismo-. No sé si eres consciente de lo que significas para tanta gente, para tantas personas. Tuve oportunidad de estar en el Houston Astrodome y me quedé impactado. Debo confesar que no esperaba semejante actuación. No te había visto en concierto, no tuve oportunidad de ver nada de ti en directo. Nunca vi a nadie actuar de esa manera. ¡¡Eres fantástica!! Para mí ya eres una realidad. Pero lo que más me llamó la atención es la relación que tienes con el público. En verdad, la gente te ama. No ven en ti sólo a una artista a quien admiran. Te ven como un familiar, como alguien cercano a quien quieren mucho. ¿Eres consciente de ello? ¿Sabes que la gente tiene grandes esperanzas en ti?

- Sí, sé del cariño que me tiene la gente. Tal vez no haya dado cuenta, ahora que lo dices, sobre las expectativas de la gente. Cuando canté “Como la Flor” gocé mucho de ese momento porque me sentí muy querida. Ahora que lo pienso, siempre desee eso y siempre busqué que me quisieran. Tal vez me gustó ese momento porque la expresión de la gente hacia mí surgió sola, no fue como respuesta a algo que yo había generado. Era cantar, bailar, y escuchar el griterío y el amor de la gente. Tal vez eso me hizo sólo sentir placer sin pensar si faltaba mucho para terminar la canción, sin siquiera hacer nada más que escucharme y escucharlos. Sentí como nunca el Amor de ellos, sentí que me estaban dando lo que siempre había deseado. El final y la despedida fueron momentos muy lindos para mí. Me costaba creer lo que estaba viviendo. Sentí como nunca que había logrado muchas cosas. En más de una oportunidad me acordé de cuando era niña y todo era miedo e incertidumbre para mí…

- ¿Y es por eso que daba la sensación de que no querías irte? ¿Que cuando bajaste del auto que te llevaba a la salida y los custodios te invitaban a irte a tu camarín, tú te resistías y seguías asomando la cabeza para despedirte hasta del último espectador que coreaba tu nombre?

- ¡¡Hey!! ¡¡Qué buena observación!! ¡¡No sabía que alguien lo había notado!! ¡¡Ni que hubieses visto infinidad de veces esa salida del Astrodome!! Sí, recuerdo bien ese momento ... Si bien soy de devolver cada uno de los saludos y estoy acostumbrada al cariño de mis fans, esa noche no me quería ir. Fue muy conmovedor ese concierto. Me generaron muchas sensaciones. Mi padre siempre me enseñó a ser amable con la gente. Por eso no escatimo ninguna muestra de agradecimiento hacia ellos. Pero esa noche la viví como si fuera la última. Tuvo un gran significado para mí. Les di lo de siempre, pero les adelanté lo que vendría. Tenía temor por si les iba a gustar o no. Pero la gente respondió como siempre y eso me emocionó. Confieso que me quedé mucho tiempo sola en mi camarín pensando en eso y en mi futuro…

- ¿Y cómo ves tu futuro?

- Es un año clave para todos nosotros. Sabemos que estamos haciendo una apuesta muy fuerte, pero confiamos en que todo saldrá muy bien. Sabemos que hemos llegado lejos, pero ahora hay que saber mantenerse y saber que hay que seguir esforzándose para llegar a lo más alto…

- ¿Tú te sientes preparada para todo? Tú sabes que la fama luego de tu disco en inglés te expondrá a cosas hermosas pero te enfrentará a gente diferente, a gente que por ahí no gustará de tu éxito, que te criticará, que tratará de minimizar lo logrado, que te envidiará, que querrá aprovecharse de tu fama. ¿Ése no es un riesgo del cual no están acostumbrados a afrontar?

- Es verdad. Nosotros siempre fuimos muy honestos y siempre hemos dicho lo que pensamos. Tal vez haya gente no muy buena que no guste de lo que hacemos, de lo que pensamos, de lo que creemos o de nuestro éxito, pero confiamos en que todo eso lo podemos superar. Si hasta ahora pudimos, ¿por qué no lo podremos superar ahora?

Justo en ese momento aparece esa mujer. Apenas ve que está Selena en la entrevista, la saluda desde lejos, pero no interviene. No deja de mantener el bajo perfil para que nadie repare en ella, para que nadie piense que ella tiene planes y tiene ideas, para que nadie sepa que ella es el verdadero peligro. Supongo que Selena me iba a aclarar el saludo, pero yo, para demostrar mi atención por lo que estaba sucediendo, pero sin que ella sospechara lo que sentía por esa mujer, le dije:

- ¿Sabes? Siempre sentí curiosidad por tus saludos. Noto que siempre saludas a la gente. Les dedicas un beso, tu mano extendida, les indicas que agradeces cada palabra de Amor que recibes tomando ese gesto con la mano y llevándolo a tu pecho o a tu mejilla. Y sé que lo haces desde muy chica. Vi que por lo menos desde los 15 años lo haces cuando tuve la oportunidad de ver imágenes de tu concierto en Matamorros, que se transmitiera en el Show de Johnny Canales. Allí noté cómo saludabas a cada uno de los asistentes siendo tan pequeña. ¿Cómo es que lo adoptaste a tus conciertos?

- ¡¡Hey!! No dejas de sorprenderme. ¿Cómo sabes todo eso? ¡¡Es como si me hubieses visto desde siempre!! ¿En serio no eres de Texas? ¿No has estado aquí antes? ¡¡Me intrigas!!

- Yo creo, Selena, que debes saber a esta altura de tu vida que eres más conocida y más querida de lo que tú crees. Yo te puedo asegurar que en mi país ya tienes fans aun cuando allí no se consiguen cosas de ti. Apenas si se pasa algún video tuyo en MTV. Y aun así ya eres conocida. Me gustaría que lo supieras, más que nada a la hora de tomar cualquier decisión, a la hora de que te encuentres en alguna disyuntiva… Pero oye, aún no me has dicho cómo aprendiste lo de los saludos…

- Mi padre estuvo al tanto de estas cosas. Él siempre nos inculcó que debíamos ser agradecidos con el público y con todo lo que recibiéramos de él. Que sin ellos no seríamos nada. Y es por eso que se me ocurrió saludarlos y agradecerles todo de las maneras que se me ocurrían. A veces el no saber el español me imposibilitaba expresarme, pero a mí siempre se me ocurría algo para sorprenderlos.

- Supongo que el cantar desde muy pequeña y estando sola con un micrófono ante un público te debe haber dado mucho miedo y te hizo pensar en un montón de estrategias para agradarlos…

- Sí, efectivamente. ¡¡Y ese miedo aún existe!! Siempre tengo miedo y siempre lo tendré. Pero aprendí desde muy chica a estar privada de tantas cosas y de lo que cuesta conseguirlas. Pero que todo se puede conseguir con honestidad y mucho amor. Y que cada cosa que se consigue hay que valorarla como oro. Yo sé del valor de cada pequeña cosa… Y sé que nada es imposible. Que todo se puede lograr…

- “The impossible is always possible”.

- ¡¡Exacto!! ¡¡Y ahora me sorprendes con tu inglés!! -y echa otra vez una de sus hermosas risotadas-. Ésa es mi forma de ver la vida. Así lo aprendí y así será siempre…

- Supongo que debes amar mucho a tu padre. Porque de alguna manera todo empezó porque por miedo a que él se ocupara más por hacerle aprender a tocar el bajo a tu hermano, tú te aprendiste unas viejas canciones que tenía guardadas en un libro y así pudo él apreciar tu talento nato para cantar…

- ¡¡Oye!! Por momento me dejas anonadada. Para ser de tan lejos y de un país que poco me conocen sabes muchísimo. Me halaga pero me asusta. ¿Acaso vienes de otro planeta? ¿Acaso vienes del futuro? -y echó a reír de nuevo, pero esperando mi respuesta con mirada inquisidora-…

Si supieras, Selena, si supieras de donde vengo … Muero por decírtelo. Muero por decirte toda la verdad … ¡¡toda!! Pero no puedo…

- ¡¡No es para tanto, Selena!! Digamos que me esmeré mucho por saber mucho de ti para estar a la altura de una gran artista como es lo que eres, y sabiendo y no teniendo ninguna duda de que llegarás bien lejos … Sé también que tu gran proyecto son los diseños y de que por eso has abierto tu boutique aquí en Corpus Christi y en San Antonio, y que vas por Monterrey y México DF… ¿Pero no vas muy rápido? Hay artistas que primero hacen su carrera musical y recién al final de sus carreras se dedican a sacar sus diseños, lanzar un perfume o dedicarse a otros menesteres…

- Es que éste es mi gran sueño. Es tan importante como cantar. No es un hobby. Querría ser conocida en todo el mundo por mi canto pero también por mis diseños. Quiero que la gente sepa que puedo dar mucho, que tengo capacidad para ello y que puedo lograr que toda la gente vista mi ropa… Todo el día pasan por mi cabeza cientos de ideas y en cuanto tengo tiempo libre las pongo en marcha. No tengo tiempo que perder. Sé que soy joven, pero no sé si me alcanzará la vida para hacer todo lo que quiero. Muchas veces quería pero no lo podía hacer. Ahora que tengo la oportunidad no la puedo desaprovechar. ¡¡No hay tiempo que perder!!

- Ojalá todos fueran como tú, Selena. Con personas como tú, la humanidad estaría salvada ... Pero hay una cosa que me llama la atención. Hay mucha gente que te preguntan cómo te gustaría ser recordada, a tu madre le preguntarían que haría sin ti … ¿No crees que es prematuro que te hagan esas preguntas con todo lo que quieres hacer y con todo lo que te falta dar? ¡¡Estás por cumplir tan sólo 24 años!!

- Sí, es cierto lo que dices. Tú me estás haciendo pensar en que esas cosas deben tener un significado. Les debo estar transmitiendo algo que ignoro ... Por lo pronto les diré lo que dices. ¡¡Que aún tengo mucho para dar!! Ahora que lo pienso, ¿por eso me dijiste antes eso de que “tú sabes que la fama luego de tu disco en inglés te expondrá a cosas hermosas pero te enfrentará a gente diferente, a gente que por ahí no gustará de tu éxito, que te criticará, que tratará de minimizar lo logrado, que te envidiará, que querrá aprovecharse de tu fama”? … Tal vez … Tal vez debería pensar más en ello…

- Sí, Selena. Yo pensaría mucho en esas cosas … No sabes la gente envidiosa y con malas intenciones que hay en todo el mundo … ¡¡y no muy lejos!! A veces están más cerca de lo que tú crees ... ¿Cómo tomarías que alguien a quien conoces te mienta o te defraude?

- No tolero las mentiras y las deslealtades. Eso me enfada mucho. Si me pasara encararía a esa persona, y le diría lo que pienso y que no espero más nada de ella. Soy muy impulsiva. También soy de buscar arreglar las cosas por mi cuenta. Muchas veces tuve que enfrentarme a ello y supe lograr lo que me proponía y superarlo…

- Pero sabes, Selena, que la vida te da sorpresas, y muchas veces no son agradables. A veces uno confía en gente que no es tan honesta como tú y cuando quieres reaccionar puede que sea tarde…

- Tal vez. Pero pienso que eso no puede pasarme ... ¡¡Oye!! A veces pienso que tú me preguntas como si supieras de algo, de que te preocupa algo de mí como si presintieras algo y de me estás aconsejando como si me conocieras de toda la vida … ¿Me tengo que preocupar? -y echó otra de sus carcajadas, pero esta vez de nervios, como tantas otras veces-.

- Yo me detendría en esas palabras tuyas que dijiste en el Houston Astrodome al final de “Como la Flor” … ¿Las recuerdas, no? Esas de “Mil abrazos y mil besotes a cada uno de ustedes. Cuídense muchísimo y nos veremos muy pronto. Hasta luego, ¡chau!”.

- ¡¡Wow!!! Las recuerdas como si las hubieras escuchado miles de veces. ¿Cómo las has memorizado? ¡¡Sí, es cierto!! Las dije … Es mi forma de retribuirle todo a mi público que tanto me admira…

- Pero míralo de este modo. Tal vez estas palabras las tengas que tener grabadas para ti. Tú también debes cuidarte muchísimo, pues tu público también quiere verte muy pronto. Piensa, a la hora de tomar cualquier decisión, en ese público que tanto te espera, que tanto te quiere. Piensa en él como tú piensas en tus sueños, en tus anhelos, en todo lo que proyectaste para tu vida. El cumplimiento de tus sueños es el cumplimiento de sus sueños. No lo olvides nunca Selena. ¡¡Todos nos debemos cuidar para que todos nos volvamos a ver!!

- Te lo prometo, palabra de honor. Sé que me lo estás diciendo de corazón y lo tendré bien en cuenta. ¡¡Pensaré en eso que tú me has dicho!!

El señor Quintanilla me hizo una evidente seña de que se debía terminar la entrevista. Por suerte no estuvo tan al tanto de lo que habíamos hablado, porque estaba atendiendo a mucha gente que requería de Selena. Si no hubiese sido así, tal vez me hubiese regañado, pues no le hice mucho caso a sus indicaciones. Selena me miró con lamento y me hizo una seña como diciendo “Es mi padre…”. Yo me levanté y le dije que no había problema, que en todo caso lamentaba no poderle haber dicho más cosas, como felicitarla por su Grammy, por conciertos tan lindos como el de Corpus Christi 1993, Acapulco 1994 o los del Far West Rodeo 1994 de hacía tan poco. No pude dejar de decirle sobre estos últimos que, más allá de que ella estuvo fantástica en todos, me encantó aquel que lucía vestida de azul. Selena asintió y me dijo que a ella también le gusto ese concierto, porque se sintió libre y feliz, que se sentía plena y que nada la podía detener … Estuve por estallar en lágrimas, y antes de que ella lo notara le dije:

- Disculpa mi falta de cortesía, Selena, pero creeme que no lo hice antes por ser muy tímido y porque no quiero que pienses que esto es lo más importante para mí … Pero realmente luces bellísima. ¿Sabes que me recuerdas a lo linda que estabas en el programa “Un nuevo día”? Ese día diste un lindo concierto y me encantaron tus palabras en el reportaje que diste, aparte de cantar “Si una vez”, mi tema preferido…

- ¡¡Ay, Sergio!! No sé cuándo viste esos programas. Pero ya no importa. Importa cómo te has preocupado por mí y cómo me halagas en todo sentido. Y creeme: ¡¡también me gusta que me digas que soy linda!!

Ella se acercó emocionada para abrazarme. Sabía que me estaba despidiendo. Se me hizo un nudo en la garganta, quería contenerme, pero no pude. La abracé bien fuerte, quería que sintiera lo que me pasaba mientras lo hacía y le dije casi al oído, para que sólo la escuchara ella: “Recuerda Selena. Tú eres la mejor. No permitas que te saquen de ese lugar. Cuídate muchísimo, mucho, mucho. Haz lo que tengas que hacer y lo que quieras. Si lo haces, sé que triunfarás”. Cuando me aparté de ella, yo estaba llorando. No podía dejarlo de hacer. Pero por alguna extraña razón, ella me miró como entendiéndome, como si supiera de qué se trataba todo. Me miro tiernamente, tomo mis manos y me dijo:

- No te preocupes, Sergio. Me cuidaré muchísimo y nos veremos muy pronto. Sé que te veré en Argentina. En cuanto llegue te buscaré para que tú me hagas conocer tu país. Igual, yo sé que estarás allí esperándome y eso me dará una gran alegría …

Y se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla bien fuerte, a tal punto de dejar su marca labial…

- ¡¡Oh!! Te manché. Déjame sacarte la marca de mis labios…

- ¡¡No!! ¡¡No lo hagas!! Déjalo así. Déjame irme así, con ese recuerdo, como si fuera un tatuaje, como si fuera ese micrófono que queda con tu marca luego de un concierto. Déjalo así. En todo caso, ven a sacármelo cuando vengas a la Argentina. Lo tomo como un compromiso. Como algo que harás inexorablemente a pesar de todo, a pesar de todas las dificultades, a pesar de mí. Recuerda. Piensa que te estaré esperando, que todos te estaremos esperando allí. ¿Lo harás, no? ¿Me lo prometes?

Ella echó a reír y a pesar de todas las señas que le hacía su padre, ella le dijo que esperara un tantito más y me dijo para tranquilizarme:

- ¡¡Pues claro!! Claro que lo haré. Lo haré aunque más no sea por este momento tan agradable que me hiciste pasar…

Y la dejé ir. Ella se fue despidiendo y daba vueltas varias veces para dejarme su saludo. Lo sentí como una despedida larga que uno no deseaba, pero que tenía que ser así. Quería correr para abrazarla y decirle todo, todo, todo … Pero no podía. En cuanto se fue de mi vista, corrí rápidamente hacia fuera y eché a llorar desconsoladamente. Selena era como yo me imaginaba y no quería que se fuera, no quería que se nos fuera tan linda persona. Invoqué a todo el mundo y a Dios para que reviera su decisión, para que no la dejara ir. Lloré mientras caminaba hacia la nada, sin esperanzas y sin rumo fijo… Cuando tomé conciencia y estaba por tomar un taxi para irme al aeropuerto, vi que un auto pasaba a toda velocidad y alguien que me gritaba desde la ventana: “¡¡No te olvides de mí. Pronto te volveré a ver!!” … Era Selena … Yo extendí mi mano y le di mi mejor sonrisa. Corrí y salté para que me viera, para que supiera que la había visto. Grite: “¡¡Te veré pronto, Selena!! ¡¡Cuídate!! Te esperaré siempre, toda mi vida, toda mi existencia. ¡¡Siempre mi corazón estará contigo!!”.

Y me fui … No quise mirar más. Me quise quedar con esa última imagen, con la imagen de la esperanza. Quizá cuando vuelva todo sea diferente. Quizá cuando vuelva podré ver a Selena y agradecerle por haber cumplido su promesa…

Sé que si llego a publicar esta entrevista en el diario “La Nación” mi sueño se habrá hecho realidad. Que no será una quimera, que tal esfuerzo no fue en vano. Quiero creer que cuando vuelva todo será distinto, todo será feliz. No importará mi realidad, no importará lo que haga, no importará lo que me pase. Importará que pude no sólo entrevistar a Selena como un mero periodista recién recibido que logró una gran nota …Importará que vendrá Selena. Mientras tanto tendré su marca labial en mi mejilla para que sea ella quien me la saque, para que sea ella quien me salude, para certificar que ella vendrá a cumplir su promesa, para confirmar que meditó todo, y que pensó que ella nació para ser la mejor y que hará todo lo posible para validarlo. Será en el momento en el que vuelva a abrazarla aquí en mi país otra vez llorando, pero esta vez de felicidad, y poder decirle “Sí, Selena, lo lograste, has triunfado, eres una realidad, eres feliz y exitosa, eres la mejor” … Será en el momento en el que le dibuje a Selena una sonrisa de satisfacción, la satisfacción del que lo logró, la satisfacción del que puede con todo y con todos sólo con Amor…

Ojalá que cuando vuelva a mi Buenos Aires querido, yo la pueda volver a ver…

Mientras tanto, la seguiré esperando con todo el Amor que le tengo, con el corazón que sólo le pertenece a ella…

… Yo sólo estoy aquí en este mundo para recordar con Amor a Selena, para que su nombre siempre esté en lo más alto y para que nunca, nunca, se sienta sola…



 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: May17th 2010
 
 
 

Hasta que un día, Selena…

 
 
Un día me levanté y dije basta, un día me desperté y sentí que no iba a poder con tanto dolor, con tanta angustia, con tanta soledad. Pensé que debía abandonar, que debía abandonarla, que debía olvidarme de ella, que ya no podía más, que ya su ausencia me era intolerable y que me llevaba a la locura, a la impotencia, a la sensación de derrota y de fracaso. Su dolor era mi dolor. Su partida de este mundo era la muerte para mí. El sólo encarar cada día sin tener noticias de ella, sin saber de ella, sin verla en un lugar, sin verla en el sitial en el que ella debería estar ahora me era inaceptable, incomprensible, inaudito. “No puedo más con tanto dolor”, me dije. “Tal vez tenga que pegar la vuelta y no volverla a ver, no escuchar más sus canciones, no mirar más sus videos, no pensar más en ella, no nombrarla más. Tal vez así se me iría la angustia de mi alma y de mi cuerpo, se me dibujaría la sonrisa en mi rostro otra vez. Tal vez un nuevo sol salga y una nueva vida nazca para mí. Tal vez deba hacerle caso a quienes una y otra vez atacan a sus fans diciéndoles “Déjenla descansar en paz. No ven que ella ya no está. ¿Para qué siguen hablando de ella, para qué la siguen molestando? No le hagan el juego a los que lucran con su figura. Ya déjenla descansar en paz!”. Tal vez tengan razón. Tal vez ella quiera eso. Tal vez no quiere que la nombremos más. Tal vez tenga sentido que cierren sus boutiques, tal vez haya que dejarse llevar por el paso del tiempo y dejar que él se encargue de que se lleven sus sueños, sus anhelos, su esperanza, su energía, su vitalidad. Tal vez llegó el momento de pensar que no vale la pena hacer el esfuerzo de que se divulguen sus imágenes, de que salga nuevos dvds con tantos conciertos y presentaciones de ella que jamás salieron a la luz o que sólo salieron parcialmente. Tal vez llegó el momento de no ver más nada, de ceder, de olvidar, de ver otras cosas, otras actuaciones, otros artistas. Tal vez no valga más la pena verla si no hacemos más que llorar y añorar por una vuelta que nunca se concretará. ¿De qué nos sirve ya ver sus imágenes si lo único que nos genera es dolor? ¿De qué nos sirve ver una y otra vez sus videos si nos retrotraen a momentos lindos que nunca más volveremos a ver? ¿De qué nos sirve evocarla si ya se destaca otra gente, otros artistas que seguramente ni la vieron actuar? ¿De qué nos sirve que incluso algunos la evoquen sin que nos dé la sensación de que para muchos es el paso obligado para ganarse al público, sobre todo el de Texas y el de Monterrey, más que porque la tengan presente en sus canciones, en sus actos cotidianos, en su forma de ver las cosas, en su ejemplo de vida?

Cada vez que veo los artistas que surgen hoy, que tienen éxito mundial y que llegan a Hollywood no puedo más que agarrarme una y otra vez la cabeza, y decir a los cuatro vientos “¿Cómo puede ser que ella no esté allí en ese lugar? ¿Cómo puede ser que no esté deslumbrando su figura en el Madison Square Garden en Nueva York, en el Astrodome de Houston, Texas, o en tantos otros estadios a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, en México y en todo el mundo? ¿Cómo puede ser que el mundo no se quede impactado al verla en programas de televisión como “Saturday Night live”, “American Idol”, o como los de David Letterman o de Larry King? ¿Cómo no llegó ella a lo más alto del éxito mundial? ¿Cómo ella no tiene su nombre en el Paseo de la Fama en Hollywood? ¿Cómo sólo tiene una estrella en el Hard Rock Café de San Antonio? ¿Cómo han llegado ellos y ella no? ¿Cómo me explico esto? ¿En qué se falló? ¿Qué se hizo mal? ¿Qué no previeron? ¿No estaban acaso preparados? ¿No habían pasado por miles de obstáculos tan difíciles y tan complicados en la vida y los habían sorteado a base de esfuerzo, talento, unión y mucho sacrificio? ¿Cómo sólo una persona tan mediocre, pero con características psicopáticas evidentes que nos hacen pensar cómo la aceptó todo el entorno familiar, pudo más que todos ellos, con tantos años de lucha, con tanto Amor que terminó desechado como si fuera arrojado a un tiesto de desperdicios? … No. No me puedo llamar a engaño. Porque es por eso es que lloramos todos los días por ella. Porque no nos sirve que nos digan que triunfó, que llegó, que cumplió su sueño. Tampoco nos sirve que esté inmortalizada en bronce, en oro, o en el material que sea, y que esa imagen nos hable, nos explique y nos convenza de que es un mito, de que es una leyenda. Creo que si a ella le hubiesen dicho si quería llegar a ser eso en la vida, se hubiese echado a reír a carcajadas, hubiese proferido una de sus clásicas risotadas y nos hubiese dicho más en serio que falta mucho para pensar en ello. Que hay tiempo. Nos diría que antes que ello hay tantas cosas por hacer, tantos sueños que cumplir, que lo que menos pensaría es que la recuerden de esa manera. Le alcanzaría con ser recordada con Amor. Con eso le bastaría. Ella diría que no podría tolerar que no la quisieran, que la ignoraran, que no le demostraran afecto, que la abandonaran .... Eso sí la afectaría. Esas cosas sí que no las podría tolerar…

Ya no. Ya no puedo seguir así. Tal vez deba conformarme con explicaciones extravagantes que me digan que el mérito es de mucha gente, y que esa gente está entre nosotros para decírnoslo y hacérnoslo recordar de por vida o mientras ellos estén. Tal vez deba conformarme con explicaciones que nunca calmarán el dolor de su ausencia pero al menos me hará dormir tranquilo con la conciencia tranquila, sin hacerme preguntas, pensando que todo fue un hecho desgraciado e inevitable. Tal vez nos hace falta con recordarla en los aniversarios, tal vez alcance con escribirle en fechas importantes, tal vez nos satisfaga decir cada tanto que es la Reina del Tex Mex. Tal vez eso me conforme y me haga sentir satisfecho. Tal vez con comprar sus discos, tener lo que se me permite ver, tal vez el saber que algún día, alguna vez, en un pequeño momento en la historia de la humanidad ella acaparó la atención de este mundo me reconforte y me ponga feliz. “Al menos vio algo”, diré. Tal vez me contente con ver que ella llegó a ver lo que era el éxito, lo que era ser querida, lo que era llegar a lo más alto empezando bien de abajo sin otro capital que la voz, el carisma, la gracia, la personalidad y la energía. Tal vez me contente con ver que parte de lo que quería hacer para su vida lo pudo empezar a realizar, que alcanzara a ver que dejaba de ser un sueño lejano, que se estaba convirtiendo inexorablemente en realidad …Tal vez me tenga que conformar y resignarme, resignarme a que fue bueno mientras duró, fue bueno mientras Dios la acompañó y la dejó a que echara rienda suelta a todo lo que quería realizar, aparte de lo que debía hacer. Tal vez me tenga que conformar que Dios la dejara ver y apreciar que se podía llevar el mundo por delante si se lo proponía, que su Amor era capaz de todo, que podía acaparar la atención de todos. Que sólo ella podía hacer cantar a mujeres, varones, niños, ancianos. Que sólo ella podía robar los corazones de los hombres sin que sus novias o esposas se molestaran por ello pues se trataba de ella, y ella nada malo podía generar. Que sólo ella podía ser considerada un ejemplo para toda mujer. Que sólo ella podía lograr ser adorada por todos los chicos. Qué sólo ella podía darles una última esperanza a los de mayor edad. Tal vez Dios quiso demostrar su presencia y su existencia con ponernos por un instante en este mundo a ella, para que sepa la humanidad lo que Él era capaz con su creación más perfecta, o más bien más parecida al Amor que sólo Él podía manifestar…

Pero no. Ya nada me conforma. La realidad es muy dura. Ya no puedo más. Si la realidad me está diciendo que la olvide, ¿por qué no lo voy a hacer yo? Si todo lo que ella creó con tanto Amor se va cerrando y se va desdibujando, ¿por qué yo no hago lo mismo? Si el paso del tiempo la transforma sólo en “fotos y recuerdos”, ¿por qué yo no me olvido y la borro de mi mente, no la anulo en mi corazón y la recuerdo cada tanto como cuando alguien recuerda a una persona, a algún amor que en algún momento significó algo en nuestras vidas, en nuestras existencias? ¿Por qué no le hago caso a tantos que me dicen “sí, yo antes lloraba mucho por ella pero ya no me duele tanto y la recuerdo con alegría a través de sus canciones”? ¿Por qué no me grabo en mi cabeza que ella vivirá por siempre a través de la música y me contento con escucharla y nada más? ¿Por qué no dejo de mirar el video “I could fall in love” si lo único que pienso al verlo es que para ese entonces ella era ya un recuerdo, que esa hermosa voz ya no estaba, que fue una de sus últimas grabaciones y que las imágenes que se ven allí son manifestaciones de algo hermoso que se cortó, que se arrancó de cuajo, que terminó abruptamente, imágenes de alguien a quien le arrebataron la vida como si una o varias personas se consideraran tan dueños de su vida como del término de sus días? ¿Por qué sigo viendo algo que me genera tanta llanto, tanto enojo, tanta impotencia? ¿Para qué pelear si ya estoy perdido antes de hacerlo? ¿Por qué pensar que lo imposible es posible si sé perfectamente que su regreso es una quimera, que cada día que pasa es una confirmación de que nada se puede hacer por ella, que nada podré hacer para que lo que vivo sea una pesadilla de la que despertaré y nada más? ¿Por qué pensar que alguna vez recordarla sólo me generará alegría si siempre la tristeza invadirá todo como nos invadió esa realidad que empezó ese nefasto 31 de marzo de 1995 y que permanecerá por siempre a través de los años, a través del espacio y del tiempo, cuando ya este mundo no exista, cuando ya nada nos quede en el mismo universo, una realidad que nunca nos la devolverá, una realidad implacable que no se apiada de un alma tan bella, de un Amor imposible de olvidar, de un cariño imposible de volver a vivir?

Son muchas preguntas y un martirio infinito para mí. Será mejor que me olvide de ella. Será mejor que guarde en una caja todos sus cds, todos sus dvds y los selle para no abrirlos nunca más, para que no sufra más, para que no la vea más. Será mejor que saque todas sus fotos y las guarde un archivo al que no abra nunca. Será mejor no exhibir ni en mi computadora personal ni en mi computadora en el trabajo sus fotos. Tal vez sea mejor que no me lleve ninguna foto de ella en mi mochila camino al trabajo y a la vuelta de él. Tal vez sea mejor no llevar más su peso, esa carga pesada del dolor de su ausencia. Tal vez sea mejor ir retirando de mi habitación todas sus imágenes. Tal vez si no la veo será más fácil sobrellevar su ausencia. Tal vez no escucharla me haga olvidar su voz y sus canciones. Tal vez no le tenga que escribir más. Total, la realidad, la impiadosa y terrible realidad, me dice que nada de lo que escribí lo podrá leer, nada de lo que diga lo podrá escuchar, nunca podrá sentir mi llanto ni mis invocaciones. Nunca podrá verme asomándome en la ventana de la cocina de mi casa buscándola en el cielo, en las estrellas. Tal vez sea mejor conformarme con mi idea original: que alguna vez pude dejar asentada mi huella, pude dejar mi sello, ser uno de los tantos que pudo decir que ella tomó mi corazón con Amor, y me hizo suyo y feliz. Tal vez con eso alcance. Tal vez ya no tenga que publicar más fotos ni tenga que crear más espacios para su recuerdo. Tal vez no tenga más sentido hablar de ella en un Foro o en cualquier lugar de discusión o de debate que tenga que ver con ella. ¿Para qué? ¿Para hablar sólo del pasado? ¿Para discutir de qué lado estoy frente a la triste historia? ¿Para hablar de alguien que ya no está? ¿Para ser blanco de injurias y de descalificaciones? ¿Para estar en un lugar cuya principal figura no está? ¿Para no sentir el apoyo de nadie? ¿Para sentirnos tan solos? No. Mejor me retiro. Mejor me olvido. Mejor calmo mi dolor no alimentándolo más. Me contento con pensar que ella está feliz donde quiera que esté … Me contento con saber que por allí está descansando en paz en un lugar al cual nosotros no podemos acceder, un lugar en el que ella no puede escuchar ni ver nada de este mundo…

Había llegado para mí el momento de decir basta. Había llegado el momento de ir cerrando sus recuerdos, de olvidarme, de cerrar un capítulo. Si muchos lo hacen, ¿por qué no lo voy a hacer yo? Si muchos ni se molestan en hacer algo por ella, si no la tienen en el centro de sus vidas, de sus existencias, de sus recuerdos, ¿por qué yo no hago lo mismo? Por eso, ese día fui camino al trabajo dispuesto a deshacerme de todo, de no llevar más sus fotos, de ir sacándola de mi vista, de aceptar un mundo sin ella, de poder vivir sin su presencia, de aceptar que nunca recibiré nada de ella y que ninguna señal nos dará por más que la esperemos. Tomé mis cosas silenciosamente, empecé a cambiarme y tomé equivocadamente una billetera vieja que sólo uso para guardar cosas que no utilizo todos los días, que no tengo que estar llevándola conmigo todos los días. Llegué al trabajo y maldije haberme equivocado. Eso me obligaba a tener que volver a casa a buscar la billetera nueva, la “importante”, la que obligadamente tenía que llevar todos los días … Por un instante imploré que al menos en esa billetera vieja estuviera algo de lo “importante” que tenía que tener en ese momento, que al menos estuviera aquello que debía estar al lado mío. Cuando la abro, observo que tenía en ella una foto, una pequeña foto, una de mis fotos preferidas de Selena que había guardado allí, y que el paso del tiempo se había encargado de adherirla al plástico que cubría su imagen y la había cobijado. Quise tomarla, pero no pude. Se había pegado al plástico, a la billetera. No la podía sacar … a menos que la arrancara, a menos que tirara la billetera, a menos que hiciera caso a lo que me había propuesto ese día. Miré la foto, mire a mi alrededor, vi lo insignificante que era todo lo que sí existía adelante, a los costados y atrás de mí. Y entonces volví a mirar la foto, miré la foto de Selena en el fondo de pantalla de mi computadora que recrea el momento en el que Selena tomó con sus dos manos el micrófono para cantar el inicio de “Como la Flor” en Festival Acapulco 1994, y me dije que nunca podría olvidarme de ella. Que no me puedo mentir. Esta billetera es la prueba de ello, es la señal del destino. Un destino que quiere que las cosas sean así, que el Amor a Selena se refleje de esa manera…

Supe allí que de nada sirve que me proponga olvidarme de Selena, porque mi corazón no lo quiere, porque mi corazón es de Selena, vive por Selena, late por Selena. Por más que mi conciencia me diga que me olvide, por más que muchos me aconsejen que la deje, por más que me digan que cierre sus ilusiones olvidándome no sólo de su canto y de sus conciertos, sino de su persona y de sus sentimientos, yo nunca lo podría hacer, porque lo que me une a ella es como aquella foto con su cubierta. Ya nada lo puede desunir, ya nadie lo puede quitar. Selena vino a conquistar mi corazón con su Amor. Selena no pidió irse de este mundo. Selena no eligió ni esta vida ni este destino. Selena sólo quiso que la quisieran. Y yo jamás dejaré de hacerlo. Jamás podría dejar de hacerlo. Por eso, sólo te pido perdón, Selena, porque por un momento pensé que traicionar mis sentimientos era la mejor forma de recordarte. Sólo te pido perdón, Selena, si por un instante fui egoísta en mis sentimientos y pensé en mí y no en ti, que necesitas de todo nuestro Amor y de todo nuestro recuerdo. Tú diste tu vida por ello. Yo fui cobarde y no llegué a tanto. Espero alguna vez estar a la altura de tu Amor para quererte como tú lo pediste…

Cuando salí del trabajo, pasé por ese odioso Hotel Days Inn. Me detuve y tomé una de mis fotos preferidas de Selena y entré. Le pedí al recepcionista que la tome, que si no sabía quién era, que se lo preguntara a su sucursal en Corpus Christi, y que luego la pegara en la puerta. Que sería un buen gesto poder hacer algo por Selena como también que hagan más placenteras mis pasadas todos los días por ese lugar…

Y no pude evitar mirar al cielo y buscarte, Selena, y en el medio de la calle y delante de todo el mundo alcé mi mano, la puse sobre mi pecho y me dije para mí esperando que me escucharas: “Todo sea por ti, Selena. Todo sea por tu Amor. Y no te preocupes, yo te sigo queriendo, esperando que tú vuelvas a mí… Nadie me quitará esa ilusión. Nadie podrá impedir mi Amor por ti…”.

Y camino a mi casa recordé una de tus canciones, una de esas primeras canciones que tú cantaste, Selena, y que reflejan mis sentimientos hacia ti, lo que siento por ti, lo que me unirá por ti para siempre, lo que me llevaré de ti cuando sea yo sea el que me vaya de este mundo:

“Hoy que tan sólo tengo mil recuerdos de tu amor,
no me olvidaré. Te recordaré. Siempre.
”Hoy que ha pasado el tiempo,
aún recuerdo tu amor, amor.
No te olvidaré. Te recordaré. Siempre.
”Hoy y siempre tú vivirás en mí. Y en mi pensamiento.
”Al llegar a casa, al salir de ella. Siempre te recuerdo.
”Siempre, siempre, siempre, siempre…”

Simplemente, te quiere con toda el Alma…


 
 
English Translation click here    
  Sergio Ernesto Rodríguez
Buenos Aires, Argentina  Date: May10th 2010
 
 
 

Si tan sólo pudiera oír tu voz, Selena…

 
 
En la soledad de la noche, en la oscuridad, en el vacío que me genera tu ausencia, en la congoja, en el desconcierto, en la incertidumbre, en el llanto, en el desconsuelo que me genera que no estés aquí, me suena y me resuena aquella canción que llegaste a cantar, aquella canción que ya es sugerente desde el título mismo, de esas tantas canciones que con el paso del tiempo suenan premonitorias, como un aviso, como una advertencia, como una alarma que no fue detectada a tiempo, que no fue escuchada pues nunca nadie se imaginó que podía suceder algo malo, algo terrible. Un aviso en el medio de tanta felicidad, de tanta alegría, de tantos sueños que se iban cumpliendo, de tantas cosas lindas soñadas que se iban dando como un cuento de hadas, como el discurrir de una historia en la cual todo es bello después de un comienzo difícil y con tantas incertidumbres. Esa canción que cantaste con los Barrio Boyz que se llamaba “Donde quiera que estés”, y esa frase que su cantante decía como si la estuviera diciendo ahora con total actualidad “si pudiera tan sólo oír tu voz, tus palabras, tus pensamientos”, retumba en mí y en todos aquellos que te amamos y te amaremos siempre, Selena. Esos corazones que aún sienten tu voz diciéndoles “Siempre seré tu primer amor”…

Estoy en el medio de la noche solo y con mucho frío … El frío de tu ausencia, el frío de no hallar tu calor, el no poder verte, el no poder escucharte, el no poder apreciarte, el no poder tener esa mínima posibilidad de saber en dónde estás, en qué andas, qué nos puedes decir … Si tan sólo pudiera oír tu voz, si al menos pudieras manifestarme algo, algo que pudiera detener mi llanto, ahogar mis penas, darme esperanzas, no rendirme ante esta realidad que me lleva a aceptar lo que yo no quiero aceptar de ninguna manera. Pues yo no quiero que te manifiestes con alguna señal que me la indique otro, yo no quiero inferir que estás allí porque se supone que nos estás dando un mensaje. No, yo no quiero suponer que estás allí, en algún lado, incluso al lado mismo de mí si yo no puedo verte, contemplarte, abrazarte, decirte todo lo que te quiero, todo lo que te extraño, cuánto me duele tu ausencia, cómo querría que estuvieras aquí. Querría yo ir corriendo y asomarme a la ventana de la cocina de mi casa y verte allí, y que me indiques tú una señal, algo que me certifique que estás allí y que te puedo ver, algo que me permita seguir diciendo y sintiendo que nada es imposible, que todo se puede lograr si uno se lo propone. Pues tú, Selena, eres nuestro primer Amor, nuestro Amor eterno, el Amor al cual uno nunca renuncia, el Amor que no se olvida, el que se extraña, el que se espera siempre…

Sabes, Selena, que mucha gente aún está dolida, que está susceptible, que no puede creer que no estés aquí. Selena: hay gente que sigue llorando cada vez que se habla de ti, cada vez que se te recuerda, cada vez que rememoran tus conciertos, cada vez que escuchan tus palabras, cada vez que recuerdan lo que soñabas y, sobre todo, cuando reviven lo que ha sucedido contigo. Y no hay consuelo. No. No hay forma de consolarse ante tanta desolación y tanto sinsentido. La gente no puede entender y a veces no quiere entender pues sencillamente no acepta lo que pasó, no acepta la derrota, no acepta que se te hayan escapado tus sueños, pues hacerlo significa que también se le han escapado los suyos, y nadie está en condiciones de aceptar tanto dolor, tanta locura, tanto Amor desparramado y dilapidado, tanto egoísmo, tanto mezquindad, tanto odio. No puede asimilarlo, pues ¿cómo entender que viva la vida como mirando una película de Amor y en el medio de esa historia viva una de terror? ¿Cómo explicar que una vida como la tuya, Selena, iba a ser tan corta y tan burdamente arrebatada? ¿En qué cabeza cabe que en tu vida ibas a ver y a sentir semejante violencia, semejante cachetazo al Amor, a la ilusión, a la esperanza? Toda esa gente que pudo apreciarte no sale de su asombro y de su dolor … Todos los que te amamos y te admiramos no podemos entender por qué sucedió, cómo sucedió, por qué debía ser así, dónde se falló, en qué momento las cosas iban por un camino peligroso, cuál fue la señal no vista, no escuchada. ¿Acaso fue cuando en ese mes de marzo usaste en todos tus conciertos el pelo recogido? ¿Acaso fue cuando se te notaba dispersa en muchos reportajes, como el que se te hiciera en San Antonio cuando fuiste a ofrecer un concierto en la Escuela de los Spurs? ¿Acaso fue cuando manifestabas una risa forzada en el concierto de Chicago? … Todas estas sensaciones forman parte, lamentablemente, de tu recuerdo. Aunque quisiéramos obviarlo, aunque quisiéramos borrar de nuestras mentes lo más doloroso, lo que más nos duele de tu cruel destino, siempre eso estará presente. Nunca podremos olvidarnos, nunca podremos dejarlo de sentir. Porque cuando miramos hoy a las cantantes que son conocidas en todo el mundo, nos es inevitable pensar que tú deberías estar en ese lugar, que tú tendrías a todo el mundo en un puño o arrodillado a tus pies … Una y otra vez rondarán en nuestras cabezas esas palabras: “Si pudiera oír tu voz, tus palabras, tus pensamientos”. Porque todos los que te amamos seguimos esperando que nos digas tú misma aquello que quisiéramos oír, sólo esperamos que tú nos digas lo que querrías decirnos. Quisiéramos oír de tu propia boca qué es lo que nos querías decir ese nefasto día, qué fue lo que pasó, qué es lo que te llevó a tomar esa decisión, qué es lo que más anhelabas hacer en ese momento, qué es lo que querías hacer con tu vida, con tu familia, con tu futuro, con las personas en quien confiabas, qué te perturbaba y qué te alegraba. La gente, cuando te ve y te escucha, también espera eso, también quiere oír tu voz hoy…

Y mientras la gente te espera, mientras yo te espero, mientras todos esperamos que tú vuelvas para que ocupes ese lugar que nunca debiste abandonar, Selena, todos buscamos hacer lo que podemos. A muchos les ha costado armar la realidad sin tu presencia. A muchos les ha costado seguir. Al principio, tal vez, ante tanto dolor, la gente se recostó en una realidad, se sintió identificada con el dolor de toda una familia, de todo un pueblo, y trató de consolarse como podía, reemplazando tu ausencia con tu música oyéndote todo el día, comprando todos tus discos, acallando tanto dolor escuchando una y otra vez tus canciones, evadirse de la realidad oyendo lo que uno quería escuchar, leyendo historias, viendo imágenes tuyas que acaso le permitían consolarse ante tanto vacío, ante tanto dolor. Pero nadie, absolutamente nadie, ha renunciado a verte, ha bajado los brazos, ni ha aceptado tu partida. La gente y todos los que te amamos seguimos esperando que te nos aparezcas. Todos seguimos aferrándonos a tus discos, a tus dvds, a tus conciertos, a tus reportajes, a todo lo que nos dejaste en vida como un salvavidas, como algo que nos aferra a ti y nos da un mensaje de esperanza, una posibilidad, una chance más de que te volveremos a ver, una chance que es para ti, Selena, esa chance que nos devolverá a nosotros y que nos permitirá a todos ser felices con tu presencia, con tu áurea, con tu voz, con tu personalidad. Todos estamos aferrados a tus cosas, a todo lo que te pertenece, como tú te aferraste a ese anillo aquel nefasto día. Pero como tenemos aún la fuerza de la vida, no queremos que nuestras fuerzas cedan y el paso del tiempo haga lo suyo para darnos por vencidos y no nos quede otra alternativa que elaborar el duelo, cerrar tu vida y aceptar este mundo sin ti, este mundo absurdo sin tu presencia…

Nadie está preparado para aceptar una realidad tan pesada, tan triste y tan dolorosa. Por eso ese aferramiento, ese tomar con mucha fuerza cada cosa tuya, cada relato. Cada argumento es algo vital para seguir. Por eso cada cosa que aparece, cada opinión, cada revelación que surge de algo o de alguien que nos hace pensar y repensar todo aquello, que nos haga meditar por qué, por qué y por qué te ha pasado esto a ti, Selena, genera tantos sentimientos encontrados, tantas reacciones, tantas discusiones, tantos enfrentamientos. Es que todas estas reacciones salen del dolor, del dolor de lo que ha dejado de ser, el dolor de ya no ser. Antes, tal vez la gente que no podía asimilar tu partida, Selena, se la terminaban agarrando con otra gente, con otros personajes de tu increíble y triste final de historia. Y descargaron su ira haciendo toda clase de acusaciones a seres queridos, a personajes entrañables. Y no es que ellos estuvieran convencidos de lo que estaban diciendo. Es que a veces el dolor nos lleva al llanto, pero cuando no queremos llorar más, reemplazamos el llanto por el enojo y la indignación. Y otra vez nos evadimos de la realidad. Y cuando ya nada de eso nos consuela, nos aferramos a la creencia de una de las dos realidades que nos invitaron a creer desde que tú no estás. Y así vive mucha gente en la creencia de que al menos así será menor el dolor y más asimilable lo que ha sucedido. La realidad es tan insoportable que necesitamos de un consuelo, de un abrigo, de alguien o de algo en quien creer. No queremos pensar más y sólo queremos que aparezcas y nos saques de esta pesadilla que viviste primero tú y luego todos los que te amamos … Mientras tanto, la situación y lo que quedó sin tu presencia nos han empujado a creer que sólo hay dos posibilidades de interpretar por qué sucedió todo y nos acostumbramos a ello, nos queremos acostumbrar a ello para mitigar tanto dolor .... Y cada vez que alguien, desde el lugar que fuere, nos invita a que pensemos, a que consideremos que hay otras u otras formas de ver las cosas, que hay otras explicaciones que nos hagan pensar, repensar y explicar por qué todo esto, por qué no estás aquí, el temor a lo desconocido, el solo hecho de pensar en que debemos volver a recrear aquello, aquellas imágenes, aquellos hechos de los que nunca volvimos a recuperarnos, se genera una reacción aun peor de las que nos genera cualquier comentario o reacción distinta de las que nosotros pensamos y sentimos ... Parece que no estamos en condiciones para llegar por nuestros propios medios a saber por qué tenemos que vivir un mundo sin ti, Selena … No podemos solos nosotros explicarlo, y menos aun si los que lo pueden hacer no desean eso y pretender que sigamos aferrados a esas dos realidades…

El dolor sin ti, Selena es muy grande. Por más que querramos, por más que lo intentemos, por más que deseemos superarlo, es insoportable la vida sin ti, el mundo sin tu voz, la vida sin tu esperanza, nuestra existencia sin tu luz, sin tu alegría, sin tu ilusión, sin tus sueños, sin tus anhelos. Es imposible quedarnos en este mundo sin oírte, sin verte, sin agradecerte, sin abrazarte. Si alguna vez aunque sea por un instante, aunque sea por un ratito, aunque sea fugazmente, fuimos felices, fue por ti, Selena. Si alguna vez nos reímos, si alguna vez pensamos que era todo posible, si alguna vez pudimos pensar que la vida valía ser vivida como se debe, fue por ti, Selena. Tú nos marcaste el camino, tú hiciste posible todo. Sólo tú supiste, y por tu cuenta, lo que sentíamos. Tú aprendiste en la vida que no había que conformarse. Que si uno quiere ser alguien en la vida, tiene que ir mucho más lejos. Que no alcanza con que nos marquen el camino, con que no alcanza con ser fieles obedientes de aquellos que nos dicen qué es lo correcto y qué es lo que no. Que todo depende de uno, y que siempre en todo, hasta en el más insignificante acontecimiento de nuestras vidas, uno tiene que dejar su sello, su impronta, lo que uno desea, lo que uno quiere, lo que es, lo que nos identifica y lo que nos enorgullece. Parte o buena parte de tu magia, Selena, era que en todos los aspectos de tu vida dejaste bien en claro ante nosotros lo que eras, lo que sentías, lo que te emocionaba, lo que te gustaba, lo que no te agradaba, lo que deseabas para ti y para los demás. Y aunque el rol que te tocó en la vida no te dejó margen, tú no te contentaste sólo con hacer sólo lo que esperaban de ti. No te comportaste como una simple empleada que cumple con su horario y con su trabajo, y se marcha sin más. Tú podrías haberlo hecho y hasta por ahí hubieses logrado el éxito igual, y quién sabe tal vez si tu destino no hubiese sido algo distinto de éste tan triste. Pero también es cierto que de haber sido así, desde ya que no hubiese sido lo mismo, porque entonces no hubieses sido la Selena que todos conocimos, que todos pudimos ver. No hubiese sido la Selena con esa magia, con ese empuje, con esa energía. Sé que muchas veces, por una cuestión de imagen por tus famosos bustiers, tuviste que decir que una cosa eras en el escenario y otra en tu vida personal. Pero todos sabemos que en los hechos, en la realidad, esa Selena que estaba en el escenario, esa Selena que estaba en su casa, esa Selena que estaba en su boutique, esa Selena que estaba en un reportaje, esa Selena que estaba saludando a cada uno de sus admiradores, era la misma. Era esa misma Selena que daba todo de sí para decirles a todos lo que era, que daba su voz, su talento, su carisma, su personalidad, su energía, su potencia y hasta su vida misma para dejar su sello en este mundo, para ser querida y para ser feliz. Tan simple como eso. Y eso en cada concierto se reflejaba en el Amor que te brindaba tu gente, aun entre el público que asistía a festivales como el de Acapulco, en el que tú no eras la única artista que se presentaba allí, y en el que asistía gente que era admiradora de otros artistas…

Por eso, en la soledad de la noche, en el silencio en el que uno está solo con su ser y con su Alma, yo sólo espero que te me presentes Selena. Pero que te me presentes tú, que yo te pueda ver, que yo te pueda apreciar. Y sé que este deseo mío es el deseo de todos. Pues todos queremos verte, todos queremos que nos digas algo. Es parte de nuestra condición de admiradores de ti que jamás aceptaremos que te has ido, que te has marchado, que te fuiste de este mundo sin motivo y sin razón. Negar esto es negar que aun tu ausencia nos duele y de que es imposible de aceptar. Como nos duele esa última imagen que nos dejaste que nunca debió ser exhibida y que nunca debió ser divulgada, pues eso nunca quisiste mostrar, pues jamás estuvo en tu mente y en tu corazón entristecernos y hacernos llorar. Tú diste tu vida para que estuviéramos contentos y felices. Tú diste todo para ser amada. Ojalá los que estuvieron más cerca de ti recuerden eso, para que tú misma estés feliz de que todos estamos contentos y felices contigo. Tal vez sea hora Selena de que te me aparezcas, de que te manifiestes ante nosotros tal como todos queremos que suceda. Pues no me alcanza con los recuerdos, no me alcanza con imaginar o querer creer que has logrado lo máximo en tu vida. No me alcanza pues sé que a ti no te alcanza. Sé que deseabas más que eso, como nosotros deseamos decirte que eres todo para nosotros. Yo quiero escuchar tu voz, Selena, yo quiero verte, yo quiero escuchar tus palabras, yo quiero que me digas lo que sientes y lo que piensas, yo quiero que me des la oportunidad para decirte en persona que tú eres mi primer Amor, mi único Amor, mi eterno Amor…

Por eso, Selena, yo te sigo esperando como te sigo queriendo. Podrán cerrar tus sueños, podrá la gente refugiarse en su dolor no queriendo escuchar, podrá el tiempo dejarte y reemplazarte por otras artistas que invocan tu nombre, podrán decir a 15 años que en definitiva el mérito de tu éxito fue de otros, podrán decir muchas cosas, pero yo seguiré esperándote, esperando tan sólo escuchar tu voz, ver tu sonrisa, contemplar tu áurea de artista indiscutible, observar tu mirada tierna digna de tu hermosa personalidad. Y cuando ello suceda, yo poder abrazarte en silencio durante mucho, mucho tiempo y decirte al final de ese interminable abrazo, de mi infinita muestra de Amor y de agradecimiento por ti, que tú eres mi primer Amor, mi verdadero Amor, la única persona que ha conquistado mi corazón para siempre…

Te recuerda todos los días, te espera todos los días, te extraña todos los días…

 
 
  Menu Other Pages: 17 16 15 14 13 12 11 10 8  6  5  4  3  2  1