Cada vez que te veo, Selena, cada vez que aprecio tus conciertos, cada
día que me apresto a verte una y otra vez una sensación de vacío y de
dolor se apodera de mi cuerpo y atormenta mi alma. Es que la sensación
de alegría al verte en un video dura exactamente ese tiempo que duran
esas imágenes. Sé que se puede vivir con esas imágenes, sé que puedo
verlas una y otra vez … Sé que puedo vivir contento apreciándolas … ¿Pero
sabes Selena? No alcanza. No. No alcanza. Es que faltas tú, Selena,
faltas tú para darle vida, color y sentido a esas imágenes. Faltas tú
para darnos esa alegría que nos falta. Falta tu Amor para sentirnos
plenos y vitales. Ningún disco, ningún cd, ningún dvd podrá reproducir
fielmente todo lo que has transmitido. Nada podrá reemplazarte. Es una
quimera pensar que podamos buscar otra artista a la que podamos
depositar el mismo cariño que podíamos expresártelo a ti. Porque nadie
es como tú, Selena. Nadie puede interpretar ni transmitir los
sentimientos como lo hacías tú. Y cuando uno queda subyugado por tu
presencia nadie piensa en depositar la admiración en otro artista. Y
cuando uno te ve en cualquier circunstancia nos falta el poder
expresarte lo tanto que te queremos…
Por eso, mi querida Selena, me niego a pensar que te has ido para
siempre. Te veo y no puedo creer que no estés. Siempre me levantaré con
la esperanza de encontrarte y de decirte lo que eres para mí, lo que has
generado en tantas personas. Sé que lo sabías. Sé que aun así te
asombrabas ante semejante muestra de cariño. Sé que te emocionabas
cuando masivamente tu público te expresaba todo su Amor. Basta con verte
al final de aquel mítico concierto del Astrodome, en el epílogo del tema
“Como la Flor”, y observar la expresión en tu rostro, el ver morderte
los labios de emoción, el sentir tanto Amor. Sé que siempre lo buscaste.
Sé que siempre lo quisiste. Sé que siempre lo necesitaste. Y el hecho de
poder vivirlo y de sentirlo después de tanto esfuerzo, de tantos
sinsabores, de tantas privaciones, de tantos padecimientos era la mejor
recompensa. Tal vez no pudiste vivir plenamente tu niñez, gozar de tu
adolescencia, tal vez no pudiste expresar todo lo que sentías en buena
parte de tu vida. Tal vez hubieses preferido recibir Amor de otra manera.
Pero ahora que veías lo que habías generado apreciabas que acaso no
estuvo tan mal haber hecho ese recorrido. Que aquella decisión de
mostrarle a tu padre cómo cantabas aquellas canciones fue una gran idea.
Había cambiado tu vida, te la alteró. No hiciste la vida normal de
tantos otros, pero supiste ganarte el Amor de mucha gente … Y ese Amor
era lo que siempre habías querido recibir…
Y cuando recuerdo esa expresión, cuando retengo en mi mente esa imagen,
ese rostro, esa emoción, yo no quiero que dejes de sentir eso. Yo quiero
recrear todos los días aquellas manifestaciones de Amor y de cariño. Yo
quiero que sigas recibiendo ese Amor. Yo quiero que lo sientas. Yo
quiero que lo vivas. Yo quiero que sepas que no se te ha olvidado. Yo
quiero que sepas que jamás se te olvidará. Yo quiero que sepas que eres
la mejor. Yo quiero que sepas que no tienes reemplazante. Yo quiero que
sepas que luego de tu partida más y más gente te ha descubierto y
comenzó a admirarte aun en tu ausencia. Quiero que sepas que aún con el
paso del tiempo sigues generando alegría, sigues provocando que la gente
cante tus canciones, sigues generando admiración. Y tal vez por eso la
gente te sigue llorando, te sigue buscando, te sigue extrañando … y
sigue esperando que nada de lo que haya ocurrido aquel nefasto día sea
cierto…
Y mientras tanto, ¿qué hacer por ti? ¿Se supone que ya nada podré hacer?
¿Se supone que sólo me queda escuchar tus canciones y dejar que el paso
del tiempo haga lo suyo? ¿Dejaré que tu nombre sea uno más que ha pasado
en este mundo y nada más? Si has dejado semejante huella en mi corazón,
en mi vida, en mi Alma, ¿me quedaré sólo observándote y seguir mi vida
como si nada? ¿Permitiré que esa realidad de un tango que dice “tus ojos
se cerraron y el mundo sigue andando” me resigne a llorarte y a mirar
con desesperanza este mundo? No, mi querida Selena. No se han cerrado
tus ojos y el mundo jamás seguirá andando sin ti. Y si es necesario,
ofreceré mi corazón para que eso sea posible. Porque mi corazón es tuyo.
Y te lo ofrendaré todos los días para que estés aquí con nosotros. Para
acompañarte y para que nos acompañes. Para que nos alegres y estés
contenta. Para que sepas que nunca estarás sola. Para que sepas que
tienes todo nuestro Amor…
Por eso, mi querida Selena: ten por seguro que jamás te abandonaré,
jamás dejaré de quererte, de admirarte, de estar contigo siempre, para
acompañarte siempre. No importa si no podré verte nunca. No importa si
el fruto de mi esfuerzo y de mi dedicación no tenga su recompensa ni me
de la posibilidad de verte, de decirte lo que yo siento por ti. Importa
sí que todo lo que haga por ti sea una muestra de Amor y de
agradecimiento a todo lo que nos has dejado para que estés siempre en
nuestras vidas, para que tu ejemplo de Amor, de dedicación y de esfuerzo
viva en cada uno de nosotros. Mi corazón es tuyo, Selena, sólo tuyo.
Donde quiera que estés quiero que lo sepas, no por mí, que nada importa,
sino por ti, para que sepas que siempre estaré contigo y para que nunca,
nunca estés sola…
Mi corazón es tuyo, Selena. Te lo entregué el primer día en que te vi,
en el que pude apreciarte como artista, como cantante, como mujer. No
habrá nadie como tú, porque tú eras totalmente personal en el escenario.
No te dejabas llevar por lo que ejecutivos o asesores de marketing
pudieran decirte qué era lo que el público quería o le gustaba. Tú,
Selena, sabías mejor que nadie lo que sentía tu gente, pues tú eras uno
de ellos. Por suerte nunca necesitaste cambiar de imagen para ser más
vendible para el gran público. Por suerte nunca tuviste que ser
artificial, banal, dejar de ser auténtica para que el gran público te
aceptara. Por suerte, Selena, tú te expresabas en el escenario tal cual
eras en tu vida todos los días. Y el público te aceptó tal cual te
mostrabas, y siempre te quiso y te creyó. Por suerte, Selena, siempre
mantuviste ese espíritu, ese Amor, ese esfuerzo, ese profesionalismo que
tuviste desde cuando tenías que ir de pueblo en pueblo a mostrar todo tu
talento, todo tu potencial, todo tu canto. Nunca olvidaste tus raíces,
nunca olvidaste de dónde venías, nunca olvidaste tus sueños y tus
anhelos. Y la gente siempre te lo agradeció cada vez que se lo
demostraste en cada concierto, en cada presentación, en cada muestra de
tu Amor…
Mi corazón es tuyo, Selena. Y siempre estaré aquí para demostrártelo,
para poder expresar lo que me has dejado, para agradecerte por tanto
talento. Contigo no hay medias tintas. Cuando se te quiere, se te
entrega todo, se te dedica todo, te expresa todo tu cariño. Es nuestra
mejor forma de tributarte. Recordarte de la manera en la que tú les
dedicabas a todos lo mejor de ti en el escenario. Es lo mínimo que
podemos hacer por ti y siempre sabremos que podemos dar mucho más si
tenemos el Amor, las ganas, la energía y la voluntad que tenías en cada
acto de tu vida…
Por eso quiero ofrendarte mi corazón. Querría que a través de él
pudieras vivir lo que te ha faltado. Quisiera sentir que algún día
volverás, Selena … No sabes lo falta que nos haces!! A veces miro con
desazón que cada vez se aprecia menos el talento y se aprecia más la
imagen, la repetición de las mismas palabras, los mismos gestos. No hay
emoción. Muchos artistas prefieren más contar sus cosas personales para
adquirir notoriedad. Hoy se grita por cualquier cosa. La gente se
acostumbró a pedir y a recibir lo mismo. Ya no se espera sorpresa. Tal
vez no se quiere sorpresa. Y a veces la gran novedad pasa por cambiar de
imagen o mostrarse de una manera distinta pero no de un modo muy
diferente de lo que ofrecen otros artistas. Y allí me digo: “¿cómo no
está Selena en este mundo? ¿Qué haría Selena si estuviera entre nosotros?
¿Sería una más? ¿Nos sorprendería con mostrarnos sólo una imagen
artificial, no auténtica? ¿Podría dejar Selena de ser ella misma? Podría
olvidar sus raíces? ¿Se conformaría con dar lo mínimo indispensable para
mantener la popularidad? ¿No nos sorprendería con algo personal? ¿No nos
daría algo más de lo que nosotros mismos esperamos? ¿No seguiría siendo
la misma tanto en el escenario como fuera de él?” Estoy seguro de que
así sería como no dudo de que hoy sería por lejos la N° 1. Por eso cada
vez que sale un cd o un dvd genera tanta expectativa. Por eso cada
artista sólo tiene palabras de elogio y de agradecimiento. Por eso se la
extraña tanto…
Alguna vez alguien cantó “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a
ofrecer mi corazón”. Y eso es lo que te ofrezco Selena. Yo no puedo
dejar de exteriorizar mis sentimientos hacia ti. Yo no puedo dejar de
evocarte. Yo no puedo dejar de recordarte. Yo no puedo dejar de
expresarte mis palabras de admiración, de dolor, de alegría y de
extrañeza. Podré evocarte recordando cada concierto, cada forma
particular de interpretar cada canción como sólo tú podías hacerlo.
Podré mostrar tu forma peculiar de moverte en el escenario. Podré
resaltar tu voz, tu carisma, tu talento, tu personalidad, tu increíble
presencia. Podré evocarte con sumo dolor, podré hasta ser muy crudo en
mis manifestaciones ante el vacío de tu ausencia y en tu forma de
decirnos adiós. Podré ser reiterativo, podré ser exagerado, podré ser
pesimista, podré ser obsesivo, podré ser realista, podré ser un iluso.
También podré saber recordarte con mis mejores palabras de afecto, de
cariño, de Amor, de admiración. Pero lo que nunca dejaré de hacer es de
decirte lo que me has generado, la marca que dejaste en nuestros
corazones. Nunca dejaré de agradecerte. Cuando uno te ve cantar uno no
puedo dejar de decir: “Qué lindo cantaba. Qué hermoso era verla cantar.
Qué bella era!!”. Y si alguien generaba todo eso, nunca puede ser
abandonado. Porque tú, Selena, eras una excelente artista y una mejor
persona. Sólo una buena persona genera tanto Amor. Si lo tuyo, Selena,
hubiese sido una voz, la emoción se circunscribiría a un disco, a un cd,
a un concierto, y el Amor acabaría cuando todo ello concluyera. Pero
contigo, Selena, no se acaba allí. La gente, antes, durante y después,
siempre necesitó expresarte su cariño, siempre necesitó decirte que
contaras con ellos, que siempre estarían dispuestos a cuidarte, a
protegerte, a dar todo por ti. El que sabe lo que tú eras no piensa que
sólo eras una linda voz que cantaba hermosas canciones. El que sabe todo
lo que tú habías logrado no se planteará nunca ni pensará jamás que tu
gran logro se produjo luego de aquel nefasto día. El que piensa eso, aun
de buena fe, ignora tu pasado, ignora lo que habías logrado, ignora el
sentimiento de tu gente, creen que el sensacionalismo genera Amor y
popularidad. Nada tan errado. Lo que tú generaste sólo lo saben tú y los
que te queremos, nadie más…
Y por todo ello y porque yo te quiero, Selena, sé que los homenajes
cuando hay este sentimiento, no se hacen sólo en fechas determinadas. No
sólo se te quiere en determinadas momentos. No nos acordamos de ti sólo
en aquellos días inolvidables. El que realmente te quiere nunca
abandonaría aquello que tú construiste con tanto Amor. Los que te
queremos de verdad jamás abandonaríamos tus sueños, haríamos lo
indecible por tributarte. Porque el que verdaderamente te quiere piensa
y siente que estás aquí con nosotros esperando sin necesidad de decirlo
que nosotros demos por ti del mismo modo que tú diste por nosotros. No
basta con recordarte cada tanto. No alcanza con desempolvar cada tanto
tus imágenes, fotos y canciones. Alcanza si todos los días te
homenajeamos, si todos los días damos vida a tu obra, si todos los días
hacemos que sea un día más de tu vida, si todos los días mantenemos la
ilusión de verte, si todos los días somos capaces de darte nuestro Amor
para tributarte con cariño y admiración. Si realmente te queremos,
Selena, haríamos eso y mucho más sin pensar que es algo que se lleva el
viento. Es como ofrecer el Amor a alguien que tal vez nunca nos
corresponda. Cuando uno quiere no piensa en eso, no piensa en
devoluciones. Da sin esperar por Amor. No piensa en esfuerzos, no piensa
en costos ni en beneficios. Cuando uno te quiere, Selena, sólo piensa en
ponerte en el lugar que te mereces, en el lugar en el que siempre
estuviste, en el lugar que nunca debes abandonar, en el lugar en el que
te tiene la gente, en el lugar que ningún ranking de popularidad podrá
registrar…
Cuando te veo, Selena, me pregunto por qué no estás aquí y vivo
preguntándome, como desde la primera vez que escuché tu nombre, si todo
esto es cierto, si todo esto es verdad. Pero no me quedo con los brazos
cruzados esperando una respuesta. Tal vez al principio haya creído que
con encontrar esa respuesta podía respirar tranquilo e irme a mi casa
con todas mis preguntas respondidas. Nunca logré tener todas las
respuestas a mis inquietudes. Sé que nunca las hallaré. Pero tampoco hoy
me desvive ello. Desde que te conocí, Selena, desde que entré a tu mundo,
desde que pude ver tu áurea, tu ángel, tu Amor, tu propia vida, tus
sentimientos, tu pasión en el escenario, nada fue lo mismo para mí. Me
conquistaste aun en tu ausencia y yo te entregué mi corazón. Sabes bien
que puedes hacer de él lo que quieras. Sabes bien que siempre te
esperaré. Y aunque no aparezcas nunca, no dejaré de expresarte mis
sentimientos, de entregarte mi vida, de entregar mi Alma por tu recuerdo.
Y no importa si yo no vea los frutos de mi esfuerzo. No importa si no
pueda verte jamás. Me alegraría que mi esfuerzo sirva para que nunca
nadie se olviden de ti, para que todo el mundo te tribute y te extrañe,
y para que algún día te decidas y vuelvas, aunque yo ya no esté para
verlo, aunque ya no esté para apreciarlo … Nada me haría más feliz de
saber que eso algún día ocurrirá. Nada me haría más feliz de verte que
estás aquí para sorprendernos una vez más…
Mi corazón es tuyo, Selena. No lo dudes, No temas. Tómalo. Vive a través
de él. Úsalo para alegría de todos nosotros, utilízalo para un mundo que
tanto te necesita…
Te quiere mucho, te extraña horrores, te necesita tanto…
Todas las
noches, todos los días, estás presente, Selena
Todos los
días, Selena, me acuesto escuchando tu música, escuchando tu dulce voz,
dejando que seas tú la que me dé la caricia para que yo me duerma
tranquilo, para que me deje llevar por el sueño con una sonrisa de
felicidad. Recurrentemente busco poner el tema “I could fall in love”,
por lo que siempre es el primer tema que escucho en esas largas noches.
Tal vez la elijo porque es una de tus últimas grabaciones, tal vez
porque veo en esa hermosísima canción tu sueño hecho realidad, tal vez
porque percibo y siento esa dulce voz que cautiva y llena de luz y amor
mi vida. Con esa melodía y con ese divino canto a nada me resisto. Ya no
pienso más. Ya ningún problema ocupa mis pensamientos. Sólo tu voz, tu
sentimiento, tus pensamientos, tu vida, tu amor, tu tremendo carisma
ocupan mi cuerpo, mi alma, mi vida. Y como me siento tan pleno, tan
feliz, tan vivo, sólo me dejo llevar por el encanto de tu música para
seguir viviendo la vida como tú me enseñaste, Selena. Como tú y sólo tú
me la podías transmitir…
Creo que
si hay algo por lo cual yo no puedo olvidarte, por lo cual nadie puede
olvidarte, Selena, es por el sentimiento que nos has dejado. Nos
llenaste de Amor, nos llenaste de vida, nos diste el valor de las cosas.
Yo antes creía que lo importante era cumplir con determinadas
obligaciones. Hoy puedo decir con orgullo que contigo me he hecho más
humano, más feliz, viviendo la vida hasta lo máximo, valorando cada
minuto de mi vida, poniéndole una sonrisa a todo, aun en la adversidad,
aun ante tanta envidia, ante tanto encono, ante tanta locura. Aprendí de
ti, Selena, a que se puede hacer todo si se tiene voluntad y cariño, si
se pone empeño y amor, si se pone una dosis de personalidad a cada cosa
que se hace. Aprendí a valorarte, Selena, como artista y como persona, y
eso me llena de vida y de orgullo. Mi vida, desde que te conozco, cambió
y por eso estoy tan agradecido…
Sé que no
todo es felicidad. Tú lo sabes bien, Selena … En nuestro camino siempre
se nos cruzará una lágrima, se nos despertará la añoranza, nos
sentiremos impotentes ante tu ausencia. Pensaremos que sin ti la vida no
es la misma, que un mundo sin ti es como una tarde sin sol, un parque
sin niños, un Amor sin risa, una vida sin pasión. Sin ti, Selena, nada
es lo mismo, nada es igual. Pero sé que estás presente. Estás en mis
sueños, estás en cada canción, estás en cada sonrisa que emito, estás en
cada manifestación de afecto que hago, estás en las risas y en el
llanto, estás en cada minuto de mi vida. Estás presente cuando
me ayudas a dormirme cantándome “I could fall in love” o “Dreaming of
you”.
Estás presente siempre. Tú no te has ido simplemente
porque estás presente todos los días en la vida de mucha gente. Y ésa es
tu mayor virtud. Una virtud que pocos logran porque no todos tienen
Amor, no todos tienen talento, no todos tienen algo para dar en la vida.
Una persona como tú, Selena, nunca se va. Una persona que canta como tú,
Selena, siempre está presente. Una persona que interpreta como tú,
Selena, conquista todos los corazones. Una persona que tiene tan nobles
sentimientos como tú, Selena, vive en los corazones de todas las
personas que te aman y admiran. Y tú, Selena, vives en mi corazón…
Tu dulce
voz me remite a esas imágenes, a esas interpretaciones, a esos
conciertos que nos supiste ofrecer. Y acaso siempre sueño que tal vez
pueda verte, acaso pueda encontrarme contigo, acaso pueda vivir y
experimentar aquello que veo en tus increíbles actuaciones. Cuando te
veo, me veo allí tratando de compartir contigo tus canciones, de
participar de tu fiesta, de ser uno más que te manifiesta mi admiración
y todo mi cariño. Cuando me voy durmiendo te veo cantando esas canciones
y nada más puede ser más placentero y hermoso. Sé que sólo estaré para
decirte que haré lo posible para que todos valoren por lo que has hecho,
para que todos te quieran como yo te quiero. Yo no me puedo quedar con
todo tu amor. Yo no voy a permitir que tu Amor se muera contigo, ni
conmigo. Yo quiero que tu Amor se impregne en cada una de las personas
que te conozca. Yo quiero que todos reciban tu Amor. Yo quiero que vivas
por siempre en los corazones de la gente. Una persona como tú merece el
cariño eterno. Y todas las personas con Amor merecen recibir tu Amor…
Me voy
durmiendo y en un punto me resisto a hacerlo. Quiero seguir recibiendo
lo que tú nos transmitiste. Quiero verte una vez más. Quiero escucharte
una vez más. Quiero sentirte una vez más. Escucho “¿Qué creías?” y me
imagino allí parado en el escenario de Odessa, Texas, recibiendo tu
reprimenda e invitándome a salir de allí. Me imagino callado y tímido,
no sabiendo qué hacer, deseando por un lado escapar de allí por la
vergüenza de estar en el centro de tantas miradas, pero a su vez
contemplarte con Amor y admiración. De sentirte tan cerca pero ni
animarme a acercarme, deslumbrado por el áurea que generas con tu sola
presencia. Soportaría estoicamente cada una de tus palabras, cada una de
tus miradas desafiantes, cada una de tus agarradas de las solapas
pidiendo explicaciones. Estaría muerto de miedo pero nadie me sacaría de
allí hasta que termine la canción, hasta que tú digas “Un fuerte aplauso
para mi ex novio”. Y allí, sólo allí me acercaría para darte un tímido
beso, para sacar toda la fuerza del mundo para darme valor para decirte
“Gracias, Selena, por todo lo que nos das”. Quisiera poder decirte con
la mirada todo lo que sentimos por ti, para que sepas que lo que generas
en la gente es mucho más de lo que tú te imaginas. Querría expresarte
que tú has llegado para quedarte para siempre, a pesar tuyo, a pesar
mío. Que una persona que canta así, que interpreta así, sólo está para
ser querida … para siempre…
Mi propio
sueño me hace ceder en mi cariño y en mis pensamientos, pero no … Quiero
seguir escuchando tu voz, quiero seguir sintiendo tu Amor. Quiero seguir
experimentando el sentimiento que tú creabas. Quiero compartir ese
sentimiento con todos los que te han amado y querido, con todos los que
te han sabido disfrutar, con todos los que han cantado contigo, con
todos los que te supieron querer, con todos los que supieron compartir
tus sentimientos. Me imagino por un instante en aquel emocionante
recibimiento en el programa “Siempre en Domingo”, en el que lucías un
increíble pantalón y bustier rojo. Me imagino corriendo para verte más
cerca. Incluso me veo allí, en esos delirios míos de querer volver el
tiempo atrás, corriendo aparentando ser un fotógrafo que se acerca al
escenario para tomar una buena foto, la mejor que pueda captar tu risa,
tu emoción, la sorpresa, tu sentimiento mientras cantabas “Amor
prohibido”. Me imagino siendo uno más que se sacaba el sombrero como
reverencia, como manifestación de suprema admiración. Me imagino
cantando a viva voz cada palabra de la canción junto con todos los
asistentes al concierto. Quisiera sentir lo que habías logrado con la
gente, Selena. Quisiera ver cómo todo México cantaba y se emocionaba
contigo, cómo todo los latinos se sentían representados por ti. Quisiera
observar que, a pesar de que aún te costaba hablar el español, le diste
a cada palabra el énfasis, la entonación, la pasión, el sentimiento como
pocos lo habían logrado. Le demostraste a todo México que no sólo es
cuestión de hablar bien el español. Es también interpretarlo bien,
sentirlo bien. Y eso, Selena, lo has demostrado con creces. Tan alto fue
tu logro que no sólo quedó subyugado el amante de la música tejana.
Todos terminaron admirándote fascinados por tu forma de expresar, de
vivir, de sentir. Me imagino eso y no quisiera irme jamás de aquel
escenario, de aquella noche. No quiero dejar de escuchar esas
manifestaciones de Amor. No quiero dejar de gritar por ti, Selena, no
quiero dejar de cantar … No quiero dejar de escucharte…
Recorro en mi mente cada una de tus interpretaciones,
cada una de las imágenes, cada uno de tus movimientos. No puedo
olvidarme de lo grande que has sido como artista. Que nadie podrá
igualarte. Y que nunca tendrá sentido que alguien se compare contigo
porque tú no tienes comparación. Eres única, irrepetible, inigualable. Y
lo demostraste siempre. No siempre una gran artista demuestra sus
mejores virtudes en su mejor momento. Una gran artista, en realidad,
demostrará sus condiciones siempre. Por eso recuerdo ese inicio del
concierto de San Antonio en 1991, cuando estabas por cumplir 20 años y
le ofrecías a tu gente un concierto de tres horas con toda clase de
canciones en español y en inglés. Eras una estrella tejana que comenzaba
a escucharse con más asiduidad en México. Pero poco importaba eso: lo
que importaba era cómo deslumbrabas, cómo te movías, cómo sorprendías
con tus interpretaciones. Y un buen artista capta la atención de todos
desde que aparece en el escenario. Me imagino verte cantando “Set me
free” y quedarme fascinado con esa brillante interpretación en inglés,
tu baile, tu ida a uno y otro lado del escenario, la energía que
contagiabas, la capacidad y el dominio del escenario que tenías, la
facilidad que tenías para hacer partícipe al público de tu canto. Me
imagino verte tan joven y tan talentosa, tan segura, tan bella, tan
poderosa. Me imagino verte y saber que estoy ante la presencia de una
artista que no tiene límite, que no tiene techo, que no tiene horizonte.
Me imagino saltando, cantando, gritando, queriendo llevarme parte de tu
energía para sentirla siempre, para contagiarme de ella todos los días,
queriendo compartir tu sueño de cantar tu disco en inglés, siendo
partícipe y testigo de tu evolución como artista, de convertirme en un
admirador a la distancia, contemplando con cariño tus canciones y
participando contigo sólo con lo que brindabas en el escenario, sin ir
más allá, sólo admirando aquello que nos permitías admirar. Para
brindarte desde una tribuna en un concierto todo mi Amor y aprecio, eso
que tanto necesitabas, eso que tanto querías…
Se hace una pausa entre canción y canción, y recuerdo tus
pausas, tus silencios, tus invitaciones a compartir tus canciones, tus
sentimientos, tu pasión. Y en ese silencio recuerdo tu sonrisa en esa
pequeña pausa mientras cantabas “Como la Flor” en Festival Acapulco.
Penetra en mis oídos tu pequeño susurro cuando acercaste tu boca al
micrófono, pusiste la mano en el pecho, y dijiste casi
imperceptiblemente “Pero…”. Me imagino estar allí y ser partícipe activo
de tararear “Ay, ay, ay” para arrancarte una sonrisa, para que puedas
dar rienda suelta a tu satisfacción de que el público te acompañara una
vez más. Y de que pudieras interpretar como nunca aquella canción. Me
imagino verte tan linda, tan expresiva, tan moderna, tan exultante, tan
enorme artista, que aun con mi gran y enorme timidez no pudiera no poder
participar del sentimiento de todos. No podría no poder manifestarte
abiertamente y a cara descubierta mi enorme admiración hacia ti. ¿Cómo
no hacerlo si aun hoy me asombro de todo lo que hago por ti para
devolverte algo de todo lo que me has dado en tan sólo 23 años? Sí, me
animaría subirme al escenario. Estoy seguro de que dudaría. Estoy seguro
de que más de una vez diría: “No, mejor no subo, me da vergüenza, mejor
me quedo aquí en el anonimato”. Pero no!! Ante el miedo de que se
termine la canción y ante la frustración que me generaría no poder
manifestarte lo que has dejado en mi corazón, subiría, no sé cómo, pero
subiría … Subiría y luego me quedaría paralizado ante tu presencia. Sé
que no volvería atrás. Sé que no querría volver atrás. Sé que esperaría
tu aceptación, tu gesto de aprobación para poder acercarme a ti. Y
seguro que balbucearía, que te abrazaría y que te daría un beso.
Trataría de decirte algo, pero me gustaría que te dieras cuenta de lo
que siento más por mi mirada. No querría interrumpir tu canción. No
querría ni por asomo ser protagonista de tu concierto. Me imagino poder
tener la oportunidad en unos segundos de ser uno más que te exprese su
admiración, de ser uno más que te diga que te quiere y que te dé la
seguridad de que toda la gente te quiere. Querría que te dieras cuenta
de que hay mucha gente que daría todo por ti y que por ello te pediría
que te cuidaras mucho. Por el bien tuyo. Por el bien nuestro. Por tu
felicidad y por la nuestra….
Definitivamente, no me puedo dormir sin antes despedirme
de ti imaginándome estando presente en el concierto del Astrodome el 26
de febrero de 1995. Me imagino extasiado luego de aquel memorable
concierto y recorriendo todas las tribunas del estadio para gritarte,
para agradecerte, para contestarte cada uno de tus gestos, para
devolverte cada uno de tus saludos, para ser la persona que pudo tomar
la toalla que tú arrojaste al público en agradecimiento a tanto cariño.
Me imagino aplaudiéndote de pie, pidiéndote que no te vayas, que cantes
una canción más, que no olvides tus palabras de despedida, que yo
prometo cuidarme pero que para vernos pronto tienes que cuidarte tú
también. Me imagino corriendo a la par del auto que te llevaba a tu
camarín quedándome sin aire, pidiendo permiso a cada una de las 65.000
personas que estaban allí ese día para poder expresarte todo mi cariño,
para decirte que mi corazón es suyo, que lo conquistaste desde el mismo
inicio del concierto cuando me deslumbraste con tu Disco Medley, que mi
corazón se paralizó por un instante cuando te detuviste en uno de tus
tantos silencios interpretando “Si una vez” dejando que sólo
escucháramos tu respiración. Seguiría corriendo para decirte que siempre
luzcas tu pelo largo con flequillo, para decirte que eres única, que
eres inigualable, que nadie será como tú, que nadie podrá generar tanta
emoción como lo generaste tú, que nadie podrá conquistar tantos
corazones como tú. Quisiera correr y correr para no olvidarme de decirte
todo lo que siento por ti, para que te quede grabada aunque sea una
palabra de todas las que te he dicho. Quisiera llegar hasta la última
tribuna a la que tú saludaste y ser yo el motivo por el cual te
detuviste para asomarte una vez más tu cabeza a la tribuna para dar tu
último saludo antes de ingresar a tu camarín. Y que lo recuerdes
siempre, siempre. Que sepas que siempre tendrás el corazón de tu gente y
que el paso del tiempo jamás borrará tanto Amor…
Me duermo finalmente no sin recordar esas palabras que
dijiste alguna vez, tan proféticas como tan ciertas, en un video casero
dirigido a tus compañeros de ruta, tus queridos “Los Dinos”: “Detesto
que digan que soy la mejor porque detesto que me digan la verdad”. Y me
dormiré con una sonrisa cuando recuerde tus palabras recibiendo un
premio en los TMA cuando sólo tenías 16 años: “Agradezco a Los Dinos
porque sin ellos yo no sería nada. Si ellos ganan, yo gano. Y si ellos
pierden, yo no los conozco!!”.
…Y sé que mañana sentiré lo mismo. Sentiré la misma
sensación, el mismo sentimiento. Selena: tú viniste para quedarte a
vivir por siempre en mi corazón. Yo sólo estoy aquí para agradecértelo y
para que vivas ante cada latido mío, que es el tuyo. Y para que sepas
que cada latido mío es producto de tu Amor…
Yo sólo estoy aquí, Selena, para decirte que lo tuyo no
fue en vano…
Salgo horrorizada de esa habitación. Siento un dolor tremendo en mi
espalda. No sé que pasó ni quiero pensarlo. Sólo quiero escapar de allí,
del horror, del espanto, de la traición, del sinsentido. Quisiera saber
por qué me disparó, quisiera saber qué le he hecho para merecer esto. Se
supone que me quería, que era mi persona de confianza, que era la
persona de confianza de toda mi familia. Me pregunto cómo no nos dimos
cuenta, me pregunto cómo no advertimos su odio en su rostro, en sus
actitudes, en su mirada, en su actitud exageradamente adulona. Me
pregunto si tal vez confiamos demasiado en ella mientras ella nunca nos
confío nada a nosotros. Me pregunto si no cometimos un grave error en
confiarle nuestras emociones, lo que nos gustaba, a lo que le teníamos
temor, cosas que nunca se lo contaríamos a otras personas, siendo que
ella nunca nos decía nada, nunca nos manifestaba lo que realmente sentía
y pensaba, nunca mostraba su verdadera cara. Me pregunto si acaso la
subestimamos, si minimizamos lo que podría llegar a hacer aunque
pudiéramos sospechar cuáles eran sus intenciones, sus ambiciones, lo que
pretendía de nosotros, lo que pretendía de mí. Y no, no la subestimamos,
simplemente porque nunca imaginábamos que podría hacer esto, nunca se
nos pasó por la cabeza que tenía pensado atacarnos, lastimarnos,
ofendernos, hacernos tanto daño…
Sé que digo todo esto porque no quiero pensar lo que me está pasando
ahora. Corro desesperadamente hacia el lobby del motel. No quiero ni
tocarme el pecho. Siento un sudor frío que me corre y devora todo mi
cuerpo. Pienso y siento en lo peor, pero no quiero pensar que llegó mi
hora. No me lo puedo permitir. Tengo que solucionarlo. Tengo que
enmendar el error. Sólo tengo que llegar al lobby y correr, correr, sólo
correr. No quiero que me alcance. No quiero que me vuelva a disparar. No
es tanto por miedo a lo peor. Tal vez no quiero corroborar que
efectivamente ésa fuera su intención, que eso era lo que quería lograr.
Quiero pensar que no lo quiso hacer. Quiero creer que se quedó en su
habitación arrepentida por lo hecho y llamando a cuanta persona hay a su
alcance para ir en mi ayuda. Quiero creer en ello. Quiero pensar que es
así. Es mi única forma de enfrentar algo del cual no estaba preparada.
Ahora se trata de salir de esto. Yo creo en los milagros. Yo creo en los
imposibles. Yo lo voy a solucionar. Tantas veces pasé momentos difíciles
y siempre salí. Siempre me salí con la mía aunque mi horizonte parecía
lejano, muy distante de mi vista. Voy a salir. Yo sé que voy a salir.
Lástima que esté sola. Ahora me arrepiento de haber salido de mi casa
sin avisarle a Chris. Tal vez debí haberle avisado. Tal vez debí haberle
pedido que me acompañara, como ayer. Tal vez debí haberle dicho todo.
Tal vez no debí esconderle nada. Él me hubiese entendido. Más allá de
cómo realmente pensaba, no era como mi padre. Él me iba a escuchar, me
iba a dar su parecer y luego me iba a dejar actuar. Como lo hizo ayer …
Pero tal vez hubiese necesitado que me pusiese un límite, de hoy ser
enfático como fue anoche al no dejarme salir con el argumento de que era
muy tarde. Tal vez debió frenarme y hacerme razonar. Tal vez debió
decirme que estaba equivocada … Siento un mareo, siento que me voy a
desmayar. Por un instante veo algo rojo que me obnubila mi vista y mi
mente, y siento que mi estómago da mil veces vuelta. Me duele muchísimo
mi espalda. Creo que me pondré a llorar. Pero no. No ahora. No me dejaré
caer. No quiero pensar en un final. Tengo que hacer un esfuerzo más, uno
más. Tengo que llegar a esa puerta y empujar, empujar como sea. Vamos,
Selena, vamos!! Tú puedes, hazte valer por ti misma!!! Una vez más tu
vida está en juego. Y mucha gente esperará que lo hagas por ti y por tu
felicidad. Vamos!! Unos pasos más y luego verás qué hacer…
Me cuesta respirar, me cuesta ver, me cuesta entender. ¿Pero qué ha
pasado? ¡Pero si la acompañé al hospital! Me dijo que la habían atacado,
que viniera pronto. Que viniera sola. ¿Por qué no me lo dijo ayer? ¿Por
qué ayer sólo me daba excusas para explicar sus actitudes en mi
boutique? ¿Por qué me daba unos papeles inútiles que no me decían nada?
¿Por qué era yo y no mi padre la que iba en busca de pedirle
explicaciones por lo que estaba haciendo con mi empresa, con mi vida,
con mis sentimientos? ¿Por qué se resistía a darme lo que me pertenecía?
¿Por qué me extorsionaba? ¿Qué quería de mí? ¿Por qué odiaba tanto a mi
padre? ¿Por qué me hizo ir a este motel para acompañarla al hospital y
estando allí no quería hablar, no quería hacerse revisar, no quería
confiar a los médicos nada? ¿Por qué tuve temor de expresar mis dudas a
la enfermera que la atendió, esa enfermera que estuvo a punto de llamar
a la policía y que alguien la detuvo porque aquí en Corpus Christi nadie
podía intervenir por una residente en San Antonio por algo que le habría
sucedido en Monterrey? Yo no sabía eso. ¿Acaso ella sí lo sabía? Puede
ser … Ella era enfermera … Y si lo sabía, entonces, ¿pensó en matarme?
¿Lo había planificado? … No. Esta es la primera vez que hablo de esto.
No. No me lo puedo permitir. Ya estoy .... Ya estoy en la puerta. No sé
cómo hice para llegar … No tengo fuerzas. Ya no las tengo. Sólo estoy yo
… y mi voluntad. Haré mi último esfuerzo … Mejor dicho, haré un esfuerzo
más…
He derribado la puerta con lo último que tenía, con el último aliento.
Ya no puedo ver. Estoy en manos de los que me puedan socorrer. Estoy en
manos de Dios. Sólo Dios sabe qué tiene para mí, qué quiere de mí. Sólo
te pido, Dios, que me des una oportunidad más. No me dejes caer, mi
Diosito. Pequé por confiar. Pequé en creer en mis propias fuerzas. Creí
que podía con todo. Sabes Dios que me haz puesto muy difíciles pruebas.
Y las sortee todas, con tu ayuda y con mi esfuerzo. La vida me puso en
situaciones que nunca hubiese imaginado. Desde que tengo 8 años mi vida
fue un torbellino que nunca pude detener. Por amor a mi familia y, sobre
todo, por Amor a mi padre, di todo. Canté ante un público con todo mi
miedo sabiendo que era yo, y sólo yo quien tenía la obligación de
encantarlos, de alegrarlos, de divertirlos. Dejé de lado todo: mis
sueños, mis angustias, mis dudas, mi dolor, mis proyectos. Puse la mejor
sonrisa aunque me doliera todo el cuerpo, aunque estuviera triste,
aunque estuviera cansada, aunque fuera una niña. Me quedaba hasta tarde
cantando y al otro día me quedaba dormida en el colegio. Y aun así nunca
me quejé, siempre fui para adelante, siempre creí en mí y en que lo
podía lograr. Siempre supe que podía cumplir con el sueño de mi padre,
porque si lo lograba iba a lograr mi propio sueño. Yo siempre quise ser
diseñadora. Yo postergué mis propios sueños hasta triunfar. Y ahora que
lo estaba logrando me permití hacer lo que yo quería sin importarme que
tuviera tiempo, que era joven, que tenía un largo camino por recorrer. A
veces pienso que viví la vida como si supiera que no tuviera mucho
tiempo, como si intuyera mi propio final … Pero no, no quiero pensar en
esto. No, no quiero parar ahora. No quiero morir. Dios mío, te lo pido,
no me dejes ahora, no me dejes tirada aquí!!!
Quiero decirles algo a todos los que están por allí. Ya no los puedo
ver. Sólo los oigo. Siento más y más gritos. Siento el horror. Siento
sus miedos. Siento sus preocupaciones. Siento la realidad. Yo sólo
quiero decirles que me saquen de aquí, que me saquen de este escenario.
No. No le tengo miedo a esa insensata. Tengo miedo por mí, por mi futuro,
por lo que van a decir de mí, por las historias que van a inventar.
Tanto hice por mi carrera, tanto hice por mantener mi imagen. Tanto hice
para que me quieran por lo que soy y respetando que yo tenía una vida a
la que ellos no debían inmiscuirse. Y siempre mi gente lo respetó. ¿Cómo
haré para evitar que me pregunten por lo que pasó? ¿Cómo haré para
evitar el escándalo que nunca busqué, que nunca quise, al que nunca me
ofrecí? ¿Cómo no nos dimos cuenta de que esta mujer nos iba a poner en
este lugar? ¿Cómo ella, sólo ella, ha tirado por la borda tantos años de
trabajo honrado? ¿Acaso ahora seremos nosotros quienes tendremos que dar
explicaciones por esto que no buscamos? ¿Seremos las víctimas los
victimarios? ¿Acaso esa mujer dirá que nosotros la obligamos a disparar?
¿Qué otras historias inventará para justificar lo injustificable? ¿Cuántas
veces más disparará contra mí y contra mi familia? ¿Cuántas veces
disparará contra mi padre? ¿Acaso esta bala fue dirigida a él y yo la
víctima predilecta para darle la estocada final, la peor estocada? A
veces me pregunto si estábamos preparados ante la maldad en el mundo
siendo que no pudimos sortear la maldad de una sola persona…
Nunca pensé que estar en esta situación me hiciera pensar en tantas
cosas, en que uno pudiera repasar su vida con una velocidad relámpago en
tan pocos minutos … Me siento muy débil. Me siento muy sola. Apenas si
escucho los gritos, la angustia y el dolor de la gente que ha comenzado
a reconocerme. Yo ya no puedo reaccionar. Apenas puedo respirar. Tengo
mucho, mucho frío. Siento que un líquido viscoso rodea y hiela aun más
mi cuerpo. Me siento expuesta y desnuda. No quiero que me vean así. No
quiero que me recuerden así. Quiero que me saquen ya de aquí!! Apenas
puedo escuchar el sonido de la sirena de la ambulancia. Siento que
alguien o algunos se acercan y empiezan a moverme, a querer ver si estoy
viva. ¿Acaso no se dan cuenta? ¿No escuchan mi respiración? Sé que se
escucha rara, tal vez entrecortada. Pero aquí estoy. Me escucho y
recuerdo cuando interpreté “Si una vez” en el Houston Astrodome. Allí
los deslumbré cuando detuve mi canto y sólo hice que escucharan mi
respiración. Toda la emoción estaba focalizada en mi respiración de
tristeza, de soledad, de pura emoción. La gente se deslumbró con eso,
sólo con eso. Recuerdo aquello y me da mucha alegría. Me gustaría volver
a vivirlo. Me gustaría volver a expresarlo. Me gustaría volver a sentir
aquella emoción. Me gustaría volver a escuchar a mi gente. No quiero que
ésta sea mi última respiración, la respiración real, no actuada. No
quiero estar aquí. Quiero vivir!! Sólo quiero vivir, actuar, hacer
diseños, estar en mi casa, gozar de mi fama bien ganada. Es lo único que
pido!! Sé que no es tanto. Sé que estoy pidiendo por algo que me he
ganado en buena ley…
Sé que el destino no está en mis manos. Lo siento, lo vivo. Pero me
aferro a la vida, me aferro a lo único que tengo en mis manos. Quiero
que esos enfermeros que me están llevando sepan que estoy luchando, que
estoy peleando por mí. Que no me doy por vencida!! Antes que eso … Antes
que eso daré todo, como lo hice siempre, como lo hice en cada actuación
en el escenario, en cada representación, en cada lugar en el que me
permití expresar y ser como soy. Por eso estoy aferrada a ese anillo. A
ese anillo que no solté nunca, que no lo abandoné en todo el trayecto
desde aquella maldita habitación hasta ahora. Si lo suelto, sabré que
estoy perdida, que nada podré hacer. Ahora mi vida está en ese anillo
que tiene el valor y el significado del Amor, del afecto, de la
fidelidad, del cariño, de la vida. Este anillo es todo para mí. Por eso
no lo dejé caer. Ahora estoy en manos de él. Quiero que él me ayude … Me
ayude a aguantar, a soportar, a tener un esfuercito más … hasta que
llegue mi familia, hasta que llegue mi padre. Espero que no estén
angustiados, espero que no estén molestos conmigo. Sé que me esperaban
hoy para seguir grabando por ese disco tan soñado en inglés. Espero que
piensen que me retrasé como tantas otras veces. Espero que no se
preocupen. Espero que no le tengan que dar malas noticias. Me hubiese
gustado que ellos también se hubiesen dado cuenta. Me hubiese gustado
que se hubiesen comunicado conmigo antes. Me hubiese gustado que no me
dejaran sola. Me hubiese gustado que no me expusieran ante esa mujer si
sospechaban de ella. Pero creo que ellos tampoco pensaron en el
verdadero peligro. Tampoco se dieron cuenta. Creo que mi padre creyó
mucho en sus propias fuerzas. Creyó que el peligro tiene la misma cara y
la misma intención. Y no es así. No, no es así. Hoy me di cuenta.
Supongo que a mi familia le va a pasar lo mismo. Espero que no sea tarde.
Espero no ser yo la única víctima de semejante maldad, egoísmo,
resentimiento. Espero no quedarme sin voz…
No quiero decirlo … no quiero decirlo, pero creo que mi hora ha llegado.
Tengo que ser fuerte. Tengo que ser fuerte para afrontarlo. Siento que
se me hiela mi cuerpo, que mi corazón se está durmiendo … A mi mano le
cuesta sostener el anillo. Dios, quiero vivir!! No me dejes ahora!! Te
lo ruego!! Haz todo lo indecible para salvarme!! Ya habrá tiempo para
encontrarme contigo. Que los médicos hagan lo que tengan que hacer.
Quiero sentir el calor de mi gente, las caricias de mi madre, el beso de
mi esposo, la sonrisa de mi padre, el amor de mis hermanos. Eso vale más
que cualquier cosa!! Ahora que sé que estoy en el límite, sé qué es lo
importante. Y lo único que quiero es no irme de este mundo. Quero tener
la energía para seguir actuando, para seguir diseñando, para seguir
creyendo, para seguir soñando!! Espero que mi padre lo recuerde. Espero
que él sepa que eso es lo más importante para mí. Espero que sepa cómo
actuar si sabe que estoy en serios problemas… Confío plenamente en él…
Estoy muy cansada. Tengo mucho sueño. Tal vez ése sea un buen signo. Tal
vez no sea tan grave lo que me pasa. Tal vez me sugestioné. Tal vez sea
un gran susto. Tal vez … Por las dudas, no soltaré mi anillo. Es lo
último que haría!! Veo a mis médicos y sólo les digo que no se preocupen.
Que pronto estaré bien … Que más allá de lo que me pase, querría que me
recuerden por lo que fui como artista y como persona. Y que todo lo que
hice, lo hice por Amor. Y que seguiré luchando, luchando por mí, por mis
sueños, por mi gente. Sé que ellos me entenderán. Sé que lo saben. No
los puedo ver, pero los siento. Saben que soy Selena y que van a hacer
lo mejor por mí … Creo que me voy a dormir. Sé que pronto despertaré. Yo
siempre logro lo que me propongo. Y ésta no será la excepción…
(Mi querida Selena: espero haber interpretado tu sentir y espero poder
contribuir a que jamás se te olvide y a que te valoren por lo que eres:
una artista única e irrepetible. Y perdona la angustia que se expresa en
el haber escrito este texto desde el dolor y llorando … y releerlo y
llorar otra vez. Pero necesité hacerlo. Necesitaba desahogarme,
manifestar mi inmenso dolor …Lamentablemente, este día existió y forma
parte de tu existencia)
Te quiere por siempre y para siempre, y siempre dispuesto a dar mi vida
por ti…
Mi querida Selena: Yo
nunca podré saber cómo querrías que fueras recordada hoy. Sabes muy bien
que nunca, absolutamente nunca, hablaría en nombre tuyo ni diría cosas
tales como “Seguro que si Selena estuviera aquí haría esto o haría
aquello” o “Si hoy Selena apareciera, seguro que nos diría tal otra”. Yo
no diría que la mejor forma de recordarte es cantando tus canciones,
hacerlo con alegría o llorando tu partida. Yo no pensaría que sólo hay
una forma de recordarte. Yo sólo trataría de dar lo mejor por tu
recuerdo. Trataría de pensar qué te haría feliz y lo haría sin más,
esperando y ansiando que eso te dejaría contenta. Trataría de pensar en
lo que nos dejaste en vida y recordarlo siempre. Trataría de borrar en
tu mente y en tu corazón la sensación de quedarte sola como aquel
nefasto día. Trataría de convencerte de que no te van a olvidar, de que
no se llevarán de ti la peor impresión por tu triste final, tan impropio
de ti. Yo sólo querría con mi recuerdo verte feliz y acompañada con mi
cariño. Yo sólo querría decirte lo que significas para mí y la huella
que has dejado en mi corazón y en mi alma. Todas las manifestaciones de
Amor y de cariño hacia ti son válidas. Tal vez la mejor forma de
recordarte es dejar todo por ti, expresar todos nuestros sentimientos,
todo lo que nos generas cuando te vemos actuar, cuando te vemos hablar
de tus sueños, cuando vemos la energía que ponías en tus proyectos,
cuando vemos el Amor propio que había en cada acto de tu parte. Tal vez
la mejor forma de recordarte es no olvidarnos nunca de ti no sólo con
tus actos sino también con nuestros actos. Que nuestros actos sean el
fiel reflejo de lo que nos has dejado como mensaje en vida. Ese mensaje
en el que nada es imposible. Ese mensaje en el que todo es posible
cuando uno se permite soñar, cuando uno se propone pelear por los sueños,
por hacerlos posibles. Un mensaje en el que se muestre que el destino
esté en manos de uno si efectivamente uno se lo propone, como tú nos
enseñaste, Selena, con tus palabras y con tus actos…
Yo no sé qué es lo que piensas, aunque sé que te gustaría estar aquí
para seguir siendo Selena, con todo lo que ello significa. Que lejos
estaba en ti ser recordada como un mito, como una leyenda. Nada más
alejado de ti pensar o concebir ello. Yo sé, Selena, que tú querías dar
todo de ti para que todos te quisieran y te admiraran. Tú querías que te
amaran por lo que eras, una mujer de carne y hueso, como cualquier otra
que tenía sus sueños, sus proyectos, sus ambiciones. Y que en todo caso
si te ungían como la mejor fuera precisamente por eso: porque la Selena
que estaba en el escenario era la misma que estaba fuera de él, que
podía cautivarlos cantando, hablando, dándoles un saludo, firmándoles un
autógrafo, haciéndoles sentir que eran tan importantes como tú. Que
podías subyugarlos no sólo interpretándoles una linda canción sino tener
la deferencia de saludarlos uno por uno, de preguntarles a cada uno cómo
estaban, o decirle un comentario lindo sobre su vestido o lo que hacía
cada uno en su vida. Si eras la mejor era por todo lo que representabas
como artista y como persona. Y eso que te propusiste lo lograste
acabadamente, con creces, sin atenuantes. Por eso, como sé que te
gustaría estar aquí dando más de lo tuyo, brindando todo por ti y por tu
público, y no sólo como una cantante que interpretaba como nadie sus
canciones, a la hora de recordarte uno no puede no dejar de dar todo,
todo por ti, por tu memoria, por tu homenaje, por tu recuerdo, por tu
riquísima vida. Poco sirven los monumentos, las estatuas, los posters,
los murales, los discos si a ellos no les damos vida, energía, pasión,
ésa que tú tenías, esa vida que le daba sentido a todo lo que tú tocabas…
Cada vez que te escribo, Selena, cada vez que te cito, cada vez que te
recuerdo lo hago con todo mi cuerpo y mi alma … todos los días. Sé que
necesitas eso. Nunca permitiría que se te olvide, que se te deje sola.
Eso es peor que la muerte misma. Ése sería el mayor daño que se te
podría hacer. A la hora de recordarte, a la hora de agradecerte, no hay
imposibles, no hay impedimentos, no hay excusas. Yo sólo quiero darte
las gracias. Yo sólo quiero que sepas que estoy aquí por ti. Yo sólo
estoy aquí para darte mi Amor eterno. Para cantarte todos los días
“conmigo tendrás todo lo que quieras y hasta el día que me muera, tú vas
a ser mi Amor”. Yo sólo estoy para decirte que tan grande fue tu Amor
que me has conquistado aun a la distancia de espacio y de tiempo. Tu voz,
tu talento, tu carisma derribaban toda barrera, acercaba lo lejano,
agrupaba a toda clase de gente, engrandecía los ojos de millones, que
sólo seguían tu andar, tu paso en el escenario y en la vida con el andar
que sólo los grandes y diferentes podían hacer…
Sé, Selena, que todo es difícil, pues al fin de cuentas “el mundo sigue
andando” y se supone que la triste y densa realidad nos pone a atender
otras cuestiones, otros menesteres, otros temas importantes en la vida.
Esa realidad que nos pone en el cierre de Selena Etc., en que tu estatua
se deteriore, en que tu gravesite luzca cercado y más pequeño. Pero ésa
no es la realidad que tenemos los que te amamos y compartimos nuestro
cariño contigo. Pues tú, Selena, no eres una estatua, una tienda, un
gravesite. Tú vives en nuestros corazones. Tú vives en cada latido
nuestro. Tú vives en cada sentimiento, en cada acto de nuestras vidas,
en cada caricia que demos a cada integrante de nuestra familia, en cada
emprendimiento en el que pongamos todo nuestro Amor, todo nuestro cariño.
Tú vives mientras nosotros tengamos energía, ganas de vivir hasta lo
máximo, tengamos fe en nosotros mismos, en sabernos diferentes, en
sabernos que nos podemos superar, en que si queremos podemos conquistar
el mundo con Amor y que él nos retribuya con el mismo afecto. Sé que ésa
es la forma de recordarte, de quererte, de apreciarte…
Sé, Selena, que todo también se hace más difícil porque tú no estás y
nosotros nos negamos a aceptarlo, porque hacerlo significa claudicar,
resignarnos a que el destino se lleva lo mejor de ti y a nosotros nos
deja lo peor, con la sensación de que no siempre hay que ser tan
espontáneo, que no es necesario dar todo de sí para que te sepan el
mejor, que cualquiera puede derribar de un plumazo tantos años de amor,
trabajo y dedicación. Y se hace torturante cargar con la imagen de la
derrota, de la ausencia, de la muerte, de la blasfemia, de la sangre,
del dolor, del sinsentido. No es fácil ser fan tuyo, Selena. No es fácil
ser tu admirador. Pero más difícil es estar en tu lugar, con haber
recibido tanta maldad, odio y resentimiento condensado en una bala, en
un disparo, en un acto. Y, peor aun, recibir más dolor hablando mal de
ti en tu ausencia … Por eso, frente a ello, ¿podemos permitirnos, una
vez más, dejarte sola y dejar que te vuelvan a disparar? ¿Podemos
permitirnos que otros intereses y la resignación permitan dejarte que se
olviden de ti, que se olviden de tu Amor, que se olviden de la magia que
tenías, que se olviden de todo lo que has generado en todos nosotros? ¿Nos
podemos permitir dejarte nuevamente abandonada? ¿Nos podemos permitir
dejarte olvidada? ¿Nos podemos permitir dejarte en un segundo plano? ¿Nos
podemos permitir sustituirte? ¿Desearías esto para ti, Selena? ¿Es eso
lo que tú querrías de todos los que te amamos?
No. Selena!! Yo sé que no es eso lo que tú quieres. Yo sé que quieres
volver aquí a estar entre nosotros. Nosotros también queremos volver a
ti. Permitámonos soñar. Permitámonos soñar que ésta es una licencia que
te has tomado. Sé que un día volverás, pues nunca te has ido. Estás en
nuestras almas, estás en nuestros corazones. Y mientras te esperamos
siempre daremos lo mejor de nosotros. Pues la mejor forma de recordarte
es saber y hacer saber a todos lo que eras, de exponer a propios y a
extraños lo que eras como artista y como persona. Que todos valoren tu
obra, que todos te respeten, que todos vean cómo cantabas, el
sentimiento que ponías a cada palabra pronunciada, a cada frase cantada,
que observen lo que eras en el escenario. Que miren y se den cuenta si
acaso hay otra como tú, si alguien puede poner su vida, su historia, sus
sentimientos en cada canción cantada, en cada paso bailado, en cada mano
en el pecho, en casa arete arrojado al piso, en la expresión de tu
mirada, en la pasión en tu voz. Pues eso es lo que tú eres Selena: la
pasión hecha canto. La pasión que se expresaba en todo lo que hacías, en
todo lo que emprendías. Yo quiero que te vean cantando “Si una vez” en
el Houston Astrodome en 1995. Yo quiero que vean cómo interpretabas “Set
me free”, “Baila esta cumbia” y “Where did the feeling go?” en San
Antonio en 1991. Yo quiero que te vean cantando “Enamorada de ti” en
Premios Lo Nuestro en 1992. Yo quiero que vean cómo cantabas “Como la
Flor” y “Baila esta cumbia” en Corpus Christi en 1993. Yo quiero que
vean cómo cantabas “La carcacha” y “Como la Flor” en Festival Acapulco
en 1994. Yo quiero que vean cómo interpretabas “No debes jugar” y “Fotos
y recuerdos” en el concierto del Far West Rodeo con tu vestido azul en
1994. Yo quiero que vean cómo subyugabas e impactabas interpretando
“¿Qué creías?” en Odessa, Texas, en 1994. Yo quiero que vean lo enorme
que eras como artista y la evolución de tu música cuando cantaste el
“Disco Medley” y “La carcacha” en el Houston Astrodome en 1995. Yo
quiero que se emocionen como me he emocionado yo…
Cuando te recuerdo, Selena, yo quiero compartir tu emoción y sentimiento
cuando recibiste el premio a la mejor cantante regional méxico-americana
en Premios Lo Nuestro en 1993. Quisiera poder abrazarte, llorar contigo
con tu emoción, reír contigo con tu alegría. Quisiera con mi recuerdo
compartir lo que has logrado. Quisiera con cada recuerdo exhibir con
orgullo mi Amor incondicional a ti. Quisiera poder con cada recuerdo
expresar todo lo que me has marcado en mi vida y todo lo que has
generado en mí. Quisiera con mi recuerdo que vieras el poder de tu
canto, de tu Amor, de tu sacrificio, de tu pasión. Quisiera que supieras
cómo has cambiado mi vida. Quisiera que supieras lo que has logrado con
tu presencia y con tu ausencia. Quisiera poder decirte a viva voz: “Sí,
Selena!! Tienes razón. Eres la mejor. Eres única e irrepetible. Eres
diferente. Nadie será como tú!!”. Quisiera con mi recuerdo compartir tus
triunfos, sentir que cada éxito logrado era mi éxito, el éxito de una
comunidad, el éxito de tanta gente postergada que da todo a cambio de
nada. Quisiera con mi recuerdo compartir cada concierto, cada tema, cada
baile, cada interpretación. Quisiera con mi recuerdo tenerte viva
siempre, que sepas que siempre estarás acompañada, que nunca estarás
sola, que siempre te amaremos, que siempre te querremos. Quisiera con mi
recuerdo decirte que nos asombras cada día, que conquistas a cualquiera
que se te cruce por tu camino, como te pasó siempre, como siempre lo has
logrado. Que siempre lograrás acaparar la atención con tu presencia, con
tu personalidad, con tu porte de mujer avasallante y exultante dispuesta
a todo con el poder del Amor. Quisiera que te recuerden, Selena, por lo
que eras en vida, por lo que eras como cantante, como artista, como
mujer. Quisiera que te recuerden a través de nuestros sentimientos, de
nuestros corazones…
Por eso, Selena, todo lo que hagamos por ti siempre será poco al lado de
lo que tú has generado en tan sólo 23 años, casi 24. Que la mejor forma
de quererte es demostrártelo todos los días, a cada hora, a cada
instante, de la misma forma que lo hacías tú con la gente que más
querías, con tu familia, con tus admiradores. Y que ése es el mensaje
para todos, para todos los que realmente te quieren. Nunca habrá
imposibles, nunca habrá imposibles para recordarte con Amor, desde el
momento más feliz hasta el más doloroso, para difundir cada concierto,
cada tema, para recordar cada una de tus palabras, cada uno de tus
sueños, cada uno de tus anhelos, cada una de tus metas, cada uno de tus
objetivos. Que tu sueño hecho realidad reflejado en Selena Etc, seguirá
vivo de la forma que sea: sólo es cuestión de proponérselo y tenerte
mucho Amor. Que cada estatua, cada mural, cada dibujo, cada imagen tuya
tendrá vida si nosotros lo llenamos de tu espíritu, de tu dulzura, de tu
Amor. Y nada se deteriorará. Ni siquiera el impiadoso paso del tiempo
podrá contigo, Selena. Siempre tu Amor será más fuerte … Y lo será con
nuestro cariño, acompañándote, no dejándote nunca sola nunca,
recordándote con Amor, esperándote para darte ese abrazo que tanto
necesitas, ese cariño que quieres recibirlo todos los días para que se
te recuerde como se debe, para hacer de tu recuerdo algo digno y hermoso
de compartir contigo para siempre…
Y para cantar contigo “Corazón. No puedo dejar de pensar en ti. Cómo te
necesito, mi amor. Cómo te extraño!!”
Te recuerda con tanto Amor, y te quiere, te extraña, te implora, te
espera…
Miro a la madre de Selena afirmando que no concibe la vida sin Selena y
se me hace un nudo en la garganta … Selena estaba entre nosotros y nadie,
absolutamente nadie, podía imaginarse semejante destino, semejante
final, semejante cachetada de la vida, tan maravillosa como tan
misteriosa, tan injusta, tan cruel…
¿Es que ése es el destino que te tenía deparado para ti, Selena? ¿Acaso
Dios te trajo al mundo para demostrarnos que existe con tu presencia,
con su más admirable creación? ¿Acaso Dios te trajo al mundo para que te
disfrutara un poquito, sólo un poquito, para luego depararte un destino
que nadie podía presumir, imaginar, esperar? ¿Tu destino era el que dijo
tu padre, que era el de vivir por siempre a través de tu música? ¿Tu
destino era honrarnos con tu presencia sólo por 23 años para luego
marcharte y ser sólo una voz dulce que nos encanta, una presencia que
nos subyuga, una sonrisa que nos alegra?
¿Por qué es tan cruel la vida? ¿Por qué Dios te llevas a los mejores? ¿Por
qué Dios te has llevado a Selena dejándonos esa cruel sensación de un
final tan triste, tan doloroso, tan ridículo, tan impropio con su
historia, con su dulzura, con su carisma, con su voz? ¿Por qué Dios nos
pones a estas pruebas, por qué tratas de ver cuán fuertes somos
asimilando toda una vida sin Selena? ¿Por qué te has llevado a Selena
cuando el mundo la necesitaba? ¿De qué la quisiste proteger? ¿Qué era lo
que no tenía que ver? ¿Qué era lo que no tenía que vivir? ¿Qué era peor
que ese cruel final? ¿Por qué tanta sangre derramada en una inocente? ¿Por
qué dejaste disparar a esa psicópata insensata? ¿Por qué Dios con tu
bondad nos arrebataste a Selena? ¿Por qué le quitaste la posibilidad de
que Selena fuera feliz y con vida? ¿Por qué ella, Dios, por qué? Yo no
dudo de ti ni de tus decisiones. Sólo quiero que respondas a mis
preguntas, a mi angustia, a mi llanto, a mi dolor, que no son sólo míos,
son los de mucha gente que ni puede entender aún qué pasó y por qué ¿Por
qué Dios nos diste tantas señales en la vida de Selena y le diste ese
destino? ¿Por qué al menos no nos preguntaste si alguien estaba
dispuesto a sacrificarse por ella, a tomar el lugar de ella en esa
tenebrosa habitación del Days Inn? ¿Por qué no desafías toda lógica,
Dios, que sólo tú puedes, y retrocedes todo al 31 de marzo de 1995 para
ver si somos capaces de torcer el destino de Selena y que su destino sea
el nuestro? ¿Por qué Dios no le das otra oportunidad? ¿Por qué no la
devuelves con nosotros?
Miro una y otra vez a Selena, recorro una y otra vez su vida y parece
estar viviendo una tragedia griega, como si leyera una típica historia
de tragedia griega en la cual al protagonista, al héroe, al invencible,
le depara un destino cruel, insólito, triste, inadmisible. Es como si
Selena, desde el momento en que recibió casi casualmente su nombre,
tomara ese rol trágico, asumiera desde su nacimiento que ésa iba a ser
su vida y ése iba a ser su final, y que innumerables señales nos dejaría
para que nosotros percibiéramos a tiempo o tardíamente la cruda realidad,
el golpe certero de la vida, la guadaña impiadosa de la parca, el
implacable destino que no se puede torcer, que no se puede cambiar. Y
los hechos se suceden con la lógica de un matemático: cada movimiento
parece estudiado por un jugador de ajedrez. Nada parece tan
perfectamente realizado, desde el inicio hermoso e idílico hasta la
espantosa realidad que nos sacude la cabeza, que nos golpea el alma, que
nos duele en el más profundo de nuestro corazón…
Recuerdo nuevamente esas palabras de Marcela Quintanilla y me pregunto
por qué tenía que pasar lo peor luego de que ella dijera esas palabras,
por qué esas dulces palabras de amor de una madre a su hija tendrían esa
respuesta, ese destino, ese dolor. ¿Por qué la vida le ha deparado ese
destino, esa crueldad, ese sinsabor? ¿Por qué le tenía que pasar esto? ¿Qué
hizo ella para recibir lo más doloroso que podría recibir? ¿Por qué el
destino tan cruel le haría ver que a pocos días de aquel nefasto 31 de
marzo de 1995 se estrenaría la película “Don Juan de Marco”, esa
película en la que Selena aparecería en la pantalla grande por primera
vez cantando mariachi? ¿Por qué tuvo que pasar así? ¿Por qué su madre y
toda su familia tuvieron que pasar en un instante, en un minuto, de la
gloria al dolor, del orgullo a las dudas, del aplauso al cuestionamiento?
¿Por qué el trabajo honesto de tantos años se tiran por la borda así
porque sí? ¿Por qué el bueno recibe tanto dolor y se tiene que ir? ¿Por
qué el malo daña y no contento con lograr su objetivo sigue disparando
con crueldad hacia un cuerpo que ya no se puede mover, hacia un alma que
no se puede defender, a una persona que ya no puede vivir? ¿Cómo la vida
permite que un ángel caiga en manos de una malvada? ¿Cómo nos dejan
semejante señal, lección, mensaje? ¿Cómo la vida nos regala semejante
insensatez?
Veo a Selena cantando “Fotos y recuerdos” y no puedo evitar pensar que
en esa letra está buena parte del destino de Selena. Escucho esa letra y
pienso que poco tiempo faltará para que la gente que tanto quería a
Selena vaya a experimentar lo mismo que la protagonista de la historia.
A nadie se le hubiese ocurrido pensar que de Selena quedarían sólo fotos
y recuerdos. Que aquella imagen con tanta fuerza, con tanta energía, con
tanta pasión, quedaría reducida a unas imágenes inanimadas que jamás
reemplazarán la esencia de Selena, pero que nos tendremos que contentar
a falta de ella, a falta de su Amor. Cuando vemos una foto de Selena,
con su sonrisa, acaso nos demos cuenta de que sólo una persona con tanto
Amor podía tener siempre esa sonrisa, tener siempre la mejor
predisposición … Sólo su presencia podía sacar lo mejor de cada uno de
nosotros, generar un Amor que tal vez no sabíamos que lo teníamos y que
lo descubrimos con Selena. ¿Cómo no íbamos a tener Amor para devolverle
todo el Amor que ella nos dio? A veces pienso si ése era el destino que
Dios le tenía deparado a Selena…
La veo a Selena cantando “No me queda más” y no puedo evitar pensar en
esas palabras … “No me queda más” … y en lo que pasaría después. Luego
veo el video de esa canción y otra vez el destino me da otra de sus
señales crueles. Ese video, precisamente ese video, sería el último que
haría Selena. ¿Acaso la vida nos quiso dejar ese mensaje? ¿Acaso Selena
nos quiso dejar sus últimas palabras, sus últimas imágenes, su último
aliento? ¿Por qué justo ese video, en el que Selena tenía tantas
expectativas que se viera en todo el mundo, fundamentalmente en toda
Latinoamérica, sería el último, sí, el último? ¿Por qué Selena se tenía
que ir poco después cuando ya se mostraba como una gran estrella, cuando
nadie la detenía, cuando su sonrisa estaba más amplia que nunca? ¿Por
qué el destino le haría ver a Selena el éxito, que le diera la
oportunidad de asomarse a él para sentir lo que es llegar a la cumbre,
pero no disfrutarlo? ¿Por qué el destino hizo que Selena se fuera en el
momento justo?
¿Por qué Dios quiso que exactamente 33 días antes de ese nefasto día
Selena diera el concierto de su vida? ¿Por qué cuando por primera vez
televisaban en directo un concierto suyo la haría partir para
inmortalizarla con ese vestuario, con esa interpretación, con semejante
recibimiento, con semejante actuación? ¿Por qué nos dejó verla una sola
vez interpretar ese Disco Medley? ¿Por qué no pudimos ver otra
interpretación de “Si una vez” como en aquella oportunidad en la que nos
dejó sin aliento? ¿Por qué las ironías de la vida hicieron que
precisamente ese día se despidiera con un saludo profético: “Mil abrazos
y mil besotes a cada uno de ustedes. Cuídense muchísimo y nos veremos
muy pronto. Hasta luego, Chau, Buenas noches. Gracias”? ¿Por qué Dios no
le hizo pensar a Selena que debía cuidarse ella? ¿Por qué no la
volveríamos a ver muy pronto? ¿Por qué la seguridad del Astrodome miraba
atentamente al público para cuidarla a Selena de cualquier problema si
su gente jamás le haría daño? ¿Por qué nadie, absolutamente nadie, pensó,
intuyó, sospechó, imaginó que acaso el peligro no estaba en esas
tribunas sino en un lugar más cerca, mucho más cerca, a pocos pasos de
Selena? ¿Cómo Dios no pusiste a Selena a resguardo de esa persona? ¿Por
qué permitiste que ese fuera su último gran concierto propio? ¿Por qué
dejaste que fuera su último Astrodome? ¿Por qué no dejaste que siguiera
rompiendo records, que cada vez fuera más la gente que la fuera a ver? ¿Por
qué permitiste que Houston se transformara de un jardín de ensueños a
una tristeza sin fin? ¿Por qué le hiciste vivir una gran fiesta y luego
le hiciste padecer un espectáculo digno de un circo romano? ¿Por qué
permitiste que una psicópata se llevara todo el protagonismo que sólo
Selena se merecía y que se había ganado a base de talento, voz,
sacrificio y tanto Amor?
¿Por qué Selena se tenía que ir exactamente un día antes de su concierto
en Los Ángeles? ¿Por qué no le daría la oportunidad de dar un nuevo
concierto propio luego del Astrodome? ¿Por qué el destino transformaría
lo que sería una gran fiesta en una misa que se haría en su nombre una
semana después? ¿Por qué hizo pasar por tan dura prueba a sus fans? ¿Por
qué no permitir que la gente se divierta, baile, cante, participe de esa
comunión de Amor con Selena y la exponga a la mayor de sus tristezas, al
mayor de su dolor? ¿Qué hicieron ellos para merecer eso? ¿Qué hizo
Selena para que no disfrutara con su canto, que no recibiera más el
cariño de su gente, no viviera un capítulo más de su éxito y se lo
arrebatara un día antes? ¿Por qué una vez más el destino transformó una
ciudad de la euforia al silencio, de la alegría a la tristeza, del Amor
al luto, de la confraternidad a la más absoluta soledad? ¿Por qué Selena
tenía que vivir esto cuando lo tenía todo? ¿Por qué su gente no tuvo la
oportunidad de vivir por siempre feliz con alguien a quien tanto amaba,
a quien le había manifestado toda clase de sentimientos? ¿Por qué el
destino le quitó la alegría a la gente? ¿Por qué el destino le quitó los
sueños, las ganas, la alegría de vivir a Selena?
¿Por qué Dios no le permitiste cumplir a Selena su sueño de grabar su
disco en inglés? ¿Por qué le permitiste grabar sólo cuatro canciones si
sabías que era el sueño de su vida, algo que había anhelado desde hacía
años, que lo había manifestado en el concierto de San Antonio en 1991,
que lo anunció con tanta ilusión en 1993 cuando firmó su primer contrato
para hacer ese disco, cuando no se cansó en anunciarlo a cuanto quisiera
oírla desde entonces? ¿Por qué no la dejaste al menos terminar su gran
sueño de tener su disco tan soñado? ¿Te la tenías que llevar en ese
momento, justo en ese momento? ¿No podías esperar un poco más? ¿No
podías esperar al menos a que terminara su disco, a que todos viéramos
todo su potencial, todo lo que nos quería ofrecer? ¿No podías esperar a
que viéramos las hermosas fotos que acompañarían ese disco? ¿No podías
dejarla a que al menos viviera todo el año 1995 para ver cómo ofrecía un
concierto en inglés, como conquistaría a los “gringos”, cómo seguía
derribando barreras sin oposición a base de puro Amor? ¿No podías
dejarla a que completara su gira latinoamericana para que todos,
absolutamente todos los latinos vieran lo que era Selena en el escenario,
en la vida, como persona para que dejara una huella imborrable en cada
pueblo, en cada país, para que nadie se olvidara de ella, para que todos
suspiraran al escuchar decir “Selena”? ¿Era mucho pedir que Selena
viviera eso? ¿Era mucho pedir que mucha gente tuviera al menos una
oportunidad de verla? ¿O era mejor que todo quedara así para el bien de
todos? Perdóname Dios por no entender este destino para Selena, esta
lección para todos. Sé que no estoy a tu altura, pero entiende mi
limitación y mi dolor…
¿Por qué el destino quiso que Selena apenas pudiera comenzar a realizar
su gran sueño de ser diseñadora? ¿Por qué justo que Selena podía hacer
algo que había soñado por años el destino le jugó tan mala pasada? ¿Por
qué le permitió abrir Selena Etc. para apenas disfrutarlo? ¿Por qué
juntó en esa empresa a ella con esa nefasta mujer? ¿Por qué permitió que
esa innombrable manejara el negocio? ¿Por qué el destino puso a esa
mujer en aquel concierto de San Antonio en 1991 cuando apenas si conocía
a Selena y sólo le gustaba “Baila esta cumbia”? ¿Por qué a ella le dio
la idea de hacer un club de fans y no le hizo que se le ocurra a alguno
de su familia? ¿Por qué hizo el destino que todos confiaran en ella,
todos sin excepción, y no sólo Selena? ¿Por qué justo una persona tan
desconfiada como don Abraham Quintanilla creyera en ella para armar el
club de fans? ¿Por qué Suzette la hizo Dama de Honor de su casamiento a
la par de Selena? ¿Por qué la única vez que veo verborrágico a Chris
Pérez es justamente con esa persona en la preparación de la canción “Ya
no”? ¿Cómo puede ser que una persona tan malvada engañe a toda una
familia por años y se convierta en la persona más confiable para dirigir
“Selena Etc.”? ¿Cómo puede ser que cuando veo a Selena decir en el
Programa “Un nuevo día” que ellos han hecho una empresa familiar porque
no se sabe con qué se puede uno encontrar si se tiene a alguien extraño
en un emprendimiento, hayan confiado en esa mujer a la par de un
familiar más? ¿Por qué el destino quiso que esa mujer tuviera el poder
que nadie tuvo, que esa mujer pudiera más que su familia, que la
disquera, que sus fans, que el Amor de su gente? ¿Cómo pudo ser que el
destino permitiera que una sola persona acabara con una vida y con el
sueño de años y años de toda una familia? ¿Cómo puede ser que el destino
dejara ese impiadoso mensaje que más vale engañar, mentir y traicionar
que ser honesto, trabajador y talentoso?
Tal vez esto es lo que Dios haya querido. Tal vez Dios le asignó un
lugar a Selena, que es encantarnos cada día con sus interpretaciones,
con sus inolvidables conciertos, con su alegría, con su sonrisa, con su
carisma, con sus ganas de vivir, con sus sueños, con sus anhelos. Tal
vez Dios quiso que Selena nos diera una lección, nos hiciera mejores
personas. Tal vez Dios nos mostró a Selena para que viéramos lo grande
que es, lo que es capaz de generar pero que debía hacerla partir para
que nos diéramos cuenta de cuál era el camino correcto, cuáles eran los
verdaderos valores, que debíamos aprender. Tal vez tenga razón don
Abraham: tal vez el destino de Selena es que se inmortalice con su
canto, que nos endulce con su voz, que nos dé una caricia cuando nos
vayamos a dormir escuchando sus canciones. Tal vez haya sido ése el
destino de Selena, un destino que seguramente ella no quiso, que tampoco
nosotros deseábamos para ella, pero que no estaba en nuestras manos ni
disponer ni decidir … Tal vez … Y aunque ese “tal vez” sea cierto,
siempre esperaré que ese “tal vez” tenga otro final, que todo sea un
acto más de Dios para darle a Selena una nueva oportunidad, una nueva
vida, un nuevo sueño, que sea tan sólo terminar eso mismo que ella mismo
había comenzado para que ella vuelva a vivir, y para que nosotros
volvamos a tener una sonrisa y seamos felices con su presencia…
Eso es lo que yo espero de ti, Dios, que me dejes volver a ver a Selena,
que vea a Selena feliz, triunfante y, sobre todo, viviendo su vida… Y
para que su madre conciba su vida con Selena…
Te lo pide de corazón por Selena, sólo por Selena…
Sergio Ernesto
Rodríguez Buenos Aires, Argentina
Date: September 29th, 2009
No te preocupes, Selena…
No te preocupes, Selena … Yo sé de tu angustia, yo sé de tu dolor, yo sé
lo que sentiste aquel nefasto día, yo sé lo que pensaste hasta que ya no
pudiste pensar más, yo sé de tus miedos, yo sé de tu dolor, yo sé lo que
estabas perdiendo ese día, yo sé de tu angustia, yo sé que pensaste
“¿Por qué esto a mí?”. Yo sé que tenías todo para dar. Yo sé que te
fuiste en el momento justo. Yo sé que no te esperabas semejante
respuesta a tu Amor. Yo sé que te quedaste sola aquel lluvioso día. Yo
sé que partiste con un dolor inmenso y con la incertidumbre de tu futuro
y con la total certidumbre de que, más allá de lo que pasara contigo,
nada sería igual, ya buena parte de la magia se acabaría, aunque para ti
no había imposibles, que pronto podrías resucitar ese Amor, que tu
propia personalidad borraría ese instante de locura, de dudas y
traiciones. Por eso te aferraste a ese anillo. Porque era la última
carta que te quedaba, tu última jugada, tu última esperanza. Y te
aferraste a ella hasta que un último suspiro te hizo dormir, olvidarte
por un instante todas las imágenes que pasaron por tu cabeza, todo el
futuro que se te escapaba como agua entre las manos. Te dormiste sin
saber si algo iba a quedar de todo aquello, si todos te iban a
comprender, si todos te iban a entender, si seguirías siendo la Reina
para todos. Te dormiste con la angustia que quedó evidenciada en tu
rostro, pero con la secreta esperanza de que los que más te quieren iban
a ser lo indecible para que tu sueño se cumpliera. Y ese rostro reflejó
también algo de tranquilidad, pero con la incertidumbre de no saber si
algún día lo ibas a ver. Te dormiste con el mismo miedo de siempre, de
quedarte sola, de que te dejaran sola, de que te dejaran de querer…
Pero no te preocupes, Selena. Porque aquí estoy. Tú diste todo tu Amor
en el escenario y fuera de él, en cada acto de tu vida. El que siembra,
cosecha. Y tú diste Amor, y recibiste y recibirás Amor. Si hay algo,
Selena, que has dejado en claro a todos, a propios y a extraños, a tus
fans y a los que te observaban de lejos, es que tú no sólo eras una
artista con una buena voz y que era famosa. Tú conquistaste a todos con
el corazón, con sentimiento, con cariño. Tú hiciste importante a tus
fans. Tú les diste ese Amor que necesitan, esa atención, esa comprensión.
Tú sabías que eras la artista, pero si lo eras era justamente por esa
gente, que no sólo gustaba de tu música. Esa gente te admiraba, se
sentía identificaba, te quería. Quería lo mejor de ti. Contigo no había
egoísmos, ni odios, ni malas intenciones. Contigo sólo había deseos de
que te fuera bien en compensación por todo lo que tú les habías brindado.
Y tan grande ha sido tu Amor que ese cariño, ese sentimiento, eso que tú
transmitías de una manera tan especial, no tuvo fronteras, ni límites de
ningún tipo. Todo aquel que te admiró al verte, todo aquel que te vio
después, todo aquel que hablaba español, inglés o cualquier otro idioma,
todo aquel que vivía en México o en Estados Unidos, como en Sudamérica,
entendió lo que tú les diste. Todos experimentaron la sorpresa de cómo
eras, que tú les dabas más de lo que esperaban, que tenías una forma tan
particular de cantar, de mostrarte, de presentarte, de brindarte a tu
público, que no podía uno dejar de admirarte, de seguirte asombrado cada
uno de tus movimientos, cada una de tus interpretaciones. Y una vez que
te comenzaban a admirar, ya nadie podía abandonarte, de quererte, de
querer brindarte todo tu Amor. Tu propia presencia, el áurea que emergía
tras tu presencia sólo provocaba que dejaras a todos boquiabiertos. Eras
una estrella de verdad, como pocas, como ninguna. Por eso nadie te
olvida. Porque lo que tú les diste a todos no lo recibirán de nadie…
No te preocupes, Selena … Todos te recordamos cada día, cada instante,
cada momento. Estás en nuestros corazones que tú has conquistado. Y cada
uno de nuestros corazones está a tu servicio para latir por ti, para
expresarse por ti, para tenerte viva, con esperanza, con ilusión. Tú has
logrado algo mágico, que es conquistar a tanta gente con tu ausencia, a
mantener el Amor de la gente que te vio y te quiso. Esa gente sólo te
quiere a ti. No les importa otra cosa. No quiere saber lo que dicen los
demás, no le importa saber algo que tú nunca transmitiste. Sólo te
quiere a ti. Sólo te tributa. Se alegra con tus interpretaciones y llora
por tu ausencia. Pero se niega a pensar que te has ido así porque sí.
Todos pensamos que algún día volverás. Todos sabemos que algún día lo
harás. Nos resistimos a pensar que eso no sea así. Lo peor para nosotros
y lo peor para ti es resignarnos, pensar que nada se puede hacer,
dejarnos llevar por las voces que nos piden desde hace tiempo que te
dejemos sola y en paz, como si dejarte sola es precisamente dejarte en
paz. Para ti lo mejor es que te demos todo nuestro recuerdo, todo
nuestro Amor. Y no hacerlo por ningún interés, no esperando nada a
cambio. Para ti, Selena, es dar todo a cambio de nada. Como lo hacías tú
en cada concierto, en cada foto que te pedían, en cada autógrafo que les
ofrecías. Cuando hay Amor no se piensa en qué se recibirá a cambio. Y
todos sabemos que tal vez nunca recibiremos nada por recordarte cada día,
cada instante de nuestras vidas. Lo único que nos mueve es darte ese
cariño que necesitaste siempre, ese Amor que necesitas ahora para que
siempre estés acompañada, para demostrarte que siempre estaremos por
todo lo que nos diste, y a sabiendas de que todo lo que podemos hacer
por ti es poco al lado de lo que tú hiciste por nosotros, por tu familia,
por todas las personas a quienes tanto amaste…
No te preocupes, Selena. No importa que pase el tiempo. No importa el
dolor. No importan las lágrimas. No importa la añoranza. No importa si
te extrañamos tanto. No importa que cada día cuando nos levantamos
esperamos acaso vanamente que vuelvas. No importa si aparecen nuevos
artistas que triunfan y no te vemos a ti ahí, en ese lugar que como
nadie lo merecías. No importa la adversidad. No importa si pocas ganas
nos quedan luchando por nada. ¿Cuántas veces nos han dicho, Selena, que
para qué hacemos esto, si ya nada se puede hacer? ¿Cuántas veces hemos
escuchado que aunque deseamos que vuelvas nunca lo harás? ¿Cuántas veces
la impotencia nos lleva a un camino sin retorno, a ese odio sin sentido,
a ese rencor que tú no querrías, a ese callejón sin salida que es
quedarnos llorando esperando lo que no está en nuestras manos, lo que no
está en nuestra voluntad, lo que se encuentra en nuestro deseo? Pero los
que te queremos con toda el Alma, Selena, sabemos que lo más importante
es quererte, sólo quererte, darte nuestro corazón, nuestro cariño,
nuestro tributo. Rescatar con nuestro recuerdo todo tu esfuerzo, saber
que llegaste a conquistar las almas de tanta gente desde muy chica,
reconocerte que a ti nadie te regaló nada, que tú fuiste a buscar tu
propio destino, que tuviste la valentía de desafiar toda lógica, todo
impedimento, toda limitación. Nadie te lo había pedido: igualmente tú te
aprendiste aquellas canciones que cantaba tu padre para encantarlo, para
acaparar su atención, para que supieras lo que eras, lo que eras capaz
de dar. Aceptaste el reto en el que te puso tu padre, porque sabías que
tantos sacrificios tendrían una recompensa, que no se limitaba a cumplir
el sueño de tu padre, de quedar bien con tu familia y con la gente que
te iba a ver. Y esa recompensa era lograr tu máximo sueño, el de ser
diseñadora, de demostrarle al mundo que tenías miles de sueños, miles de
objetivos, innumerables e inagotables anhelos que no tenían límites ni
imposibles. El límite lo ponías tú y sabemos que tú no tenías límite a
la hora de soñar y de hacer. No dudaste, en cuanto pudiste, en plasmar
tu sueño creando Selena Etc. No esperaste a ser hiperfamosa en el mundo
para hacerlo. No especulaste con hacerlo en momentos en los que un
artista, ya en retirada, echa mano a ese recurso para seguir en vigencia.
Tú querías hacerlo en ese momento porque desde muy chica soñabas con ese
día en el que pudieras abrir tu primera boutique. No pensaste en las
consecuencias. No te importó si era el momento adecuado. Ni siquiera se
te ocurrió si algunos podían observar con desconfianza y con temor esos
pasos. Tú querías hacerlo y tus deseos los hacías realidad. Simplemente
eso… Simplemente querías dejar grabado tu nombre en el mundo, que todos
te reconocieran, que todos te apreciaran, que nunca pasaras inadvertida
para nadie…
No te preocupes, Selena. Si eso es todo lo que hiciste, si eso fue todo
lo que nos transmitiste, ¿cómo crees que te vamos a recordar? ¿Con qué
idea, con qué espíritu te tributaremos? Tú no esperarías viéndonos
abatidos, resignándonos a que hay cosas imposibles, a que no podamos
soñar con un mundo mejor, con un mundo contigo, Selena, en el que
siempre estés presente, sea en cuerpo, sea en alma. Sólo tenemos para ti
palabras y gestos de agradecimiento, de Amor, de comprensión. Tu vida no
fue en vano, todo lo que hiciste no fue para nada. Si una persona, sobre
todo eso, una persona de tan sólo 23 años, puede generar tanto, ¿por qué
nosotros no podremos hacer lo mismo contigo? ¿Qué mejor que tributarte
brindándonos del mismo modo que tú te brindaste con nosotros? Porque
antes que una artista eras un ser humano, y tal vez hoy ésa es la mejor
forma de recordarte. Tal vez sea triste pensar que sólo podemos
recordarte sólo como leyenda, como un mito. Eso puede ser bueno, pero
eso sólo no deja de ser un recuerdo frío, distante, que no refleja lo
que tú has generado. Yo sé, Selena, que a ti te gustaría que te
recordaran por tu voz, por tu energía, por tu pasión, por tus
sentimientos. Que te recuerden, en definitiva, como algo vivo, presente,
algo tan vivo como lo que expresa cada uno de nuestros corazones. Que te
recuerden con risas y llantos, con alegrías y con tristezas, con energía
y desazón … En definitiva, te gustaría que te recuerden como si
estuvieras presente, con todas esas ganas de vivir y de soñar que
siempre has puesto en cada concierto, en cada emprendimiento, en cada
acto de tu vida…
No te preocupes, Selena. Yo siempre estaré aquí. Nunca, nunca estarás
sola. Yo haré lo posible y lo imposible para que te valoren, para que te
recuerden, para que te reconozcan, para que jamás se olviden de ti. No
me permitiría jamás que no sientas ese Amor que tanto buscaste, no me
permitiría que estés nuevamente sola. No, Selena, ¡¡dos veces sola no!!
Yo siempre estaré aquí para agradecerte la marca que me dejaste en mi
corazón. Yo siempre valoraré tu esfuerzo. Yo seré una de tus voces. Si
no estás presente, al menos estaré aquí para representarte como tú lo
desearías … con Amor, sólo con Amor. Que siempre estaré aquí para
cuidarte, para ser un medio, un instrumento para tu recuerdo. Que en mis
expresiones esté presente tu vida, tus alegrías, tus sufrimientos, tu
voz, tu talento, tu carisma, tus sueños, todo lo que lograste y todo lo
que te faltó lograr. Que trataré de que lo que tú querías lograr lo
obtengas. Que todo esfuerzo es poco, que todo lo que se haga por tu
recuerdo será un granito de arena para construir un hermoso recuerdo de
ti. Y que en ese recuerdo esté todo, incluso ese triste y nefasto día.
De nada sirve obviarlo, olvidarlo, negarlo. Que reconocerlo es aceptar
nuestras lágrimas, nuestra tristeza, nuestro enojo, nuestra impotencia.
Pero que el recordarlo nos dará aun más fuerzas para que ése no sea tu
último día, ése no sea tu último esfuerzo, ése no sea tu último acto de
tu vida. Que tu vida se prolongue con nuestros sentimientos, con todo lo
que nos has dejado y que los expresamos cada día. Que no negamos la
realidad, que no estamos locos. Que no importa si los demás no nos
entienden. Lo que importa eres tú, Selena. Y que a través de nuestras
manifestaciones de Amor estés siempre presente, siempre viva, siempre
amada, como tú lo querías, como lo que tú esperabas de nosotros, como tu
máximo anhelo desde que te propusiste cantarle aquellas canciones a tu
padre…
No te preocupes, Selena. Sólo una persona como tú, con tanto Amor,
puedes generar esto. Y siempre nos sorprenderás, siempre nos cautivarás,
siempre nos enamorarás, siempre nos emocionarás. Y aunque no podamos más,
aunque estemos solos, aunque nos digan que es en vano, aunque tengamos
un nudo en la garganta en cada actuación descollante, siempre estaremos
gritando por tu nombre. Porque siempre te esperaremos, nunca perderemos
nuestras esperanzas, y aunque nos dieran la total y absoluta seguridad
de que nunca volverás, aquí estaremos para dejar tu nombre bien en alto,
para quererte, para esperarte. Nada mejor que homenajearte de esa manera,
nada mejor que manifestarte nuestro Amor de esa manera….
No te preocupes, Selena, siempre estarás acompañada, siempre serás
nuestra hermana, nuestra amiga, nuestra novia, nuestra madre. Los
grandes amores jamás se olvidan. Lo que tú generaste jamás se olvidará.
Estás en nuestros corazones, en nuestras almas, en el aire que
respiramos. Y aunque nosotros nos vayamos de este mundo, otros seguirán
nuestro camino. Porque el Amor que sólo tú generaste se esparcirá en
todas las personas con Amor, en todas las personas con sentimientos, en
todas las personas con emoción. Y esas personas siempre existirán. Y
mientras exista el universo, tu Amor estará siempre presente…
No te preocupes, Selena. Te queremos mucho, por siempre y para siempre…
Sergio Ernesto
Rodríguez Buenos Aires, Argentina
Date: September 26th, 2009
Te vi, Selena, te vi!
! Estoy seguro.
Era un día más, como tantos otros. Iba de mi casa camino al trabajo muy
rápidamente, a las apuradas, con el tiempo justo para llegar
puntualmente. Esto antes no me pasaba. Yo solía llegar mucho antes a mi
trabajo. En ocasiones he llegado a trabajar hasta horas antes de mi
horario habitual, pero desde que te conocí Selena, desde que pude verte,
desde que pude apreciarte, eso se terminó. Paso tanto tiempo en las
noches y en las mañanas dedicándolas a tu recuerdo y a dejar bien en
alto tu nombre que ya no me da tiempo para pensar en esas locuras, en
ocupar mi mente en el trabajo, en pensar en que lo más importante es
solucionar mis labores diarias. Hace rato que lo más importante eres tú,
Selena...
Como te decía, Selena, iba a cruzar una avenida y cuando me detuve en el
semáforo giré mi cabeza a un lado para ver si faltaba mucho para que
cambiara la luz y te vi. No lo podía creer. Me dije: "Yo sabía que no se
había ido. Yo sabía que iba a volver. Yo sabía que Selena estaba entre
nosotros!!". Iba a correr para abrazarte, pero justo cambió la luz del
semáforo y los autos arrancaron velozmente e impidieron mi paso. Supe
que tendría que esperar un tiempito para poder verte. Ese tiempito en
realidad era una eternidad, pero traté de serenarme y me puse a pensar
qué te diría primero, qué es lo primero que trataría de decirte, cuáles
serían mis primeras palabras hacia ti...
Ahora que te tenía tan cerca hablando con vaya a saber quién riéndote,
me inhibía correr a abrazarte y llorar como un niño sin consuelo ...
Había mucha gente y no parecía que todo en esa mañana tan soleada fuera
triste. Por eso pensé en que mi mejor carta de presentación sería tomar
una de las tantas fotos que llevó de ti en mi mochila y ofrecértela para
que me la firmes. Sí, claro!! Una de mis fotos preferidas, la de
Dreaming of you. Ésa elegiría!! Y luego me acercaría con todo el ímpetu
al principio y con bastante timidez después hasta llegar hacia ti.
Esperaría tu mirada, tu risa cómplice, que te dieras cuenta de mi gesto
que te diera a entender si podía molestarte por un ratito para que me
firmaras mi foto y me hicieras la seña correspondiente para que yo
pudiera llegar finalmente hacia ti. Y después, recién allí, cuando tú me
dijeras "Hola!!", me dieras un beso y me dijeras cómo estoy, recién allí
te diría todo lo que siento, todo lo que guardo en mi corazón, aunque
jamás mi habla expresaría todo lo que siento por ti...
Jamás podría superar la imponencia de tu figura, el respeto que has
generado por lo que has hecho en tan poco tiempo. Sé que te darías
cuenta de lo tonto que soy cuando no puedo levantar mi vista por mi
timidez, cuando balbuceo mis palabras, cuando me enredo en mis
pensamientos, cuando se hace inevitable demostrarte lo tanto que te
quiero pero que me da vergüenza demostrártelo de una manera tan tonta,
casi de un adolescente que le declara su amor a la primera mujer. Sé que
te reirías de mí, no por burla, no porque me consideraras un tonto o por
mis actitudes ridículas. Te reirías porque entenderías lo que siento. Te
reirías como tantas otras veces, en las que ante situaciones complicadas,
de difícil escapatoria, largabas una de tus carcajadas para que todos se
olvidaran del mal momento, de la situación de "callejón sin salida", del
vacío difícil de llenar, y para que enseguida todos siguieran tu
ocurrencia y echaran a reír también. Y pasáramos a un ambiente más lindo,
más alegre, en el que todos nos olvidáramos de nuestros padeceres, en el
que todos nos olvidáramos de nuestras penas, y nos avocáramos a vivir la
vida, el momento, cada instante, con una sonrisa en la boca, con la
mejor predisposición, con toda nuestra energía para ser mejores
personas...
Te extendería esa foto en la que estás con tu mano llevada al cuello y
te pediría que si por favor me la pudieras firmar. Y me quedaría en
silencio, acaso esperando tu reacción, tu aprobación, tu sonrisa al
verla. Sé que te reirías. Sé que dirías que ésa es una de tus fotos
preferidas también. Yo te diría que esa foto la tengo en todos lados, y
es el rostro y la pose con la que siempre quise recordarte, con la
imagen con la que siempre quise retenerte cuando cierro mis ojos, con la
que quiero evocarte, con la que siempre quiero identificarme. Me
preguntarás por mi nombre y sé que me dirás que es un muy bonito. De
inmediato tendría temor en cómo estoy vestido o si voy muy desalineado.
Sé que no podrías evitar sacarme alguna pelusita que tengo en la camisa
o en arreglarme algo que esté fuera de lugar, aunque seguramente me
alabarías por algo que llevo puesto. Sé que me preguntarías qué estoy
haciendo y te sentirías halagada por saber que voy a las apuradas por
recordarte, por ser tú para mí la prioridad. No podría evitar decirte
que todo lo hacemos por ti, Selena. Tal vez me preguntes si deseo que
pongas algo en particular, y te diré que no, que me gustaría que pongas
lo que tú prefieras ... Aunque después de pensarlo te diría que desearía
que pusieras "Mil abrazos y mil besotes. Cuídate muchísimo y nos veremos
muy pronto...". Recordarías esas palabras, entenderías a lo que me
refiero y allí me animaría a decirte sobre aquella noche...
Te preguntaría qué sentiste en ese concierto, qué pasó por tu cabeza. Si
sentiste que esa noche no era un noche más. Que era "la noche". La noche
en la que demostrarías que se estaba terminando una época, una época de
tantos años de sacrificios, de tantas postergaciones y en la que
comenzaban a verse los frutos de tanto trabajo y constancia. Te
preguntaría si te sentías una estrella, si sabías lo importante que eras
para todos en ese Astrodome y en ese año. Si en ese Disco Medley estabas
anticipando tu disco en inglés y tus futuras presentaciones. Si acaso
nos estabas anticipando tu futuro, tu madurez, tu magia, que ya no eras
la joven promesa, que eras una realidad. Que querías demostrarle a todos
algo que nunca te atreverías a decirlo abiertamente y que sólo lo
tratarías de ratificar en el escenario, en ese lugar en el que tú eras
única, inigualable, irrepetible, en ese lugar en el que te permitías
como en ningún otro lado expresar todo tu sentir, todo tu ser, todos tus
sentimientos, todos tus pensamientos. Si acaso querías demostrarle a
todos que eras la mejor y que allí estaba tu público para certificarlo,
para reafirmarlo. Esas 65.000 personas venían a verte a ti y a brindarte
todo tu cariño, y a ratificarte que la ligazón hacia ti no era sólo
musical. Era de afecto, de cariño, de Amor. Que pocas veces una artista
logra acabadamente esa combinación: popularidad y afecto. Te preguntaría,
Selena, si sentías que eras tan querida y apreciada. Si te dabas cuenta
de que mucha de esa gente se veía representada por ti y que tenía tantas
expectativas, tanta confianza, tanto Amor. Si te dabas cuenta, Selena,
que ya no eras patrimonio de una familia o de un par de amigos y
admiradores. Que eras parte de cada uno de los que te amaban, de los que
te llevaban en el corazón. Y que eso era Amor, un Amor que pocas veces
se da, que pocos artistas reciben. Pero que a su vez ese Amor implica
compromiso. Que eso implicaba estar preparado no sólo en lo artístico,
sino también en lo mental y emocional para sortear los obstáculos que
había que afrontar, y que eran tan dificultosos como en las épocas de
tantas carencias y de padecimientos ... Los obstáculos de la fama ... Te
preguntaría insistentemente si estabas preparada para afrontarlo...
Te preguntaría si eres consciente de lo que has generado. Si te das
cuenta de que hay mucha gente que te extraña horrores y que no acepta su
partida. Que todos los que te queremos de verdad no podemos pronunciar
determinadas palabras que estén ligadas a tu partida de este mundo y que
no puede entender lo que ha sucedido. Entonces, ante tu ausencia, todos
los días te dedica parte de su tiempo, de su vida, de su cariño, de su
Amor, para recordarte. Que es tan absurdo todo lo que ha pasado que no
se puede asumir como real. Que tenías tanto para dar que cubrimos todo
este tiempo en el que no dudamos en que serías famosa, y sobre todo
feliz, para recordarte y recrear todos aquellos lindos momentos que nos
has dejado. Que ésa es nuestra forma de sentirte cerca, de demostrarte
cuánto te queremos y que te seguimos esperando. Y que soñamos con ese
momento como el que tengo yo ahora en el que sintamos que nuestra espera
no ha sido en vano, que tuvo un sentido, una finalidad, y que ahora
podremos ser felices para siempre con tu presencia entre nosotros…
Y a medida que tomara confianza te diría por qué no te cuidaste, por qué
no te diste cuenta, por qué no pensaste en ti, en tu fuerza, en tus
ideas, por qué dejaste en manos de otros tu destino. Por qué no te diste
cuenta de que tú eras la forjadora de tu destino. Te diría por qué por
un instante olvidaste todos tus proyectos, todos tus sueños, que tú eras
la estrella, y que todos se debían a ti y no tú a ellos, por qué no te
permitiste ser un poco más egoísta y pensaste primero en ti antes que en
los demás. Te preguntaría si alguna pensaste si te íbamos a querer igual
a pesar de todo. Te preguntaría qué tan importante era ese anillo al que
lo mantuviste aferrado a tu mano hasta último momento, con tu última
energía, tu último esfuerzo, tu última esperanza. Te preguntaría eso
pero no buscaría respuesta. Sólo te lo diría para desahogarme, para
liberar mi pena, mi pena por no verte, no verte feliz, no verte famosa,
no verte en el lugar que te mereces. Te diría eso sin buscar una
respuesta inútil, una confesión que no tiene sentido, una infidencia que
yo no tengo por qué escuchar. A veces este tipo de desgracias, de
tragedias, de hechos dolorosos habilitan a gente inescrupulosa para
meterse en la vida privada de la gente para averiguar, indagar, manchar
impunemente el buen nombre y honor de las personas, para hacer pasar a
los victimarios en víctimas, y a las víctimas en victimarios. Así de
injusta y de perversa es la vida ... En un instante la vida nos pone a
las pruebas más duras. Y eso es lo que te diría, Selena. Te diría lo que
ha sido Houston sin ti. Te mostrarías la alegría de esa ciudad mientras
tú brillabas en febrero de 1995 en el Astrodome, y la cara más miserable
hacia octubre de ese mismo año cuando las cámaras sólo registraban el
rostro de una asesina que te quitó todo, absolutamente todo ... menos el
Amor de tu gente ... Pero no!! No querría seguir hablando de eso. No
quiero ver tu rostro triste. Yo no quiero llorar más. Yo sólo quiero
verte aquí frente a mí, frente a todos ... entre todos nosotros...
Te diría para que lo recuerdes por siempre y para siempre que eres una
artista excepcional, que eres la mejor, que tienes la mejor voz, la
mejor sonrisa, la que baila mejor, la más hermosa, la más carismática,
la más exultante, con una personalidad y gracia inimitables, con un
talento increíble, que tu figura es imposible obviar, que es inevitable
seguirte, que sólo a ti se te ve en el escenario que tú dominas como
nadie. Que nadie podrá igualarte ni emparentarte. Que sólo tú podías
cantar de esa manera, mostrarte de esa manera, presentarte de esa forma.
Que yo no me engaño: que esa artista que estaba en el escenario era la
misma que la que estaba fuera de él. Que esa artista tenía un corazón y
un alma enormes, que ponía todo su ser en cada cosa que emprendía, que
no se guardaba nada, que no quería aparecer ante los ojos de nadie por
alguien que no era. Te diría, Selena, que desde los 8 años te ganaste a
la gente con lo más básico y lo más hermoso que puede generar un artista,
que es mostrar su sonrisa y ofrecer su corazón para conquistar el Amor
de la gente. Y que cuando alguien recibe eso de alguien nadie se puede
resistir. Te diría que así que como no estudiaste ni canto, ni danza,
tampoco estudiaste cómo ganarte a la gente, no consultaste a ningún
especialista ni buscaste a un asesor de imagen para que te dijera qué es
lo que le gusta a la gente recibir. Tú lo aprendiste a los 8 años con un
micrófono en la mano frente a un auditorio. Y nadie más sabio que un
niño para saber lo que es el Amor en el estado más puro y ofrecerlo sin
límite alguno, sin especulación. Y así fuiste siempre, como aquella niña
que da Amor y espera Amor. En cada presentación, en cada concierto, en
cada acto de tu vida no dejaste de ser esa niña. Y ése fue el secreto de
tu éxito, ése es el motivo por el cual la gente te sigue queriendo y no
te olvidará jamás ... Porque aunque tú apenas hablabas el español, el
Amor y el sentimiento que le ponías a cada palabra, a cada expresión, a
cada gesto generaba una emoción que pocos pueden lograr, incluso
aquellos que hablan el español perfectamente. Porque algunos entenderán
un idioma. Otros comprenderán otros. Pero el Amor sólo tiene un idioma
que es entendido y sentido por todos por igual. Y tú, Selena, sólo tú,
eras el Amor, la pasión, el sentimiento hecho canto...
Así es, eso fue todo lo que me sucedió y pasó por mi mente hasta que por
fin cambió de luz el semáforo. Efectivamente, duró una eternidad. No
aguantaba más ... ¿Pero por qué no encuentro a Selena ahora? ¿La he
perdido entre la multitud que va y viene sin parar, sin saber qué es lo
que hace y para qué? ¿Esa gente que me empuja ambicionando cosas que les
durará un soplido y que cuando se quieran acordar ya no la tendrán más?
¿Por qué está tan apurada la gente? ¿Acaso no se dan cuenta lo que
tienen frente a sus narices? ¿No saben distinguir lo bueno y lo malo, lo
importante de lo insignificante? ¿Acaso no ven a Selena, aunque tal vez
no la conozcan? ¿Acaso no se dan cuenta en sus apuros cuando se topan
con alguien que no es común? ¿Acaso no se dan cuenta del color cuando
todo es gris? Empiezo a mirar para un lado y para el otro, comienzo a
correr para una calle, a la mitad me arrepiento y voy por otra. Comienzo
a gritar tu nombre, pero no sólo no te encuentro sino que los que se dan
vuelta son todos los que no comprenden a quién llamo desesperadamente y
por qué. Allí me doy cuenta dónde estoy y de que ha pasado un largo
tiempo. Me doy cuenta por lo alto que está el sol ya. Resignadamente
miro el reloj y me alarmo por la tarde que se ha hecho. Allí doy cuenta
de la realidad y camino resignadamente a mi lugar de trabajo. No sé qué
voy a decir como argumento para justificar que llegué tarde ... No sé
mentir y no tengo ganas de hacerlo en este momento. No tengo problema en
decir que llegué tarde porque te estuve buscando, Selena...
Ya llegando a mi trabajo, recibo otro cachetazo de la realidad, que si
bien lo recibo todos los días cada vez que paso por allí, ahora toma
otra dimensión ... Exactamente en la esquina de mi trabajo está una de
las sucursales del Days Inn. Pasar por allí hoy es como recibir esa
puñalada, ese inmenso dolor en la espalda. Es como saber que nunca te
podré encontrar. La presencia de ese lugar sólo me deja lugar para
recibir ese mensaje descorazonador, desesperanzado, desolado ... Y así
de triste entro al trabajo ... Ingreso, apenas hago un gesto como todo
saludo y me siento. No tengo ganas de hablar, tampoco de dar excusas.
Sólo espero que mi propia cara hable por sí sola y no pregunten. Prendo
la computadora y veo tu figura, en esa pose inolvidable cuando detuviste
tu canto cuando interpretabas "Si una vez" en el Astrodome. Tuve muchas
ganas de llorar. Me contuve, pero cuando supe que mis lágrimas corrían
por mi rostro me levanté y me dirigí a la ventana y la abrí de par en
par. No me importó el aire frío que golpeaba en mi rostro ni el sol que
enceguecía mi vista. Me asomé todo lo que pude y volví a mirar las
calles, los edificios, el cielo ... buscando y rogando encontrarte ...
buscando y deseando poder decirte todo lo que siento por ti, todo lo que
sentimos todos los que te amamos, Selena...
Yo te sigo queriendo, extrañando, esperando que tú vuelvas con nosotros...